lunes, 27 de febrero de 2017

MIÉRCOLES DE CENIZA...

MIÉRCOLES DE CENIZA… Joel 2:1-2,12-17. Salmo 103:8-14. 2 Corintios 5:20b- 6:10. San Mateo 6:1-6, 16-21.



La ceniza es para Israel signo de penitencia y reconocimiento implícito de los pecados que separan al Creyente hebreo de Dios. La Ceniza mortificaba el cuerpo y el alma del penitente influyendo en la forma como era visto por sus hermanos judíos. Es también símbolo de la primera concepción ideológica de pecado personal y colectivo. La Ceniza era unida al Ayuno con el fin de propiciar el “favor divino” y de paso reconocer la “fragilidad de la existencia humana”. El primer señalamiento Bíblico sobre la ceniza se remonta al Libro del génesis capítulo 3 versículo 19. El profeta Joel inicia su reflexión citando al profeta Amós capítulo 5 versículo 18 quien cita el Día de Yahveh en la perspectiva del castigo inminente cambiando esa cierta sensación de seguridad del pueblo al suponer que por ser la Nación escogida Dios no procedería con dureza ante sus múltiples pecados.  Es pues para Joel como para Amós un Día de Justicia y Juicio de Dios ante las infidelidades de su pueblo. Los signos o imágenes que emplea Joel nos recuerdan a las plagas de Egipto cuyo cielo se oscureció ante las nubes formadas por millares y millares de langostas que asolaron los campos del Faraón. Es pues otra forma de percibir la liberación del pueblo cautivo por su propio pecado.

A pesar de este panorama sombrío y lúgubre existe la Esperanza de estar a tiempo para  retornar a Dios y dejar a un lado el pecado señalado. Existe la Esperanza del perdón y la Misericordia de Dios versículo 12 y siguientes, pero la exigencia es unánime Dios no espera solo “rasgar”  vestiduras o imponer Ceniza sobre nuestras  cabezas, espera por el contrario un “corazón dispuesto” solo así alcanzaremos  al Dios Clemente y Compasivo. El apóstol Pablo en 2 Corintios capitulo 5:20b-6:10 nos invita a trabajar por una reconciliación amorosa con el Dios viviente pero esa Reconciliación exige la pureza del corazón para que este no sea gobernado más por el mundo y su hostilidad ante el mensaje de Cristo.  Pablo nos invita con vehemencia a poner todo en manos de Dios y no en el mundo y sus “consuelos”. Nuestra actitud de vida es clara y coherente, el mundo ofrece sus regalos pero no significa bienestar solo aquello que puede ser comprado con dinero. El dinero no es “malo” es simplemente un instrumento de ensamble socio-cultural que define el derrotero de la vida en Sociedad. Lo negativo es cuando se vive como si no existiera más. Pablo insiste en priorizar lo verdaderamente trascendente y emplear con justicia los bienes materiales sin convertirnos en “esclavos” o extremamente dependientes de este componente cultural. Quien vive solo para  poseer fácilmente se olvida del Ser.  Como bautizados no podemos darnos el lujo de olvidar que Dios es el más grande proveedor para nuestra subsistencia y calidad de vida. Recordemos las palabras del Evangelio:   Busca primero el Reino de Dios y su Justicia y lo demás se os dará por añadidura Mateo capítulo 6 versículo 33.

El Evangelio de Mateo capítulo 6 versículos 1-6, 16-21 nos invita a practicar casi que radicalmente la Justicia que consiste en la Solidaridad y respeto por el otro y su intríngulis, tal actitud agrada a Dios y se convierte en signo de justicia para el bautizado. La Piedad cuando es ostentosa o viciada por el “qué dirán”  desdibuja el Amor y Huella en nosotros de  la Imagen del Dios vivo. Jesús nos muestra el camino de la oración humilde y confiada como de hijos dependientes del Amor y la Misericordia de Dios.  Debe hablar nuestro corazón antes que nuestros labios. Nuestra oración está animada y potenciada por el Espíritu Santo que llega en cada invocación y acto de Adoración de nuestra parte. Nuestra suplica debe ser constante y señal del advenimiento del Señor y el Reino en nuestras vidas. En cuanto al Ayuno una vez más nos enseña su importancia como una acción “bien intencionada” que parte de nuestro corazón. Es pues, el Ayuno un acto de Misericordia cuando compartimos con otros aquellos alimentos que no consumimos. Es rasgar los apetitos que hemos instalado en el corazón antes que otro requerimiento de la índole que este fuera. Los tesoros a los que alude Mateo se centran en la autosuficiencia que no permite ver la realidad espiritual del bautizado preocupado por lo material e ignorante de lo trascendente…  

COMPROMISOS DE LA CENIZA.

·         Orar y meditar a diario la Palabra de Dios.
·         Participar de la vida sacramental y de todas las acciones pastorales de la Congregación.
·         Ser solidarios y mostrar el “rostro amable de Dios reflejado en nosotros”.
·         Revisar nuestras relaciones con el entorno y nuestros hermanos congregantes.
·         Apartarnos de toda forma de injusticia que retrasa el Reino de Dios.
·         Si es tu propósito Ayunar destina lo ahorrado para una obra social que te aproxime a las necesidades del otro.
·         Hablar solo lo positivo y rechazar comentarios destructivos sobre tus hermanos.
·         Ser testigo de Paz.
·         Ser discípulo de Cristo.
·         Ser propositivo de acciones en favor del Medio Ambiente.
·         Respetar la vida en todas sus formas.
·         Participar de la santa Eucaristía cada domingo  según sea la costumbre de tu Congregación.
·         Ceniza compromiso de Justicia.

·         Abre tu corazón a Cristo.

miércoles, 22 de febrero de 2017

VIAJES DEL SEÑOR FUERA DE GALILEA. SAN MARCOS.

VIAJES DEL SEÑOR FUERA DE GALILEA… MISERICORDIA Y SOLIDARIDAD, DONES DEL EVANGELIO. (Marcos capítulo 7, versículos 24 al 30). 


ARGUMENTACIÓN SOCIO-CULTURAL.


Es interesante la forma como Marcos delimita la estructura de su exposición al ubicar con precisión cada detalle de la obra de los personajes en la escena evangélica. Le corresponde mostrar al Salvador actuando fuera de Galilea cuyo objetivo es la universalidad del Ministerio y la futura Iglesia que en la concepción Marcana (primitiva) determina siempre la compañía de sus discípulos, es decir, Jesús exceptuando su bautismo siempre fue acompañado por ellos. Miremos en Texto Sagrado de Tradición: Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiera (versículo 24) encontramos su paralelo con (Mateo capítulo 15, versículo 21 al 28) la actividad de Jesús fue seguida por infinidad de personas que sin duda lo buscaban incluso fuera de su Nación. Tala afirmación nos conduce a una mujer de origen Fenicio que constituía una región importante de la provincia romana de Siria, en su absoluta mayoría no eran judíos o al menos prosélitos. En el contexto Socio-cultural los extranjeros no participaban de buenos ojos o bien vistos en la  Comensalía ya que por su condición eran tenidos por “impuros” es aquí la primera dificultad de Texto para aproximarla a la mesa comparativa… Jesús en boca del evangelista se acerca en la percepción de una necesidad muy grande y la ubica bajo el concepto de la Gracia abundante que da incluso para quienes no son de “raza” es decir, judíos. En esta aproximación a la realidad  de aquella mujer emplea el comparativo “perritos”  para suavizar la expresión judía de “perros” que sin duda era hiriente y en extremo destructiva. El Redentor es consciente de aquello pero un más qué evitar la definición judía plantea la necesaria reciprocidad en la esfera de la Fe que constituirá la aproximación por sobre el derecho de “sangre” o descendencia.

·        La presencia de extranjeros en la Comensalía era inaceptable.
·        El servicio religioso judío era exclusivo y exclusivista.
·        La mujer no era interlocutora valida o reconocida.
·        Yahveh era visto erróneamente  como el Dios exclusivo del pueblo de Israel. Era imperdonable que un extranjero y sobre todo una mujer pidiera un milagro o algún tipo de Gracia.
·        Aquella mujer se presenta en un escenario hostil suplicando por la salud de su hija. Recordemos que el mundo no está interesado en el mensaje salvífico o liberador.
·        Solo quien acepta su propia realidad permite a Dios transformarla en absoluta y soberana libertad.


EL  MUNDO  ES  HOSTIL  AL  EVANGELIO.

El concepto mundo empleado en los evangelios como en todos los Textos Inspirados del (N.T) hacen referencia no tanto a la connotación natural del medio en el que se desenvuelve la trama de la vida sino y sobre toda consideración a la existencia espiritual del Creyente puesto que la realidad física creada por Dios es perfecta no así la influencia destructiva del pecado sobre la vida en todas sus formas. La postura abierta del Redentor contrata de lleno con las estructuras de oposición a su Reino que busca esclavizar bajo cualquier dolencia a la persona humana… La hostilidad no es lo suficientemente fuerte para evitar que el corazón reconozca la presencia amorosa de Dios ejemplo de esta afirmación es sin duda la actitud de aquella mujer que con sus sentimientos bien enfocados rompe cualquier barrera. La Misericordia no limita placenteramente las expectativas del hombre y la mujer de Fe. La Gracia no es historia, ella espiritualiza la experiencia humana y la convierte en Historia de Salvación. Miremos tres consideraciones al respecto:

·        Ante la Misericordia el pecado y sus consecuencias (hostilidad) carecen de fundamento y de alimento. La Gracia es un don liberador y sanador.
·        La esclavitud no posee estructura pero puede pervertir la Identidad del Creyente  y hacerle perder el fundamento de su existencia (física y sobrenatural).
·        La hostilidad al Evangelio compete al bautizado que está llamado a luchar contra las estructuras de pecado y sociales que impiden el afianzamiento de la Paz y la Justicia y son factor de discriminación y marginación (Cuarta Marca de la Misión de la Iglesia).

Las anteriores reflexiones nos invitan a vitalizar todos los procesos sociales y de Fe que como parte de la Madre Iglesia están a nuestro alcance para difundir la Justicia y su poder sanador. La Sociedad cualquiera que sea su modelo está afectada gravemente por los estereotipos Antropizados que cada día obligan a hijos de Dios a vender literalmente sus vidas para poder subsistir. El orden que desarrolla este contenido corresponde a una aproximación simbólica que implica la madures del Creyente ante el Evangelio.  La hostilidad se manifiesta siempre en el concepto de la praxis de una serie de “dis-valores” que son la némesis del Evangelio y que contribuyen grandemente al retraso del Reino de Dios entre nosotros. La hostilidad simboliza todas las relaciones por fuera del modelo evangélico y que directamente cambian la configuración espiritual de los bautizados. La necesidad suele convertirse en el escollo más difícil de tratar a la hora de superar  la generación de comportamientos contrarios a la vocación del bautizado. La Sociedad actual relativiza la definición y contenido de los valores presentando una supuesta Axiología inserta en la realidad percibida desde la óptica personal e in-solidaria tan de moda en la actualidad.

El demonio personifica la hostilidad más poderosa contra el Evangelio y el reino de Dios al punto de seducir a los bautizados y sembrar en ellos la desesperanza… Nosotros como Iglesia estamos llamados a rescatar los principios evangélicos que en si comportan el consuela y la liberación suficientes para el Creyente en la praxis e intríngulis de su existencia.  La hija de aquella mujer encarna la frustración que toda postración trae a la persona en su vocación salvífica. El pecado como contravención de la Ley de Dios posee en su naturaleza una determinación tenaz que rechaza la injerencia de Dios y crece de espaldas a la Gracia. Esta dinámica la conocemos como “decrecer en la Gracia”  lo que implica el abandono de la trascendencia y la entrada formal en el exclusivo mundo de los sentidos y el materialismo como única realidad perceptible en el ser humano. Esa aquí el caldo de cultivo o fermento para que crezca una forma de existencia renuente a la propuesta Salvífica de Cristo y ensimismada en sus fundamentos. Ser hostil no implica mucho esfuerzo puesto que se constituye en una fuerza silente que alimenta la contradicción y el anti-testimonio en la Iglesia. La mujer descrita como madre posee una connotación de fondo bien interesante y es precisamente lo que implica una maternidad ante la necesidad de sus hijos como acontece en el Evangelio descrito…  La maternidad es la fuerza de salir de sí mismos y entrar en contacto con el entorno sin importar que tan hostil sea o que tanto nos pueda lastimar si se trata de los nuestros nada nos detiene, y esa fuerza es también testimonio de lucha y Fe. El mundo es comporta como debe comportarse ya que es regulado por una serie de “valores” que aseguran su existencia y que conduce a las personas a afianzar sus principios en cuanto a que se explicita en la Identidad y vida de la persona humana consciente o inconsciente de su estado y redención.

El Pan simboliza los dones de Dios que no discriminan y están a la orden del día para quienes así los buscan, es pues, un deber primordial de la Iglesia proveerlos a sus hijos (Pan de la Palabra y la Eucaristía) como también de los Medios de Gracia que componen la Ministerialidad de la Madre Iglesia. La hostilidad es pues la ausencia de la presencia Eclesial en la vida y escenario de nuestros hermanos bautizados. Jesús interviene en un Paisaje redefinido por la interacción humana y no deja pasar la oportunidad de moldearlo según se necesita para explicitar con solides su Palabra o Mensaje… La intervención en un medio cultural implica para nosotros la presencia de estereotipos y contenidos de toda naturaleza y los cuales son la primera dificultad al Evangelio predicado. La Auto-suficiencia de la humanidad ha pervertido la necesidad (en perspectiva amorosa existencial)  de Dios al punto de convertirlo en una referencia nominal incluso abordada así por muchos creyentes. La hostilidad no es algo pasajero por el contrario se afirma paulatinamente en la vida de las personas modificando su existencia al punto de relativizar sus opciones y definiciones vitales. La Promoción de la vida nos debe llevar como en el caso de la fenicia a hacer lo posible para asegurar su bienestar sin detenernos por consideración ajena a la realidad que experimentamos, estamos buscando informar de la Gracia lo que somos y hacemos. El retornar a su casa (versículo 30) implica el asumir la continuidad de su compromiso de vida dejando fuera las insidias del “enemigo” que se retira a l no encontrar espacio para ser en la vida del Creyente. Esta mujer nos demostró que la Fe configura y libera la existencia acercándola a Dios por el camino que sea pero persistiendo en su cometido. El retomar la vida implica re-definir asuntos clave y uno de ellos es sin duda la vivencia y explicitación  de su Fe en la esfera de su condición de extranjera que es reconocida y atendida por las Escrituras, miremos el Texto Sagrado de Tradición: Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerraras tu mano a tu hermano pobre… (Deuteronomio capítulo 15, versículo 7) La Justicia será siempre una herramienta poderosamente santa para luchar contra el enemigo que se materializa o matiza en las condiciones alienantes de vida. La exclusión de la que era inicialmente victima la mamá y su hija eran caldo de cultivo para toda forma de aberrante esclavitud. La Gracia entra en la vida y sus escenarios dejando en Libertad al ser humano y en posesión de la misma. Nunca el “mal” bajo la forma en la que se manifieste podrá someter a una persona redimida si esta goza de la Dignidad de su ser de forma o manera Integral como corresponde a los hijos de Dios. La Madre Iglesia denuncia la injusticia y está junto a quienes son víctimas de exclusión. No hay posibilidad alguna de que el Evangelio asuma la necesidad de la exclusión, por el contrario, la denuncia por ser un comportamiento antinatural en las relaciones interpersonales. La Salud es un derecho  que debería ser considerado universal e intrínseco como si se tratara de un Derecho Natural. La discriminación atenta contra la Igualdad Esencial de los hijos de Dios. La naturaleza es inclusivista  a más no poder o como olvidar que el Sol y la Luna brillan sobre toda la humanidad haciendo de esta manifestación natural un culto de Adoración al Dios Creador.  La presencia de aquella mujer nos debe llevar a meditar sobre las implicaciones de nuestra lucha permanente contra el “mal” que resta oportunidad a la humanidad de ser feliz y poder compartirla con sus hermanos. Los viajes del Señor fuera de su natal Galilea descritos por Marcos en su Evangelio puntualizan de forma contundente  la necesidad de anunciar fuera un mensaje que complementa cada acción con la fuerza del Símbolo empleado por Jesús. Hoy como hace 2000 años la Iglesia vive de cara  al anuncio una grande posibilidad de Universalización puesto que los contenidos evangélicos están disponibles para todo el que se acerque a la Institución Eclesial. El salir de su escenario natural es la semblanza de un cometido que supera la concepción de la presencia de Dios en Israel y abarca a todos los vivientes tal y como señala la construcción primitiva del Libro del Génesis. Esta alusión está cargada de elementos aproximativos de la comunicación del mensaje predicado por el propio Jesús. La  comunicación se desarrolla sobre el terreno y la inmediatez histórica de los Símbolos que emplea el Redentor. A pesar de todo este panorama el Señor no obra muchas acciones puesto que su negativa a realizarlas  obedece a la actitud de los pueblos por donde Él transita y para ello Marcos emplea una formula incluso más antigua o arcaica que la “Señal misma” realizada por Jesús como por ejemplo en la “multiplicación de los panes” (Marcos capítulo 8 versículos 1-10) para mencionar que este Evangelio en particular cita más de 12 destinos de Jesús en sus recorridos. La señal misma es Jesús y su Evangelio con esta primicia evolucionará este Evangelio al punto de unirlo a la revelación paulatina de la verdadera Naturaleza del Salvador. La misma que requiere de una disposición particular por parte de sus discípulos y amigos. No se trata solo de recorridos entre localidades Israelitas, se trata del viaje de la Fe por el entorno somático… La señal dada en el comienzo del capítulo 8 es apenas la constatación de su naturaleza y cercanía con el pueblo. No es solo obrar una acción fraterna tanto comunitaria como de implicaciones sobrenaturales que es de fácil lectura para los testigos… Jesús se comunica eficientemente con su entorno al punto de obrar fundamentado en la respuesta de quienes estaban a su lado… Estas acciones estaban asistidas por  la Compasión  que mueve la Voluntad salvífica de Dios en la persona de su Adorado Hijo. La acción emplea para todas y todos un elemento constitutivo bien conocido, estamos hablando de la   Solidaridad que permite elaborar una respuesta de Fe ante la dificultad previamente señalada. La respuesta del Señor se desarrolla gracias a la respuesta soberana de quienes podían intervenir en consonancia con las necesidades de quienes estaban reunidos. Jesús llama a los discípulos, este llamado es perentorio y motivacional para que la respuesta sea dinámica y acertada.


EL DINAMISMO DE LA RESPUESTA COMO ACCIÓN CONCRETA DE FE.

Quienes rodeaban al Señor son descritos muchas veces por Marcos como un grupo compuesto por mucha gente y todos ellos viviendo circunstancias personales y/o colectivas.  La Compasión del Señor no solo atiende a una persona y su vida es sobre todo el reflejo del medio socio-cultural que cada uno atraviesa y se integra efectivamente a un todo. Este movimiento de personas en absoluta necesidad parte inicialmente de la oración que es dirigida, escuchada y atendida,  por la Misericordia de Jesús que como Él mismo lo expresa es la Voluntad del Padre en todo su accionar la que conlleva la respuesta. Esta es sin duda la relación expuesta por el capítulo 8 de Marcos, una declaración de Fe que se fundamenta en la convicción de cada uno de los intervinientes en sus escenas y quienes no lo son o no profesan pues simplemente son ajenos y por lo tanto es imposible recibir una “señal” como nos lo hace saber el evangelista en el versículo 12… Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, pidiéndole una señal del cielo.

La Fe no es un artículo de negociación de una elaborada formula de señales sobrenaturales, es indispensable asumir que la dinámica de la Fe se transforma paulatinamente hasta llegar al pleno convencimiento de quien es verdaderamente el Señor. Marcos en su Secreto Mesiánico busca conducirnos a la respuesta de nuestra Fe en la certeza del Cristo de la Fe previamente revelado bajo el fenómeno del Secreto constatable por sus discípulos a su vez ellos son figura en potencia de la Iglesia.  Es la Fe en Cristo la que nos  mueve y responde al intríngulis de la existencia para que esta no se torne monótona o frustrante según las dificultades que el bautizado atraviese en su vida. La Fe expuesta como conocimiento de Dios es el reflejo de su Gracia en nosotros y con ella la posibilidad de construir la vida en todas sus formas y contenidos lo que nos muestra claramente que aun la Fe puede ser Antropizada en alguna medida y convertirse en fenómeno de nuestra experiencia. Marcos presenta al Señor en un constante movimiento que encarna los estadios o etapas de evolución de la vida del Creyente llamado a crecer y realizar en su ser la propuesta salvífica del Señor. Jesús invita antes a sus discípulos y ahora a cada uno de nosotros a superar los miedos y temores que unas veces se visten de enfermedad y otras tantas de necesidades materiales, es aquí el punto focal de sus viajes y milagros adelantados en medio de los suyos y la expectación y necesidad de otros tantos. Jesús nunca permaneció mucho tiempo en un lugar determinado, siempre se movió en todos los sentidos tanto en el corazón del judaísmo como en la periferia de la sociedad de su época. Es una clara alusión a la respuesta totalizante de su Amor por la humanidad, un Jesús amante, solidario y misericordioso, que comunicó vida en cada una de sus acciones. Es el dinamismo de nuestra Fe.




jueves, 16 de febrero de 2017

HOMILÍA... DOMINGO 26 DE FEBRERO. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.

REFLEJO DE LA NATURALEZA DEL  REDENTOR… LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR. (Mateo capítulo 17, versículos 1-9).


Mateo inicia su escena empleando una medida de tiempo no “cronológica” sino vivencial y de interiorización que pone de relieve la evolución espiritual de quienes asistían al Redentor en aquel lugar. Mateo expone la Transfiguración un tanto diferente a como lo hacen los demás sinópticos. El objetivo de este evangelista es presentar a Jesús como un Nuevo Moisés y aquel “monte” un nuevo Sinaí por las implicaciones y contenidos que trae a la tradición de Israel. La Sacralización de estas imágenes expresan tanto su metafísica como la unidad esencial temática que logra alcanzar al centrar absolutamente todo lo acontecido fuera del dominio tiempo espacial en la Persona Adorada del Redentor. Es una posibilidad que abre el propio Señor al permitir hasta donde nuestra Fe y Razón lo permitan de apreciar su verdadera Naturaleza. Este reflejo de su Identidad como Dios es importante en la construcción de la Fe de sus discípulos que sin duda eran los más cercanos. El Rostro luminoso y sus vestimentas blancas como la luz (cita textual) son el reflejo de su condición que encontramos similitud en las escenas que describen el encuentro de Yahveh con Moisés en el Sinaí, lo mismo que la presencia de la nube (Éxodo capítulo 24, versículos 15-18; Éxodo capítulo 34, versículos 29-35). Recordemos que la presencia de Moisés y Elías no solo describen su relación con el profetismo y la Ley de Israel sino que nos contextualizan en la relación de dos personajes que vivieron su Ministerio en relación con el Monte Sinaí… Recordemos que no solo son figuras aleatorias en la escena descrita sino que sus implicaciones son definitivas en la concepción y cosmovisión de la Fe hebrea.

El miedo que expresan sus acompañantes es fruto de la incertidumbre que confronta la Fe con el fenómeno cuando expresamos creer sin ver. Tal postura será definitiva para el cristiano en lo sucesivo y Jesús quiere que los suyos contemplen la doble  realidad de su experiencia espiritual que más tarde se confrontará radicalmente en la Cruz y en la Resurrección… El tiempo una vez más obedece a la percepción de nuestra Fe y no a la medida de una acción determinada. La percepción de nuestra Fe es la clave para vivir una vez más este fenómeno amoroso de Dios.  En cuanto a la percepción de la Ley y los profetas no olvidemos que el Señor la cumplió y potenció al máximo de sus contenidos dejando al Amor como la suma de todos sus contenidos sublimados. En aquel lugar (Monte Tabor) El Salvador nos regala la metamorfosis de su Amor por la Humanidad y la Creación) y de paso deja en fundamento la construcción del Jesús histórico capaz de conciliar el mito con la realidad de su vida en medio del pueblo y sus discípulos. La luz de su  Sagrado Rostro nos indica la dirección del auténtico Creyente capaz a la luz de su Señor de vivir en su vida la Metamorfosis del amor dejando atrás todo rezago o huella de pecado alienante. Es también la grande posibilidad de construir dialécticamente la manifestación del Cristo de nuestra Fe que no obstante ser Dios se humilló hasta convertirse en uno de nosotros LA KÉNOSIS DEL REDENTOR, HIJO DE DIOS. La Identidad del Señor solo puede ser revelada en la intimidad de la experiencia espiritual, no es solo el fenómeno es sobre todo la más bella aproximación a la Realidad Personal y Trascendente de Dios.

La Transfiguración nos “huele” a la futura (Escatológica) perfección del bautizado, siendo en síntesis la Unión personal de nuestra naturaleza con el Dios Vivificador. Con todo ello nos queda una enseñanza vital de esta experiencia de Fe y es que con todo Jesús también es el Siervo de Yahveh y retoma la ruta de su sacrificio para confrontar y relacionar te sugerimos entrar en (Isaías capítulo 42). Como también meditar la manifestación de Dios en el Sinaí (Libro del Éxodo).  


lunes, 13 de febrero de 2017

PAUTAS PARA UNA HOMILÍA... EL AMOR SUBLIMA LA LEY.

EL  AMOR  SUBLIMA  LA  NORMA  O  LEY… (Mateo 5: 38-48).



“Ojo por ojo y diente por diente” es la sentencia que acompaña la exposición Mateana. Sin duda es la interpretación con fines instructivos de la Ley del Talión (código de Hammurabi gobernante de la antigua Mesopotamia en el año 1750 a de Cristo)… Cuya sustentabilidad se apoyaba en el derecho del agredido de ser  reparado  inmediatamente y de la misma forma y proporción. Esta forma de “Justicia” tenía un propósito que era preservar el bienestar de la población sin entrar en desgaste para conseguirlo. Desde luego estamos afirmando que tal proceder  inspiró algunas leyes mosaicas por la cercanía de estos pueblos y su cotidianidad. Sobre el Decálogo de la Ley de Dios  las grandes católicas (Iglesia romana, griega y la Comunión Anglicana) optaron por la inclusión de la dialéctica Deuteronomista que posteriormente  se afianzó en tiempo del profeta Isaías (Capitulo 50, versículo 6) a su vez inspirado en el  tercer canto del Siervo de Yahveh que introduce una postura nueva para la época ante el sufrimiento y la necesidad interior de perdonar… Pero también consultemos algunas alusiones del Pentateuco:

·        Éxodo  21,24
·        Levítico  24,20
·        Deuteronomio  19,21


Si es nuestro propósito perfeccionar la praxis de nuestra experiencia de Fe es útil la enseñanza que nos brinda Deuteronomio Capitulo 15, versículo 7, miremos el Texto Sagrado de Tradición: Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, no cerraras tu mano a tu hermano pobre… Es pues claro para nosotros que la comprensión de la Ley tiene al otro por referencia directa y que esa referencia es fruto  del Mandamiento Nuevo,  de la necesidad de visibilizar al otro en nuestras vidas y cotidianidad. Estamos hablando de  la necesaria Solidaridad que derrota la antigua imperfección de la Ley judía. No es solo el rito externo, es sobre toda consideración el otro como parte de mí y de ti. Estamos adentrándonos en la explicitación en potencia e intuitiva del Mandamiento Nuevo expuesto por Juan en su Evangelio. Solo así nuestro Dios será Soberano en nuestras vidas y seremos verdaderamente libres. Pablo comparte esta bella experiencia del bien como Bien-estar, miremos: No te dejes vencer por el mal, antes bien, vence al mal con el bien (Romanos Capitulo 12, versículo 21)… En cuanto a la Antropización de nuestro entorno diremos sobre la Justicia: Se expresa en la consolidación de los Derechos y Deberes de los individuos. Hoy como nunca reclamamos la acción profética de la Iglesia desde sus bases y fundamentos. Ser profeta implica la capacidad de reconocer y vivenciar la Justicia como rectora de nuestras acciones, al interior y exterior de la persona redimida.  Solo el Amor puede sublimar y dar vida a la Ley que envuelve el proceder de cada uno de nosotros en la Sociedad Moderna. Vivir los Mandamientos es signo eterno de Alianza con el Dios de la vida y el vivenciarlos en el Mandamiento Nuevo es la trascendencia salvífica de nuestras acciones. Como bautizados estamos llamados a dar vida a las enseñanzas evangélicas y precisamente es competencia nuestra el sublimar las relaciones con quienes nos rodean convirtiéndolas en experiencia de Gracia y perdón.   Si estás dispuesto(a) a vivir la Solidaridad nada podrá detenerte puesto que son ideales de origen divino que se materializan en la tolerancia y respeto por las diferencias del otro y su realidad…  

jueves, 9 de febrero de 2017

RECURSO PARA UNA HOMILÍA... LA VERDADERA JUSTICIA DEL CRISTIANO.

LA  VERDADERA  JUSTICIA  DEL  CRISTIANO… (Mateo  5:21-37).



Porque Yo os digo, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el Reino de los Cielos… Mateo inicia así su Evangelio en el Capítulo 5 que corresponde a la enseñanza tradicional impartida en las sinagogas y a la que el Redentor hace mención. La Justicia es fundamental porque ella expresa en categorías conocibles el Reino y su naturaleza puesto que nada injusto o contaminado podrá entrar a la presencia de Dios. Mateo está invocando el espíritu de la Ley Mosaica contenido en el Libro del Éxodo y citado también por Pablo en (Romanos capítulo  10, Versículo 3 y Filipenses  3,9)  pero agrega la connotación del Amor como el todo interpretativo de la auténtica Justicia que debe ser puesta por obra en  cada uno de los bautizados. Es pues la Ley del Amor la que prima por sobre cualquier otra consideración.

Jesús va más allá cuando afirma que en el corazón nacen los malos deseos y actitudes de la persona. Él nos enseña sobre el valor de mantener a Dios soberano reinando en lo más íntimo de nuestro ser. Allá donde solo su amor entra a estar a solas con nosotros.  No es solo pretender hacer obras buenas por los demás es sobre todo pensar en el bien y materializarlo como una opción fundamental… Mateo acude a la exposición del Decálogo contenida en (Éxodo capítulo 20, versículo 14)  No cometerás adulterio para luego introducirnos en la radicalidad de la vivencia de su Evangelio: Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti… Más te conviene que es pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehenna. La radicalidad que supone el mensaje sublimado por nuestra experiencia de Fe debe poder dejar a un lado las ocasiones de pecado y  asumir de lleno la opción por Cristo a la que hemos sido llamados. Es por demás un llamado a la resistencia amorosa con la finalidad de no caer en actitudes y comportamientos contrarios al mensaje de Salvación. El bautizado debe trabajar todos los días de su vida por alcanzar la perfección de su Fe, Esperanza y Amor. Único antídoto contra el dolor y la angustia. Igual que contra el miedo que muchos bautizados experimentan ante la enfermedad y la necesidad de la índole que fuera…

Sobre el tema del divorcio quiere contrarrestar las distintas posturas que lo habían relativizado tanto al punto de convertirlo en un simple acuerdo a manera de contrato  dejando fuera de la relación tanto la suerte de los hijos como el bienestar de la mujer en una Sociedad que no le reconocía derechos como persona natural y que decir de lo jurídico. El amor Esponsal es vital en la relación y entorno de la especie humana y como tal Jesús lo manifiesta… la Ley sobre el divorcio no reconoce la vivencia y el sentir de la persona y su intríngulis emocional. El Mandamiento Nuevo supera cualquier otra postura Veterotestamentaria.  

Finalizando este pasaje evangélico Mateo se cuida de faltar a la Tradición sobre el Nombre de Dios y jurar por  su Majestad. Miremos el (versículo 37) Sea vuestro lenguaje Si-sí; No-no que lo que pasa de aquí  viene del maligno… Interpretamos esta sentencia como un recurso que reemplaza cuidadosamente el Nombre de Dios expuesto antes en la Ley Mosaica (Éxodo 20,7) de esta forma la palabra del Israelita se mantendrá en las mismas categorías pero sin acudir a expresiones contrarias a sus enseñanzas rituales.



miércoles, 8 de febrero de 2017

CONFLICTO ESPIRITUAL...

CONFLICTO  ESPIRITUAL… NECESIDAD  DE  SANAR  Y  SER  LIBRES UNA  VEZ  MÁS.



INTRODUCCIÓN.



La esclavitud nunca ha dejado de estar presente en la vida de la humanidad y conciencia de ello debe tener el bautizado. La esclavitud es una manera de enajenar la razón y la bondad de las criaturas de Dios. Esta esclavitud tiene también su propia gradación y se ocupa según su magnitud de impedir el crecimiento de los hijos de Dios. Estas son barreras que sin duda alguna perjudican la ascensión a una madurez espiritual superior. Estamos siempre en continua necesidad de crecer y dar así objetivo a nuestras vidas tanto en el siglo como en la espiritualidad eclesial.  Somos bautizados  y como tal estamos comprometidos con el SER  y el CREER  de lo contrario es imposible el CRECER… En este orden  conceptual  las luchas espirituales siempre nos acompañaran dada la naturaleza de la Especie humana.  Hoy como hace 2000 años el Salvador de la obra divina descendió de la Cruz para dejar en ella todo lo que impedía que nosotros  y la Creación ascendiéramos a su presencia. Las Escrituras Sagradas nos hablan de un estado llamado tercer cielo del cual es testigo directo el Apóstol Pablo sin descartar con ello sucesivas experiencias espirituales de hombres y mujeres a lo largo y ancho del mundo y de la Iglesia… Las luchas espirituales son tan reales como palpables a pesar de vivir inmersos en un mundo sensualista y limitado por su misma praxis y fundamentos. Consideremos algunas reflexiones en esta dirección según las Sagradas Escrituras.


PREDOMINIO  DE  LA  CARNE  O  CORPORALIDAD.


La realidad compuesta de nuestro Ser personal pasa ineludiblemente por la manifestación de la carne tal y como entendemos la vida sensorial o percepción de la realidad. La carne tiene su propia idea sobre la vida y como vivirla. La corporalidad es la manifestación de la estructura sostenible de la vida en categorías físicas y biológicas, es decir, el cuerpo y sus funciones. La corporalidad es en síntesis el vehículo por medio del cual nos comunicamos con el medio y el mundo material y percibimos algunas sensaciones.  El ser humano alimenta su conocimiento del mundo o entorno en el que se mueve al punto de definir una praxis muy particular que se argumenta en la creación conceptual y por demás experiencial del Bien y el mal y reduce su experiencia a lo que se define como el BIEN MORAL que implica una actitud ante la vida y por la vida. Si hablamos de Bien Moral nos remitimos a la elaboración  y organización de nuestras vidas al eterno cruce entre el Placer  y  el Dolor siendo en cuanto a sus contenidos diametralmente opuestos pero determinadores de la vida en su forma cognoscible. Si hablamos de esta forma de vivir llegamos a la conclusión catastemica de la existencia avocada al placer y fundamentada en el sentirse bien sin juicio moral sobre cómo se consigue el bienestar. La fórmula sencilla la sintetizamos en: procura el bien y apártate del mal, en este tipo de fundamentalismo tanto Empirista (John Locke) y por demás Epicúreo que resume el Ser desde la perspectiva de la experiencia… Buscar aquí la connotación de la vida es complejo y sobre todo podría dejarnos sin respuesta ante las consecuencias de la misma.

El Dolor y por ende el Sufrimiento  constituyen un escollo ineludible en la vida de cada uno de nosotros. No existe posibilidad alguna de superar la existencia sin vivirlo o padecerlo y es necesario desarrollar un espectro particular para enfrentarlo, tolerarlo y vivirlo. Esta experiencia nos lleva ineludiblemente a re-descubrir nuestra Fe y experiencia religiosa. No es fácil de todas maneras re-descubrir la raíz de nuestra Fe  y esa complejidad tacita que maneja tal acción nos conduce inicialmente a establecer la diferencia según nuestras experiencias de vida a reconocer tanto el Sufrimiento como el Dolor. Desde luego es imposible dejar fuera la materialización de tal experiencia sensible en la connotación del  ser sanados y  ser curados donde interviene decididamente la Gracia o sencillamente donde los procesos biológicos son exitosos. Son dos concepciones diferentes de una misma realidad que afecta a la persona por igual… Toda batalla espiritual cuestiona profundamente nuestra espiritualidad y la forma como oramos o pretendemos relacionarnos con la trascendencia. Es una real necesidad que el crecimiento espiritual y la Sanación fruto de cada una de las batallas que libramos sea Integral o Abarcante cubriendo toda nuestra existencia y en todas direcciones. La Fe se convierte en el escudo que defiende a la persona en este tipo de situaciones, no es un artículo de lujo es todo un “arsenal”    al servicio de una vida piadosa y consciente de su  ser espiritual y de su proyecto de vida creíble y capaz de creer como de ser y existir. Todos los días los Creyentes son cuestionados y confrontados por prácticas incisivas que no están aconsejadas en el Evangelio y que constituyen en la mayoría de los casos un flagrante rechazo del Señorío de Cristo en sus vidas. Toda experiencia de lucha espiritual no es solo percibida por la Fe es también asumida en todas las manifestaciones conscientes de la persona atacada por la tentación o por la necesidad de reasumir su Rol en la vida que comparte con otras personas. La lucha espiritual posee un escenario lógico en nosotros que desde luego es vital y obedece a todo aquello que sustenta nuestra vida especialmente la Salud y las relaciones con nuestro entorno. Nosotros establecemos una analogía vital cuando relacionamos existencialmente momentos intensos de espiritualidad que aterrizamos en:

Sanar
Curar
Liberar.

Son momentos que establecen una diferencia puntual que no necesariamente debe ser histórica o moverse en tal dirección. Es simplemente la manifestación de la Intervención de Dios. El mal no posee autoridad o relevancia sobre el bautizado salvo que este en su afán de moverse en el mundo decida abrir las puertas de su vida a su influjo.  El Cielo es visto con intriga por miles de personas que desconfían de la trascendencia y como tal argumentan solo  una visión materialista de la vida eterna… Nosotros por el contrario conocemos de las promesas del Señor  y nos gozamos de creer y confiar en su Misericordia. Los ataques de naturaleza espiritual se presentan siempre como intento de disuadir a quienes porfían en el camino de la madurez espiritual y por esta actitud de vida confrontan su entorno y lo distinguen del no cristiano o al menos del que no se fundamenta en los valores del Evangelio. La tentación se hace más fuerte y no es sobre personas o cosas sino que ataca la Fe y convicción como orden y disciplina del Creyente. El mal no ofrece cosas por el contrario pretende quitarlo todo. Pretende atizar la desconfianza y la zozobra que como dis-valores atacan la fuerza interior del Creyente. La Sociedad tiene mucho que ver cuando las estructuras de injusticia minan la seguridad de las personas. Estas injusticias son tan delicadas que la Esperanza se reciente gravemente y genera con ello desgate hasta tocar las fibras del alma del bautizado…

 La Iglesia se constituye en consuelo y fuerza para aquellas y aquellos que buscan con sinceridad su maternidad y viven su Fe unidos a ella. No es posible suponer que el medio que nos rodea no ejerce algún tipo de presión que  conlleve desgaste puesto que sí actúa en contra de nuestros propósitos y más cuando estos no están fortalecidos desde la Oración y vivencia cristiana. Estamos llamados a no bajar la guardia y permitir que el mal se convierta en algo “dulce y atractivo” en nuestras vidas. El mal también evoluciona hasta convertirse en algo atractivo para la persona redimida… Es hora de dejar a un lado los estereotipos que hacen del mal una experiencia amarga al ser humano, al menos ya no es de esta forma, es como una pastilla amarga pero recubierta de algo dulce para que los sentidos no la expulsen o cause repulsión a quien la toma. El pecado y el mal hacen exactamente lo mismo solo que cuando el bautizado se da cuenta puede ser tarde para expulsarlo de su vida. Luchemos denodadamente para que no caigamos bajo este peso insoportable y podamos ser libres para abrazar la verdadera y plena realización de nuestras vidas que están en manos de Dios y solo de su Amor y Gracia.

La lucha espiritual no reconoce frontera y lleva su conflicto a lo más preciado de quien sufre sus embates. El pecado no se detiene hasta ver la Imagen de Dios dañada en la vida y rostro del bautizado. No nos confundamos, en el mal no existe misericordia alguna y mucho menos tregua. El mal busca y se alimenta de nuestros pecados personales como colectivos, una Sociedad enferma es caldo de cultivo para toda suerte de males.  Estos males descomponen como bacterias la materia de nuestros actos  y se posan sobre la Intencionalidad de toda acción sin importar su naturaleza. La lucha espiritual tiene distintos escenarios incluso en la intimidad de quien se siente afectado por algún  (peso moral) o decisiones que debe tomar sobre uno u otro asunto de naturaleza distinta.  Las luchas también se desarrollan en el ámbito personal teniendo presente que todos en alguna medida o proporción estamos luchando contra nosotros mismos y el orgullo que hace que sea nuestra palabra la última en ser expresada o entendida. El Apóstol Pablo nos habla sobre esas cuestiones particularmente en (Rm 6,17) En realidad ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. La observación de Pablo es clara, el pecado se experimenta desde todas las opciones posibles y está presente en nuestra naturaleza proclive al mismo. La presencia de la Gracia es la fuerza de Dios para enfrentar esta realidad y desplazarla paulatinamente de nuestra vida evitando así tener apreciaciones contrarias a la vida y su crecimiento integral. No podemos dejar al destino nuestro crecimiento como hijos de Dios, estamos llamados a vivir de cara a su Voluntad y de espaldas al pecado que se manifiesta de formas insospechadas. Pablo siente en su ser la “espina” que impide sanar al alma y por eso nos pone en guardia sobre esta presencia para que nosotros no contemplemos la posibilidad de ignorarla. Aun así es su voluntad la que busca de Dios y no descuida su compromiso como bautizado. La vida interior es un escenario que constantemente lucha contra el pecado y sus embates. El Hiponense tiene una formula fruto de su experiencia espiritual: Ora siempre, ora en todo momento, cuando estés triste y cuando estés feliz, en todo momento ora, siempre ora… Es la oración fuente de valor ante la tentación que se convierte en desesperanza cuando el que sufre no encuentra alivio o tranquilidad en nada de lo que hace con su vida.  La disciplina de la oración es la única fórmula para robustecer el espíritu. Necesitamos destinar tiempo cada día para los tres elementos de nuestra vida en el Espiritu.

Oración
Meditación
Lectura de las Sagradas Escrituras.

Estos elementos son enriquecidos con nuestra asistencia a la santa Eucaristía dando así inicio a toda nuestra actividad. Cuando no oramos o meditamos el Espiritu se hace débil y la tentación se hace fuerte en nosotros. Bautizado que no Ora sin duda deja desprotegida su propia Fe y la expone al desacierto de una muy pobre vida espiritual. Pedro tiene una visión muy particular sobre la continua presencia de nuestras debilidades a la hora de actuar o estar con quienes viven a nuestro lado y lo mejor de su fórmula es la manera de aterrizarla en una escena concreta y disiente que se transforma en opresión, miremos: Sed sobrios y velad. Vuestro enemigo el diablo ronda como león rugiente buscando a quien devorar, resistidle firmes en la Fe (1 Pedro 5,8) Recordamos una vez más que el “diablo” materializa y encarna todo lo hostil a Dios y sus hijos pero aun con todo lo que ello significa no puede entrometer su nariz en  la vida de alguien si esta persona no lo invita de alguna o múltiples formas. En lo personal preferimos no darle relevancia alguna lo cito simplemente en el contexto y perspectiva de nuestra reflexión. Estamos seguros sobre la continuidad de todo lo que emprendamos y cuanto estamos viviendo para lo sublime pues de esta forma lo sublime se hace centralidad, pero cuando vivimos alejados de lo espiritual y su trascendencia entonces ese león del que habla Pedro (metafóricamente) puede lastimar la Identidad del Creyente bautizado. Nuestra Iglesia nos ofrece los Medios de Gracia para fortalecer nuestra vida   y no caer en la desesperanza de quienes ignoran  la riqueza de lo espiritual y solo viven de cara a lo material y no hablamos solo   del dinero o la riqueza estamos hablando sobre todo de los apegos que envilecen la condición sacra de la humanidad.  El mal se opone esencialmente al bien y sobre todo a todo el bien que el bautizado puede obrar en su vida. Especialmente el (N.T) recurre a este tipo de figuras para materializar la influencia del mal en nuestras vidas y como esta forma de ser hostil se personifica como todo lo contrario a Dios y opuesto a nuestra Salvación o crecimiento espiritual que es lo mismo. Cada uno de nosotros tiene las mismas posibilidades de hacer decrecer al mal y engrandecer el bien. Aquí establecemos diferencias entre todo tipo de Creyentes, puesto que hay quienes radicalmente siguen a Cristo y también otros que solo tienen un conocimiento nominal de su Fe (Ef 6:10-18) la invitación es clara debemos fortalecernos en el Señor porque el mal no descansa y precisamente cuando genera miedo o frustración o frivolidad como superficialidad en la Fe se hace más fuerte… El mundo creado por Dios se constituye en refugio para el mal en todas sus formas ya que las acciones negativas de millones de personas lo alimentan hasta configurarse en una opción de vida para muchas personas. Dios cuida de los suyos y como lo expresa Pablo dispone de un arsenal para que nosotros lo empleemos en esta lucha existencial. Aquí la Justicia y la Verdad son valores (Isaías Capítulos 11, 52 y 59)  que distinguen al bautizado del resto del mundo, también son alusiones directas al profeta Isaías y su especial forma de ver la sublimación de la relación con Yahveh. Si miramos con detenimiento el texto Paulino encontramos la opinión generalizada en la antigüedad sobre el mundo físico y el espiritual pero tal explicación es quietista ya que ubica estas formas de existir en un plano determinado. El Evangelio es sin duda en estas épocas de expansión de la Iglesia un recurso más valioso que el oro y gracias a sus enseñanzas el Creyente afianza su relación espiritual con el Resucitado, es pues el modelo Paulino por antonomasia. Como en (hebreos y en Juan) el Espíritu Santo es visto como la espada de Dios. Esta espada es capaz de cortar y retirar impurezas como en el combate físico. La Oración es otro recurso citado por el Salvador y por Pablo para luchar contra estas fuerzas hostiles a nuestra Economía de Salvación.  La lucha necesita una respuesta equiparada a su fiereza y tenacidad. El mal nunca baja la guardia y le gusta entrar en nuestra zona de confort,  si lo equiparamos al medio militar sería lo más parecido a hacer contrainteligencia entre nosotros. Nuestra dialéctica se expresa bajo el signo poderoso del Nombre de Dios y solo bajo su Majestad. La victoria es contemplada solo en la medida de nuestra conciencia y compromiso con la realidad espiritual que habita en cada uno de nosotros. Para nuestras reflexiones personales podemos acudir a:

·        Ef 6:13-18
·        Ap 12:7-9
·        Mt 4:1-11
·        Rm 8,37
·        Hch 19:13-16
·        Mt 15,22
·        Mc 7,29
·        1Pe 5,8  entre otros.

Las luchas espirituales son la némesis del crecimiento y madurez del bautizado al punto de convertirse en una carga que impide el entrar incluso en oración y meditación. De la vida de los reformadores del Carmelo (Orden Carmelita Descalza) se cuenta que en cierta ocasión estaba en meditación santa Teresa de Ávila (llamada así por la Ciudad española de Ávila) y que al entrar al baño a seguir el llamado de la naturaleza se le apareció corporalmente el “diablo” y  le dijo: Que sucia eres como le ofreces eso a Dios, pero ella presta le responde, a Dios mis oraciones y a ti lo que está cayendo. Es una muy particular manera de mostrar como la meditación es abordada en la misma cotidianidad al punto de aprovechar cualquier momento para hacerlo sin necesidad de des-habituar el alma a sus bondades. El mal tampoco descansa y busca crear sentimientos de culpa y nostalgia en los Creyentes pero aun así no podemos permitirnos desconfiar de la Gracia que sana absolutamente todas nuestras dolencias y necesidades. La Gracia no reconoce frontera alguna para actuar en nosotros y en nuestro medio pero es indispensable que nuestras actitudes sean consecuentes con su influjo  de lo contrario sería como reza la expresión arar en el océano… La Oración se enfoca en la Adoración, y en una mente que Adora no habrá espacio para el maligno y sus ataques. Orar implica abandono total en manos de Dios y su Voluntad absoluta, no en pretender que su Voluntad sea la nuestra… A mayor oración y meditación mayor libertad a Dios en nuestra vida. La aceptación de la presencia de Dios en nuestras vidas genera casi que inmediatamente un estado de ánimo que entra en alegría fácilmente y se recrea en los valores de su Fe convertida en praxis. La enfermedad se convierte en una especie de catalizadora de estas emociones al punto de acelerar o frenar todo proceso de sanación. El bautizado ora por su salud y recuperación pero sobre todo para cumplir en su ser la Voluntad  de Dios. La oración posee entre otras la cualidad de direccionar los hábitos saludables del Creyente y transformarlos en ofrenda a Dios  estableciendo una Comunión vital entre el ser y su existencia y la explicitación de esta. La Meditación vista en la perspectiva de la Sanación proporciona con Justicia la intervención  de lo sobrenatural. La meditación nos centra siempre en la contemplación de los misterios de nuestra Salvación y si se quiere expresar así humaniza la historia y sus contenidos desde la percepción de la fe del bautizado. Debemos sacar tiempo cada día para nuestra oración. No se trata de lo que expresamos verbalmente sobre nuestra Fe sino de lo que estamos viviendo y produciendo con ello la necesaria transformación. Las armas del cristiano son conducidas por la fuerza del Espíritu Santo:

·        Constancia
·        Disciplina
·        Reflexión
·        Madurez espiritual
·        Vida de Iglesia
·        Orden
·        Justicia
·        Equilibrio o Ataraxia
·        Armonía… Son algunos de los elementos del edificio de nuestra espiritualidad. La Gracia fluye abiertamente pero necesita de nosotros el recurso vital para estructurarla a lo que somos y vivimos. Es indispensable comprender que el signo cristiano del amor debe acompañar todos nuestros esfuerzos delante de Dios y de los hombres… El ser bautizado es ya implícitamente un compromiso salvífico que se matiza con las distintas prácticas de nuestra Fe puesto que nunca la responsabilidad Eclesial se apartará de nuestras vidas. Vivir coherentemente es una necesidad de todos los Creyentes sin importar absolutamente nada distinto a su fe y experiencia con el Resucitado. Mientras más sientas que estas lejos de Dios seguramente más cerca estarás de su Gracia, es la forma como Dios limpia el pecado de sus hijos y los dispone a su encuentro.  En la aridez espiritual también podrás encontrar fuerzas para tus batallas… Retirarnos de lo que sucede en torno nuestro es también algo vivencial y existencial para dar paso a la necesidad el espíritu de encontrarse a solas consigo mismo. Con razón exclama el Hiponense: Dios es lo más íntimo que hay en mí… En el hombre interior habita la verdad. Y en la misma dirección expresa: El amor es mi peso. El amor es también una experiencia de Fe que enriquece la vida del bautizado. Redoblemos nuestros esfuerzos por vivir el llamado de Cristo en la intimidad del corazón. La Iglesia ora por todos sus hijos en cualquier circunstancia que estos estén viviendo. En la lucha espiritual se siente su maternidad.

Unidos en Cristo.


jueves, 2 de febrero de 2017

PAUTAS... SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO...

PAUTAS  PARA  UNA  HOMILÍA… SAL  DE  LA  TIERRA  Y  LUZ  DEL  MUNDO… (Mt 5:13-19).



Como en las Bienaventuranzas el evangelista Mateo traza una ruta para despejar con claridad las situaciones y sus paradojas especialmente referidas al ser humano en su proceso de crecimiento y madurez espiritual. “Vosotros sois la sal de la tierra” se compara con la necesidad pero también con el compromiso de cambio y renovación constante. La Sal era en época del Imperio romano un elemento precioso solo comparable en valía con el Oro y las piedras preciosas, era tal su importancia que a legiones enteras les cubrían sus honorarios con grandes bloques de este  producto de consumo diario. De allí proviene el término Salario. Desde luego en la visión Mateana la connotación es muy distinta pero emparentada por una apreciación de valor análoga. La Sal es ya un elemento de pre-figuración espiritual y que tiene todo que ver con la relación y madurez integral  del Creyente.  La Luz del mundo es para Mateo la consecuencia lógica del aprovechar la sazón de nuestra vida espiritual y agregarle ese toque de  seguridad que solo brinda el testimonio reflejo de una vida comprometida y en constante crecimiento… La Luz del mundo es solo posible por la presencia del Espíritu Santo en la vida del bautizado y esa luz dará toda potencia al poder de la Sal espiritual para enriquecer y colmar las expectativas de los bautizados.


Esa Sal y esa Luz deben ser puestas en un lugar de preeminencia que bien podría ser la vida del Creyente en contacto permanente con quienes le rodean convirtiéndose así en Sal y Luz para el mundo o entorno somático.  El Celemín   era una pequeña mesa de tres o cuatro patas que se ubicaba cerca de la cama o mesa en el hogar y constituía toda la iluminación posible en las noches. Su función era brindar iluminación a todos los miembros de la casa.  Pues el bautizado se convierte en esa lámpara que reposa sobre la existencia diaria y que marca el camino conveniente de la verdadera y autentica Conversión… Mateo  crea una Unidad Temática al menos en la intención comunicativa de su Mensaje al incluir (Versículo 17 al 19) completamente distinto pero que se une bajo la “lupa” de las tradiciones del pueblo de Israel. Sus palabras son claras: No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas… está indicando que su Misión busca generar la plena comprensión y sublimación del Mensaje recibido en la Tradición judía que se fundamenta  en la economía salvífica antigua (Dt 4,8) basta agregar que la dimensión de la Ley abarca toda la totalidad de la vida de Israel lo que implica que las concepciones religiosas y políticas están emparentadas por su contenido y exigencia. La Torah es instrucción  y dirección (Gn 15,1) pero si acudimos a Pablo vemos como él nos explica la forma en la que la Ley Mosaica fue asumida y vivificada por la Fe en Cristo (recomendamos leer Rm 3,27;  10,4) para marcar la intención del enunciado. No se trata de abolir por pensar en su estructura arcaica o inoperante sino porque con la introducción de la Ley del Amor Jesús cumplió absolutamente toda la Ley y los Profetas. Sobre la célebre frase (así vista por muchos cristianos) el cielo y la tierra pasaran antes que  una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda, en el espíritu hebreo equivale al puntual cumplimiento de los rasgos más pequeños del alfabeto hebreo lo que nos indica claramente que el propio Jesús cumplió como judío y luego potencio por medio de su Sacrificio cada “tilde o coma” escrita por los profetas para el pueblo.   

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...