LA REFLEXIÓN TEOLÓGICA EN
LA PERSPECTIVA DE DOS TRADICIONES CONTEMPORÁNEAS.
INTRODUCCIÓN.
La doctrina es
un concepto mental, una amalgama de fe y conocimientos fraguados por la
experiencia… Gen Curtis Emerson LeMay,
1968.
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Bajo el manto de la reflexión teológica es posible objetivar los principios que son
en sí determinantes para la comprensión de las ideas y sus cosmovisiones, es
así, como las escuelas teológicas han mostrado
su intensidad académica bajo el paradigma de una reflexión abierta y en
absoluta postura dialogante, es aquí donde nuestro ejercicio teológico cobra su total interés y se fundamenta (1) la visión
del medio actual a problematizado sus características particulares, las
mismas que en las sociedades vecinas han determinado básicamente la comprensión
ético-moral radical que en los nuevos tiempos es particularmente agresiva
(2). Ratzinger ve una especie de
secuencialismo en los problemas teológicos contemporáneos (3) los mismos que se manifiestan bajo las
tesis de distintas corrientes teológicas como es el caso de Bultmann (4)
cuyo pensamiento alimentado por el existencialismo de Martin Heidegger
(5). En la comprensión heideggeriana, el
hombre es el ente privilegiado, al que interrogar por el ser, pues sólo a él le va su propio ser, es decir, mantiene
una específica relación de reconocimiento con él. La forma específica de ser que
corresponde al hombre es el Ser-ahí
(Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al ser-ahí como Ser-en-el-mundo. La distinción de la filosofía moderna, desde
Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo
totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre que se define por su relación con el mundo, que es
además práctica (ser a-la-mano)
antes que teórica (ser ante-los-ojos).
Para Bultmann esta postura fue oscura al punto de alejarse de ella y superar
así el estadio de madurez antropológica que sobresale en el Ser consciente de
su existencia como lo denominaría el propio Heidegger al que llamó Ser-ahí. Claramente se aleja para
centrar su discurso no en la experiencia de los existencialistas sino de la Fe
como la trascendencia que ordena absolutamente los pasos del creyente. El estar ahí cobra una dinámica dialéctica
distinta porque es totalmente una concepción antropológica del hombre para el
hombre, mientras que la Fe es en sí sobrenatural y corresponde a una realidad distinta a la enunciada por el
solo ejercicio del ser humano (6) claramente la respuesta de Heidegger es en sí
imperfecta ya que la vida pese a estos
estadios de madurez no es dueña de si como tal sino en cuanto a las acciones
que percibe y ordena el ser humano. No es posible desde la postura alemana de
esta época lograr un equilibrio estrictamente antropológico por la misma
limitación intrínseca de nuestra existencia racional consciente pero no dueña
de su conciencia (7) no podríamos dejar de mencionar a Herbert Marcuse (8) cuyo pensamiento se
desarrolla bajo el paradigma de la crítica radical contra el capitalismo de su
época, recordemos que la política
depende del dinero y este se suple de la economía y sus modelos, los mismos que
ahondaron la crisis alemana de la época.
Marcuse posee una elocuencia
hegeliana que sobresale en su crítica histórica de la economía y los medios de
producción pero todo es totalmente anti positivista ya que se centra en la
expectación no positiva del fenómeno político unido al medio económico (8).
Creo oportuno asumir que la influencia fenomenológica llega como legado de Kant
(9). La fenomenología abre la puerta según su autor y seguidores a un
conocimiento real de las cosas y dejar fuera la imposibilidad de conocer
formalmente algo o alguien. Bultmann en la concepción de su teología asume todo
lo opuesto hemos dicho que la Fe es para el objeto formal del conocimiento de
cualquier tipo de experiencia trascendente en el ser humano. Tal señalamiento cortó de raíz la posibilidad
así sea categóricamente intelectiva de conocer sin la Fe como la Causa
Eficiente de este conocimiento. Bultmann como teólogo afirma su especulación en la formalidad del
creer y en la Gracia que explícitamente asiste a quien conoce por revelación de
Dios. Bultmann remonta sus bases a la
comprensión de la materia de su racionalidad discursiva la misma que le permite
separarse incluso del bueno de Heidegger.
Vemos una especie de fenomenología no estrictamente compadecida del
término pero si de la revelación que se convierte en su experiencia consciente
para superar los estadios de pensamiento ambivalente y fetichero.
Este último término no-formal es práctico para designar su
posterior intento por desmitificar el
Evangelio y la comprensión del mensaje a los ojos del presente (10). Ahora debemos mirar hacia nuestra tradición y un testigo de la
misma en el siglo XX como es el caso de Eric Lionel Mascall (11). Identificó críticamente el secularismo y su
influencia en el pensamiento actual, a
diferencia de Bultmann su pensamiento
confluye en la esquematización consciente de la creencia religiosa y la forma como
el creyente vive coherentemente su relación con lo sobrenatural. (12). Eric Mascall
fue testigo de los procesos y eras de pensamiento veloces que se
experimentaron en el siglo anterior (XX). Eric Mascall como ninguno era actual a la hora de formular
sus inquietudes como son en síntesis el problema del secularismo y la irreal construcción espiritual de la
creencia en el medio en el que nos encontramos.
Mascall en su postura
Neo-escolástica sin duda asume en el ser humano la necesidad de la razón en los
procesos de Fe y a diferencia de Bultmann, creo que pudo
articular desde esta perspectiva su relación eidética con lo sobrenatural dando
sentido a la inclusión de la razón en la vivencia anglicana de la Fe y el
pensamiento sobre la base del albedrio que respira la racionalidad humana. Coinciden en la cuestión del origen del
cristianismo que descansa en la Encarnación y revelación de Dios al mundo.
(13). La dialéctica que se desprende de
tal concepción es similar tanto en uno como en otro autor y pensador.
Eric Lionel Mascall de tradición anglicana y Bultmann luterana. Hay otra coordenada o relación latente y es precisamente la
concepción de los evangelios como palabras expresadas en acciones por el propio
Jesús cuya veracidad ellos nunca la pusieron en consideración o con el ánimo de
refutación alguna.
MODELO SOCIAL
CRÍTICO.
La escenificación del ambiente
concebido por estos pensadores es
similar, Europa estaba re-escribiendo su historia y buscando consenso en su
interpretación política de la post-guerra. El capitalismo estaba en su máximo esplendor
y países como Francia, Alemania, el Reino Unido, entre otros, estaban al frente
en el modelo económico capitalista que estaba mutando por la influencia Estadounidense, más tarde se conocería como capitalismo
salvaje entrando en una era definitiva
de la modernidad cuyos fundamentos
estaban heridos de muerte, los discursos
políticos entraban en la fase de la conceptualización de los Derechos y el secularismo como
tendencia estaba en boga. La reconstrucción de Europa mediante la ayuda
norteamericana del llamado Plan Marshall, produce cambios significativos en la
Europa occidental al iniciarse los años cincuenta: la creciente voluntad de
cooperación internacional, da paso a la formación de organismos internacionales
cuyo fin último es la salvaguarda de la paz mediante diversos planteamientos de
tipo político, defensivo o económico. Tal fue el caso de la formación de la
CECA y de la posterior Comunidad Económica Europea, proyecto de integración
supranacional que fue tomando cuerpo y evolucionando hasta constituir la Unión
Europea. En la zona europeo oriental, la puesta en marcha de políticas
económicas planificadas así como el Pacto de Varsovia, permiten mantener la
unidad del Bloque del Este. (14) El mundo emergente de la guerra fría, conoció etapas de distensión que en la segunda mitad
de los años 80, y con la llegada de Gorbachov al poder, acabó con el sistema de
bloques a partir de la caída del Muro de Berlín, en 1989 y de la quiebra del
sistema comunista dos años más tarde.
La última etapa del siglo
XX, una de cuyas características esenciales está siendo la aceleración de la
historia, podría considerarse formando parte de una nueva era que la llegada
del año 2000 parece consagrar. El siglo XX que ha conocido los cambios más
espectaculares de la historia en campos muy diversos, acaba, no obstante, sin
haber podido establecer una auténtica y duradera paz en Europa. Sin contar los
conflictos y guerras que conoce el planeta y que no parecen tener pronta solución.
La situación europea sin duda facilitó
el ascenso de una teología no esperanzada en el ser humano sino en la
revelación bajo el modelo evangélico y las repercusiones de este Ethos
cristiano. El año 1989 puede ser visto,
por lo tanto, también como otra revisión de los resultados de una guerra, esta
vez de la Segunda Guerra Mundial. En la senda hacia esa nueva revisión
desempeñó un importante papel el descalabro político y moral de la Unión
Soviética. Con el empleo de tanques contra la población en su propia esfera de
influencia (1953 en la RDA, 1956 en Hungría y 1968 en Checoslovaquia), la URSS
perdió la legitimación política que en un principio pudo reclamar para sí como
vencedora del régimen nazi (15) En
combinación con el notorio fracaso en el desarrollo de una economía próspera,
el desastre político-moral de la URSS contribuyó notoriamente al colapso del
orden creado por ella, quedando así libre el camino para una reunificación
política de Alemania. Que esta tuviera lugar sin violencia, es decir, no como
acto bélico, sino como acto legal, fue la condición para la aceptación política
de la Alemania unida por parte de sus vecinos europeos. La memoria histórica y
política de 1989 es el más feliz recuerdo de los alemanes en 2014. El centro de
poder en Europa desapareció muchos años antes de la caída del muro de Berlín,
la teología protestante y anglicana de estas épocas es testiga de la nueva
balanza de poder que dividió Europa, estamos hablando de la influencia de la
URSS, Gran Bretaña, las potencias atómicas de Francia e Italia y la
re-estructuración alemana, no podemos olvidar que desde el siglo XVII los
británicos asumieron el rol de “policías mundiales” gracias a su dominio sobre
los mares y el comercio mundial, todo lo anterior queda a un lado con el
surgimiento de los EE.UU quienes asumen ese rol en la actualidad justo después de
la primera guerra mundial (16). La destrucción espiritual es grande y la crisis
de valores unidos a una Axiología y su fenomenología no se quedan atrás.
La esperanza es el primer
valor que aflora ante la crisis y sus consecuencias, la relación con Dios asume
un matiz distinto al quietismo que se observaba en las grandes capitales del
“viejo continente”. No hay respuesta al conflicto y mucho menos la posibilidad
de justificarlo y generar confianza de que aquello tan cruel no volverá a
surgir en el panorama de estas naciones. La última etapa del siglo XX, una de
cuyas características esenciales está siendo la aceleración de la historia,
podría considerarse formando parte de una nueva era que la llegada del año 2000
parece consagrar. El siglo XX que ha conocido los cambios más espectaculares de
la historia en campos muy diversos, acaba, no obstante, sin haber podido
establecer una auténtica y duradera paz en Europa. Sin contar los conflictos y
guerras que conoce el planeta y que no parecen tener pronta solución.
La Europa del XXI, pues, se presenta como una Europa en la que la democracia tiende a abrirse definitivo camino en los países del Este del continente, a los que la UE (17) tiende una mano que les ha permitido entrar a formar parte del club europeo. La economía de mercado constituye un nexo de unión que no pueden modificar los deseos de unidad política –interior y exterior– que plantean los europeístas más convencidos e integradores. La realidad de un final de siglo complejo y convulso, se impone aunque también se atisben posibilidades de mayor entendimiento y de mayor cooperación en un mundo interdependiente. Nuestros teólogos motivadores de esta reflexión no alcanzaron a ver el siglo XXI pero su pensamiento está vivo y latente y si se quiere agudo en algunas posturas de nuestro presente (18). La construcción dialéctica por la que pasan los europeos y particularmente nuestros autores no resta poder a tales vivencias y causas en su génesis plasmada. La respuesta antropológica es la primera en aflorar y buscar su soberanía como única alternativa a la guerra y al conflicto. La humanización del ser humano es la paradoja resultante de tales afirmaciones.
Sacar del escenario mundial el drama de la
guerra y la pobreza que toca poderosamente
a las personas aun en su naturaleza racional y reflexiva. Se hace
urgente rescatar a Cristo de entre tanto corazón exhorto en sus problemas y vivencias.
Doctrinas como el Personalismo de Emmanuel Mounier, Esperaba
“de todo progreso material que sea la base y la condición necesaria, pero de
ninguna manera la condición suficiente, de una vida más humana, y nunca su
plenitud o su alimento”. Pensaba que: “Una revolución por la abundancia, el
confort y la seguridad, si sus móviles no son más profundos, conduce, después
de las fiebres de la revuelta, de manera más segura a una generalización
execrable ideal pequeño-burgués que a una auténtica liberación espiritual…Es en
este sentido que denunciamos un humanismo del confort y de la abundancia
material, y no en nombre de un ascetismo sistemático que, por establecer una
norma colectiva, sería puramente exterior y sin valor formativo. Cuando
afirmamos que el hombre se salvará por la pobreza, no queremos perpetuar hipócritamente
la miseria, la degradante miseria. Queremos solamente decir que, una vez
vencida la miseria, cada uno debe estar libre de ataduras y de tranquilidad: a
cada uno le corresponde conocer sus fuerzas y su medida…no contraponemos
revolución espiritual a revolución material fecunda que no esté enraizada y
orientada espiritualmente…el trabajo revolucionario es mostrarle, en principio,
que el fin último de esta rebelión es la aceptación de una responsabilidad y la
voluntad de una superación,…y también el de educar desde ahora en una acción
responsable y libre, apunta Julio Anaya en su análisis sobre este autor
titulado: MOUNIER Y LA REVOLUCIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA (19). Este artículo
nos ofrece la posibilidad de despejar prontamente dudas sobre la tendencia
idealista de la escuela de Mounier (20). Su programada exposición encaja en la descripción de su influencia en la
teología protestante de la época y la reivindicación de la persona humana y
toda su singularidad. La cuestión de la sobreestimación de la libertad y esta
con el poder histórico de definir el derrotero de la humanidad puede dejar la
influencia del pensamiento cristiano fuera de su órbita y por lo tanto tal
tesis es eminentemente antropocéntrica como es el caso del análisis de la libertad
por parte de la escuela personalista. A diferencia de esta escuela el
Personalismo cristiano, y uno de sus mayores representantes, Agustín de Hipona,
centran su enfoque en el ser redimido cuyo ser persona y personal solo es
potenciado plenamente por Dios y el influjo de su Gracia. La definición de los
santos PP. griegos es sobre la connotación del ser humano divinizado por Dios
para la eternidad (21). La realidad
personalista entra en conflicto cuando necesita esperar la salvación y
reconocer que solo es posible por Dios y su amor esencialmente personal y por
ende relacional porque Dios es Persona (22).
PARALELISMO DOCTRINAL ENTRE BULTMANN Y ERIC MASCALL.
Aparece una dificultad a
todo proceso doctrinal y es precisamente el cómo introducir sus conceptos sin
perder de vista el orden de la exposición que se sujeta libremente a nuestra
propia concepción de la realidad descrita. En este punto que es el arx
illud o el punto
focal de la cuestión. La aproximación al español de su variante el Qué de la cuestión instrumentaliza el
análisis y los conceptos bajo el paradigma de la doctrina en la que vivimos el
propio Ethos de nuestra Fe. Eric Lionel Mascall (1905-1993)
británico, apartes de su pensamiento desprevenido como prefiero llamarle:
“La fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina
una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida
humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que
cualquier forma alternativa de vida y pensamiento”. Su antropología trasciende
no solo como enunciado sino como la confianza
misma en la humanidad y la siempre abierta puerta de posibilidades y
fracasos pero sobre todo de victorias y grandes triunfos (23). De sus muchas
obras solo quiero hacer mención de aquellas que al leerlas encontramos su
pensamiento tangible y hábilmente descrito:
Cristianismo secularizado: análisis y crítica. Barcelona: Editorial Kairos, 1969.
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Teología
y el Evangelio de Cristo: un ensayo de reorientación. Londres: SPCK, 1980.
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Palabras
e imágenes: un estudio en discurso teológico. Londres: Longmans, Green y Co.,
1957.
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ERIC
LIONEL MASCALL.
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RUDOLF
BULFMANN.
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Sostuvo que el
teísmo cristiano, lejos de entrar en conflicto con las ciencias naturales,
les proporcionó su mejor justificación metafísica… Dios es el creador infinito, auto existente e inmutable de todas las
cosas. El cristianismo, para él, consistía fundamentalmente
en el hecho de que el Creador, en la persona del Hijo, asumió nuestra
naturaleza humana para nuestra redención. Cuando observamos la postura de
Mascall no podemos dejar de pensar en el teísmo como fue enunciado por la
teología Tomista, encontramos similitudes propias del seguimiento dialectico
de esta escuela pero aflora también la concepción de un Dios amoroso que es
el Creador y todo ello por amor. Digamos que para este anglicano del siglo XX
el teísmo adoptado reivindica la soberanía creadora de Dios, no se detiene
en la consideración naturalista sino que asume el orden vital de la creación
particularmente la espiritual donde encaja la conciencia humana perfectamente… (24).
Para
comprender la connotación de su pensamiento es necesario decir que Mascall
propendió por enunciados claros y concisos
sobre la teología de la Iglesia. Evitando de esta manera los dramas y
equivocaciones de doctrinas inventadas y seguidas por comodidad como se puede
percibir en otros teólogos cuyo influjo está palpable.
Mascall
establece que las enseñanzas de nuestra religión en el plano de verdades de
Fe pueden ser defendidas sin riesgo a indiferentismos y confusiones pero para
tales alcances el orden y la salvaguardia doctrinal debe ser radical.
La
relación de la Gracia con la naturaleza se expresa en el ser humano y su
necesidad de Dios, esa necesidad sin perder de vista su existencialidad se
hace palpable en la relación salvífica que dicta la conciencia del bautizado
que se acerca a Dios.
En su
pensamiento la llamada teología natural fue útil en alguna proporción
particularmente en la referencia directa del Dios que se revela y del cual la
teología ya tiene su paradigma comunicativo que es el Verbo en la Encarnación
y en el Espíritu de Dios su constante actualización. (25).
A
diferencia de otros autores y teólogos su interés no es marcadamente
gobernado por la terminología teológica o filosófica, el corpus de su
reflexión emplea palabras y comparaciones al alcance de todos, no es una
exposición compleja en cuanto a los términos técnicos pero si absolutamente
clara desde la perspectiva de la lectura que un creyente puede hacer de su
obra.
En su
pensamiento las afirmaciones tacitas de la verdad objetiva en cuanto a la Fe
del cristiano ronda su mente y sus escritos, las analogías entre Dios y el
ser humano inician en la razón y lógica de los acontecimientos que gobiernan
la vida del ser humano. Mascall ve a Dios presente en el acontecer
cotidiano del ser humano y particularmente en la expresión de la naturaleza
credal (credo) del cristianismo. (26).
Mascall
se aproxima al pensamiento Agustiniano particularmente en la Escuela
Agustiniana del medioevo, empelando un término clave en la cosmovisión
teológica de san Buenaventura y me refiero a Contuición para significar la aprehensión de Dios en y
con sus criaturas… Esta relación es perceptible desde la experiencia
sensible del creyente y la empatía que puede conectarle con lo trascendente, aquí
el conocer intelectivo del ser humano tiene un parangón que no es
materialmente sujeto a nuestra naturaleza pero si es expresión de Dios y su
Ser Perfecto. En términos Agustinianos diríamos: Que conocemos porque Dios
nos creó y nos hizo para vivir en su presencia como el culmen de este viaje
plagado ahora de imperfecciones pero que por nuestro origen buscamos esta
realidad que trasciende.
Quiero
citar textualmente a: Actas de la
Academia Británica, 1994, 84, 409-418… Mascall era un anglicano de
toda la vida a pesar de su simpatía con el catolicismo romano y la
ortodoxia. A menudo se lo ha llamado anglo-católico. La descripción
es correcta en la medida en que si dividimos miembros de la comunión
anglicana entre católicos, liberales y evangélicos, debemos asignar Mascall
al primero de estos grupos. Así, sirvió en parroquias anglo-católicas y
mantuvo una visión característicamente anglo-católica del ministerio de la
Iglesia. Sin embargo, no había nada estrecho o intolerante en
él. En la medida en que entró en controversia con sus conciudadanos
anglicanos, lo hizo principalmente, no según los lineamientos del partido,
sino con el argumento de que negaban o al menos eran agnósticos con respecto
a las creencias fundamentales que, basándose firmemente en las Escrituras y
los credos, cristianos de todo tipo tienen en común. Así, en sus últimos
días, algunos de sus reproches más fuertes fueron administrados a aquellos teólogos
anglicanos que socavaron la creencia en la deidad y la resurrección de
Cristo. Su capacidad de comprensión ecuménica quedó demostrada por el
hecho de que en Londres encajó fácilmente en una facultad universitaria que
contenía maestros de varias denominaciones. En particular, tenía una
gran estima por sus colegas congregacionalistas y metodistas en New College y
Richmond College. (27)…
En 1975, por ejemplo, en el
interior del anglicanismo se abrió un encarnizado debate a propósito de la
ordenación de mujeres. El enfrentamiento manifestó la existencia de un
malestar cuyas causas son (Mascall cita a este propósito la opinión de Kemp,
obispo anglicano de ChiChes ter) un fuerte escepticismo prácticamente
universal y la pérdida de la fe en la perfecta Divinidad y Humanidad de
Cristo. A la luz de las implicaciones de estos dos episodios, Mascall plantea
el problema de la naturaleza de la acción social del cristiano. El
anglicanismo se ha señalado siempre por su preocupación humanitaria: pero
esta preocupación no ha sido simplemente una manifestación de bondad y de
compasión. (28). El análisis de la postura de Mascall coincide con su
pensamiento sobre la secularización del cristianismo y como el Ethos y su
concepción de lo sagrado está mutando al punto de perder su identidad y la
Iglesia entra en un activismo social y cultural que en la mayoría de las
oportunidades son producto de ideas filantrópicas y no bajo la connotación de
la persona redimida en situación vergonzante y envilecimiento del bautizado.
(29).
La preocupación de Mascall por desarrollar
una actividad congruente con la lógica y orden de las Escrituras donde prima
el conocimiento del Evangelio entran también en sintonía de la realidad
antropológica tal y como las vivimos en el presente. La doctrina social de la Iglesia Anglicana, ha respondido al mundo
desde su lógica evangélica pero aun así queda mucho que madurar para lograr
un equilibrio entre el accionar social y la responsabilidad con el Evangelio
en medio de las carencias de unos y la abundancia de otros. Secularizando el
accionar eclesial solo se logra perder de vista el objetivo fundamental del
Evangelio y entrar en una secuencia absurda de activismo social que responde
solo en la perspectiva del ser humano y su cotidianidad material.
Nuestro teólogo ve con
preocupación cómo el indiferentismo y
la crisis teológica toca tanto a la Iglesia como a su misión y la
imagen que esta proyecta de Cristo al mundo. Es un conflicto dialectico que
acostumbró a los anglicanos a una forma segura de ver el mundo y sus
relaciones pero no desafortunadamente a ver a Dios en la vida y obra de la
Iglesia, creemos como Mascall que tal situación desprovista de lógica
religiosa está canjeando la Imagen de Dios e individualizando maliciosamente
las Personas de la Trinidad SS, al convertirlas en nominales de la respuesta
de nuestra sique, coincidimos en afirmar que el secularismo entra en la
doctrina para desconfigurar su fundamento y es preocupante como escuchamos
voces que propenden por destruir los límites permitidos en la incorporación
doctrinal para dejar sin fundamento su interpretación apegada a la norma, me
refiero a quienes expresan la necesidad de “re-escribir” la revelación
Escrita para que esta se adapte a sus necesidades, una secularización cuyo
paradigma es no tener paradigma distinto al ser humano y su concepción de la
libertad esencialmente antropológica y antropocéntrica… El hombre que
redime al hombre lo deja sin posibilidad de vivir la trascendencia y esclavo
de una sola concepción material de su realidad vivida y gastada en el mundo. (30).
Para Mascall Cristo no es solo la
clave de las relaciones con el Dios revelado, es más que esa expresión, es
por decirlo y definirlo, la esencia de la Fe y la Causa de la misma, es el
centro y centralidad de nuestra expresión de Fe en el mundo y su entorno. La imagen del Cristo glorificado es
definitivamente vital en su pensamiento, al punto de describir
dialécticamente un discurso centrado en su manifestación y por ende en el
accionar de la Iglesia hacia el mundo como factor decisivo en la búsqueda de
la perfección del bautizado. Una Iglesia viva que propende por la
consolidación de los referentes vitales de su ser donde la Resurrección es la
centralidad de la relación con el Cristo triunfante. (31). Mascall ve en
Cristo la plenitud de la vida de Dios pero su gran paradoja es precisamente
que con la Encarnación y la limitada expresión de la existencia física nunca
dejó de ser Dios y mucho menos se manifestó siempre al margen de las
categorías de pensamiento perceptibles por el ser humano (persona humana).
Esto último me encanta expresarlo desde la percepción historica de Mascall
sobre Dios en el misterio de su Adorado Hijo Encarnado. (32). Esta
Cristología de Mascall no está lejos de la concepción de Bultmann sobre el
Dios hecho hombre bajo las categorías humanas que abrazó en la Encarnación.
Los puntos teológicos analizados más distantes entre Mascall y Bultmann son
sin duda los relacionados con la
construcción del mito y la desmitificación
de los evangelios, Mascall cree absolutamente en todo su contenido y no
es tan pero tan pragmático y discursivo como Bultmann pero las diferencias en
ultimas no son tan notorias como para establecer una dicotomía historica al
respecto. Mascall se mueve a merced de los vientos de la tradición y por lo
tanto en la concepción teológica de la hermenéutica bíblica está centrado en
el ser acontecido de los PP. De la Iglesia siendo ellos su carta de
navegación teológica y ya que en ellos no existió la posibilidad del análisis del mito en el Texto del
Evangelio tampoco lo encontramos en
Mascall. (33).
Mascall llama a los teólogos a
presentar una exposición coherente con los tiempos y la naturaleza del
Evangelio que vivimos en el hoy de nuestra historia personal y colectiva pero
insiste en que tal interpretación no puede salirse de la naturaleza revelada
en ellos. (34). La actualidad enunciada por Mascall no está relacionada con
el mito expresado por Bultmann en su obra sobre Cristología, ellos son
coincidentes en la Soteriología que manifiesta el Señorío de Cristo. (35).
A diferencia de la teología alemana la
inglesa está adornada si se quiere emplear este término por ideas propias de
concepciones de una especie de teología “física” condenada por Newman por considerarla pobre y sin
resultado alguno, pero desde el propio Hooker es posible ver la concreción de
las ideas sobre la creación y las relaciones vitales de los seres y las leyes
naturales, paradójicamente Mascall no se detiene en tales concepciones sino
que reivindica al Dios Creador y ordenador de cuanto existe más que visto en
ellas es visto por el corazón del creyente que las vive y sufre positivamente
hablando, recordemos que prima el teísmo a no ser confundido con el panteísmo
de cualquier otra concepción historica de la realidad creada. (36). Mascall
es ingles pero su mente viaja fuera de los límites de la especulación propia
de los ingleses, en el futuro
tendríamos que ver la posible relación de su corpus teológico con el de un
insigne inglés, que tarde o temprano deberá ser considerado el ultimo Padre
de la Iglesia latina, me refiero a Beda el Venerable.
La
espiritualidad de su pensamiento se centra en la Eucaristía como era de
esperarse y defiende el carácter sacrificial de la Eucaristía frente a
corrientes ultramodernas que desean ver solo un recuerdo sin conexión con el
presente.
(37). Sin duda entre líneas con su afirmación sobre el valor del sacrificio
de la Eucaristía encontramos las líneas Agustinianas, (desde luego no del
Tomismo) sino de Buenaventura y su interpretación de la subjetividad unida a
la Fe del creyente y el valor significante de la Eucaristía por sobre
consideraciones ritualistas o de la materia misma del sacramento, esto es,
sobre las especies consagradas. Recordemos
que en la praxis de nuestra espiritualidad en muchas de nuestras
congregaciones la reserva eucarística posee conceptualmente la misma
significación dialéctica que la celebración en el acto de la liturgia. Esto
último ni siquiera entra en la consideración sobre la consustancialidad o
transustancialdad… Mascall se refiere sobre todo al valor espiritual. (38).
La diferencia en Mascall radica
en la percepción del Evangelio como
fundamento primordial del cristianismo y la manera como las enseñanzas
calan en la dimensión espiritual del bautizado. El ser eclesial es definitivo
en su teología a diferencia de Bultmann por su tradición y concepto personal
de la comunidad de fe. Este Anglicano percibe el ser eclesial como el
fundamento de toda posible expresión de Fe centrando el misterio salvífico en
la gratuidad de Dios y su ofrecimiento a la comunidad de los vivientes
entendiendo esto último como la manifestación de la Gracia dispuesta a
permear al ser humano en donde este se encuentre, Mascall desarrolla una doctrina
eclesiológica en la misma dirección que la recibe de los PP. de la Iglesia y
de la praxis del anglicanismo en su Nación.
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Muy interesante la postura de
este teólogo alemán, que centra su fe y la Fe de la Iglesia no en el Cristo
revelado portentosamente sino en la expresión de la Fe del bautizado que pasando por sobre todo
tipo de consideración acude a Jesús y le reconoce como su Señor. Es pues la Fe en el resucitado un
ejercicio dinámico de espiritualidad y no la constatación de datos de índole
históricos. Como Mascall, tiene claro la existencia de un Dios amoroso
revelado en las Escrituras y en la praxis de la tradición de la Iglesia (bajo
su percepción doctrinal) (39). Eso si,
sigue el camino de Pablo por indagar y mostrar al Jesús histórico, a aquel
que vivió y construyó su mensaje en un medio comprometido por distintos
matices hasta de índole político y económico, el Jesús histórico aun así no
es tan determinante ya que según el autor alemán conocemos poco sobre su
vida, solo lo relatado en los evangelios.
En
el contexto de la dialéctica de Bultmann la Iglesia primitiva idealizó
algunas manifestaciones del Señor al no tener muchos elementos de juicio para
construir una relación dialéctica centrada en su persona encarnada (40).
La
forma en que Jesús nos encuentra es a través del kerigma: mediante la palabra
de la proclamación Cristiana, cuando cuidadosamente la despojamos de
su ropaje mitológico. Jesús es sólo de importancia porque es la “ocasión” de
la proclamación que nos desafía a decidir. Cuando decimos Jesús es Dios,
es decir, no estamos hablando de Jesús como se muestra a sí mismo - para
Bultmann, eso sería una objetificación sin sentido. Más bien, estamos
hablando del significado de Jesús para mí (41). En esta concepción subjetiva
Bultmann deja claro que la manifestación de Cristo es consecuencia de la Fe
de sus amigos y discípulos y que la Fe desde tal dimensión es en sí
transformadora de la realidad percibida por la Fe del creyente. El afirmar la naturaleza Divina de Jesús
compete también a la conciencia que traduce tal relación de índole espiritual
(42).
El Kerigma es el encuentro
fundamental con el Cristo revelado y la base de la fundamentación eclesial
que da testimonio de su resurrección. De esta manera la Iglesia se atestigua
así misma lo que ha creído de su Señor.
Bultmann ve con gran dificultad la respuesta de un mundo moderno que no busca
ya en la doctrina la explicitación de su Fe y tradición sino que cuestiona la
necesidad de una inmediatez mediática de las expresiones de Fe. Una tal
sujeción a la historia de la Iglesia no hace hoy impacto y muchos clérigos creen que el “tiempo de los PP. de
la Iglesia ya terminó” y solo buscan fenómenos inmediatos como el
pentecostalianismo (43).
Bultmann y Mascall encuentran una
cierta igualdad en conceptos, al menos los percibimos de esta manera en lo
referente a la lógica de los acontecimientos salvíficos desprovistos de mitos
aportados por la trasmisión discursiva de los mismos antes de ser escritos y
testimoniados por la Iglesia en el siglo IV. Mascall está pensando en la naturaleza credal de la Iglesia y Bultmann
en la expresión local sin tener necesariamente un vínculo universal. La
concepción de Bultmann puede sonar aun
cierto existencialismo demostrado por la praxis de sus contenidos al suponer
la configuración mítica y mitológica del Evangelio con acciones según el
alemán poco probables de la vida del
Señor. En lo personal encuentro una
dificultad compleja al asumir una forma distinta de ver el contenido
salvífico de las Escrituras y donde el mito puede ser impuesto por sobre la
esencia revelada en la vida de la Iglesia y antes en la tradición judía. La tentación de desmitificar es grande y
más cuando sabemos que el mito formalmente nace de una expresión verdadera
aunque de menores dimensiones pero eso si autentica. El cuestionar el contenido Escrituristico puede determinar una
preconización insipiente del secularismo eclesial a niveles inmanejables para
la tradición eclesial que los anglicanos vivimos.
El intento de Bultmann por
autenticar los contenidos de la revelación Escrita es sobresaliente pero prefiero en lo personal la sujeción de
la tradición y la hermenéutica tradicional. No pretendemos una nueva forma
del Evangelio sino la coherente e historica interpretación de sus contenidos
(44). Sobre la autoridad de Pedro en la vida eclesial, Bultmann sostiene en su teoria que es dudosa
la autoridad de este ya que el mandato reposa en la autoridad entregada al
discípulo para la misión en el momento
y no por extensión para los que ocupan la catedra petrina. El presente de la
autoridad de Pedro no es discutido por Bultmann simplemente no considera tal
posibilidad por remitirla solo al momento histórico como tal. Incluso la
negación de este discípulo es vista por nuestro autor como consecuencia del
momento y el conocimiento del propio Pedro que desconocía sustancialmente la
identidad del Señor, aunque antes lo confesó. No está considerando como otros autores una especie de perdida
pasajera de la apostolicidad de Pedro y de los demás discípulos, encontramos
más bien un argumento Psicológico del estado personal del apóstol cuestionado
(45).
La Iglesia (eclesiología de
Bultmann) reconoce la institución en su vertiente más pura, nos referimos al
cristianismo primitivo, pero su definición nos ubica en el ser mismo de la
comunidad creyente a la que reconoce la necesaria institucionalización ya que
si hablamos de comunidad ya tácitamente cae en la esfera de la organización
para sobrevivir así y no ser dejada aun lado en la historia. Bultmann, asume la institucionalidad eclesial como
una necesidad más que de nuestro presente, del presente de los discípulos y
sus inmediatos sucesores, la fundación eclesial no es un acto jurídico sino
fruto de la praxis de estos hombres y mujeres. Tal postura entra en conflicto
con la necesidad mostrada por Pablo de institucionalizar ancianos en cada
congregación que fundaba o afianzaba (46).
El Señor resucitado y su entorno
eminentemente pascual es importante y definitivo para el creyente, no puede
existir la institución eclesial sin la vivencia de la Pascua. La Pascua es la relación de la Voluntad
salvífica de Dios revelada en su Hijo resucitado. Bultmann está preocupado
por la relación historica de estos acontecimientos y como son percibidos en nuestro presente, la experiencia de
Cristo en la conciencia del bautizado es relevante y vital para la vivencia
de su ser salvífico tanto histórico como trascendente, aquí encontramos uno
de los puntos que sin duda marcaron diferencia entre este autor y el
anglicano Mascall, ya que el segundo de ellos estaba centrado absolutamente
en el misterio pascual y Bultmann en la experiencia de la historia leída y
afrontada en el hoy de la reflexión de la Iglesia. Luego la Pascua se
convierte en un recuento de relatos pero no necesariamente trascendentes
ahora para la sique del creyente (47).
La
postura de Bultmann la desciframos en la connotación inmediata de su relación
con los eventos descritos por el Evangelio como una manera de evitar la
inclusión de contenidos ajenos a los hechos descritos. Para Bultmann la
interpretación teológica de la vida del Señor necesita ser leída una vez más
en el contexto de sus discípulos y de los bautizados del hoy de nuestro
presente, la fantasía no implica una construcción totalmente artificial sino
la inclusión de una cosmovisión de Fe de los creyentes de la época del Señor
(48).
Bultmann dio las bases al
concilio Vaticano II en la discusión sobre su propia eclesiología en cuanto
a los orígenes de la Iglesia. Bultmann
hace diferencia entre las Cartas de Pablo y las de Pedro así como del libro
de Hechos de los Apóstoles, asume que las cartas Paulinas trazan la ruta del
origen mismo de la Iglesia mientras que los escritos de Pedro y Lucas se
reducen a la exposición ministerial de la Iglesia centrando la autoridad en
los apóstoles y sus sucesores y no en la comunidad eclesial como tal, en este
punto en cuestión se encuentra con Mascall
ya que para el anglicano la autoridad eclesial radica más en la
comunidad eclesial que en los ministerios establecidos y no precisa
diferencia de gobierno sino de relación del ejercicio ministerial con el
pueblo congregado. Mascall ve como el pueblo o comunidad de bautizados es
quien da autenticidad al ministerio ordenado y a su autoridad como tal. Aquí
aflora la postura teológica de estos reformados en el seno de sus Iglesias,
aunque Mascall fue llamado Anglocatolico. La catolicidad descansa según esto
último en la comunidad eclesial y no solo en la autoridad y gobierno de la
Iglesia. Una visión eclesial eminentemente carismática nunca existió ni
existirá totalmente, en este punto focal coinciden una vez más estos
teólogos. El dinamismo de su pensamiento hace de Bultmann un visionario del
ser eclesial resumido en el mandato misionero y la inclusión del otro como el
objetivo de la misión. No se trata solo de anunciar al Señor sino de
encontrar al otro en este anuncio de vida (49). La historia entra en relación
directa con los acontecimientos descritos por los evangelios y la influencia
de los cristianos primitivos. En este punto Bultmann asume una propuesta
dialéctica nueva para su época y entorno, tal propuesta busca la descripción
más precisa de los hechos narrados (50).
Podemos decir que de manera
general este término es derivado del alemán Entmythologisierung, es una palabra
compuesta por el vocablo des, que en el contexto de la
palabra representa quitar, sacar, separar y la palabra mitologizacion que proviene de
la palabra mito, en términos teológicos se puede conceptualizar como una
interpretación existencial del mensaje cristiano (51) Según lo expuesto por Bultmann en el Nuevo
Testamento se puede encontrar el evangelio cristiano, y también la cosmogonía
del siglo primero, esta última es de índole mitológica. En este
aspecto del pensamiento Bultmann se muestra escéptico, nos está proponiendo
un método hermenéutico que confronta el pensamiento del hombre en su enclave
de modernidad (52).
Algunos teólogos consideran que una de las palabras claves para
entender la teología del siglo veinte es "desmitologización."
Este término como ya lo hemos estudiado anteriormente transcendió a través
de Rudolf Bultmann, cuando introdujo la idea en un ensayo de 1941.
Bultmann expresa que desmitologizar es, ante todo, un método
hermenéutico, es decir, un método de interpretación de exégesis. Es señalar
un procedimiento hermenéutico que interroga a las afirmaciones y textos
mitológicos acerca de su contenido real. Se propone interpretar el
nuevo testamento desde un punto de vista de la filosofía
existencialista y esto con el objeto de recatar el mensaje del Nuevo
Testamento para traerlo y presentarlo al hombre moderno, así que tal
desmitologización, consiste según Bultmann , en sacar o limpiar del Nuevo
Testamento todos los mitos, puesto que el hombre de ciencia o el hombre
moderno, no puede aceptar los aspectos mitológicos, ya que la
esencia del evangelio o kerigma es lo que debe ser presentado y
en la cual se debe creer. Sin embargo, existe un cuadro mítico en
el que está envuelta esta esencia, por ello se debe despojar al Kerigma de
toda la mitología que lo rodea, ya que debido a esto el verdadero
mensaje es rechazado.
Según lo expuesto por Bultmann en el Nuevo Testamento se puede
encontrar el Evangelio cristiano, y también la cosmogonía del siglo
primero, esta última es de índole mitológica (53). Según la propuesta
de Bultmann los estadios de la redacción de los Textos evangélicos fueron
influenciados por el pensamiento
clásico presente en Roma y en Grecia y que los judíos adheridos al
cristianismo lo traían como su nueva y segura cosmovisión, desde esta
perspectiva el autor alemán tiene razón, pero no olvidemos por otra parte,
que tales composiciones plasman la visión y significación de estas
experiencias en la sique de los autores sagrados, la conclusión es clara, la
influencia a manera de imaginarios en su redacción están presentes, o será
posible desde nuestra óptica, desconocer el influjo de la personalidad y
conciencia religiosa y eclesial de sus autores y/o redactores tardíos (54),
como es el caso de Juan. Miremos algo sobre los mitos que encuentra Bultmann
en la vida y obra del Señor:
El problema que ronda la cabeza
de Bultmann es precisamente como aterrizar el lenguaje evangélico en el
hombre moderno y su concepción de la trascendencia y la identidad de Jesús,
es una cuestión que tiene todo que ver con el lenguaje primitivo y las
imágenes que este genera en la conciencia y mente del hombre en sus distintos
estadios de percepción del mensaje.
Las imágenes de una persona culta difieren de una de poco conocimiento
ya que la información previa ha sido enriquecida por el conocimiento y/o la
vivencia de la fe. Esa seguridad
historica que Bultmann esgrimió fue paulatinamente rechazada por la comunidad
teológica. Esta postura Bultmaniana no descansa sobre el valor intrínseco de
las Escrituras como testimonio de Fe sino como argumento histórico-critico. La seguridad historica es difícil de medir
en términos elocuentes y ajustados a su problema, es decir, no es posible
hacer del mensaje del Evangelio un fenómeno comprensible desde el solo
argumento de su historicidad (56). Mascall no entra en esa línea de la
historicidad bíblica su interés es más apreciativo de las fuentes y recursos para nuestra Fe, preparar un
discurso teológico requiere de un componente trascendente que lo relaciona desde la perspectiva de la Fe, no es solo
un ejercicio escéptico o académico. Mascall está por demás inclinado bajo las
reglas hermenéuticas de la catolicidad a diferencia de Bultmann (57).
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ARGUMENTOS
POSITIVOS Y DISCORDANTES CON LA
TRADICIÓN EN LOS PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS DE
BULTMANN Y MASCALL.
Es interesante como
encontramos aspectos relacionados al menos por analogías especulativas (hipótesis)
entre uno y otro teólogos, cosas que al menos podemos percibir someramente si
sabemos dónde buscar y creo que es fundamental centrar tal búsqueda en las
Escrituras y en la relación misma con la tradición eclesial, los argumentos propuestos por estos autores
dan la idea de estar ante dos discursos muy distintos donde los intereses son
absolutamente opuestos. Recordemos que la exposición de contrarios no
necesariamente rompe la definición de una hipótesis y en la expresión negativa
es posible comprobar la excepción a la regla, las hipótesis contrarias son las
que en última instancia afirman coherentemente una relación y una excepción. Mascall
es ante toda consideración un anglo-católico, que al igual que Newman era
consciente de la relación salvífica entre la Iglesia local (Inglaterra) y la
catolicidad universal. Mientras que Bultmann se enfoca en la relación con las
Escrituras en la perspectiva de su desmitificación, digamos que se establece
una coincidencia formal en la dimensión salvífica de Cristo, eso sí, sin tocar
directamente la función mitológica de algunos relatos interpretados por los
autores sagrados. Mascall no somete el Evangelio a la constatación historica porque en su
pensamiento la expresión bíblica es la última instancia de la revelación así particularmente el Evangelio como tal.
Lo más sobresaliente de Bultmann sin
duda fue la capacidad de someter al concurso de la razón la estructura revelada como tal, el riesgo es
convertir en literatura piadosa la revelación. La sique Bultmaniana, encuentra
acomodo realmente en la idea de un mito desnaturalizado de la expresión de la
Fe de los creyentes pero ignora naturalmente la posición eclesial al respecto. La
ideología se manifiesta en la convicción de los valores que se construyen como
respuesta del Evangelio al medio relacional donde vive y manifiesta su Fe el
creyente. Un punto que encontramos en este teólogo alemán es precisamente la
necesidad de antropizar la revelación y dar así relevancia al ser humano frente
al mensaje revelado, tal antropología de la revelación deja lo sobrenatural
sometido solamente a la presión racional del ser humano. La historia literal (59) es negada por su postura, no reconoce valor
salvífico a la historia de Jesús entre nosotros sino a la interpretación
brillante de la Pascua como acontecimiento salvífico. El riesgo es convertir los relatos de la
resurrección en algo sin fundamento histórico y por ende proclive al mito en
cuanto a su contenido fantástico (si podemos emplear este término). Lo anterior
nos lleva a la interpretación existencial del cristianismo como una posible
respuesta subjetiva de la Fe en el bautizado y su relación indirecta con los
acontecimientos salvíficos que describen los evangelios. La razón de estos señalamientos descansa en la
percepción de una dialéctica que confronta profanamente lo sucedido en el drama
evangélico y lo pretende someter al análisis histórico de la subjetividad y
posibilidad material de tales acciones.
En cuanto a la postura
secularista de algunas afirmaciones, encontramos en Mascall todo lo opuesto,
este anglicano centra su exposición sobre los peligros de la secularización y
la forma como esta paulatinamente hace perder importancia en el presente a los
asuntos de índole sagrado. En tal dinámica discursiva podemos afirmar que en el
ánimo de fortalecer la eclesiología como tal pudo haber incurrido en un
señalamiento casi laical sobre el valor intrínseco de la comunidad de fe en la
vida eclesial al punto de hacer derivar los ministerios ordenados y de servicio
laico hasta alcanzar un estatus casi dogmático confiriéndoles un valor (laicos)
exagerado en la vida de la comunidad eclesial, como que la autoridad y
legalidad de la tradición descansara en manos del feligrés y su criterio. De
esta manera se puede desconocer el valor histórico de la tradición y enseñanzas
del corpus eclesial. La postura de Mascall enfrenta irremediablemente tanto a
la comunidad de Fe como a las autoridades constituidas por medio del ministerio
histórico. Los modelos culturales aquí son importantes ya que no es posible
desconocer cuanto ocurre orden a la participación y emancipación de los
ciudadanos de los procesos socio-culturales que viven y sufren constantemente. (60)…
La discusión se centra en lo mutable y lo inmutable teniendo presente que es la
sociedad la que define en gran parte la concepción de uno y otro termino. Las
cuestiones del entorno somático son relativas ya que los fenómenos sociales
modifican su valor y aceptación, ejemplo de ello son las concepciones de lo
sagrado que junto a sus tradiciones cada día entran en retirada de la sique del
bautizado, la espiritualidad no es hoy la misma que fue hace 70 años. Los
cambios de índole sociológicos modifican grandemente el paisaje mental del
bautizado, sus ciudades y pueblos no son
lo mismo que antes y las diversiones y cultura también son otras, de allí la
expresión popular: Todo tiempo pasado
fue mejor, aquí camina a pasos de gigante la secularización que enfrentó el
propio Mascall. Una incidencia tal en la vida del bautizado que le hace ver
lejana su relación con las enseñanzas de la Iglesia. La actualidad pasa por la
re-orientación negativa de la tradición al punto de descartarla como
experiencia positiva en la vida del
creyente. La historicidad de los relatos bíblicos no son materia de discusión
pero si de análisis y actualización de su Ethos en una cultura que evoluciona a
un ritmo acelerado. La afirmación de su Ethos parte de la necesidad de
insertarlos en el medio cotidiano del creyente donde no todo puede ser oración
y subjetividad también debe haber razón y reflexión cumpliendo una de las
máximas de nuestra cosmovisión sobre el uso o inclusión de los procesos
mentales de nuestro razonamiento (61). Lo positivo de Bultmann sin duda es la
centralidad Kerigmatica que hizo derivar hacia la Cruz y le concedió toda su
actualidad en la predicación cristiana. Nos recuerda que el centro de la Cruz
no es la redención de la humanidad sino el propio Cristo, es decir, todo tiene
su razón de ser gracias a Cristo y su obra salvífica… (62).
Las concepciones
Bultmanianas en si generaron una conciencia sobre la realidad antropizada de
nuestra Fe al entrar en contacto con el quehacer del ser humano y su propia
experiencia en el mundo donde construye relaciones. Estas relaciones y los vínculos que producen
son importantes en este pensamiento. El problema de lo anterior sin duda puede
pasar por la percepción de una Fe centrada en la humanidad y no en el misterio-entrega del Señor en la Cruz y
convertir la salvación en un acontecimiento no de absoluta gratuidad sino de
intervención meritoria del ser redimido. Este misterio es personal y la entrega
de Dios al ser humano parte precisamente de la visualización del Kerigma como
signo de Fe (63).
La realidad salvífica al
ser abordada como un acontecer que
vincula la experiencia humana actualiza el mensaje de Cristo en el redimido de
todas las épocas. Tal experiencia no es el tope de la apologética de la Iglesia
que defiende y más aún promueve sus enseñanzas en el corazón e intelecto del
bautizado, de esta forma toda instrucción puede sintetizar y debe hacerlo el
contenido doctrinal para no dejarlo solo a las experiencias sensibles del
creyente que a su manera muchas veces dice percibir la realidad de la
materialización de su Fe… La
hermenéutica no puede sufrir dramáticamente
con los tiempos, ella debe conservar la esencia interpretativa del mensaje, aun por
sobre consideraciones tan valederas como el cambio de tiempo y la asimilación
de otras formas culturales y la
desacreditación de muchos de
los elementos que antes eran tenidos por sagrados. Mascall
ve que la realidad percibida desde los
cambios termina por cambien en términos no positivos el contenido del corpus
eclesial en el bautizado. Miremos por un instante la verdad que es expresada en
el Evangelio y como está si pensamos que está sujeta a la cuestionable visión
personal de sus protagonistas deja en el acto de ser confiable y parafraseando
a Bultmann entonces se convierte en un mito que puede y debe ser cuestionado en
sus operaciones, semiótica, etimología y por demás re-significaciones. Mascall
no es re-significante en ninguna de sus propuestas es por el contrario
continuador de una tradición con la que se identifica totalmente. Aquí en
cambio Bultmann es totalmente antropocentrista y deja en manos del ser humano
la misma elección de los conceptos que redefinen la interpretación de la
historia y particularmente la salvífica como quiera que es la principal
connotación del Evangelio de Cristo. La Cristología
es totalmente y absolutamente
salvífica en estos autores, desde luego, con sus percepciones de la relación
historica de los relatos evangélicos como expresábamos antes. El hombre como
expresión de su naturaleza racional y ella singular no percibe con facilidad
las cosas de Dios por lo que el Espíritu de Dios se revela superando así la
subjetividad salvífica interpretada por algunos en la actualidad. Este tipo de subjetividad rechaza
sistemáticamente los signos de la universalidad de nuestra Fe para centrarse en
el intento de institucionalizar una sola forma de vivir localmente la Fe en
Cristo y/o en sus ritos. Sin duda que estudiando a Mascall encontramos
similitud con la anterior afirmación personal (64). La cuestión eclesiológica
descansa en la comunidad de creyentes pero también reconoce signos visibles de
la autoridad como Institución. Lo expuesto es solo generalidades de los
contenidos teológico-reflexivos de los teólogos citados en el presente ensayo
que puede orientarnos sobre la tendencia asumida por los mismos.
BIBLIOGRAFÍA/
CIBERGRAFIA/FUENTES/APUNTES PERSONALES.
1- Nota del autor.
2- La Revista Católica 84 (Santiago, 1984), p. 13-23.
3- Encuentro con las Comisiones doctrinales de América Latina
(Bogotá, 27 de marzo de
1984).
4- https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bultmann.htm/
https://www.clie.es/wp.../9788482678726_pensamiento_Bultmann_1capitulopdf.pdf.
5- Nota del autor/
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/heidegger.htm/
https://www.ecured.cu/Martin_Heidegger...
6- Reflexión del autor sobre el existencialismo y autores
publicados en: cristoeseltema.blogspot.com
7- Nota del autor. Comparativas de esta escuela de pensamiento.
8- Nota del autor/análisis crítico de la economía y los medios
de producción. Escuelas alemanas del siglo XX.
9- https://www.muyhistoria.es/contemporanea/articulo/kant-1724-1804-621465887819…
immanuelkantlostoy.blogspot.com/ Nota del autor.
10- Nota del autor/ reflexión sobre el
proceso de madurez en el discurso de Bultmann.
11- cristoeseltema.blogspot.com/2014/09/ciclo-de-autores-y-teologos-anglicanos.html
publicado el 4 de septiembre de 2014. Nota del autor.
cristoeseltema.blogspot.com/2018/04/pentecostes-en-la-tradicion-eclesial.htm…
www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/mascall_the.htm
12- www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/mascall_the.htm/
Nota del autor sobre la comparación conceptual de los autores motivo de esta
reflexión académica.
13- Actas de la Academia Británica, 1994, 84,
409-418.
14- ocw.usal.es/humanidades/historia-contemporanea-de-europa-siglo-xx/https://www.deutschland.de/es/topic/politica/...europa/momentos-claves-del-siglo-xx,
15- https://www.deutschland.de/es/topic/politica/...europa/momentos-claves-del-siglo-xx https://brainly.lat ›
Universidad › Ciencias sociales.
16- Nota del autor.
17- Profesora Doctora
Mercedes Samaniego Doneu/ (web.usal.es/msambo) (www.mastercrie.unisi.it).
ocw.usal.es/humanidades/historia-contemporanea-de-europa-siglo-xx
18- Nota del autor/
19- ogoforo.com/el-personalismo-de-Emmanuel-Mounier/Nota
del autor.
20- Nota del autor.
Cristoeseltema.blogspot.com cristoeseltema.blogspot.com/2017/06/primera-parte-estructuracion-de-la.html.
cristoeseltema.blogspot.com/2017/06/evangelio-transpersonalista-marcano.html…
21- Nota del autor/
reflexión antropocéntrica del ser redimido e imagen el Dios vivo.
22- Nota del autor.
23- George W. Rutler/ es el pastor de la Iglesia de nuestro Salvador en la ciudad de Nueva York. Su último
libro, Coincidentally: Unserious Reflections on Trivial
Connections , está
disponible en Crossroads Publishing.
24-
Nota del autor.
25-
Nota del autor. https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC.
26-
Nota del autor.
27-
www.anthonyflood.com/owenmascall.htm. https://books.google.com/books/about/He_who_is.html?hl=es&id...output=html.
28-
LA TEOLOGIA y EL EVANGELIO DE CRISTO SEGUN E. L. MASCALL. POR MICHAEL GIESLER.
29-
Nota del autor/ Secularización tacita de las acciones pastorales como tal en la
Iglesia.
30-
Nota del autor.
31-
Notad el autor/https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC.
32- Nota del autor.
33-
Nota del autor.
34-
E.L. Mascall, the Secularizatión of Christianity, Holt Rinehart Winston, Nueva
York, 1965.
35-
Nota del autor.
36-
Nota del autor/ cristoeseltema.blogspot.com.
37-
E. L. Mascall, Christ, the Christian and the Church (London: Longmans,
1946), p. 168 apudFrancis Clark, Eucharistic Sacrifice and the
Reformation (London: Darton, Longman and Todd, 1960), pp. 263-264.
38-
Nota del autor.
39-
Nota del autor/ el mito no reemplaza la espiritualidad centrada en el
resucitado.
40-
Nota del autor.
41-
El Concepto de Cristología y Kerigma en Rudolf Bultmann/ lateologiasalealascalles.blogspot.com/.../el-concepto-de-cristologia-y-kerigma-en.html.
42- Nota del autor/ El encuentro es en el Kerigma.
43- Notad el autor/ actualidad el mensaje del
resucitado.
44- Nota del autor/ Evangelio construcción de
revelación y sacralidad.
45- https://books.google.com.do/books?isbn=8876521402/ https://books.google.com.do/books?isbn=8470574264.
48- Nota del autor.
50- Nota del autor. Publicado 25th March 2012 por Olman
Fernando Gómez
nuevokerigma.blogspot.com/2012/03/desmitologizacion-de-rudolf-bultman.html
52- Nota del autor. La reflexión según Bultmann en el
contexto de la modernidad.
nuevokerigma.blogspot.com/2012/03/desmitologizacion-de-rudolf-bultman.html
54- Nota del autor. htmhttp://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bultmann.htm/ http://teologiacontempo.fullblog.com.ar/la-desmitologizacion-de-rudolf-bultmann-
55- SORGEL, Raner. Kerygma and Mythos. http://www.centroseut.org/articulos/v1/varios006_3.htm
ZALDIVAR, Raúl. Crítica Bíblica. Edit.
Clie, Barcelona, España 1990.
lateologiasalealascalles.blogspot.com/.../el-concepto-de-cristologia-y-kerigma-en.html…
Nota del autor. https://conocerbienajesucristo.wordpress.com/.../cristologia-fundamental-introduccion.
57- Nota del autor.
59- https://es.scribd.com/document/.../3-Lo-Bueno-y-Lo-Malo-de-La-Teologia-de-Bultma... Nota
del autor, la reflexión desde la perspectiva de Bultmann u el mito en la
interpretación bíblica, citamos la apología y la hermenéutica.
https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC... Nota
del autor… PIKANZA, Xabier, Prologo en Bultmann, Rudolf. Historia de la
Tradición Sinóptica (Ed, Sígueme, Salamanca, 2000).
61- Nota del autor… Bultmann, Rudolf, Creer y
Comprender (STVDIUM Ediciones, Salamanca, 1974).
62- PIKANZA, Xabier, Prologo en Bultmann, Rudolf.
Historia de la Tradición Sinóptica (Ed, Sígueme, Salamanca, 2000).
63- Nota del autor.
64- Nota del autor.
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