XXI DOMINGO
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Breve consideración del relato de Zaqueo. Lucas
capítulo 19 versículos 1-10.
“1. Entró en Jericó y
andaba por la ciudad. 2. Había allí un hombre, llamado Zaqueo, jefe de
publicanos y rico. 3. Intentaba ver a Jesús, pero no podía por la gente, porque
era bajo de estatura. 4. Se adelantó y se subió a un sicómoro para poder verlo,
porque iba a pasar por allí. 5. Cuando Jesús llegó al lugar, levantó los ojos y
le dijo: Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que hospedarme en tu
casa". 6. Bajó en seguida y lo recibió muy contento. 7. Al ver esto, todos
murmuraban y decían: Se ha hospedado en casa de un pecador. 8. Zaqueo, puesto
en pie, dijo al Señor: Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres; y
si he estafado a alguien, le devolveré cuatro veces más. 9. Jesús le dijo: Hoy
ha entrado la salvación en esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán.
10. El hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”
El relato Lucano que
escenifica la intervención de Zaqueo nos recuerda de manera enfática que no
importa el estado o trabajo que tengamos en el mundo y los privilegios que
emanan del mismo, lo auténticamente vital para nuestra existencia es la
salvación, los estereotipos de éxito en el mundo pueden contagiar espíritus
sensitivos incluso al interior de las iglesias, pero no significa que la lucha
por la vida pueda justificar tales inclinaciones interesadas. Zaqueo es figura
de la posibilidad siempre latente en nosotros de buscar soluciones a los
problemas e injusticias que hemos cometido a lo largo de nuestra vida. La ley
mosaica prevé la actitud tomada por este personaje de reponer lo tomado directa
o indirectamente gracias a la norma que lo puede permitir y justificar, en el
terreno de nuestra praxis social y cultural vemos como los salarios básicos se
fijan desde la legalidad de las leyes, pero no implica que ellos y otros
salarios sean justos, simplemente son respaldados por la ley, aunque la
moralidad diga otra cosa. Zaqueo vio un activo más importante para su vida y lo
buscó y precisamente su búsqueda lo llevará a los pies del Señor, se subió a un
árbol (sicómoro) a causa de su corta estatura, lo narra el Texto inspirado,
sabemos por esta acción que Zaqueo luchó con sus propias limitaciones para
poder ver al Maestro, nosotros estamos en la misma situación y debemos luchar
empleando los medios que la Iglesia pone a nuestro alcance.
El pecado puede y de
hecho se convierte en la mayor de las limitaciones envileciendo nuestra
existencia al punto de hacernos rechazar la Gracia y con ello la única
posibilidad de crecer auténticamente. La alegoría Agustiniana y los apuntes de
la Escuela de Alejandría dirán precisamente que la estatura de Zaqueo es la
limitación más que física espiritual que el pecado y el reemplazar a Dios con
ídolos como el dinero pueden ocasionar en la persona de los bautizados. Estas
limitaciones solo pueden ser vencidas por una verdadera conversión que nos
lleve a los pies del Cristo como sucedió con Zaqueo. Desde la perspectiva
teológica el ser considerados hijos de Abraham era el mayor de los privilegios
para los judíos, es decir, Zaqueo es llamado hijos de Abraham por el Señor lo
que implica una vivencia distinta al pecado que lo tenía preso. Una
consideración que sobre pasa la limitación de las acciones y recala en la
psique de los israelitas, Zaqueo era un hombre con fama de pecador como era
apenas natural para aquellos que cobraban impuestos para el imperio romano, era
costumbre que los romanos pusieran un tope económico para estos funcionarios y
lo demás correspondía a sus ganancias lo que sin duda los hacia cometer todo
tipo de injusticias para incrementar sus ingresos. Una vez más la ley no
implica exoneración del compromiso moral de actuar como corresponde. Zaqueo movido
por la Gracia reconoce que la perfección esta en ser justo y no sacar partido
de la ley. Su reflexión le ubica por sobre el interés material de su entorno.
El ser hijo de Abraham es una condición sobrepasada por mucho con relación a
ser hermanos de Cristo y herederos de su Reino, si la ley podía ser
interpretada de esta manera abusiva el Reino de Dios no. El compromiso de vida
y conversión manifestado indirectamente por la actitud de Zaqueo le permitirá
rehacer su vida y ser parte de quienes optan por Cristo sin miramiento alguno.
La salvación llega por
medio de la Voluntad salvífica de Dios y en cuanto a nosotros esta en nuestras
manos el ser parte de su Voluntad o rechazarla por caminar bajo la concepción
personal de riqueza. La posibilidad de edificar nuestra felicidad no puede
tener bases injustas. El amor es el contenido sobresaliente de nuestro caminar
bajo la guía del Evangelio de Cristo. Aquel personaje buscó una posición de
privilegios para ver al Salvador, dejó a un lado las ataduras del mundo para
ser verdaderamente libre. Aquí la Gracia de Dios se manifiesta en un
contundente cambio debida y actitudes frente al otro. Si no hay consideración
por los demás entonces todavía no hemos visto como Zaqueo vio al Señor. El
bautizado puede estar siendo retenido por el mundo que le dice, no necesitas
verlo simplemente vive y disfruta lo que te mereces, porque te lo ganaste. Es
también una primicia en teología política que podemos agregar a esta reflexión:
“nadie ha edificado una fortuna sin haber cometido algún tipo de injusticia,
luego las fortunas pueden ser consideradas inmorales” Tomás de Aquino. Desde luego bajo la consideración de acciones
que se aprovechan de otros en su intento de consolidarse, los cristianos
episcopales deben ser patrones, empleados y amigos justos en sus
responsabilidades y deberes. Lo anterior es parte el testimonio de vida que
debemos dar frente al mundo y la manera como este hace las cosas y los valores
que argumenta. Zaqueo entendió que el proceder bien lo acercaba al Reino de
Cristo y por esta razón cambió el poder del dinero por el poder de la
conversión y el amor en su vida. Un orden justo es básicamente la implantación
del mensaje cristiano en el espíritu y letra de nuestras leyes y
consideraciones de índole legal. El desarrollo de una vida de trabajo debe
animar a los bautizados a vivir según la praxis del mensaje de Cristo y valorar
sobre todas las cosas el amor como la mayor de las riquezas que podemos poseer
en el mundo, lo demás no trascenderá con nosotros.
Las enfermedades
espirituales se manifiestan en todo tipo de personas y situaciones, existen una
serie de patologías espirituales que podemos detectar y si es del caso tratar
para nuestro bienestar real. El manejo económico puede sufrir por nuestra falta
de experiencia o prudencia. Busquemos pues ayuda para reconocer estas
limitaciones y valorar los trabajos personales y de quienes están junto a
nosotros y conservemos su dignidad por sobre lo económico. Una asesoría
financiera es importante y también recursos para dignificar el ministerio de lo
contrario la injusticia será parte de la praxis eclesial. Siempre hay
oportunidad de retomar el camino apropiado porque la Gracia de Dios está
presente para dar luz a nuestro entendimiento y configurar nuestro caminar. Es
pues este personaje clara muestra del poder absoluto de la conversión o
metanoia, del volver sobre lo caminado y hacer que la justicia tome el control.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario