martes, 3 de septiembre de 2013

QUIERES SEGUIR A CRISTO... TOMA SU CRUZ Y SIGUELE...

QUIERES SEGUIR A CRISTO?... TOMA TU CRUZ Y SIGUELE. (Lc 14:25-33).

Lucas nos propone para este domingo, en la Liturgia de la Palabra, dos elementos constitutivos del seguimiento de Cristo contemplado desde la radicalidad de sus enunciados; puedes observar que en primer lugar este Evangelio cita el termino original (odia) (26), para configurar y contextualizar todo un esquema o indicio seguro del “Seguimiento Cristiano”, pero posteriormente en (Lc 18,20) nos invita”… Honra a tu Padre y a tu Madre”, aquí la finalidad catequética es la misma, ordenar la Riqueza en el Plan de vida de cada Creyente… (Contexto de renuncia, Joven Rico).

Estamos asumiendo este Discurso Evangélico en la dinámica del Camino y su progresiva manera de vivir y evolucionar en la experiencia de Fe con Cristo, así lo remarca el propio evangelista. Desde luego para conocer este enunciado se hace vital asimilar la doctrina Judía sobre la Ley del rescate (Goel), para nuestra reflexión miremos el Texto del Deuteronomio (15:1-18). Cuya Centralidad esta fincada en el rescate del hermano en las situaciones de vida apremiantes en las que se encuentre (Familia, Clan).

 Tal acción es signo de agrado y honor de Dios en medio de su Pueblo, es una forma Primitiva de Caridad e Inclusión del otro en mi propia Cosmovisión, Sublimada por Cristo en su seguimiento… La Cruz simboliza el culmen de esta maravillosa  relación con el otro y quien siga a Cristo deberá asumir las consecuencias de su decisión e incorporarlo en su propósito de vida, es decir, transparentarlo al Mundo “El que no lleve su Cruz y venga en pos de Mi, no puede ser mi Discípulo” (27).

Pablo en su Teología de la Cruz manifiesta en la carta a los Gálatas (6,14)”En cuanto a Mí, Dios me libre gloriarme, si no es en la Cruz de Jesucristo…”, tal alusión nos invita a considerar nuestra vida como un constante ejercicio de Cruz, asumiendo que nuestras vivencias reafirman el Poder de Cristo vencedor de la Muerte y por tanto de la Cruz, pero ella queda como símbolo de Entrega y Sacrificio por Amor. Aquí queda claro, que seguir a Cristo implica ser maduros en la fe y asumir con dignidad el intríngulis de la vida y sus relaciones complejas con el Mundo y nuestros hermanos.

Sopesar nuestras decisiones implica un ejercicio de confianza total en Cristo, en su Palabra y Presencia, no se trata de dejar “todo” por el contrario es un llamado a valorar en la justa medida nuestros esfuerzos y logros siempre en la perspectiva del Dios Providente, es el Gozo Luquiano de la Pobreza para enriquecer vidas, trabajos y relaciones vitales, es el vivir como Hijos verdaderamente agradecidos…  

Es disfrutar de un maravilloso Don Mesiánico, superior al Maná del Pueblo en su tránsito a la madurez espiritual o Éxodo en el desierto (para tu Oración personal mira (Ex 16; 17). Este Don lo vives a diario en medio de los tuyos, de tus amigos en donde tú estés o te encuentres y construyas Ejes Relacionales sustentados en el Amor y la Caridad por el otro como referencia inmediata de tu propia existencia Social y Comunitaria.

Esta especial catequesis de Cristo, la vivimos también en el contexto de nuestra Eclesiología, cuando le reconocemos a nuestra Iglesia la Gracia de guiarnos en la vivencia de la fe y su función Maestra en la misma, esta catequesis busca afianzar los valores del creyente que a su vez esta llamado a explicitarlos en la vida diaria, como signo inequívoco de la siempre actualidad de Cristo en su vida hecha instrumento de su gracia y Comunicación.

Recuerda que la Cruz de Cristo es poderosamente señal de su gran Solidaridad con cada uno de nosotros, Cristo solidario hasta las últimas consecuencias, mira también (Col 2,9). Piensa que esta renuncia o Kenosis toca Hoy tu vida… Como hace  Siglos la vida del propio Jesús.   


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