RELACIÓN ENTRE FE Y RAZÓN EN EL ÁMBITO FORMATIVO. REFLEXIÓN.
La Espiritualidad Cristiana, se nutre profundamente de la capacidad racional que desplegamos movidos por la necesidad de argumentar, incluso, nuestras relaciones con el Mundo (Entrono Somático). Es recurrente escuchar en nuestro medio que algunos pretendan desestimar la Filosofía como primordial en el proceso del Conocimiento, esta postura es fruto de complejos Imaginarios, sobre el estudio y particularmente sobre la Filosofía y sus Ciencias afines, suponiendo que el “Problema Filosófico”, “Espiritualiza” la materia y no la trascendencia de nuestro pensamiento o Razón Religiosa indistintamente si anima las relaciones vitales (y sus relacionales), recordemos que la Cosmovisión de esta Iglesia define a la Ciencia como “Vehículo revelador de la Perfección Divina”, y para la percepción de nuestro Mundo, consideramos vital el problema Filosófico-Científico. Como una Vía de Revelación Divina…
Nuestra Formación apunta a la “Debida Ciencia” que a su vez nos indica la necesidad de estar preparados y a la vanguardia del “Problema Humano” como quiera que los interrogantes más polémicos de nuestra Realidad requieran ser abordados desde la Reflexión Científica… (Desde una Hipótesis, hasta el problema fenomenológico, pasando por una factible postura axiomática, según sea la discusión).
Diría San Agustín al respecto (Credo ut intelligan), Creer para Conocer, relación necesaria (Intrínseca), entre conocimiento y fe, lo que sería: Para desarrollar el conocimiento es necesaria la Gracia de Dios. Asumimos que la Razón puede conocer si Dios le concede la “Iluminación”… PLotino (Neoplatónico). Asume que la Razón guía nuestro conocimiento y traslada el problema del Conocimiento a las Formas u Objetos particulares que percibimos… En consonancia con la tesis Agustiniana, diremos que la primicia del Conocimiento es atendido por la Fe, para ser incorporado al ejercicio necesario del Conocimiento…
San Anselmo (Siglo XI), Plantea este problema invirtiendo los elementos en variables definitivos (Como San Agustín, pero sin la tesis de la Iluminación). Su tesis sostiene “El punto de partida debe ser la Fe, pero es necesario completar la fe con la Razón” Su argumento, asume que no es solo Creer también lo es conocer lo que se cree… La verdad es más nuestra en la medida que más la conocemos. Esta postura (Escuela Occidental), logra Espiritualizar el problema del conocimiento vinculando la Fe a la experiencia del creyente que constantemente “Es Modificador Histórico, de la Historia” puesto que no se puede sustraer de la Historia que es Fruto de su accionar y su Antropología, incluso la vincula a lo Trascendente… Argumentar nuestra Fe, equivale ciertamente a Conocerla y vivirla.
“Ama y haz lo que Quieras”, Sentencia Agustiniana que nos introduce en el Ordo Amoris, o el Orden que da el Amor, la Estética Agustiniana, no es meramente Subjetiva como se podría pensar, es sobre todo, fruto de la experiencia tanto Espiritual como del Intelecto… Este principio de realidad une estrechamente el Acto Humano, a la búsqueda de la Verdad, lo nutre de tal forma que no es un mero problema Axiológico o Epistemológico, es por decirlo de alguna manera “ Interprete autorizado de la Realidad que existe, y no solo por nuestro Conocimiento” Es una primicia Ontológica, pero a priori para algunos Empirista, incluso materialista…
Recordemos que el ejercicio de nuestra Racionalidad, es y será siempre en perspectiva Divina, es Identitativa en Dios y Esencial a nosotros… (Cof. Relato sobre la Creación del Ser Humano. Gn). Cuya percepción de la Realidad toca aun, lo más profundo de la existencia Humana… Creer, esta Ontológicamente relacionado con Conocer y versus…
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