jueves, 5 de marzo de 2015

MARZO 15...EL HIJO DEL HOMBRE TIENE QUE SER LEVANTADO...

EL HIJO DEL HOMBRE TIENE QUE SER LEVANTADO… (Jn 3:14-21).

La visión Joanica asocia la Tradición en busca de la justificación Histórica de los acontecimientos  que conectan al Salvador con la Vida y Obra del Pueblo de Israel en circunstancias idénticas en continuidad de la Historia de Salvación que en Cristo se vive como fundamento del Colectivo de Fe tanto del Pueblo como de los Discípulos o allegados al Redentor…  La Serpiente en el Desierto Levantada por Moisés, es figura del Poder de Dios para los suyos que peregrinando buscan la plenitud de su fe  que no pueden alcanzar, cosa distinta en Cristo Causa Eficiente de nuestra Salvación, a esta figura suma Cristo la actualidad de su Mensaje que condiciona la Fe que se traduce en Eternidad que asociado al Mundo y al Amor de Dios desencadena la Salvación de la Humanidad, Cristo levantado en lo alto tendrá delante de si el panorama de la Gracia actuando para Redención de la Humanidad, así su Santísima Sangre llegará a cada rincón de la Creación en una maravillosa Comunicación de vida Plena.

Esta Luz condiciona el Orden esencial de la presencia Divina en la Naturaleza y Humanidad, somos Hijos de la Luz y nos enfrentamos al trance y rivalidad de la oscuridad que como pecado y sus estructuras desdibuja la Imagen de Dios en la Creación (Humanidad). Las obras son consecuencia de la Inhabitacion de la Gracia (Trinitaria)  en el Ser Humano donde se establece una nueva categoría Moral respecto de la Fe y sus prácticas (No lejos de la Cosmovision Judía). Juan propone una especie de Transito a la Luz y esta que se opone categóricamente a la oscuridad o ausencia de Gracia que es lo mismo, esta Luz es Cristo y el pecado lucha contra ella aunque sin victoria alguna más allá de la Voluntad Humana por restablecer la antigua condición del Hombre Viejo (Pablo).

Nosotros como Bautizados tenemos el encargo de hacer que la Luz de Dios brille con fuerza en la Sociedad y Cultura de la Vida, la lucha desde nuestra Cotidianidad nos indica el camino de la Libertad y la Vida transitado por el propio Salvador: Pero el que obra la verdad, va a la Luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios (21) aunque el pecado este siempre presente en el quehacer de la Humanidad, no es el comienzo de esta y mucho menos su Causa Eficiente o Finalidad así vista. Recordemos hermanos que la Luz determina la Forma y Hábitos esenciales de los Hijos de Dios que libremente renuncian cada día al pecado como finalidad de la existencia, sin desconocer que vivimos inclinados a este pero la Gracia cumple su cometido ser oposición consiente al mal (oscuridad).

  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...