SI ESTE FUERA UN PROFETA SABRÍA… (Lc 7,36-8.3)
Lucas nos dice que un Fariseo invitó al Salvador a comer a su
Casa, y que una vez estaban a la mesa se aproxima una Mujer conocida como
pecadora Publica que bien podría ser por su “estilo de vida” o por el
padecimiento de alguna enfermedad de las que se prescribían en la Tradición de
Israel y que la contaminaba, este tipo de CONTAMINACIÓN
estaba sujeto a un RITO para derogarla o simplemente la Persona era
alejada (Rechazada) y convertida en un Ser Humano totalmente excluido de la
Realidad y contacto con sus Semejantes, esta forma de discriminación era
implacable y no precisamos que en la actualidad no exista tal condición, desde
luego que existe bajo el Signo de los Modelos adoptados por la Sociedad donde
el MATERIALISMO asumió el Rito de
Purificación y se convirtió en excluyente de Masa o MASSA, nuestro Ministerio está en medio de esta Realidad todos los
días, cuantas Personas que llegan cada Domingo a la Iglesia no lo hacen movidos
por situaciones de total o parcial exclusión y es nuestro deber resarcir estas
connotaciones de vida y llenarlas de la Gracia de Cristo, es el papel Social y
Cultural de la Iglesia el único capaz de brindar Testimonio de la plena
aceptación del Evangelio que NO hace distinción alguna puesto que todos entran
en las categorías de los Hijos de Dios.
Cuando permitimos que el pecado nos diga quienes son
excluidos nos convertimos en “Jueces sin Moral” puesto que en alguna medida el
pecado de la Massa es compartido por todos ya que se obró en el ámbito de lo
Social siendo este último Total y Totalizante, aquella Mujer se acerca al
Salvador y no es rechazada por este, por el contrario su ACCIÓN DE PROFUNDA HUMILDAD logra que el propio Jesús tocara su
Realidad y la Sanara, el reclamo de aquel Hombre es fruto de la perdida de
Sensibilidad sobre la condición y limitación de quienes le rodean, la Ley es Potenciada y Sublimada, y desde esta perspectiva
Cristo Sana y Libera que al caso es lo mismo que perdonar puesto que la
Sanación aquí es consecuencia del Perdón Amoroso de Dios, solo quien Ama de
Verdad comprende que la Plenitud del Amor es capaz de superar cualquier
limitación o barrera de nuestra parte… Aquella acción que involucra una
Fragancia es el Símbolo del bienestar y santo Olor del Perdón Liberador de
Cristo… Dios celebra el Perdón porque es el termómetro que le muestra la forma
como nosotros le aceptamos totalmente y estamos dispuestos a despejar todo
Camino para caminar en pos de Él, Sin una profunda experiencia de Cristo es
imposible reconocerle y sobretodo reconocer neutras propias limitaciones, luego
aquella Mujer SÍ TENÍA UNA PROFUNDA
EXPERIENCIA DE CRISTO QUE LE PERMITIÓ RECONOCER SUS LIMITACIONES Y VERLE COMO A
SU SEÑOR Y SALVADOR, en pocas palabras la Misericordia de Dios se convirtió
en ella en MATERIA DE PERDÓN.
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