VIAJES DEL SEÑOR FUERA
DE GALILEA… MISERICORDIA Y SOLIDARIDAD, DONES DEL EVANGELIO. (Marcos capítulo
7, versículos 24 al 30).
ARGUMENTACIÓN
SOCIO-CULTURAL.
Es interesante la forma como Marcos delimita la estructura de
su exposición al ubicar con precisión cada detalle de la obra de los personajes
en la escena evangélica. Le corresponde mostrar al Salvador actuando fuera de
Galilea cuyo objetivo es la universalidad del Ministerio y la futura Iglesia
que en la concepción Marcana (primitiva) determina siempre la compañía de sus
discípulos, es decir, Jesús exceptuando su bautismo siempre fue acompañado por
ellos. Miremos en Texto Sagrado de Tradición: Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa
quería que nadie lo supiera (versículo 24) encontramos su paralelo con
(Mateo capítulo 15, versículo 21 al 28) la actividad de Jesús fue seguida por
infinidad de personas que sin duda lo buscaban incluso fuera de su Nación. Tala
afirmación nos conduce a una mujer de origen Fenicio que constituía una región
importante de la provincia romana de Siria, en su absoluta mayoría no eran
judíos o al menos prosélitos. En el contexto Socio-cultural los extranjeros no
participaban de buenos ojos o bien vistos en la
Comensalía ya que por su
condición eran tenidos por “impuros” es aquí la primera dificultad de Texto
para aproximarla a la mesa comparativa… Jesús en boca del evangelista se acerca
en la percepción de una necesidad muy grande y la ubica bajo el concepto de la
Gracia abundante que da incluso para quienes no son de “raza” es decir, judíos.
En esta aproximación a la realidad de
aquella mujer emplea el comparativo “perritos”
para suavizar la expresión judía de “perros” que sin duda era hiriente y en
extremo destructiva. El Redentor es consciente de aquello pero un más qué
evitar la definición judía plantea la necesaria reciprocidad en la esfera de la
Fe que constituirá la aproximación por sobre el derecho de “sangre” o
descendencia.
·
La
presencia de extranjeros en la Comensalía era inaceptable.
·
El
servicio religioso judío era exclusivo y exclusivista.
·
La
mujer no era interlocutora valida o reconocida.
·
Yahveh
era visto erróneamente como el Dios
exclusivo del pueblo de Israel. Era imperdonable que un extranjero y sobre todo
una mujer pidiera un milagro o algún tipo de Gracia.
·
Aquella
mujer se presenta en un escenario hostil suplicando por la salud de su hija.
Recordemos que el mundo no está interesado en el mensaje salvífico o liberador.
·
Solo
quien acepta su propia realidad permite a Dios transformarla en absoluta y
soberana libertad.
EL MUNDO
ES HOSTIL AL
EVANGELIO.
El concepto mundo empleado en los evangelios como en todos
los Textos Inspirados del (N.T) hacen referencia no tanto a la connotación
natural del medio en el que se desenvuelve la trama de la vida sino y sobre
toda consideración a la existencia
espiritual del Creyente puesto que la realidad física creada por Dios es
perfecta no así la influencia destructiva del pecado sobre la vida en todas sus
formas. La postura abierta del Redentor contrata de lleno con las estructuras
de oposición a su Reino que busca esclavizar bajo cualquier dolencia a la
persona humana… La hostilidad no es
lo suficientemente fuerte para evitar que el corazón reconozca la presencia
amorosa de Dios ejemplo de esta afirmación es sin duda la actitud de aquella
mujer que con sus sentimientos bien enfocados rompe cualquier barrera. La Misericordia no limita placenteramente
las expectativas del hombre y la mujer de Fe. La Gracia no es historia, ella espiritualiza la experiencia humana y la
convierte en Historia de Salvación. Miremos tres consideraciones al
respecto:
·
Ante
la Misericordia el pecado y sus consecuencias (hostilidad) carecen de
fundamento y de alimento. La Gracia es
un don liberador y sanador.
·
La
esclavitud no posee estructura pero puede pervertir la Identidad del
Creyente y hacerle perder el fundamento
de su existencia (física y sobrenatural).
·
La
hostilidad al Evangelio compete al bautizado que está llamado a luchar contra
las estructuras de pecado y sociales que impiden el afianzamiento de la Paz y
la Justicia y son factor de discriminación y marginación (Cuarta Marca de la Misión de la Iglesia).
Las anteriores reflexiones nos
invitan a vitalizar todos los procesos sociales y de Fe que como parte de la
Madre Iglesia están a nuestro alcance para difundir la Justicia y su poder sanador.
La Sociedad cualquiera que sea su modelo está afectada gravemente por los
estereotipos Antropizados que cada día obligan a hijos de Dios a vender literalmente
sus vidas para poder subsistir. El orden que desarrolla este contenido
corresponde a una aproximación simbólica que implica la madures del Creyente
ante el Evangelio. La hostilidad se
manifiesta siempre en el concepto de la praxis de una serie de “dis-valores”
que son la némesis del Evangelio y que contribuyen grandemente al retraso del
Reino de Dios entre nosotros. La hostilidad simboliza todas las relaciones por
fuera del modelo evangélico y que directamente cambian la configuración
espiritual de los bautizados. La necesidad suele convertirse en el escollo más
difícil de tratar a la hora de superar
la generación de comportamientos contrarios a la vocación del bautizado.
La Sociedad actual relativiza la definición y contenido de los valores
presentando una supuesta Axiología inserta en la realidad percibida desde la
óptica personal e in-solidaria tan de moda en la actualidad.
El demonio personifica la hostilidad más poderosa contra el Evangelio
y el reino de Dios al punto de seducir a los bautizados y sembrar en ellos la
desesperanza… Nosotros como Iglesia estamos llamados a rescatar los principios
evangélicos que en si comportan el consuela y la liberación suficientes para el
Creyente en la praxis e intríngulis de su existencia. La hija de aquella mujer encarna la frustración
que toda postración trae a la persona en su vocación salvífica. El pecado como contravención de la Ley de
Dios posee en su naturaleza una determinación tenaz que rechaza la injerencia
de Dios y crece de espaldas a la Gracia. Esta dinámica la conocemos como “decrecer en la Gracia” lo que implica el abandono de la trascendencia
y la entrada formal en el exclusivo mundo de los sentidos y el materialismo
como única realidad perceptible en el ser humano. Esa aquí el caldo de cultivo
o fermento para que crezca una forma de existencia renuente a la propuesta
Salvífica de Cristo y ensimismada en sus fundamentos. Ser hostil no implica
mucho esfuerzo puesto que se constituye en una fuerza silente que alimenta la
contradicción y el anti-testimonio en la Iglesia. La mujer descrita como madre
posee una connotación de fondo bien interesante y es precisamente lo que
implica una maternidad ante la necesidad de sus hijos como acontece en el
Evangelio descrito… La maternidad es la
fuerza de salir de sí mismos y entrar en contacto con el entorno sin importar
que tan hostil sea o que tanto nos pueda lastimar si se trata de los nuestros
nada nos detiene, y esa fuerza es también testimonio de lucha y Fe. El mundo es
comporta como debe comportarse ya que es regulado por una serie de “valores”
que aseguran su existencia y que conduce a las personas a afianzar sus
principios en cuanto a que se explicita en la Identidad y vida de la persona
humana consciente o inconsciente de su estado y redención.
El Pan simboliza los dones de Dios que no discriminan y están a la
orden del día para quienes así los buscan, es pues, un deber primordial de la
Iglesia proveerlos a sus hijos (Pan de
la Palabra y la Eucaristía) como también de los Medios de Gracia que componen la Ministerialidad de la Madre
Iglesia. La hostilidad es pues la ausencia de la presencia Eclesial en la vida
y escenario de nuestros hermanos bautizados. Jesús interviene en un Paisaje
redefinido por la interacción humana y no deja pasar la oportunidad de
moldearlo según se necesita para explicitar con solides su Palabra o Mensaje… La
intervención en un medio cultural implica para nosotros la presencia de
estereotipos y contenidos de toda naturaleza y los cuales son la primera
dificultad al Evangelio predicado. La Auto-suficiencia
de la humanidad ha pervertido la necesidad (en perspectiva amorosa
existencial) de Dios al punto de
convertirlo en una referencia nominal incluso abordada así por muchos
creyentes. La hostilidad no es algo pasajero por el contrario se afirma paulatinamente
en la vida de las personas modificando su existencia al punto de relativizar
sus opciones y definiciones vitales. La Promoción de la vida nos debe llevar
como en el caso de la fenicia a hacer lo posible para asegurar su bienestar sin
detenernos por consideración ajena a la realidad que experimentamos, estamos
buscando informar de la Gracia lo que somos y hacemos. El retornar a su casa
(versículo 30) implica el asumir la continuidad de su compromiso de vida
dejando fuera las insidias del “enemigo” que se retira a l no encontrar espacio
para ser en la vida del Creyente. Esta mujer nos demostró que la Fe configura y
libera la existencia acercándola a Dios por el camino que sea pero persistiendo
en su cometido. El retomar la vida implica re-definir asuntos clave y uno de
ellos es sin duda la vivencia y explicitación
de su Fe en la esfera de su condición de extranjera que es reconocida y
atendida por las Escrituras, miremos el Texto Sagrado de Tradición: Si hay junto a ti algún pobre de entre tus
hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no
endurecerás tu corazón, ni cerraras tu mano a tu hermano pobre… (Deuteronomio
capítulo 15, versículo 7) La
Justicia será siempre una herramienta poderosamente santa para luchar contra el
enemigo que se materializa o matiza en las condiciones alienantes de vida. La
exclusión de la que era inicialmente victima la mamá y su hija eran caldo de
cultivo para toda forma de aberrante esclavitud. La Gracia entra en la vida y
sus escenarios dejando en Libertad al ser humano y en posesión de la misma.
Nunca el “mal” bajo la forma en la que se manifieste podrá someter a una
persona redimida si esta goza de la Dignidad de su ser de forma o manera
Integral como corresponde a los hijos de Dios. La Madre Iglesia denuncia la
injusticia y está junto a quienes son víctimas de exclusión. No hay posibilidad
alguna de que el Evangelio asuma la necesidad de la exclusión, por el
contrario, la denuncia por ser un comportamiento antinatural en las relaciones
interpersonales. La Salud es un derecho
que debería ser considerado universal e intrínseco como si se tratara de
un Derecho Natural. La discriminación atenta contra la Igualdad Esencial de los hijos de Dios. La naturaleza es
inclusivista a más no poder o como
olvidar que el Sol y la Luna brillan sobre toda la humanidad haciendo de esta
manifestación natural un culto de Adoración al Dios Creador. La presencia de aquella mujer nos debe llevar
a meditar sobre las implicaciones de nuestra lucha permanente contra el “mal”
que resta oportunidad a la humanidad de ser feliz y poder compartirla con sus
hermanos. Los viajes del Señor fuera de su natal Galilea descritos por Marcos
en su Evangelio puntualizan de forma contundente la necesidad de anunciar fuera un mensaje que
complementa cada acción con la fuerza del Símbolo empleado por Jesús. Hoy como
hace 2000 años la Iglesia vive de cara
al anuncio una grande posibilidad de Universalización puesto que los
contenidos evangélicos están disponibles para todo el que se acerque a la
Institución Eclesial. El salir de su escenario natural es la semblanza de un
cometido que supera la concepción de la presencia de Dios en Israel y abarca a
todos los vivientes tal y como señala la construcción primitiva del Libro del
Génesis. Esta alusión está cargada de elementos aproximativos de la
comunicación del mensaje predicado por el propio Jesús. La comunicación se desarrolla sobre el terreno y
la inmediatez histórica de los Símbolos que emplea el Redentor. A pesar de todo
este panorama el Señor no obra muchas acciones puesto que su negativa a
realizarlas obedece a la actitud de los
pueblos por donde Él transita y para ello Marcos emplea una formula incluso más
antigua o arcaica que la “Señal misma” realizada por Jesús como por ejemplo en
la “multiplicación de los panes” (Marcos capítulo 8 versículos 1-10) para
mencionar que este Evangelio en particular cita más de 12 destinos de Jesús en
sus recorridos. La señal misma es Jesús y su Evangelio con esta primicia
evolucionará este Evangelio al punto de unirlo a la revelación paulatina de la verdadera Naturaleza del Salvador. La
misma que requiere de una disposición particular por parte de sus discípulos y
amigos. No se trata solo de recorridos entre localidades Israelitas, se trata
del viaje de la Fe por el entorno somático… La señal dada en el comienzo del
capítulo 8 es apenas la constatación de su naturaleza y cercanía con el pueblo.
No es solo obrar una acción fraterna tanto comunitaria como de implicaciones
sobrenaturales que es de fácil lectura para los testigos… Jesús se comunica
eficientemente con su entorno al punto de obrar fundamentado en la respuesta de
quienes estaban a su lado… Estas acciones estaban asistidas por la Compasión
que mueve la Voluntad salvífica de
Dios en la persona de su Adorado Hijo. La acción emplea para todas y todos un
elemento constitutivo bien conocido, estamos hablando de la Solidaridad que permite elaborar una
respuesta de Fe ante la dificultad previamente señalada. La respuesta del Señor
se desarrolla gracias a la respuesta soberana de quienes podían intervenir en
consonancia con las necesidades de quienes estaban reunidos. Jesús llama a los
discípulos, este llamado es perentorio y motivacional para que la respuesta sea
dinámica y acertada.
EL DINAMISMO DE LA RESPUESTA COMO ACCIÓN CONCRETA DE FE.
Quienes rodeaban al Señor son
descritos muchas veces por Marcos como un grupo compuesto por mucha gente y
todos ellos viviendo circunstancias personales y/o colectivas. La Compasión del Señor no solo atiende a una
persona y su vida es sobre todo el reflejo del medio socio-cultural que cada
uno atraviesa y se integra efectivamente a un todo. Este movimiento de personas
en absoluta necesidad parte inicialmente de la oración que es dirigida, escuchada y atendida, por la Misericordia de Jesús que como Él mismo
lo expresa es la Voluntad del Padre en todo su accionar la que conlleva la
respuesta. Esta es sin duda la relación expuesta por el capítulo 8 de Marcos,
una declaración de Fe que se fundamenta en la convicción de cada uno de los
intervinientes en sus escenas y quienes no lo son o no profesan pues simplemente
son ajenos y por lo tanto es imposible recibir una “señal” como nos lo hace
saber el evangelista en el versículo 12… Y
salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, pidiéndole una señal del
cielo.
La Fe no es un artículo de negociación de una elaborada formula de
señales sobrenaturales, es indispensable asumir que la dinámica de la Fe se transforma
paulatinamente hasta llegar al pleno convencimiento de quien es verdaderamente
el Señor. Marcos en su Secreto Mesiánico
busca conducirnos a la respuesta de nuestra Fe en la certeza del Cristo de la
Fe previamente revelado bajo el fenómeno del Secreto constatable por sus
discípulos a su vez ellos son figura en potencia de la Iglesia. Es la Fe en Cristo la que nos mueve y responde al intríngulis de la
existencia para que esta no se torne monótona o frustrante según las
dificultades que el bautizado atraviese en su vida. La Fe expuesta como
conocimiento de Dios es el reflejo de su Gracia en nosotros y con ella la
posibilidad de construir la vida en todas sus formas y contenidos lo que nos
muestra claramente que aun la Fe puede ser Antropizada en alguna medida y
convertirse en fenómeno de nuestra experiencia. Marcos presenta al Señor en un constante movimiento que encarna los
estadios o etapas de evolución de la vida del Creyente llamado a crecer y
realizar en su ser la propuesta salvífica del Señor. Jesús invita antes a sus
discípulos y ahora a cada uno de nosotros a superar los miedos y temores que
unas veces se visten de enfermedad y otras tantas de necesidades materiales, es
aquí el punto focal de sus viajes y
milagros adelantados en medio de los suyos y la expectación y necesidad de
otros tantos. Jesús nunca permaneció mucho tiempo en un lugar determinado, siempre
se movió en todos los sentidos tanto en el corazón del judaísmo como en la
periferia de la sociedad de su época. Es una clara alusión a la respuesta
totalizante de su Amor por la humanidad, un Jesús amante, solidario y misericordioso, que comunicó vida en cada
una de sus acciones. Es el dinamismo de
nuestra Fe.