RECURSO: DISCERNIMIENTO EN EL SERVICIO DE LOS
MINISTERIOS LAICALES.
Pbro. Diego Sabogal.
Director del Programa Diocesano para la formación de Ministros Laicos
Licenciados.
Canon 4: De los
Ministerios Autorizados.
Sec. 1
Un comulgante confirmado,
de gran estima, o, en circunstancias extraordinarias, con sujeción a las directrices
establecidas por el Obispo, un comulgante de gran estima, podrá ser autorizado
por la Autoridad Eclesiástica para servir como Líder Pastoral, Líder de
Culto, Predicador, Ministro Eucarístico, Visitante Eucarístico, Evangelista o
Catequista. Los requisitos y las directrices para la selección,
capacitación, educación continua y utilización de tales personas y la duración
de las licencias serán establecidos por el Obispo, en consulta con la Comisión
sobre el Ministerio. https://episcopalchurch.org › posts › publicaffairs ›
la-constitución-y-los-c...
“Los ministerios laicales y ordenados hacen a la
comunidad y la comunidad discierne los ministerios que otorga el Espíritu”.
Cristoeseltema.blogspot.com
|
Los líderes laicos antes
que desempeñar una u otra función son y deben ser los primeros creyentes de su
congregación. Si eres un ministro laico entonces la realidad que percibes
estará informada por la Gracia y su vivencia te hará proclive a la misión
eclesial. El Bautismo abre las puertas de la vida de la Gracia de la
que se alimentan los ministerios laicales. Sin la Gracia su trabajo sería estéril
y no tendría razón de ser. La Iglesia, además de comunión, es también misión. Los
Visitadores Eucarísticos, no solo llevan la comunión al enfermo
estando recluido en casa o en un centro médico, sino que extienden la
solidaridad eclesial a estos lugares haciendo presencia desde la Fe y la
convicción sanadora de la Iglesia que por su medio se aproxima a la realidad de
estos hijos sufrientes. Es una elaborada significación de la comunión de
valores, doctrina y esperanza en manos de estos ministros laicos. sufriendo
uno todos sufren. Los Predicadores como
ministros laicos no solo deben hacerlo desde el “púlpito” como figura
natural de su ministerio, sino que deben ser versados sobre temas relacionados
con la comunidad y la experiencia cotidiana, un Predicador debe vivir
actualizado y conocer la dinámica de la cultura y sociedad. Haciendo suyas las
palabras del Hiponense: “Nada de lo humano me es desconocido”. El
Predicador licenciado por el Diocesano (ministro laico) debe ser un
bautizado creyente y practicante en comunión como todos los demás ministros
laicos. Su testimonio de vida hablará más que sus elaboradas predicas. Su
vivencia de la esperanza le convertirá en animador constante de sus hermanos en
la Fe…Los Catequistas o líderes de la Instrucción en la escuela
dominical, no se constituyen en los “niñeros congregacionales”
sino en orientadores doctrinales de los más pequeños enseñando los rudimentos
de la Fe eclesial. No son los ministerios laicales factor de
discordia en la congregación, son todo lo opuesto, signo de madurez y
crecimiento en la Fe comunitaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario