DOMINGO DE
RESURRECCIÓN. CRISTO VIVE GLORIOSO. Hechos de los
Apóstoles capítulo 10 versiculos 34-43. Salmo 118: 1-2, 14-24.
Colosenses capítulos 3 versiculos 1-4. Juan capítulo 20 versiculos 1-18.
Aquel anunciado por los
profetas, esperado por los patriarcas se hace presente en el mundo portando la
luz imperecedera de su amor por la humanidad. Aquel que estaba presente desde
antes de la fundación del universo. Aquel en cuya presencia el Padre Dios creó
los cielos y la tierra. Aquel anunciado por el ángel a una Virgen Niña
desposada con un buen hombre de nombre José. Aquel que lloró por su amigo
Lázaro y dio Agua Viva. Aquel que perdonó, sanó y liberó, pero por
sobre todo se convirtió en la medida de lo que en su corazón no tiene medida el
Amor… El fenómeno de la Resurrección hoy lo vivimos a partir de la
Fe que su Gracia y amor deposita en nuestros corazones. Dios Padre nos ama con
un amor tan grande que parece una madre, exclamación de uno de los personajes
más sobresalientes del siglo XX estamos hablando de Juan XXIII esta
realidad es la que nos concede el poder existir y trascender. Somos la marca y
huella como Vestigia del amor de Dios ya que solo Dios cuando ama Crea.
Santísimo Día en el que la creación expectante y la Iglesia se alegran y celebran
que Cristo entregó para luego tomar su vida como ofrenda de amor necesaria que
opera nuestra Salvación. Día preclaro en el que la humanidad huele a
eternidad (1). Día mayor entre todos los demás días en el que desde
los patriarcas y profetas hasta el último de los nacidos de mujer celebran el
triunfo de Cristo Redentor. Día sin igual en el que la vida desprendida de la
tumba anuncia que la muerte ya no estará en el panorama trascendido del ser
humano y la Esperanza deja a un lado la mortaja para reinar entre
nosotros (2). Hoy en esta mañana no hay otra mayor cosa o proeza que
celebrar la victoria de Cristo el Salvador. Nada queda entre nosotros y Dios
que no sea superado por su amor y su misericordia. Digamos todos
unidos viva el Señor triunfante y glorioso listo para ir al Padre y dejar entre
nosotros su corazón. Apenas iniciamos el camino de vivenciar el
triunfo de Cristo y su resurrección. Estamos empeñados en difundir que Cristo
está vivo y reinando en nosotros los bautizados.
La espiritualidad que adorna
la vida de Fe del bautizado refleja en su configuración una dosis grande de
sacrificio, aunque no sea siempre interpretado de esta manera. Nuestros
sufrimientos se unen a los de la víctima sacrificada, en este caso a Cristo,
convirtiéndose en una auténtica ofrenda salida de nosotros y no de alguien
más. Es afirmar simplemente que el dolor y todo lo que este implica no
está ni estará lejos de nuestra propia vocación a la santidad y por ende a la
salvación (3). Todo bautizado que sufre sabe que no está solo y que de
esta manera suple en su ser las imperfecciones de su existencia, es asumir el
valor del sufrimiento y no verlo como un castigo, en esto nos distanciamos del
judaísmo. El sufrimiento abre también las puertas del Reino de Dios
porque nos emparenta con el Cristo sufriente y resucitado (4). El amor
ocupa un puesto vital en esta concepción ya que sin amor nada de lo anterior
tendría objeto (visión Paulina). En la tradición del pueblo hebreo encontramos
afinidad con un “lugar” o destino final para algunos, asunto reiterativo
en el pensamiento griego el Sheol es la figura de un “Lugar
de sombras y sufrimientos” que como estado no es fácilmente percibido pero
relaciona una especie de Retribución en quienes lo padecen, si miramos el “Mito
de la Caverna” de Platón vemos que la imposibilidad de
aquel sitio impide al intelecto humano ser iluminado y le hace presa
de su ignorancia la cual asume identidad como si fuera un ente, este
pensamiento es anterior a la concepción cristiana de “cielo” o reino
de los cielos así como la nueva Jerusalén que más que un lugar busca
generar la idea de un estado de perfección adaptado en figura a la memoria
religiosa del pueblo judío, Orígenes es el primer PP. de la Iglesia en hablar
sobre estos llamados estados de las almas de los seres humanos una vez fallecen
y en su reflexión no contempla la posibilidad de un infierno eterno, emplea una
figura menos drástica y pasajera que solo es relacionada hoy con el llamado
Purgatorio, Orígenes habla de Penas Medicinales es decir, que el
alma permanece imposibilitada de “ver”(5) a Dios por un periodo
espiritual mientras se purifica, para Orígenes no era viable la existencia de
la condenación eterna, desde luego la Iglesia se apresuró a condenar su tesis
sobre imposibilidad de condena eterna pero le dio vida a la inclinación por el
llamado Purgatorio, es interesante que tengamos presente que los PP. de la
Iglesia no se desgastaron en este asunto y que en realidad lo tocaron muy pocas
veces por lo que no tenemos muchos insumos al respecto, durante los primeros IX
siglos de la Iglesia no se interesaron por el asunto, pero durante el medio evo
renació un latente intereses por estas definiciones dado el poder estratégico
que implicaba la existencia de las Indulgencias para la economía y la política
del Vaticano, digamos que nosotros conservamos la postura de la Iglesia
en la época de los PP. Y no estamos interesados en justificar la privación
temporal de ningún ser humano o su imposibilidad de “ver” a Dios, la visión
Beatifica es clara y sabemos que ver a Dios implica ser Divinizados o
deificados por su amor manifestado en la Gracia del resucitado (6)…
Retomando la línea de
Pensamiento solo en el Siglo V un Símbolo de Fe hace mención breve al respecto
estamos hablando del Quicumque en la perspectiva de los PP.
Latinos encontramos las palabras del Hiponense que se ajustan en su contenido e
intencionalidad a la propuesta de estas épocas: Es el dolor absoluto por la
ausencia de Dios, es la total soledad, digamos que ya el Hiponense ve la
necesidad de una escatología que supere la colectiva de los PP. de la Iglesia
se afianza la escatología individual que siglos después durante la Contrarreforma se
apropia de este pensamiento (Iglesia de Roma) pero no obstante
mantiene su postura de la existencia del Purgatorio, el gran aporte de la
escatología individual es asumir la muerte como pasajera y conocer sus
distintos tipos o formas desde la muerte física a la espiritual.
Ignacio de
Antioquía condenado a muerte (siglo II) asume su muerte como un tránsito gozoso,
sin duda lo vivió bajo el modelo de la Iglesia primitiva que
consideraba muerte salvadora, el derramar la sangre por la Fe en Cristo, la
purificación es una realidad de carácter espiritual y toca por naturaleza a
todo ser humano sin que ello limite el perdón de Dios que sin duda repara
cuanto deba ser reparado en nosotros pero no deja fuera nuestra opción de vida
y voluntad así como nuestro Libre Albedrío,(7) el pensar en la
individualidad de nuestra salvación nunca podrá excluir la participación efectiva
de otras y otros en ella, nunca podrá significar que no cuenta más que nuestra
vida, creo es todo lo contrario la salvación llega en nuestras propias
circunstancias de vida y no es factible desconocer la vida que otros gastaron
junto a la nuestra y la cantidad de relaciones que construimos con el paso del
tiempo, nuestra connotación Social es innegable y francamente esencial a toda
persona humana, recordemos que nuestra naturaleza es especifica por ser
heredada lo que implica temperamento, carácter, personalidad, ego, alter ego,
superego, y demás elementos de nuestro ser espiritual, cada
circunstancia de vida es asumida por Cristo y como diría el Hiponense “Nada
de lo Humano le es desconocido”. En cuanto a la edad media la concepción
como apuntamos cambió dramáticamente y se pensó maliciosamente en un juicio
universal terrible y cruel así como destructivo, que más que misericordia
mostraban a un Dios más humano que divino lleno de rencor por los extravíos de
la humanidad y que estaba dispuesto a separar a sus hijos según el grado
de moralidad e intencionalidad de sus acciones, la mediación
personal fue demolida y se estableció hasta nuestros días la colectiva en clara
contravía con los principios de los PP. de la Iglesia y rebuscaron tanto textos
inspirados como escritos de los PP. Para justificar el miedo e infringir
terror, el llamado Infierno fue reabierto hace pocos años como si se tratara de
un mercado o feria de pueblo, se ignoró la teología del siglo XX y grandes
teólogos como Rahner que afirmaron la teología de la FRUSTRACIÓN DEL
SER tal como lo expresaba el Hiponense Siglos pasados.
La Resurrección es
también una realidad que idealiza y plenifica nuestra propia antropología y la
hace trascendente cuando se ve así misma libre del desorden que introduce el
pecado, no es un mito que toda acción como obra de Gracia es importante, no es
un mito el espiritualizar nuestra conducta como persona humana y vivir los
máximos del Evangelio y su lucha contra toda forma de injusticia que sin
importar su tamaño o incidencia es y será ausencia de Gracia como tal. Quiero
tomar las palabras de Agustín de Hipona, cuando asume sobre el Estado y su
Gobierno la necesidad de la coherencia como signo de Justicia: “De las leyes
injustas se muestra ausente el Pueblo”, lo mismo equipara las inclinaciones
de una persona que a la postre terminan separándolo de los suyos o de los demás
en clara oposición a la resurrección, no olvidemos que el hacernos “viles”
para el Hiponense es el pasar bajo el dominio de la irracionalidad de la
esclavitud personal y estructural que golpea nuestras naciones, basta suponer
que en el plano personal tanto los vicios como las pocas o nulas oportunidades
de promoción son alimento de los comportamientos viles y por lo tanto
esclavizantes, estos comportamientos esclavizan a los bautizados y retrasan por
decirlo de alguna manera la manifestación del Reino y su Justicia.
Nuestra definición
ontológica deja de ser la habitual para responder a los influjos de la Gracia
por lo que se hace imperioso permitir que la Gracia trabaje de nuestras manos
en la construcción de la sociedad y en el afianzamiento de nuestros valores que
sean fruto de una Axiología justa y ordenada, la Gracia es la única capaz de
asegurar que nuestra resurrección sea total y totalizante, es decir, que sea
salvada cada una de nuestras circunstancias de vida, la vida entra en una
constante “Conversación” con los acontecimientos que la rodean, es como
decir, que nuestra respuesta al mundo es nuestra postura abierta y en dialogo
permanente, en términos de Rahner somos: El ser de trascendencia hacia el mundo
y hacia Dios como esencialmente abiertos a nuestra referencia que básicamente
es Dios y lo que Él quiso revelarnos gratuitamente… Dios se Auto-comunica y
nuestra percepción será siempre movida por la subjetividad. De esta forma
concluimos que nuestra postura es trascendental y nuestra antropología abierta
al conocimiento de Dios, Dios se auto comunica en una dimensión que involucra
lo estructural de la sociedad-comunidad, el futuro absoluto de toda realidad
pasa por esta percepción o su Re-Centramiento antropológico,
establecemos una muy especial Teoría del Conocimiento que
relaciona para nosotros sus principios elementales como lo son el sujeto
cognoscible y el objeto conocido, es pues el fundamento de los trascendentales
del objeto mismo, es para nuestra interpretación de la relación salvífica en
este caso con nuestro Dios en la Persona de su Hijo. El fenómeno llamado
resurrección supera el mito llamado resurrección, puesto que partiendo de algo
que podría sonar “fabuloso” a cualquier persona lo potencia desde la misma
experiencia de Fe que a diferencia de la experiencia material y sensorial se
atiene a la Fe y la posibilidad de vivir en una perspectiva tan distinta como
lo es la noción de presente y pasado en nosotros, pero a diferencia de la
realidad perceptiva del tiempo el creer que Cristo resucitó es fundamento de
todas las anteriores… La Fe no potencia aquello cuya praxis no adquiera el
carácter de creíble, es decir, la Fe no tiene bases sobre la implicación que
cuestiona tales eventos, estamos hablando desde nuestra personal experiencia de
Fe (8).
En la perspectiva de
nuestra experiencia bautismal vivimos inmersos en un continuo movimiento del
alma a la resurrección que inicia en la cotidianidad de nuestras acciones y
formalmente se hace concreta en la muerte. El bautizado reconoce que
el Espíritu Santo es el agente activo en todos los procesos que revelan a Dios
en la historia del todo y en la historia del individuo, es el poder de Dios
revelado en la Tercera Persona de la SS. Trinidad, no es
imperativo discutir si nuestra postura es “Subordinacioncita” puesto que
sabemos que no es tal, digamos que nuestra Fe es iluminada por Cristo CAUSA
MERITORIA (Juan capítulo 12 versiculo 32) de la
misma, solo Jesús logró para la humanidad esta relación sin precedentes entre
Dios y los hombres buscando así nuestra justificación. Las Cristofanías (9)
sobresalen por su particular forma de concreción y desde esta perspectiva
salvífica las asociamos a Dios que se revela en su adorado Hijo, quizá una de
las más ilustrativas y de mayor significación es precisamente la desarrollada
camino a Emaús que Lucas recrea en un medio dinámico pero reflexivo donde la
interioridad privilegia el goce de los sentidos haciendo de este pasaje
evangélico el de mayor trascendencia en el contexto pascual y
pos-pascual la interioridad que aflora es fruto de la experiencia
previa a la Pasión y Muerte del Salvador haciendo toda la fuerza del texto en
la resurrección ya no como acontecimiento formal sino desde la perspectiva de
los amigos que son capaces de sentir la presencia de su Señor, aquí la
discusión no está centrada en el COMO de la resurrección
sino en la manera de percibirla por parte del bautizado que sin estar
presente ACTUALIZA esta acción salvadora de Dios, es por
demás una Cristofanía bien poderosa al punto de revelar en
Cristo, UNA CUALIDAD NUEVA COMO HIJO Y COMO DIOS, (10) estas
cualidades que solo la Fe y la intimidad espiritual pueden conocer son el
preámbulo de la glorificación del Salvador en su Naturaleza Humana, En Emaús
queda claro que las apariencias seden su lugar cognoscible a la forma del
Espíritu y que desde la Fe es verificable cualquier manifestación de Dios pero
que en ausencia de esta hasta una obviedad puede ser insalvable para nosotros,
la experiencia de “Caminar con el Salvador”(11) atañe a todos y cada uno
de los bautizados y este caminar asegura la madurez del creyente que
sabe aguantar el ritmo y verificar las motivaciones para cada recorrido.
La Resurrección
toca los corazones y busca en la intimidad la razón de su manifestación entre
nosotros, ellos no le reconocieron sino bajo los signos de su intimidad y
fraternidad, es decir, el resucitado se mostró como amigo y hermano despertó la
familiaridad en sus corazones como hace con nosotros (Lucas
capítulo 24 versiculos 13 y ss) esta inspiración que el autor pone
en boca del resucitado es fruto de la presencia del Espíritu Santo
Espiritualizando la Historia de Salvación Personal así como Eclesial, sin el
Espíritu de Dios era imposible que ellos reconocieran en sus corazones quien
les estaba hablando, de lo anterior concluimos que el Espíritu Santo es Causa
Formal de nuestra Fe y salvación y que sin Dios Espíritu Santo es imposible resucitar
ya que Dios Espíritu Santo es el revelador por antonomasia de la Voluntad
salvífica de Dios en la Persona de su Adorado Hijo (12). Las
manifestaciones de Cristo resucitado abandonan los exultantes recursos de lo
sobrenatural y se dan bajo el signo del amor que ve y no precisamente con los
ojos del cuerpo, y como preludio de nuestra futura y escatológica condición o
en términos teológicos actuales Nuestra Resurrección será la
Espiritualización a Semejanza de Cristo (1 Corintios capítulo 15
versiculo 44).
CIBERGRAFÍA Y
APUNTES.
1- Nota del autor.
2- Nota del autor.
3- Nota del autor.
4- Nota del autor.
5- Nota del autor.
6- Nota del autor.
7- Nota del autor.
8- Nota del autor.
9- Nota del autor.
10- Nota del autor.
11- Nota del autor.
12- Nota del autor.
13- ENSAYO... APUNTES
SOBRE LA RESURRECCIÓN DEL ...cristoeseltema.blogspot.com ›
ensayo-apuntes-sobre-la-resurrección.
14- NUESTRA COMPRENSIÓN
DEL CRISTO ... - Evangelio Prácticocristoeseltema.blogspot.com ›
nuestra-comprensión-del-cristo.
*** Las
citas bíblicas empleadas aquí corresponden a la versión digital de la Biblia
de Jerusalén. www.bibliatodo.com › la-biblia › versión ›
Biblia-de-Jerusalen
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