ESPIRITUALIDAD DE UNA MADRE... NUESTRA CATOLICIDAD.

ESPIRITUALIDAD DE UNA MADRE… NUESTRA CATOLICIDAD.

Me parece supremamente importante y desde el punto de vista de nuestra Eclesiología Anglicana definir esta cuestión como lo es la Maternidad de la Iglesia… En el Hoy de nuestra Historia los Medios de Comunicación tienen un formidable cubrimiento y gozan de los Derechos necesarios para hacer su trabajo, que superando cualquier Motivación cumplen con una muy acertada precisión,  es preocupante como se considera un ataque directo el poner bajo la Lupa de las Conciencias los escándalos Eclesiales de turno, consideramos que tales afirmaciones buscan desestimar las Responsabilidades Históricas que tanto Jerarcas como Feligreses tienen sobre la vida y obra de la Iglesia. Esa responsabilidad emana de una Primicia reconocida por los PP. Latinos y especialmente por el Hiponense, Ella es Madre de los Bautizados y como Madre asume unas responsabilidades Intrínsecas a su Maternidad, hoy recordamos la Predilección de Dios por ella como Madre y luego la evolución histórica de su Integridad como Institución al punto de hacerse Ella Sierva de su Señor, reconocemos que su razón de ser es el inmenso Amor por cada uno de sus Hijos en las distintas Épocas y Situaciones de vida que estas y estos vivieron, viven y vivirán.

No perdemos de vista que Ella se esparce por el Mundo y deja su rastro o Vestigia en cada uno de sus Hijos Bautizados y en cada uno de los diseminados esta presente Cristo manifestando así su Perenne Actualidad que no tiene barreras de algún tipo o especificidad que la determinen o limiten en su accionar, la Gracia es también un Don de la generosa entrega de la Iglesia a su Señor y se convierte en depositaria de la misma (Aunque no suene atrayente este principio para muchos, pero que nuestra Historia y Cosmovision define como Medios de la Gracia). Reconocemos el componente Histórico que se manifiesta en la Gracia y como este componente es anexado por la Iglesia y solo por ella, luego no es solo un asunto Natural, del ser o no proclives al pecado y la necesidad de la Redención, lo es también, si se quiere una Cuestión de su propia Historicidad de su componente Antropológico que la inclina a superarse a sí misma y Trascender, pero como Madre la Santa Iglesia quiere hacerlo llevando a sus Hijos en los brazos y en su Corazón, cuando nos compenetramos con ella sin duda nos es posible exclamar con el Hiponense: Creo en Cristo y en su Evangelio porque me lo enseña la Santa Madre Iglesia, los Bautizados Espiritualizamos el Mensaje de vida gracias a la Iglesia que como Maestra lleva este maravilloso contenido, sin la sujeción a la Tradición y a la Historia seriamos simplemente una asociación de personas bajo el paradigma de unos tales Ritos, esta afirmación esta en clara dirección de la ratificación del Sacerdocio de Cristo en ella y en nosotros (Bautismo y Ministerio Ordenado) si hablamos de Espiritualizar su Mensaje estamos indicando que la  Palabra Inspirada solo le fue a Ella confiada y que Ella esta y estará plenamente Inhabitada por el Dios Trinidad, podemos  ir aun más lejos al suponer una muy particular y Eterna Procesión Trinitaria gracias a la Encarnación del Verbo y al espíritu Santo prometido en Pentecostés, así como para los PP. Griegos y Latinos, el Hijo nunca ni en su Encarnación dejó de estar en la presencia del Padre, así  la Iglesia nunca abandonó a su Señor y como Madre compartió su sufrimiento de Cruz,  la primicia de la Resurrección del Salvador es sin duda la Iglesia a la que por Antonomasia llamamos Testiga, Madre y Maestra del Redentor, supone esta afirmación que su Maternidad es de origen Divino y que al exaltarla estamos exaltando  también a su Señor, no en balde la Liturgia Medieval la llama Solemnemente Divina Institución.

Quienes en su Responsabilidad Ministerial la difaman y enlodan o por negligencia no cumplen los deberes intrínsecos al Orden Ministerial, deben saber que están afectando sus estructuras y cometiendo pecado (esto tampoco agrada a muchas personas) pero es la verdad y como tal llegan sus consecuencias, pero bien valdría citar a Agustín de Hipona: Nadie ama lo que no conoce, y no es una afirmación Neo Platónica como suponen algunos es simplemente la legitimidad que nos entrega el Amor, mejor aún, el Amar la Iglesia y respetarla como Madre  sin ningún tipo de atenuantes.

Desafortunadamente sucede en la actualidad que el sinsentido de afirmaciones y pecados particulares la señalan y tildan, acaso una Madre es responsable de las decisiones que sus Hijos adultos y coherentes toman? O el Derecho debe ser visto de forma distinta cuando se trata de una Madre que sirve a los suyos y solo busca su bienestar? Consideramos que sus Hijos Mayores y Responsables deben asumir las consecuencias y que nosotros debemos ayudarle a que esas acciones no enloden su Nombre, toda Institución bajo este Manto Maternal debe denunciar las contravenciones y escándalos que conozca de lo contrario seriamos cómplices de tales actos ilícitos… A una Madre nunca se le abandona por el pecado de algunos de sus Hijos ni se le cuestiona el Corazón.

Si dices no escuchar a tu Madre la Iglesia es sin duda porque no lees su Depósito precioso que es la Palabra de Dios, Ella tiene voz y es precisamente  las Escrituras  las que reflejan el sentir de una Madre preocupada por todos los suyos, deja de un lado las prevenciones y toma el Texto Sagrado de Tradición y encontraras la Dulzura de su Lenguaje o si lo deseas lee y medita los escritos de sus Hijos ilustres y consagrados a su Amor Maternal (PP. Apostólicos y PP. De la Iglesia Latina y Griega). No es admisible suponer un Cristianismo fuera de su Magisterio, fuera de su orden Ministerial, a menos que no vivas la Institucionalidad y te sumes a un buen numero de Creyentes que afirman creer en Dios y no en la Institución.

La Espiritualidad Eclesial asumida como tal nos indica por boca del Hiponense que las oraciones de una Madre y de sus Hijos son presentadas al Padre por Cristo Maestro Interior estableciéndose un vinculo vital entre Dios y los Hombres, de tal forma que nunca estaremos solos en la Oración, salvaguardando la Unicidad de la Institución Eclesial que vive Hoy su Catolicidad en distintas ramificaciones pero nutridas de un mismo Corazón (Anglicana, Griega y Romana) sin excluir a otras denominaciones Eclesiales pero si de la Tradición y Magisterio.

Nuestra Responsabilidad esta latente en orden a comunicar en el ejercicio Eclesial la Voluntad salvífica de Dios en el seno intimado de la Iglesia, bien diría el Apóstol Pablo cuando afirma: La Voluntad de Dios es la Salvación de la Humanidad, y por extensión la Santa Iglesia ejerce su Ministerio como Discípula y Maestra a la vez, vive unida a su Señor y es signo vivo de Unidad para sus Hijos, nosotros debemos tener muy presente en el desarrollo de nuestra Conciencia Religiosa que la iglesia espera de sus Hijos el Compromiso propio de los que caminan de su mano hacia el Salvador, de quienes son consientes de la Responsabilidad que brota de su Pacto Bautismal, ya que Ella se sumerge de la mano de cada Bautizado en el Misterio Sublime de la Muerte y Resurrección del Redentor…  No es solo asunto de asistir al templo cada Domingo, es sobre todo, vivir la Conciencia de estar unidos en un mismo Corazón y Sentir (El Hiponense) no descuidemos esta Institución que se presenta con los Brazos abiertos deseosa de recogernos y compartir con nosotros las primicias del Amor Esponsal de Cristo, su cabeza y Señor. Ella no es un Ente Ideal, Ella es una madre que sufre la ausencia de sus hijos y busca en su corazón a quienes permanecen fieles… Nadie abandona la iglesia, simplemente quienes dicen hacerlo nunca estuvieron en Ella, no es posible abandonar lo que se ama, es posible abandonar lo que es fruto de la curiosidad y la novedad… El Amor es Signo de Eternidad.

Unidos en Cristo Señor de la Iglesia y en la Iglesia sierva del Redentor.  

Rev. Diego Sabogal.

Vicario San Pablo.