miércoles, 22 de febrero de 2017

VIAJES DEL SEÑOR FUERA DE GALILEA. SAN MARCOS.

VIAJES DEL SEÑOR FUERA DE GALILEA… MISERICORDIA Y SOLIDARIDAD, DONES DEL EVANGELIO. (Marcos capítulo 7, versículos 24 al 30). 


ARGUMENTACIÓN SOCIO-CULTURAL.


Es interesante la forma como Marcos delimita la estructura de su exposición al ubicar con precisión cada detalle de la obra de los personajes en la escena evangélica. Le corresponde mostrar al Salvador actuando fuera de Galilea cuyo objetivo es la universalidad del Ministerio y la futura Iglesia que en la concepción Marcana (primitiva) determina siempre la compañía de sus discípulos, es decir, Jesús exceptuando su bautismo siempre fue acompañado por ellos. Miremos en Texto Sagrado de Tradición: Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiera (versículo 24) encontramos su paralelo con (Mateo capítulo 15, versículo 21 al 28) la actividad de Jesús fue seguida por infinidad de personas que sin duda lo buscaban incluso fuera de su Nación. Tala afirmación nos conduce a una mujer de origen Fenicio que constituía una región importante de la provincia romana de Siria, en su absoluta mayoría no eran judíos o al menos prosélitos. En el contexto Socio-cultural los extranjeros no participaban de buenos ojos o bien vistos en la  Comensalía ya que por su condición eran tenidos por “impuros” es aquí la primera dificultad de Texto para aproximarla a la mesa comparativa… Jesús en boca del evangelista se acerca en la percepción de una necesidad muy grande y la ubica bajo el concepto de la Gracia abundante que da incluso para quienes no son de “raza” es decir, judíos. En esta aproximación a la realidad  de aquella mujer emplea el comparativo “perritos”  para suavizar la expresión judía de “perros” que sin duda era hiriente y en extremo destructiva. El Redentor es consciente de aquello pero un más qué evitar la definición judía plantea la necesaria reciprocidad en la esfera de la Fe que constituirá la aproximación por sobre el derecho de “sangre” o descendencia.

·        La presencia de extranjeros en la Comensalía era inaceptable.
·        El servicio religioso judío era exclusivo y exclusivista.
·        La mujer no era interlocutora valida o reconocida.
·        Yahveh era visto erróneamente  como el Dios exclusivo del pueblo de Israel. Era imperdonable que un extranjero y sobre todo una mujer pidiera un milagro o algún tipo de Gracia.
·        Aquella mujer se presenta en un escenario hostil suplicando por la salud de su hija. Recordemos que el mundo no está interesado en el mensaje salvífico o liberador.
·        Solo quien acepta su propia realidad permite a Dios transformarla en absoluta y soberana libertad.


EL  MUNDO  ES  HOSTIL  AL  EVANGELIO.

El concepto mundo empleado en los evangelios como en todos los Textos Inspirados del (N.T) hacen referencia no tanto a la connotación natural del medio en el que se desenvuelve la trama de la vida sino y sobre toda consideración a la existencia espiritual del Creyente puesto que la realidad física creada por Dios es perfecta no así la influencia destructiva del pecado sobre la vida en todas sus formas. La postura abierta del Redentor contrata de lleno con las estructuras de oposición a su Reino que busca esclavizar bajo cualquier dolencia a la persona humana… La hostilidad no es lo suficientemente fuerte para evitar que el corazón reconozca la presencia amorosa de Dios ejemplo de esta afirmación es sin duda la actitud de aquella mujer que con sus sentimientos bien enfocados rompe cualquier barrera. La Misericordia no limita placenteramente las expectativas del hombre y la mujer de Fe. La Gracia no es historia, ella espiritualiza la experiencia humana y la convierte en Historia de Salvación. Miremos tres consideraciones al respecto:

·        Ante la Misericordia el pecado y sus consecuencias (hostilidad) carecen de fundamento y de alimento. La Gracia es un don liberador y sanador.
·        La esclavitud no posee estructura pero puede pervertir la Identidad del Creyente  y hacerle perder el fundamento de su existencia (física y sobrenatural).
·        La hostilidad al Evangelio compete al bautizado que está llamado a luchar contra las estructuras de pecado y sociales que impiden el afianzamiento de la Paz y la Justicia y son factor de discriminación y marginación (Cuarta Marca de la Misión de la Iglesia).

Las anteriores reflexiones nos invitan a vitalizar todos los procesos sociales y de Fe que como parte de la Madre Iglesia están a nuestro alcance para difundir la Justicia y su poder sanador. La Sociedad cualquiera que sea su modelo está afectada gravemente por los estereotipos Antropizados que cada día obligan a hijos de Dios a vender literalmente sus vidas para poder subsistir. El orden que desarrolla este contenido corresponde a una aproximación simbólica que implica la madures del Creyente ante el Evangelio.  La hostilidad se manifiesta siempre en el concepto de la praxis de una serie de “dis-valores” que son la némesis del Evangelio y que contribuyen grandemente al retraso del Reino de Dios entre nosotros. La hostilidad simboliza todas las relaciones por fuera del modelo evangélico y que directamente cambian la configuración espiritual de los bautizados. La necesidad suele convertirse en el escollo más difícil de tratar a la hora de superar  la generación de comportamientos contrarios a la vocación del bautizado. La Sociedad actual relativiza la definición y contenido de los valores presentando una supuesta Axiología inserta en la realidad percibida desde la óptica personal e in-solidaria tan de moda en la actualidad.

El demonio personifica la hostilidad más poderosa contra el Evangelio y el reino de Dios al punto de seducir a los bautizados y sembrar en ellos la desesperanza… Nosotros como Iglesia estamos llamados a rescatar los principios evangélicos que en si comportan el consuela y la liberación suficientes para el Creyente en la praxis e intríngulis de su existencia.  La hija de aquella mujer encarna la frustración que toda postración trae a la persona en su vocación salvífica. El pecado como contravención de la Ley de Dios posee en su naturaleza una determinación tenaz que rechaza la injerencia de Dios y crece de espaldas a la Gracia. Esta dinámica la conocemos como “decrecer en la Gracia”  lo que implica el abandono de la trascendencia y la entrada formal en el exclusivo mundo de los sentidos y el materialismo como única realidad perceptible en el ser humano. Esa aquí el caldo de cultivo o fermento para que crezca una forma de existencia renuente a la propuesta Salvífica de Cristo y ensimismada en sus fundamentos. Ser hostil no implica mucho esfuerzo puesto que se constituye en una fuerza silente que alimenta la contradicción y el anti-testimonio en la Iglesia. La mujer descrita como madre posee una connotación de fondo bien interesante y es precisamente lo que implica una maternidad ante la necesidad de sus hijos como acontece en el Evangelio descrito…  La maternidad es la fuerza de salir de sí mismos y entrar en contacto con el entorno sin importar que tan hostil sea o que tanto nos pueda lastimar si se trata de los nuestros nada nos detiene, y esa fuerza es también testimonio de lucha y Fe. El mundo es comporta como debe comportarse ya que es regulado por una serie de “valores” que aseguran su existencia y que conduce a las personas a afianzar sus principios en cuanto a que se explicita en la Identidad y vida de la persona humana consciente o inconsciente de su estado y redención.

El Pan simboliza los dones de Dios que no discriminan y están a la orden del día para quienes así los buscan, es pues, un deber primordial de la Iglesia proveerlos a sus hijos (Pan de la Palabra y la Eucaristía) como también de los Medios de Gracia que componen la Ministerialidad de la Madre Iglesia. La hostilidad es pues la ausencia de la presencia Eclesial en la vida y escenario de nuestros hermanos bautizados. Jesús interviene en un Paisaje redefinido por la interacción humana y no deja pasar la oportunidad de moldearlo según se necesita para explicitar con solides su Palabra o Mensaje… La intervención en un medio cultural implica para nosotros la presencia de estereotipos y contenidos de toda naturaleza y los cuales son la primera dificultad al Evangelio predicado. La Auto-suficiencia de la humanidad ha pervertido la necesidad (en perspectiva amorosa existencial)  de Dios al punto de convertirlo en una referencia nominal incluso abordada así por muchos creyentes. La hostilidad no es algo pasajero por el contrario se afirma paulatinamente en la vida de las personas modificando su existencia al punto de relativizar sus opciones y definiciones vitales. La Promoción de la vida nos debe llevar como en el caso de la fenicia a hacer lo posible para asegurar su bienestar sin detenernos por consideración ajena a la realidad que experimentamos, estamos buscando informar de la Gracia lo que somos y hacemos. El retornar a su casa (versículo 30) implica el asumir la continuidad de su compromiso de vida dejando fuera las insidias del “enemigo” que se retira a l no encontrar espacio para ser en la vida del Creyente. Esta mujer nos demostró que la Fe configura y libera la existencia acercándola a Dios por el camino que sea pero persistiendo en su cometido. El retomar la vida implica re-definir asuntos clave y uno de ellos es sin duda la vivencia y explicitación  de su Fe en la esfera de su condición de extranjera que es reconocida y atendida por las Escrituras, miremos el Texto Sagrado de Tradición: Si hay junto a ti algún pobre de entre tus hermanos, en alguna de las ciudades de tu tierra que Yahveh tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerraras tu mano a tu hermano pobre… (Deuteronomio capítulo 15, versículo 7) La Justicia será siempre una herramienta poderosamente santa para luchar contra el enemigo que se materializa o matiza en las condiciones alienantes de vida. La exclusión de la que era inicialmente victima la mamá y su hija eran caldo de cultivo para toda forma de aberrante esclavitud. La Gracia entra en la vida y sus escenarios dejando en Libertad al ser humano y en posesión de la misma. Nunca el “mal” bajo la forma en la que se manifieste podrá someter a una persona redimida si esta goza de la Dignidad de su ser de forma o manera Integral como corresponde a los hijos de Dios. La Madre Iglesia denuncia la injusticia y está junto a quienes son víctimas de exclusión. No hay posibilidad alguna de que el Evangelio asuma la necesidad de la exclusión, por el contrario, la denuncia por ser un comportamiento antinatural en las relaciones interpersonales. La Salud es un derecho  que debería ser considerado universal e intrínseco como si se tratara de un Derecho Natural. La discriminación atenta contra la Igualdad Esencial de los hijos de Dios. La naturaleza es inclusivista  a más no poder o como olvidar que el Sol y la Luna brillan sobre toda la humanidad haciendo de esta manifestación natural un culto de Adoración al Dios Creador.  La presencia de aquella mujer nos debe llevar a meditar sobre las implicaciones de nuestra lucha permanente contra el “mal” que resta oportunidad a la humanidad de ser feliz y poder compartirla con sus hermanos. Los viajes del Señor fuera de su natal Galilea descritos por Marcos en su Evangelio puntualizan de forma contundente  la necesidad de anunciar fuera un mensaje que complementa cada acción con la fuerza del Símbolo empleado por Jesús. Hoy como hace 2000 años la Iglesia vive de cara  al anuncio una grande posibilidad de Universalización puesto que los contenidos evangélicos están disponibles para todo el que se acerque a la Institución Eclesial. El salir de su escenario natural es la semblanza de un cometido que supera la concepción de la presencia de Dios en Israel y abarca a todos los vivientes tal y como señala la construcción primitiva del Libro del Génesis. Esta alusión está cargada de elementos aproximativos de la comunicación del mensaje predicado por el propio Jesús. La  comunicación se desarrolla sobre el terreno y la inmediatez histórica de los Símbolos que emplea el Redentor. A pesar de todo este panorama el Señor no obra muchas acciones puesto que su negativa a realizarlas  obedece a la actitud de los pueblos por donde Él transita y para ello Marcos emplea una formula incluso más antigua o arcaica que la “Señal misma” realizada por Jesús como por ejemplo en la “multiplicación de los panes” (Marcos capítulo 8 versículos 1-10) para mencionar que este Evangelio en particular cita más de 12 destinos de Jesús en sus recorridos. La señal misma es Jesús y su Evangelio con esta primicia evolucionará este Evangelio al punto de unirlo a la revelación paulatina de la verdadera Naturaleza del Salvador. La misma que requiere de una disposición particular por parte de sus discípulos y amigos. No se trata solo de recorridos entre localidades Israelitas, se trata del viaje de la Fe por el entorno somático… La señal dada en el comienzo del capítulo 8 es apenas la constatación de su naturaleza y cercanía con el pueblo. No es solo obrar una acción fraterna tanto comunitaria como de implicaciones sobrenaturales que es de fácil lectura para los testigos… Jesús se comunica eficientemente con su entorno al punto de obrar fundamentado en la respuesta de quienes estaban a su lado… Estas acciones estaban asistidas por  la Compasión  que mueve la Voluntad salvífica de Dios en la persona de su Adorado Hijo. La acción emplea para todas y todos un elemento constitutivo bien conocido, estamos hablando de la   Solidaridad que permite elaborar una respuesta de Fe ante la dificultad previamente señalada. La respuesta del Señor se desarrolla gracias a la respuesta soberana de quienes podían intervenir en consonancia con las necesidades de quienes estaban reunidos. Jesús llama a los discípulos, este llamado es perentorio y motivacional para que la respuesta sea dinámica y acertada.


EL DINAMISMO DE LA RESPUESTA COMO ACCIÓN CONCRETA DE FE.

Quienes rodeaban al Señor son descritos muchas veces por Marcos como un grupo compuesto por mucha gente y todos ellos viviendo circunstancias personales y/o colectivas.  La Compasión del Señor no solo atiende a una persona y su vida es sobre todo el reflejo del medio socio-cultural que cada uno atraviesa y se integra efectivamente a un todo. Este movimiento de personas en absoluta necesidad parte inicialmente de la oración que es dirigida, escuchada y atendida,  por la Misericordia de Jesús que como Él mismo lo expresa es la Voluntad del Padre en todo su accionar la que conlleva la respuesta. Esta es sin duda la relación expuesta por el capítulo 8 de Marcos, una declaración de Fe que se fundamenta en la convicción de cada uno de los intervinientes en sus escenas y quienes no lo son o no profesan pues simplemente son ajenos y por lo tanto es imposible recibir una “señal” como nos lo hace saber el evangelista en el versículo 12… Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, pidiéndole una señal del cielo.

La Fe no es un artículo de negociación de una elaborada formula de señales sobrenaturales, es indispensable asumir que la dinámica de la Fe se transforma paulatinamente hasta llegar al pleno convencimiento de quien es verdaderamente el Señor. Marcos en su Secreto Mesiánico busca conducirnos a la respuesta de nuestra Fe en la certeza del Cristo de la Fe previamente revelado bajo el fenómeno del Secreto constatable por sus discípulos a su vez ellos son figura en potencia de la Iglesia.  Es la Fe en Cristo la que nos  mueve y responde al intríngulis de la existencia para que esta no se torne monótona o frustrante según las dificultades que el bautizado atraviese en su vida. La Fe expuesta como conocimiento de Dios es el reflejo de su Gracia en nosotros y con ella la posibilidad de construir la vida en todas sus formas y contenidos lo que nos muestra claramente que aun la Fe puede ser Antropizada en alguna medida y convertirse en fenómeno de nuestra experiencia. Marcos presenta al Señor en un constante movimiento que encarna los estadios o etapas de evolución de la vida del Creyente llamado a crecer y realizar en su ser la propuesta salvífica del Señor. Jesús invita antes a sus discípulos y ahora a cada uno de nosotros a superar los miedos y temores que unas veces se visten de enfermedad y otras tantas de necesidades materiales, es aquí el punto focal de sus viajes y milagros adelantados en medio de los suyos y la expectación y necesidad de otros tantos. Jesús nunca permaneció mucho tiempo en un lugar determinado, siempre se movió en todos los sentidos tanto en el corazón del judaísmo como en la periferia de la sociedad de su época. Es una clara alusión a la respuesta totalizante de su Amor por la humanidad, un Jesús amante, solidario y misericordioso, que comunicó vida en cada una de sus acciones. Es el dinamismo de nuestra Fe.




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