REFLEXIÓN A NUESTRA CONGREGACIÓN PARROQUIAL SAN PABLO…
DONES INMEDIATOS DE LA RESURRECCIÓN DEL
SALVADOR, EN NUESTRA ESPIRITUALIDAD (Triduo Pascual 2015).
Es sabido que cada año la cristiandad celebra la Resurrección
de Nuestro Señor Jesucristo, conocemos del Poder Maravilloso de este
acontecimiento que se hizo Carne y así se materializó en la Historia al punto
de Convertir la Gracia del mismo, en Santificadora de nuestro Tiempo
(Espiritualización) no esta por demás, recuperar algo de nuestra reflexión para
este Tiempo sintetizado admirablemente en la Liturgia del Triduo Pascual, el Bautizado vive Sobrenaturalmente en la Gracia y
por la Gracia de nuestro Redentor, esta Gracia se consolida como experiencia al
Amar, Crear, Edificar, en la vivencia Axiológica, es decir, que nuestra
Cotidianidad es terreno propicio para la Salvación y para la intervención de
Dios, razón asiste al Hiponense al exclamar: Los que se dejan guiar por Dios están prestos a producir buenos frutos,
esta cosecha de buenas y necesarias acciones constituyen la Materia de su
Presencia entre nosotros, Dios es Causa
Primera y nosotros Causa Segunda, esto sin duda indica cuan generoso es
Dios con nosotros que nos hace Consecuencia de su Amor en la Creación, ese Amor
es para el Bautizado Substancia que
destila del “Corazón” del Creador, estamos sometiendo los Atributos de Dios a
nuestra comprensión limitada sin que ello implique Articulo distinto a su Amor como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
(Ausencia de Temor o
Miedo) Los Frutos
inmediatos de su Resurrección los definimos según la necesidad en el Creyente y
en la vida de la Iglesia, no señalamos lo obvio y conocido por nosotros sino lo
relacionado con nuestra Pastoral, encontramos que ya no hay Temor en sus Amigos, atrás quedó la
experiencia de incredulidad de Pedro y los Apóstoles, ante el Ministerio
Publico de Jesús y las Tradiciones,
cambios, Leyes Judías (Mosaica, prescripciones sobre el Ayuno, Sábado, contacto
con Impuros e impurezas, ritos de purificación, entre otros) la Dialéctica de
Cristo parte de la experiencia del que Ama y es liberado por el Amor (Aquí nexo
con lo Sobrenatural) el miedo se asocia con la zozobra de no conocer el desenlace
de la vida, hoy recordamos las palabras de Ambrosio Obispo de Milán: Porque
temes tanto si te encontraras con Cristo que Amas, esta seguridad se
convierte en certeza para el Creyente que vive ya sin temor alguno y hace suyas
las palabras de su Señor: Yo estaré con
ustedes todos los días hasta el fin del Mundo (Mt 28,20) es en Pascua donde
comprendemos verdaderamente estas palabras del Salvador y las asociamos con
nuestras vidas y nuestra Historia Personal de Salvación, Cristo derrotó la
muerte y el pecado pero cada que un Bautizado concede espacio al Temor en su
vida le permite al pecado y a la muerte reclamar algo para sí, dicho por el
Hiponense: El mal es parásito del Bien… Es el Temor forma pura
de la Des-gracia que bajo algunas y
muy variadas circunstancias esta escribiendo la vida de muchos cristianos, al punto de Robar la Semilla Sobrenatural de
la Esperanza, estamos involucrados
en acciones de todo tipo algunas nos
permiten ver con claridad nuestro Caminar de Fe otras son la Némesis de lo
expuesto y confunden a los Hombres y Mujeres de todas las épocas, no podemos
permitir que se pierda la Esperanza como Don del Resucitado que es el mejor
antídoto contra el Temor y la visión fatalista de la Humanidad por parte de
algunos Bautizados, la Cruz fundió en un
abrazo eterno la Esperanza con la vida Regenerada en Cristo, ella asumió y se
impregnó de la Esperanza Hecha Sangre, luchemos contra este mal tan cercano a
nosotros y nuestras Congregaciones (Temor) y ayudemos a nuestros Feligreses a
reconocerlo en sus formas soterradas ( Desempleo, Enfermedad, Falta de
oportunidades, injusticias, Dependencias, etc.) de esta forma la Sangre de Cristo lavará todo aquello
contaminado por el Temor y sus formas.
Otro de los Dones de la Resurrección del Salvador es
precisamente la Paz que en nosotros se convierte en Esencial y
Existencial, marcando la diferencia con el temor, este Atributo concedido al
Creyente es de características Escatológicas
al marcar el derrotero del ideal Cristiano frente a su Entorno Somático, este
Entorno es también redimido por Cristo, es también destinatario de la Gracia
que hace de la Historia y nuestras realidades
una Unidad Salvífica, la Salvación abarca a la Persona Humana y sus
Circunstancias en cada Tiempo y Modo especifico, es una especie de Predestinación que asume la Realidad
del Bautizado sin alterarla tan solo busca Potenciarla y ayudarle a Trascender,
en este momento recuerdo las Palabras de Pablo a los Filipenses: Nosotros somos ciudadanos del Cielo, de
donde esperamos a nuestro Salvador… (Fil 3,20) esta Ciudadanía genera Paz
Esencial y Existencial en el Bautizado y le recuerda que la Paz es Consecuencia del Amor Liberador
de Cristo que privilegia la presencia del Creador en su Obra, ante
nuestra Inmanencia la Paz llega para facilitar nuestra experiencia con el Mundo
y Dios, Este Don Centra todo su Poder en
la Inmanencia de nuestra condición y
solo Cristo al perfeccionar este Don nos hace Trascender casi que Objetivarnos
y salir al encuentro de quienes nos rodean, esta Paz como Don del
Resucitado esta fundada en la misma Gracia que Edifica y destina los esfuerzos
de cada Bautizado, donde habita Cristo la Paz se hace esencial, Intrínseca y no
entra en la categoría de Accidente, puesto que esta Paz Si altera Ontológicamente al Bautizado permitiéndole vivir la cercanía confiada de su
Señor y le dispone a asumir la existencia de cara a la Trascendencia, al modificar
su Ser expectante y convertirnos en un Ser-Certeza,
nuestro ejemplo es Cristo, de lo
contrario seguir exclusivamente al Hombre podría relativizar esta necesaria Paz
Esencial.
Certeza… La Trasnversariedad del Amor de
Cristo se mueve en todas las direcciones y nos permite confluir en un Atributo
de su Resurrección, Atributo que se enraíza en la Información Sobrenatural del Resucitado que
brinda a los suyos ese gran consuelo en el Espíritu, saber intuitivamente que
Cristo esta vivo, es la Certeza en la
Esperanza, de que nuestra Fe no es vana sino Real y así mismo sus Frutos en
la vida y Obra del Bautizado, la certeza nos dice con suma claridad que la
Sociedad y sobre todo la Familia puede y debe ser trasformada como Testigo fehaciente
de Cristo Resucitado y que el mal ya no puede reclamar espacio aunque la
injusticia sobreviva en casi todos los procesos Humanos, nos queda la certeza
de desmontar estas estructuras que corresponden al Hombre Viejo cuya Inmanencia
no había sido Informada por el Amor de Dios Creador, Redentor y Santificador, y
que el Padre de todos no se complace en la muerte sino en la vida y sus Frutos…
Aquí es de capital importancia reconocer que Jesús vivió de una forma tal que asumió
la muerte como Consecuencia de su vivir y no simplemente como Intimación de la
Voluntad del Padre. La concepción de la Justicia en su vida fue tan profunda
que no escatimó medio para restaurarla y retornarle su Dignidad, esa misma
Justicia es de carácter escatológico para cada uno de nosotros y no por serlo así
estamos lejos de vivirla y construirla, la Pascua
como constante retorno al Padre nos invita a Re-direccionar nuestros
esfuerzos por vivir la Fe cristiana en la Dirección asumida por el propio
Salvador, esta nuestra Pascua nos dice que la existencia Trasciende y es Trascendida
por Dios y que nuestros hermanos que ya la viven Trascendieron y salieron de sí
mismos para encontrarse con la Plenitud de Dios o como diría San Agustín, La Luz Inteligible que ilumina todo
Potencia todo y llena todo…
Feliz Celebración del
Santo Triduo Pascual.
Rev. Diego Sabogal.
Vicario Catedral San Pablo.
Cristoeseltema.blogspot.com
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