NUESTRA TEOLOGÍA
A LA LUZ
DEL MISTERIO TRINITARIO.
PRIMERA
PARTE…
… Para el
Hiponense como para la mayoría de los PP. Latinos la comprensión del
Verbo se asume como la Palabra que brota del Intelecto Divino, es decir, que
el Pensamiento de Dios es su Verbo eterno, se convierte en la sabiduría y el
poder de Dios. Por analogía diremos que los procesos mentales del ser humano
pueden en alguna medida ser considerados bajo este argumento si tenemos en
cuenta que una idea es un acto
elemental del pensamiento, y que dicha generación produce
el concepto (Catequesis sobre
la SS. Trinidad, publicado en Abril de 2016-
cristoeseltema.blogspot.com )
|
El misterio de la
Trinidad de Dios lo abordaremos bajo la guía de la tradición y magisterio de la
Iglesia en cabeza de los santos PP. de la Iglesia y particularmente de los
aportes a la reflexión especulativa por parte de Agustín de Hipona. El desenlace doctrinal marcó la vida de la
Iglesia al punto de derivar la discusión del Dogma con principios de índole
universal introduciendo para ello formulas clave tanto en la mentalidad
occidental como oriental, Clemente de Roma es el primer Padre Apostólico en
emplear el termino no explicito pero en referencia a las Divinas Personas, Gloria
al Padre, a través del Hijo, en el Espíritu Santo" (cf. 1 Clemente,
58, 59) citado en repetidas ocasiones por Justino (mártir) aclaramos que la
formula expresada por Clemente no indica con exactitud la Coeternidad y
Coigualdad de las Personas de la Trinidad Santísima pero si deja claro su
relación con el ser humano.
Desde luego los PP.
Pre-nicenos empelaron el termino con
mayor precisión y asiduidad, solo para citar a Hipólito: Termina su obra contra
Noeto con las palabras: "A Él sea
la gloria y el poder con el Padre y el Espíritu Santo en la
Santa Iglesia ahora y por siempre por los siglos de los siglos. Amén
(1). Es conveniente tener presente que la actividad de los PP. se relacionó
inmediatamente con el sentir de la Iglesia universal y que sus definiciones son
fruto de la evolución conceptual y los aportes de la praxis eclesial. Para
Agustín de Hipona, es el fundamento de su teología especulativa y gracias a sus
conclusiones vemos con otra óptica su exposición, la constatación Psicológica
es importante ya que las analogías que empleará el Hiponense están por demás
bajo las categorías intelectivas que cada uno de nosotros puede rastrear en su
ámbito cotidiano, las potencias del alma (memoria, voluntad, entendimiento) y
su relación esencial son clave en la descripción fenomenológica del Hiponense. Es
el Doctor de la Gracia, quien aproximándose a una comprensión centrada
paradójicamente en nuestra concepción antropológica pone al alcance de la razón
lo que hay en el corazón del bautizado, la expresión Agustiniana: Tres Divinas Personas para amar y callar
antes que comprender y conocer (2) O lo que es lo
mismo: Ratione omnis homo nascitur scientia, et intellectus
coram amare et tace.
Nos habla de un abordaje
cognoscible del fenómeno y su exposición
sistemática como misterio que supone nuestra especulación teológica, por demás
valida, es tan válida como suponer que el Dogma se construyó bajo los
contenidos reflexivos de una Iglesia que superando el mito de la Resurrección
(visión polémica del evento fenomenológico) construye con Cristo vivo y
glorioso el edificio de sus fundamentos bajo una consigna “conocemos por la Fe
y vivimos de lo conocido por amor” personalmente considero que la exposición
bajo principios Psicológicos nos permite
ver en el medio relacional antropológico la incidencia del Dios revelado así en
la historia colectiva y personal.
Distinguimos términos
vitales en la construcción dialéctica como Persona Divina, Naturaleza Divina,
Esencia y Sustancia de Dios, Personalidades Divinas, Nominales de las Personas
Trinitarias, figuras equivalentes o conceptos básicos expuestos, Procesiones,
Expiración, Trinidad Inmanente, Trinidad Salvífica, La Gracia, Comunicación,
Naturaleza, solo algunos de los términos que la tradición puso en boca de los
PP. de la Iglesia. Hoy como hace siglos la exposición de sus verdades reveladas
y comunicadas en forma intuitiva y experiencias de índole espiritual marcan la
verdad conocida, comprendida y sobre todo amada del Dios revelado el
trascendente por antonomasia. La sabiduría y el conocimiento, es una distinción
que estable el Hiponense como decir, ciencia y fenómeno, todo ello para ver las
variantes de contenido que supone la revelación y lo que se comprende de ella o
muestra por la naturaleza de sus atributos, aquí radica el punto focal de la
disertación agustiniana, Dios nos dio la capacidad de conocer pero por sobre
todo conocer nos dio el amar y
fundamentar con ese amor el conocimiento y lo que no es posible someter a
nuestra gnoseología entonces lo amamos… La formalidad teológica se relaciona con el amor del creyente en el
Hiponense como lo expresa la siguiente oración: Dame la fuerza de buscarte, tú que te dejas encontrar y que me has dado
la esperanza de poder encontrarte cada vez más. Ante ti está mi fuerza y mi
debilidad; conserva aquélla, sana ésta. Ante ti está mi saber y mi ignorancia.
Allí donde tú me has abierto, acoge a quien entra; allí donde has cerrado, abre
a quien llama. Haz que me acuerde siempre de ti, te comprenda, te ame. Haz
crecer todo esto en mí hasta que me transformes totalmente (3).
LA
FE DE LA
IGLESIA.
No
podemos desconocer que la concepción de Arrío fue importante para motivar el
esclarecimiento y fortalecimiento de la formula trinitaria, es pues vital para
la obra apologética de la Iglesia. El
Padre al engendra al Hijo hacía que este (engendrado) no fuera igual al Padre
(misma Persona) y que el Espíritu Santo
procede de ambos, al Padre le corresponde una parte del E.S lo mismo al Hijo, y como ellos pertenece
también a la unidad trinitaria. Esta fórmula implica una composición
estacionaria en el E.S, lo que inmediatamente le hace participación de Dios y
no Dios mismo, este tipo de equivocaciones son fruto de la escasa reflexión
oportuna sobre el misterio trinitario. Si observamos tal perspectiva no deja en
claro la obra salvadora, ya que la presencia del E.S, sería como participación
de un don creado sin poder alguno salvífico. Parafraseando al Hiponense
diremos: Entonces en la Encarnación no era la Trinidad Divina sino solo es E.S,
en el bautismo del Señor la voz no era participación
trinitaria sino solo el E.S, entonces la obra reconciliadora solo será fruto
del E.S y no de SS. Trinidad por ausencia de las demás Divinas Personas.
- La
formulación es inconveniente y por fuera de las enseñanzas de la Iglesia,
no podemos juzgar el misterio trinitario bajo apreciaciones estultamente
humanas y bajo presupuestos de nuestra coherencia sin argumentos fundamentales. La razón
nos dice que la procedencia en Dios Padre como Patrem principaliter (Agustín
de Hipona) (4) es bajo dos razones Volitiva
y Amorosa (Amor de Dios)… Nuestra inteligencia
se une al Conocer de Dios en Jesús, que es el conocimiento del Padre. La
inteligencia, conociendo, busca la Verdad y la Verdad es Jesucristo. Y lo
hace por medio de la virtud teologal de la Fe. (Las virtudes teologales
son aquellas que nos unen directamente con Dios, que alcanzan directamente
a Dios).-Cf. Romanos capítulo 5, 2ª. Por lo tanto, nuestra inteligencia se
une a Jesús, Hijo del Dios Vivo, por medio de la Fe. Lo propio de la
voluntad es amar. El Amor en
Dios es el Espíritu Santo. -Cf. Romanos Capítulo 5 versículo 5. Por lo que
nuestra voluntad se une a Dios Espíritu Santo por medio de la virtud
teologal de la caridad, amando a Dios sobre todas las cosas, que es el
primero y el principal de los mandamientos. En la memoria recreamos la vida. Pero para unirnos a Dios tenemos
que dejarlo todo y seguirlo. Por lo tanto, tenemos que dejar entrar en
ella la Vida de Dios, el Padre, que viene del futuro, y no tener las
imágenes y situaciones de nuestra historia enfermiza. Más allá de las
cosas y de las personas, está la Vida de Dios. Ésta es ya vida eterna, y
nos sana, nos cura, nos reconcilia y nos libera. Por lo tanto, nuestra memoria, haciendo el “vacío” de todo lo
creado, se une al Padre por medio de la virtud teologal de la Esperanza,
que nos hace penetrar en la Vida Eterna de Dios y hace que ella penetre en
nosotros ya desde ahora.
- La
posibilidad de la reflexión al plano racional pasa desde luego, por la
percepción categórica del creyente, el paradigma empleado parte de los
presupuestos de nuestra Voluntad para determinar el valor intrínseco de la
reflexión y sublimarlo bajo el concepto iluminado por la Fe de la Iglesia.
Agustín es el primer PP. de la Iglesia en especular desde la dinámica
introspectiva y buscar allí el parangón de su exposición, la limitación
conceptual de nuestra razón es lo suficientemente aguda para significar en
el misterio la implícita revelación del Dios Trinidad. El Hiponense toma
la experiencia de Fe y la somete a la aprehensión del medio conceptual, es decir, creemos
porque somos inteligentes y la razón puede estar iluminada por la Fe. No
sometemos el intelecto, lo iluminamos conscientemente con la presencia de
la Gracia que aumenta y alimenta nuestra Fe.
- El
Amor es mi peso, en su traducción latina amor est pondus, el peso del amor
es el centro de gravedad de la revelación
de Dios y la aprehensión del
creyente. Sin amor no hay posibilidad de creer y mucho menos de
comprender… El Imago Dei con
toda su explicitación antropológica definirá también aspectos importantes
de la doctrina trinitaria del Hiponense,
la Ipseidad es asociada a la mismidad que el Hiponense cita como noción de sí mismo en la
búsqueda de las huellas de Dios en su vida, recordemos que el ser humano
tiene noción de su propia existencia y también sabe que existe la realidad
trascendente a la que aspira como absoluta concreción de su existencia,
somos imagen de Dios y es una imagen tanto Intelectiva como volitiva y
fruto del amor. La realidad no es percibida
bajo conceptos estrictamente materiales o intelectivos es una construcción
donde todo el ser se integra bajo el axioma de la conciencia de sí mismo. Entonces
me dirigí a mí mismo y me dije: “¿Tú quién eres?”, y respondí: “Un hombre”. He aquí, pues, que
tengo en mí prestos un cuerpo y un alma (Conf. X, 9) de esta manera plasma
el Hiponense su concepción antropológica trascendente. La misma que le
unirá a la reflexión trinitaria sobre la Unidad y Esencia de Dios
conceptualizado a partir del amor.
- Su objetivo es claro, restituir la imagen
de Dios en el ser humano y no solo afirmar que el ser humano es producto
del amor creador de Dios, la realidad ejemplarizada en el Hiponense sobre
la verdad antropológica busca centralidad en la afirmación de la Imagen y Semejanza que en la
esfera de la comprensión de los presupuestos tanto racionales como
afectivos y emotivos describe perfectamente ser Imagen del Dios invisible,
no se descarta el engaño del pasado lo que en nosotros sería las
condiciones de pecado que han opacado esta Imagen de Dios (Imago Dei) no será viable conocer
sobre el Dios Trinidad revelado si la existencia del ser humano esta
envilecida por el pecado que genera como en el mito platónico (caverna)
sombras en el entendimiento y en la voluntad humana.
- La
realidad trinitaria es percibida como explicitación de la revelación de
Dios y nuestra Fe. En este punto sigo la
interpretación del padre Victorino Capánaga O.R.S.A. (1975: 440), donde sostiene que para Agustín “toda
criatura, como tal, viene del Creador o es relativa, y no se le puede
concebir sin la conexión con Él o sin ciertas huellas de Él como su causa
ejemplar”… este Agustino de la Orden de San Agustín, distingue lo que se
conoce como vestigias de Dios en el ser humano. Es lo mismo que la
afirmación de las Huellas de Dios en su obra concretamente en la dinámica
del ser redimido. credo ut intelligam, intelligo ut
credam esta fórmula Agustiniana fue empleada por Anselmo de
Cantorbery. La inteligencia se une también a la Fe y juntas explicitan la
condición del creyente, es inteligente luego esta facultado para
comprender, vivir y amar el misterio materializado del Dios revelado. La
inmanencia solo puede salir de si, si
Dios mismo lo permite y la potencia con el poder de su Gracia
convertida aquí en historia relacionando la obra creadora con la obra
salvífica. La revelación trinitaria posee une escenario conocido y otro
que remite solo al Dios revelado, el escenario conocido es la redención de
la humanidad y la obra total de Dios. Agustín ve con absoluta
confiabilidad el misterio manifestado y antropizado desde la perspectiva
cognoscible del bautizado, Dios se revela a cada uno de nosotros y las
Huellas de su amor son transparentes como el agua cristalina, para ver ese
tipo de revelación, la Fe debe alimentar las potencias del almas y
hacerlas proclives a la Gracia espiritualizada para convertirse en una
santa herramienta al servicio de la Fe y salvación el creyente. Estamos
llamados a participar en la eternidad de Dios mismo, en esto consiste la
Imagen y Semejanza para el Hiponense, concretando así el contenido
Psicológico de la revelación y el misterio trinitario. Nos conocemos a
nosotros mismos como signo inequívoco del conocimiento del amor revelado
de Dios Trinidad. No es un saber
cómo somos Imagen sino como vivimos y creemos esa Semejanza. La razón
es clave para tal concepción y sin Inteligencia quedaríamos a medias,
porque lo propio es conocer para
amar, no en vano el Hiponense afirmó: Nadie
ama lo que no conoce, conócete a ti mismo que es fruto del amor por
Dios, en Dios, y en ti mismo, trivializando la oración Agustiniana. No nos conocemos por nosotros mismos
sino por la Gracia de Dios que aflora estas cualidades en el bautizado. De
lo contrario sería un auto-descubrimiento de la Imagen de Dios y sería más
imagen nuestra que de Él. Siendo sinceros nadie se conoce o comprende
cabalmente, sería como decir que conocemos previamente la totalidad de
nuestras reflexiones y acciones, así como sus interpretaciones, esta
antropología Agustiniana depende salvíficamente en su totalidad de la
Gracia (cristoeseltema.blogspot.com, nota del autor). Creemos que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios, Creador y rector de todas
las creaturas; que el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo es el
Padre o el Hijo; que son la Trinidad de Personas en relaciones mutuas, y
una única e igual esencia
- La
Trinidad inseparablemente ha operado la voz del Padre, la carne del Hijo y
la paloma del Espíritu Santo, refiriéndose cada una de estas realidades a
cada una de las Personas. Por este ejemplo se conoce cómo la Trinidad,
inseparable en sí misma, se manifiesta separadamente por la forma visible
de la creatura, y la operación inseparable de la Trinidad está en cada una
de las cosas singulares que se dice manifestar propiamente al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo. *** Los
atributos de Dios son en sí infinitos como Dios mismo, esto es la
perfección que no admite mutabilidad alguna. La tesis Agustiniana defendida por la
escuela Medieval se adentra en la realidad de lo revelado en fundamento
del Ser perfectísimo de Dios. La misma Esencia reclamaría el Hiponense hablando de Dios
en la relación trinitaria es como decir hoy: Dios es lo mismo. Pero aun lo expresado se somete al criterio
de las operaciones divinas que manifestamos a grosso modo como
Padre-Creador, Hijo-Redentor, Espíritu Santo- Santificador. La diferencia
en si es fruto de las personalidades Divinas, sabemos que Dios es Padre
por su Hijo Jesucristo, y este es Hijo por el Padre y el Espíritu Santo lo
es porque como Dios procede de Entrambos
(termino Agustiniano para hablar de procedencia de la Tercera Persona
de la Trinidad de Dios). También en la categoría de términos empleados por
Agustín podemos citar Patrem
principaliter, que corresponde
como es natural al Padre Dios quien al estar primero engendra a su Adorado
Hijo en un acto de su Voluntad Santísima, es una generación Intelectual (vía Intelectiva) Dios Padre es perfectamente
Padre como es Dios y el Hijo es perfectamente Hijo como es Dios y el
Espíritu santo es perfectamente Dios como procede del Padre y del Hijo (Entrambos) por un camino Volitivo,
es decir, el amor se convierte en la Tercera Persona de la Santísima
Trinidad (Voluntad amorosa del Padre y del Hijo).
PARA
PENSAR… Que
Dios no da cosa distinta a Dios mismo porque la finitud no está presente en
Él (Tomás de Aquino) (5). En Dios no hay extensión porque supondríamos una
explicación finita a sus relaciones y revelaciones (6). Dios
es Inteligencia y Voluntad.
|
Hay 4 relaciones en Dios, que se dan
mediante la oposición relativa de las Personas, lo que no rompe su Unidad de
naturaleza ni la Perichoresis o
Circumincessio, por la que donde está Una de Ellas están también las otras
Dos.
La Paternidad.
Del Padre con referencia al Hijo
|
La Filialidad.
Del Hijo con referencia al Padre, de Quien procede desde toda la eternidad
por vía de conocimiento intelectual.
|
La Espiración
Activa. El Padre y el Hijo se aman de tal manera que generan una Nueva
Persona, el Espíritu Santo, por vía volitiva, “espiran activamente” el Amor.
|
La Espiración
Pasiva. Es el Amor espirado por el Padre y el Hijo contemplado desde el
Espíritu Santo. Desde Él, que recibe y es generado, la espiración del Padre y
del Hijo es recibida, por lo tanto es una “espiración pasiva”.
|
Miremos
también las misiones de la SS. Trinidad, (Ad-Extra o fuera) que se refiere al término
Trinidad Económica y conocida por la
raíz griega Oikonomia:
La del Hijo
enviado por el Padre. Es la encarnación redentora.
|
La del Espíritu
Santo, enviado por el Padre y el Hijo, para dar testimonio de Jesús
Resucitado, recrear la Iglesia y santificar a los hombres. El Padre no es
enviado, pero viene al alma en gracia, tal como leemos en Juan capítulo 14
versículo 23 y Apocalipsis capítulo 3 versículo 20.
|
Las
apropiaciones son fruto de la Personalidad de las Divinas Personas de la SS.
Trinidad, las mencionamos arriba pero las reiteramos en el siguiente cuadro:
PADRE
|
HIJO
|
ESPIRITU SANTO.
|
Creador
|
Redentor
|
Santificador.
|
Las
atribuciones Divinas las reiteramos de
la misma forma en las que la tradición las toma de los santos PP. de la
Iglesia, especialmente del Hiponense:
Tal como
decíamos al fin del bloque anterior, las operaciones divinas son comunes a
las Tres Divinas Personas, porque donde está Una de Ellas están también
habitándose las Otras Dos. Están “como Una metida dentro de las Otras” (la
Perichoresis o Circumincessio). La Trinidad tiene “una sola y misma
operación”. Por lo tanto, crean las
Tres, redimen las Tres y santifican
las Tres.
|
Miremos el Credo Niceno- constantinopolitano antes
de cualquier otra Introspección o Proyección en la perspectiva de la presente
investigación sobre el Dogma Trinitario. El Credo como lo recitamos cada
domingo es el resumen de la doctrina expuesta en la tradición y magisterio de
la Iglesia. La fórmula nicena contiene básicamente lo sintetizado en las
enseñanzas de los primeros 500 años, no olvidar que la visión de la formula
cuenta con la dialéctica y racionalización conceptual propia de la mentalidad Occidental (latina) que a diferencia de la Oriental (griega)
redunda en las relaciones intuitivas sin caer en el Subordinacionismo que dice
las mismas verdades reveladas bajo una apreciación cosmo-antropologica distinta
por su ubicación y mentalidad propia en sus primicias culturales, es decir, en
otro Ethos.
Creo
en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de
todas las cosas visibles e invisibles; Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem, factorem coeli et terrae,
visibilium omnium et invisibilium.
|
Y
en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios,
Engendrado
del Padre antes de todos los siglos,
Dios
de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero,
Engendrado,
no hecho, consubstancial con el Padre;
Por
el cual todas las cosas fueron hechas,
El
cual por amor a nosotros y por nuestra salud descendió del cielo,
Y
tomando nuestra carne de la virgen María, por el Espíritu Santo, fue hecho
hombre,
Y
fue crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilatos,
Padeció,
y fue sepultado;
Y
al tercer día resucitó según las Escrituras,
Subió
a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Y
vendrá otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos;
Y
su reino no tendrá fin… Et in unum
Dominum Jesum Christum, Filium Dei unigenitum.
Et ex Patre
natum ante omnia saecula.
Deum de Deo,
lumen de lumine, Deum verum de Deo vero.
Genitum, non
factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt.
Qui propter nos
homines, et propter nostram salutem descendit de coelis.
Et incarnatus
est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine: et homo factus est.
Crucifixus etiam
pro nobis: sub Pontio Pilato passus, et sepultus est.
Et resurrexit
tertia die, secundum Scripturas.
Et ascendit in
coelum: sedet ad dexteram Patris.
Et iterum
venturus est cum gloria, judicare vivos et mortuos: cujus regni non erit
finis.
|
Creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de
vida, procedente del Padre y del Hijo,
El
cual con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado;
Que
habló por los profetas… Et in Spiritum
Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit.
Qui cum Patre et
Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per prophetas.
|
Creo
en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica… Et unam, sanctam, Catholicam et Apostolicam
Ecclesiam.
Confiteor unum
baptisma in remissionem peccatorum.
Et exspectio
resurrectionem mortuorum.
Et vitam venturi
saeculi.
Confieso un Bautismo para remisión de
pecados,
Y espero la
resurrección de los muertos.
Y la vida
eterna. Amén. (7).
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La Fe en la Trinidad
Santísima que confiesa el Hiponense es la Fe de la Iglesia, es la misma en la
que fuimos bautizados y la que debemos proteger como expresión de nuestra
propia creencia y relación amorosa con el Dios revelado, es la Fe/Deposito de las Escrituras y las enseñanzas de los PP. de la Iglesia, es el fruto amoroso de la nueva alianza y
ella definitiva con el resucitado, unimos la historia con la salvación y cada
una de las acciones humanas y personales en el colectivo de los alimentados por
la esperanza que brotó del “árbol de la Cruz”… Pero puesto que la Fe de la Iglesia es el fundamento de toda reflexión
teológica, Agustín, en sus escritos
apologéticos, trata de recuperar a los herejes para la Fe de la Iglesia; él
quiere hacerles comprender el valor salutífero de aquella medicina preparada en
la Iglesia, que guía nuestra torpe mente a la verdad inmutable. Aquello de
que él quiere convencer a los herejes (en su época) le sirve a él mismo de
criterio de certeza, así como de medida crítica de su teología. Con ello se
plantea la cuestión de cuál es el sentido positivo de los esfuerzos teológicos
trinitarios en Agustín (8).
La
perspectiva apologética de Agustín se
relaciona con la exigencia pastoral de
su doctrina trinitaria; ésta surge en respuesta a preguntas concretas
formuladas por los miembros de la comunidad que le estaban confiados. Algunos
de ellos se escandalizaban al oírle decir que el Padre es Dios, el Hijo es Dios
y el Espíritu Santo es Dios; y, con todo, esta Trinidad no son tres dioses sino
un solo Dios. Se trata de las cuestiones relacionadas
con la unidad de esencia y de acción de Dios y con la concreción
histórico-salvífica de los nombres trinitarios (9). Agustín veía el
sentido teológico formal
de su doctrina de la Trinidad en introducir la Fe, asumida y fijada
confesionalmente, en la dinámica de la propia vida espiritual con objeto de
estimular tanto la búsqueda como el amor de Dios. Para él, la teología
trinitaria, en su conjunción de esfuerzo intelectual y de apertura espiritual,
es una forma de expresión del amor de Dios. Le corresponde no sólo la
definición del verdadero filósofo como amator Dei, sino
también, la característica tensión de la búsqueda, el encuentro y la nueva
búsqueda de Dios (10).
La
síntesis apologética de Agustín es determinada por su comprensión de la
realidad a la luz del pensamiento platónico en cuanto a la producción
intelectiva de las ideas, las mismas que tienen su origen en Dios Trinidad, no
es una triada como la entendían los romanos, es la manifestación de la
divinidad que en su naturaleza igual, y en su esencia Igual se distingue por
las personalidades de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, buscar a Dios
solo es una realidad del que ama, es la clave que se repite a lo largo de su obra
De Trinitate, es el navegar más allá de la posibilidad académica para
abandonarse confiado en las aguas tranquilas ya apaciguadas por su Fe en el
trascendente. No es solamente una cuestión intelectiva, en esta obra el
Hiponense comparte con la Iglesia todo su amor por ella a la que considera su
Maestra y Guía en el trasegar de su experiencia de Fe. Recordemos el primer
factor que declina y hace comprensible el misterio es el Amor y la Fe y no solo
lo pensado sino pensado porque es amado. Parte no de la manifestación
gloriosa del Hijo de Dios sino mucho antes, del Señor que nace de una niña de
nombre María, de la realidad de su Encarnación en una dinámica que no es
comprendida inicialmente ni por la propia niña María. Agustín ve la revelación
como don amoroso de Dios que no solo nos ama sino que se muestra a su mismo
amor. Miremos la siguiente cita: Colosenses capítulo 2 versículo 3. (11).
Pido que tengan ánimo, que se afiancen en el amor
y que tengan plenamente desarrollados los dones de entendimiento, para que
puedan penetrar en el gran secreto de Dios, que es Cristo… Quaeso animum et amorem capturam uberius dona intellectum penetrare
possint grande Dei Christus (12).
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ANTROPOLOGÍA ACTUAL Y DOGMA TRINITARIO.
La producción intelectual
es un atributo de nuestra naturaleza
específica y singular, es nuestra materia del pensamiento, aunque
supongamos que las ideas no poseen materialidad pero en nosotros dado el compuesto
de nuestro “ser físico e intelectual”
si debemos hablar de la corporalidad
y la corporidad respectivamente. Nuestro recordarnos pensarnos
y movernos desde el alma, es parte fundamental de nuestros
actos internos como persona humana. Es sin duda otro de los legados y aportes
del Hiponense a la doctrina psicológica de la Trinidad. La VOLUNTAD como
potencia del alma establece la conexión con la racionalidad de la cual es fruto
pero especificamos dicha conexión como la expresión de nuestras Ideas y
procederes dado que todo está sujeto a su participación, no podríamos expresar
absolutamente nada sin la voluntad porque ella es el mecanismo para
exteriorizar o interiorizar un cometido como tal, la RAZÓN es la naturaleza misma de
nuestra condición humana, bien lo diría el angélico (Tomás de Aquino): El
ser humano es toda razón, establecemos
los medios de comunicar lo que somos y pensamos no desde la posibilidad de
mudar nuestra naturaleza y su esencia pero si desde la percepción de nuestro lenguaje
e interpretación de la realidad pensada y vivida, la MEMORIA no solo
es la facultad de “recordar” sino y sobre todo de manifestar cada componente de
nuestra conciencia, es decir, bajo la memoria la razón se hace palpable al
dilucidar cada proceso de la racionalidad y sujetarlo a la voluntad… La memoria
como potencia del alma no interpreta los acontecimientos, los transmite bajo
categorías de actualidad. Esta relación para el Hiponense se muestra imposible
de separar en cuanto al vínculo y la necesidad de unir las manifestaciones
según la naturaleza de las operaciones
, en este orden de ideas es posible asumir que pertenecen a un
estado superior verificado también por su procedencia y necesidad (origen y función). La conciencia atestigua la existencia
de la razón.
Otro elemento que el
Hiponense relaciona con la exposición de la Trinidad es la Inhabitación
de las Personas de la Trinidad en el ser humano, esta presencia es
fruto de su huella o Vestigia es decir, empleando los términos aristotélicos: Dios
causa ejemplar en la creación, cada cosa
creada nos habla en sus operaciones de la perfección de su Creador. Como
ninguno antes el Hiponense une por decirlo así el amor como sustancia en la obra de la creación,
solo el Creador-- amor podría habernos dado tanto y tan colmado de belleza como
de estética y necesidad. El amor es en ultimas el gran vínculo con la trascendencia:
Porque nos amaste primero nos hiciste amables en esta sentencia Agustín
relaciona tanto necesidad como naturaleza, necesitamos el amor
a nivel de existencia y existencialidad, a nivel de necesidad para ser. Solo existe lo que ama Dios en su infinita
misericordia. Solo es libre quien verdaderamente hace del amor
una causa y consecuencia de su
ser y existir. El amor no es límite, el amor es apenas el comienzo de
la existencia y su fundamento, una vida vivida sin amor no tiene olor a trascendencia (13).
Agustín sobre las
potencias del alma ve precisamente un símil o comparación con las
Personas Divinas, aunque su analogía no es plena al no encontrar en nuestra naturaleza
Concordancia total con el misterio expuesto, esto es, no podemos suponer que al
recordarnos y amarnos como memoria y voluntad quede establecido por relación
(analogía) el mismo principio de Dios Padre que comunica al Hijo su naturaleza,
la Mente de Dios contiene todo pensamiento sobre si como
Padre-Hijo y Espíritu Santo, la Mente de Dios es también inseparable en el Hijo
y en el Espíritu Santo juntos y en la misma sustancia como en el amar y
el obrar, luego, lo que hace el Padre lo hace en el Hijo y en el Espíritu Santo
este hacer significa comunión en cuanto a la misma sustancia, un
hacer Coeterno porque como en Dios todo es pleno y no admite compuesto
alguno, como ama uno aman los dos y como aman los dos aman los tres. Para
el Hiponense el amor es indistintamente el principio esencial de la Comunión
Divina (14).
Hoy por Hoy se teme
ratificar la opción fundamental por Cristo y su Evangelio, algunos
quieren hacer de la Iglesia un circo “disque” para dar cabida a todos y motivar
a los ausentes como si la determinación de una Persona fuese un asunto
exclusivamente de la estética que dicta patrones de comportamiento bajo el signo
de lo que te agrada o rechazas, razón tenía el evangelista Marcos cuando pretendía establecer como
signo del reconocimiento del Mesías la Cruz y no la manifestación gloriosa
evitando que se acercaran al Salvador por su “brillo” y no por su Gracia y
Amor, lo cierto es que el mundo reclama una postura más convencida de las
verdades que estamos predicando y que por esta misma reciprocidad
evitemos estar de un lado y vivamos en otro. A manera de conclusión podemos
afirmar que la actual sociedad y cultura religiosa nos obliga en amplitud de la
expresión a buscar una re-significación (16) del misterio trinitario y
precisamente lo sentimos así en un mundo donde la vida se relativizó tanto que
los valores abandonaron la escena totalizante para convertirse en una mera
noción que interesa a uno u otro grupo en la sociedad, la vida está siendo
afectada grandemente por fenómenos como la la pobreza, la violencia, la
discriminación, la depredación de los recursos y la vida en la naturaleza, el
indiferentismo, la frivolidad, el materialismo,
solo para mencionar algunos de estos problemas coyunturales y como
responder si somos hijos de Dios, como hablar de su paternidad cuando el mundo
sufre tantos daños a causa de la inconsciencia de sus hijos por adopción
(17).
La comprensión de la
relación existencial con lo sagrado y trascendente se estable por la actitud
dialogante de la persona redimida que en los distintos escenarios en los que
vive debe buscar la realización de sus proyectos de vida y la construcción de
los medios relacionales positivos para su plena realización, Dios aparece en el
escenario del ser impedido por su
condición finita, pero sobre todo, de frente a la vida explicitada por la Gracia. Dios es amigo y cercano por
ser “visto” en las esperanzas y anhelos de la humanidad y particularmente de un
medio lleno de insatisfacciones congruentes con la realidad construida a partir
de la auto-valoración de la persona redimida. Necesitar de Dios no es solo una
tesis en categorías materiales como es
vista la relación en los estratos socio-culturales sino una autentica
aproximación del amor que experimentamos en nuestras relaciones iguales. El asumir la relación trinitaria en
un mundo cuya realidad relacional es interpersonal es posible, cuando el medio especifico del
encuentro con el otro es fácilmente abordable, entonces es viable la relación dialogante que es
permanente ya que las categorías de nuestra comunicación viven en la sique de
la persona con fuerte realidad social, estamos hablando de un Ethos en la relación trinitaria que es
fruto de su Inhabitación y de
nuestra Fe. El Hiponense nos habla del “Hombre
interior” para referirse precisamente a los valores y vínculos
sobrenaturales que reconocen en el ser humano la construcción de una relación
con lo sagrado.
La comunicación es una
necesidad esencialmente humana ya que el aproximarse no depende solo de
nuestras motivaciones es también consecuencia de la naturaleza social del ser
humano. Es una manera de racionalizar el instinto que sobrevive en nosotros. La
sociabilidad es una categoría de la
singularidad de nuestra naturaleza y esta puede ser profundizada y convertida
en una constante apertura al mundo. La comunicación dialogante no suena
redundante sino que por el contrario explicita la actitud de Fe del creyente
quien instintivamente sabe que solo la plenitud de su ser la tendrá en el Dios
Trino y Uno. El Hiponense reflexionando sobre la dimensión humana de la
consideración trinitaria dirá: Tú Señor
nos hiciste para Ti y nuestro corazón estará inquieto hasta descansar en Ti. La
paradoja del llamado descanso es hacerse pleno, total y totalizante, la
realidad revelada es asumida solo en vocación tanto salvífica como de Fe
(trascendencia) Pablo nos llama a escudriñar el misterio del Dios revelado en
su Adorado Hijo bajo la guía del Espíritu Santo, tal significación la podemos
ver en (Colosenses capítulo 2 versículos 2-3) la Sabiduría es don de la
naturaleza creada pero también se potencia a niveles trascendentes por medio de
la Gracia de Dios.
La realidad se aprecia bajo
el signo de la Fe que interpreta todo cuanto sucede como signo de la revelación
de Dios, tanto lo que expresamos desde nuestra racionalidad como lo que hay
dentro de nosotros. Los ojos del creyente visualizan la dinámica creadora de
Dios y así mismo el bautizado se reconoce parte viva de ella… Dios llama desde
la profundidad Identitativa de nuestro ser, Dios ve en nosotros el acontecer
futuro como muestra coherente del presente e intención consumada en nuestro
pasado, la concepción atemporal es solo de Dios donde no hay posibilidad de
objeto o reflexión mudable y compuesta como en nosotros. Hemos desarrollado una
especie de instinto revelado que lo podemos llamar un “plus” de nuestra propia
Fe y experiencia con el resucitado que modifica la concepción de realidad que
desprevenidamente vivimos en el mundo. Es la categoría de lo cognoscible la se
explicita en la conciencia y razón del bautizado. Estamos llamados a conocer y vivir según el objeto o condición
conocida, podemos inferir de la Gracia la constante transformación de nuestro
ser, un continuo mudarse hasta alcanzar la razón de ser y existir en la
perfecta revelación del Dios amoroso y misericordioso. Las bases de nuestra felicidad son también perceptibles desde la
existencia racional, emocional y sensorial, nuestra inteligencia es don y luz
de Dios para la construcción de una realidad no solo material también
espiritual y por ende llamada a la trascendencia. En esta dirección la esencia de Dios se
manifiesta para ser adorada en la eternidad que es ámbito podríamos decir
“natural” la eternidad es la percepción del Dios amoroso y su perfección, la
visión beatifica es gracias a la Trinidad Económica que se revela en Salvación
partiendo de la creación, a la Encarnación y posteriormente a la Resurrección
gloriosa del verbo de Dios. Nuestra
metafísica está absolutamente determinada por la capacidad de superar nuestra
condición por medio del influjo de la Gracia, más allá de lo perceptible por la
razón y los sentidos, allá se encuentra el misterio del Dios Trinidad…
La manifestación en la
perspectiva de la reflexión personal se
enfoca en el descubrimiento de la presencia activa del Espíritu Santo
que transforma también en historia
vivida y por vivir cada uno de los momentos de intimidad espiritual del
creyente. Es una forma de aterrizar en
postulados asumibles su presencia y construir no solo la misma historia
salvífica sino una muy particular manera de experimentar su paso ya de forma
casi intrínseca a nosotros y superando en la oración y meditación diarias
nuestra propia inmanencia. Por esta razón los grandes misioneros de la Iglesia universal nunca
salieron de sus claustros ya que su relación vital superaba la connotación física de su estado.
En nuestro presente el salir al encuentro del otro en la misión de la Iglesia
no solo es explicito hay categorías misionales que van desde la predicación a
la instrucción, y desde la liturgia a la edificación congregacional, la
presencia trinitaria favorece las iniciativas del bautizado que de esta manera
supera la limitación natural de su ser y de su inclusión en una congregación. Las relaciones con el otro salen de su
intimidad exclusiva para convertirse en realidad totalizante, es decir, en la
edificación del Cuerpo místico de Cristo que es su Iglesia, la relación vital entre estos es lo que se
denominará por parte de Pablo como Pleroma. Tal apertura vive el regocijo
salvífico de Pentecostés. Traer a la historia el dialogo amoroso de la Trinidad
de Dios implica un acercarse a la realidad convivencial del ser humano inserto
en la cultura y en las explicitaciones de su Ethos el que ha construido
básicamente con el influjo de la Gracia reconociendo los escenarios en los que
actua. Las relaciones de la Trinidad Inmanente se manifiestan en las relaciones
salvíficas que construimos en la Iglesia y en nuestro entorno somático, es una
manifestación poderosa de la Voluntad de Dios convertida en relaciones
redimidas. La revelación de la vida
trinitaria es obra del Verbo manifestado al mundo (creación) y la
intervención del Espíritu Santo es la Voluntad conciliadora de Dios Padre con
su obra. Es pues en esta dinámica dialéctica el Espíritu Santo el gran
reconciliador y fuente de la Gracia derramada sobre la Cruz, porque la misma
entra en la construcción salvífica necesaria para la Redención de la humanidad.
La historia se atestigua como agente explícito de la redención al ubicar el
acontecimiento en la formula tiempo espacial, relatando el valor de la obra del
Señor y la consecuente respuesta de los discípulos, que fundamentalmente son
estereotipo de acción pastoral definitiva en su esfera de Gracia. El fenómeno
perceptible de Pentecostés sublima
la historia de la comunicación humana sacando a la persona bautizada de la comunicación egoísta de su
ser in-trascendido. Tal señalamiento es fruto de la historia salvífica tal
y como la vive el creyente, los Episcopales asumimos un rol dialogante con la
historia y en ella nos comprometemos a vivir la salvación y no simplemente a
celebrar el misterio sin hacerlo trascender en cada uno de nosotros. La configuración social toca incluso de manera
imperceptible el Dogma de la Trinidad,
cuando sus valores de relación tanto del individuo como de la familia se hacen
in-destructibles, cuando la familia Episcopal tomando conciencia de su ser
esencialmente amoroso vive relaciones
redimidas y propende por la solidificación de sus fundamentos ante los
tiempos deseosos de relativizar su valor. Así
antropológicamente se hace de la familia el primer traductor del Dogma de la
trinidad revelada, salvífica e inmanente… El accionar socio-cultural del
ser humano es radical y para tal movimiento la relación con su entorno es
vital, el mismo que requiere en si una mirada trascendente al poner de frente
la experiencia humana con la revelación y como Dios muestra en sus acciones la connotación
de su Ser maravilloso y perfecto. El quehacer diario es el escenario ideal de
la antropización de la revelación de Dios a su creación. Es como decir, que en
el valor intrínseco de lo cotidiano se pueden manifestar los consecutivos extrínsecos
de la revelación trinitaria. La
salvación que Dios nos ofrece no rompe con el ejercicio comunitario y personal
de los redimidos. El escenario está
definido a partir del interactuar del ser humano con su entorno el cual puede
recibir tanto lo positivo de esta acción como lo negativo del pecado en sus
formas más impensables. Estamos Aquí y
Ahora definiendo en el tiempo nuestra
convicción y experiencia de Fe con el resucitado, estamos en el presente de nuestra
historia salvífica revelada hace ya mucho tiempo.
El Evangelio que vivieron
los discípulos y amigos del Señor es el Evangelio revelado en la persona de
Cristo y el que vivimos nosotros es el mismo contenido más no así su vivencia
ya que cada momento histórico tiene su propio afán, históricamente lo estamos
transformando en materia salvífica y sublimando en las acciones que explicitan nuestra
propia Fe. La exigencia es producto del amor de Dios que se hace uno con nuestro
presente para convertirlo en oportunidad salvífica, la sola Palabra no salva es
necesario convertirla en fuente de salvación por medio de la Gracia que al ser revelada
hace su trabajo en cada uno de nosotros. Como una muestra del valor de la Palabra
inserta en la vida del creyente cito al Hiponense en su reflexión sobre el
sacramento del Bautismo: La Palabra y el
agua (ablución) son indispensables para el Bautismo, la sola Palabra sin
ablución no, y la sola ablución sin la Palabra no. La Palabra se hace una
en la explicitación de la salvación y es interiorizada y asumida por cada uno de
los bautizados. La salvación requiere de
nosotros y todo lo recibido en nuestra naturaleza singular, la salvación se
explicita en uno de cada uno de nosotros. La alteridad es invocada solo en
la medida en la que la existencia del otro es importante para nosotros y para nuestro
entorno somático. La relación se hace
vital cuando el otro entra en la esfera de nuestros intereses vitales, la Gracia
es el común denominador de cada uno y todos nuestros intereses vitales. Vivamos pues como prueba
real y concreta del Dios Trinidad revelado en el ser y todas sus posibilidades…
SÍNTESIS SOBRE LOS NOMINALES DE LAS PERSONAS
DIVINAS DE LA SS. TRINIDAD.
PADRE
|
HIJO
|
ESPÍRITU SANTO.
|
El
Padre es la esencia de la perfección.
· El
Padre contempla eternamente tanto al Hijo como al Espíritu Santo.
· La
Paternidad de Dios es relación.
· Paternidad
Divina.
· Consustancialidad
y co-esencia del Padre con el Hijo y el Espíritu Santo.
· Padre
unidad de la SS. Trinidad.
· Padre
Creador y Señor, PANTOKRATOR.
· Padre
generación del Verbo.
· Padre
comunicación de la misma Sustancia.
· Padre
misterio Pascual.
· DEUS
EST CARITAS.
· Padre se distingue del Hijo por medio de las
operaciones opuestas a la generación.
· Padre unidad de los procesos vitales de
Dios y por ende de la Trinidad (Doctrina Personalista de la Escuela Agustina
del Siglo XIII).
· Padre
nos hace hijos de su Gracia y Amor.
· Padre
nombre de la relación.
· Padre
de todos los seres humanos en tu Hijo te invocamos y somos tus hijos.
· Padre nombre de la relación. · Padre
Principio sin Principio (Anarchos-Anarché).
· Padre
nombre propio.
· Padre
centro de la vida de Jesús.
· Padre
engendra al Hijo (Aghennesia).
· Padre
por medio del Hijo Espira al Espíritu Santo (Capadocios).
· El Padre es la fuente y termino de la divinización del ser humano y el
cosmos.
· THEOS
Y PATER.
Padre
providente, comprende todos los procesos de la existencia humana y la creación.
· Padre ama tanto a su Hijo que le da el
poseer su naturaleza (Dice Jesús, el Padre y Yo somos Uno).
· PADRE DE LA LLUVIA.
· PADRE DEL DÍA.
· PADRE DE LA NOCHE.
· PADRE DE LOS RECURSOS.
· PADRE DE LA VIDA.
· PADRE DE LA LIBERTAD.
· PADRE DE LA GRACIA.
· PADRE DE LA PAZ.
· PADRE DEL AIRE. (Citamos solo un ejemplo de Dios como
Señor de todos los procesos de la Creación).
|
Dios
Hijo Eterno.
· Revelador
del Padre Dios.
· Sabiduría
y poder de Dios.
· VERBO.
· Dador
de vida.
· Segunda
Persona de la SS. Trinidad.
· Autor
de nuestra Gracia.
· Salvador.
· Redentor.
· Generación
del amor del Padre.
· Imagen
del Padre.
· Imagen
del Espíritu Santo.
· Donde
está el Hijo Esta el Padre y el Espíritu Santo.
· En el amor del Hijo somos amados por el
Padre en la redención del Hijo somos Redimidos por el Padre.
· Encarnado.
· No
Creado.
· Sin tiempo o principio · Nuestro
Señor Jesucristo.
· LA
CABEZA DE LA IGLESIA.
· Su
Misión Intimada por el Padre.
· Murió
y resucitó en la Cruz
· Dio y tomó su vida · El
Mesías.
En cuanto a la carne
Hijo de María.
· En cuanto Dios solo Hijo del Padre
Altísimo.
· Autor
de nuestra salvación.
· Verdadero Dios como verdadero hombre.
· Cristo es Gracia y Verdad.
· Redención amor humilde por la
humanidad. Agustiniano.
· La
unión de la Divinidad y la humanidad
de Jesús componen una sola Persona
Divina Pensamiento de Agustín.
· Cristo
el nombre de la relación salvífica.
· Última
palabra de Dios a su creación.
· Revelador de la última revelación.
· Perichoresis
o Unidad de las Personas Divinas, sin que el Hijo deje de ser Hijo, o El
Padre, Padre, o el Espíritu Santo, Espíritu Santo. La morada de Dios es Dios mismo, así
lo veía la Iglesia Primitiva y se hace extensiva a las Personas de la SS. Trinidad.
· Unión
Hipostática.
· Naturaleza
Divina y naturaleza humana y solo Persona Divina.
· En la Encarnación el Verbo eterno se unió indisolublemente al alma racional de Jesús…
|
Santidad
de Dios.
· Reconciliador de Dios.
· Resucitó
a Jesús de entre los muertos.
· Don
de Dios y como Don, Dios mismo.
· Causa Eficiente de la revelación
Divina. CONSUSTANCIAL Y COETERNO
AL PADRE Y AL HIJO.
· Inspirador y fuente de santidad.
· Don de Dones esplendido.
· El santificador de la vida
sacramental de la Iglesia.
ENGENDRÓ
LA IGLESIA.
· Toda comunicación de la SS. Trinidad
Ad-Extra.
· Toda comunicación al alma redimida.
· VOLUNTAD
DE DIOS.
· VOLUNTAD DE LA SS. TRINIDAD.
· El Espíritu Santo enseña a la Iglesia
las palabras y enseñanzas de su Salvador.
Eones
de la Gracia. La Regeneración
de la vida de los bautizados Es obrada por el Espíritu Santo.
· Somos hijos de Dios como fruto de su
Espíritu.
· La
Unidad de la Iglesia es don del Espíritu Santo.
· La verdad don de su amor y presencia de Dios Trinidad.
· Trinidad Unidad. Espíritu Santo actualiza la misericordia
de Dios.
· Paz como su don en la Resurrección.
Ef
4,46
· 1
Pe 1:2-3
· Mt
12,31
· Lc
1,35
· Lc
12,12
· Mt
10,20
· Mt
28,19
· Lc
24,49.
|
(18).
El creyente debe tener
siempre presente que la especulación teológica no reemplaza al amor en la
vivencia de nuestra Fe, pero el conocer por medio de la reflexión es también
forma de vivir la Fe en los fundamentos de nuestra realidad redimida tanto personal como eclesial. La realidad del
bautizado le obliga a vivir el conocimiento como expresión de su ser empoderado
del mensaje revelado. Construir una creencia es vital para el ser humano y más aún
cuando se parte de un fundamento o base doctrinal revelada directamente por
Dios (Biblia) Los nominales que expresan en si los atributos del Dios
manifestado a la humanidad nos permiten conocer su Ser y las relaciones como operaciones que brotan
de su comprensión amorosa, Dios es el absolutamente trascendente, es el Dios
Todopoderoso, Omnisciente, cuya Majestad y Santidad llamamos Espíritu Santo, cuyo nombre es santísimo por referirse a su
propia naturaleza Divina… No puede darnos miedo reflexionar y mucho menos creer
que no es importante, no hay perfección posible que pueda llegar hasta su
presencia altísima y gloriosa, pero de su amor y misericordia cuyo don posee
como su Ser absolutamente perfecto nos da la Gracia para amarle y conocerle
nunca totalmente porque nuestra naturaleza aun cuando sea en su momento glorificada no será como la suya. Por lo anterior cuando ores delante de su
Majestad gloriosa no oses (osar) creer que llamas y el Dios y Señor descenderá
a ti como por encargo, recuerda mejor aún, que nuestras oraciones suben a su
presencia a su Santísimo Trono y de su amor brota bondad y misericordia para
con todos nosotros sus hijos adoptivos, respetamos por amor y no temor, (aunque
temor diera no hacerlo) su Ser Adorado,
es fundamental en nuestra espiritualidad. Como bautizados no olvidemos que
la Madre Iglesia es una realidad definitiva en el camino salvífico que
escogimos como bautizados, no la desprecies y mucho menos la entristezcas porque
en ella se materializa la Fe de cada creyente y ella como engendrada por el Espíritu
de Dios (Santidad de Dios) es más allá que ladrillos y actividades, es el gran depósito
de la tradición, magisterio y valores del creyente redimido. No es solo un
medio de promoción humana o plataforma para lograrlo, es el Cuerpo Místico, es
la Esposa del Resucitado, es la Sierva de la Adorada Trinidad, fuera de ella no
hay ministerio alguno, ella es la garante de todos estos dones, testiga de la
Cruz y la Resurrección, Pleroma iluminada por la SS. Trinidad… Loor al Padre,
al Hijo y al Espíritu Santo, que reciban las Tres Divinas Personas toda la
Alabanza y Adoración que brota del corazón de cada bautizado en el vientre
mismo de la Santa Iglesia de Cristo. Amén (19).
FUENTES/
CIBERGRAFIA/ NOTAS DEL AUTOR/ BIBLIOGRAFIA.
1- Contra
Noeto., n. 18, P.G., X, 830.
2- De
Trinitate.
3- De
Trinitate. XV, 28, 51; CChr 50 A, 534; BKV2 II/14, 331s.
4- Nota
sobre De Trinitate del autor. / https://la.wikisource.org/wiki/De_trinitate_(Aurelius_Augustinus/
Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com/ Universitas Philosophica 56, año 28: 141-161
enero-junio 2011, Bogotá, Colombia/ Ipseidad es un término
filosófico que suele asociarse a la idea de sí mismo, pero en filosofía se
recurre generalmente a él para hacer contrapunto respecto de la noción de
mismidad. Nota del autor/ dinámica axiológica del ser. Conf. X, 9 (Agustín de
Hipona). Victorino Capánaga O.R.S.A.
(1975: 440). Nota del autor. Vestigia y Huellas de Dios en la creación. Nota
del autor sobre la Fe y su relación salvífica en la vida del creyente. Agustín,
santo obispo de Hipona. (1948). La Trinidad (De Trinitate). L. Arias, O.S.A.
(trad.). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. Agustín,
santo obispo de Hipona (1957c). El Génesis a la letra (De Genesi ad litteram).
B. Martín, O.S.A. (trad.). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. Nota del autor. FitzGerald, A., O.S.A. (ed.).
(2001). Doctrina acerca de la imagen. En Diccionario de San Agustín. San
Agustín a través del tiempo. C. Ruiz-Garrido (trad.). Burgos: Editorial
Monte Carmelo/ Maximino Arias Reyero, Pbro. Profesor de
la Facultad de Teología, U.C. La Doctrina Trinitaria de San Agustín.
Trinitas
simul operata est et vocem Patris, et camem Filii, et columbam Spiritus saneti,
cum ad personas singulas singula haec referatur. Qua similitudine utcumque
cognoscitur inseparabilem in se ipsa Trinitatem per visibilis creaturae speciem
separabiliter demonstrari, et inseparabilem Trinitatis operationem etiam in
singulis esse rebus, quae vel ad Patrem, vel ad Filium, vel ad Spiritum sanctum
demonstrandum propie pertinere dicuntur". (Traducción propia). La
traducción de la BAC (320) supone la teoría de la unidad en la sustancia y la
de las apropiaciones; por eso no es recta. Ver también De Trinitate, XII, 11,
15… *** Nota del autor.
6- https://books.google.com/books/.../Suma_Teológica_de_Santo_Tomás_de_Aquin.html?i/ https://www.dominicos.org/media/uploads/recursos/libros/suma/1.pdf.
es.catholic.net/op/articulos/33519/cat/732/la-santisima-trinidad-dios-uno-y-trino.html/
es.catholic.net/op/articulos/14667/la-gloria-de-la-trinidad-en-la-encarnacin.htm/
Nota del autor. El Ethos teológico griego, nota del autor.
7- hirdmill.org/files/spanish/90480~1_16_01_5-12-49_PM~El_Credo_Niceno.html/
www.cprf.co.uk/languages/nicene_spanish.htm... www.eltestigofiel.org/index.php?idu=dv_11327.
Corrección textual y aproximación en la traducción se consigna como nota de autor del presente
ensayo.
8- Trin.
XV, 28, 51; CChr 50 A, 534; BKV' 11/14, 331. / Nota del autor bajo los
conceptos del Hiponense y la tradición eclesial.
9- Trin. I, 5,
8; CChr 50, 36.
10- Trin.
XV, 28, 51; CChr 50 A, 534; BKV2 II/14, 331s.Nota del autor.
12- Nota
traducida del autor.
13- SOBRE
LA SS. TRINIDAD EN DINÁMICA DE NUESTRA CATEQUESIS. Abril 2016 en cristoeseltema.blogspot.com
14- SOBRE LA SS.
TRINIDAD EN DINÁMICA DE NUESTRA
CATEQUESIS. Abril 2016 en cristoeseltema.blogspot.com
15- Nota
del autor.
16- Nota
del autor sobre la re-significación del misterio trinitario.
17- Nota
del autor. La depredación de los recursos de la naturaleza en relación con la
revelación y el medioambiente, mandato conservacionista/ Análisis del autor
sobre la dimensión antropológica de la exposición trinitaria según la doctrina
Psicológica de Agustín de Hipona. La actitud dialogante de la persona redimida
que se contrasta con la postura in-reflexiva
del mundo. Nota del autor. Pentecostés historia salvífica/Nota del
autor. https://www.aciprensa.com › Recursos › Fiestas Litúrgicas › Festividades
Cristológicas. Nota del autor, connotación de la antropología en el ser
redimido (trascendente).
18- Nominales
de la SS. Trinidad… crsitoeseltema.blogspot.com/ https://www.gotquestions.org/Espanol/Atributos-Dios.html/www.cristianismobiblico.com/bendita-trinidad-dios-en-tres-personas/
19- Del
autor.
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