ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS
EN EL ÁMBITO DE NUESTRA COTIDIANIDAD.
La Modernidad en la que nos desenvolvemos afecta notoriamente
la relación de nuestra vida Espiritual con la misma Cotidianidad, ante la característica
particular de estos tiempos surge siempre una serie de interrogantes frente a
la vida de Fe, uno de ellos es bastante
recurrente entre nosotros ¿Cómo hablar de Dios en un ambiente
Antropizado cuya única referencia es el Ser Humano, este argumento surge de
la formulación de un problema Antropológico mayor que en alguna medida se
expresa así: ¿Donde encontramos al Dios
Vivo o Subsistente, estos interrogantes son fruto de la concepción de la
Soberanía del Ser Humano sobre su entorno y la manera como este medio es
Idealizado en la exposición de la Libertad de la Persona Humana, en la
actualidad el Episcopal que navega bajo el SIGNO DEL EVANGELIO sufre el influjo de
una constante como es la AUTO-AFIRMACIÓN
DE SU SOBERANÍA, para más idea al respecto nos basta con ver la forma como se
quiere conectar la Realidad Creada a partir de la Voluntad de su Creador con el
Mundo Leido e Interpretado por el Ser Humano cuya secuencialidad pasa por los
distintos Estadios de su Madurez tanto Personal como Colectiva, estos
constantes cambios suponen que la Humanidad vive de cara a lo que le rodea y
gracias a estos recursos entrelaza su Comprensión Tiempo espacial de la
Realidad, miremos que nos dice el Salmista sobre este interrogante que
formulamos sobre la manera y forma de la Revelación en nuestro Presente: Ojalá escuchen hoy su voz… No endurezcan el
corazón, como en Meribá, y en el día de Masá en el desierto, donde me tentaron
sus antepasados… (Sal 95: 7-8) está muy claro que la cotidianidad habla con
la voz de la constancia y que la rutina es altamente enriquecida con la Noción
de la Presencia de Dios, buscar en la Historia el rastro de la Voz de Dios es
someter el quehacer de cada Ser Humano a la Voluntad del Dios Vivo cuya Gracia
puede dar curso a la Historia personal, la Realidad de su Palabra evoca desde
siempre el comienzo de su obra, la Palabra que se Revela a la humanidad es
Eternamente pronunciada por Dios, esta Palabra es Dios mismo puesto que bajo la
forma conceptual Agustiniana se explicita así: Solo Dios cuando se comunica en la perfección de su Palabra se da a sí
mismo, bajo este principio es claro que la Revelación de Dios se siembra en
la misma Cotidianidad de la Humanidad, no se trata de acostumbrarnos a su
Mensaje sino de reinterpretarlo bajo la dinámica de nuestras vidas y Mundo en
constante cambio (Sin alterar la Naturaleza de lo Revelado)…
Para muchas personas la Revelación de su Palabra esta iluminada
por el HACER CULTICO, es decir,
indican con ello que solo cuando la Persona alcanza un determinado grado de
Emotividad puede sentir su Presencia o el contenido de su Mensaje Revelado, nosotros
comprendemos que la Realidad que se enmarca en nuestra Cotidianidad es determinante
para vivir o dejar de hacerlo en orden a la Palabra de Dios (Escrituras
Inspiradas) estamos asumiendo que hoy es posible escribir con letras doradas
nuestro Evangelio Personal lo que
sin duda nos lleva a suponer que la Revelación se hace Significante solo cuando
puede trascender en nuestras vidas o experiencia concreta con el Resucitado, hablar
de Dios en un Mundo cargado de percepciones de todo tipo no es un asunto tan fácil
como “pararse en una esquina y hablar de Cristo” como si estuviéramos
construyendo una Realidad alterna de la que somos portadores, nuestra Misión
requiere de algo más de peso y notoriedad, la fuente de nuestro testimonio es
en primera instancia el escenario de lo personal cuya referencia es la participación
de lo CULTICO no podemos olvidar que
esta Iglesia evangeliza desde su Liturgia y que cada Confección Sacramental
sometida al influjo del RITO es en
su Naturaleza SIGNIFICANTE nuestra Realidad Litúrgica no puede perderse puesto
que ella es también una PODEROSA VOZ QUE
HABLA DE DIOS AL MUNDO.
Es nuestra Liturgia un Argumento de experiencia o Praxis de
la Realidad anunciada en el Evangelio, decir que solo el Púlpito es
determinante puede dejar fuera la Perfección Idiomática del SIGNO- RITO, ya que cuanto se
desarrolla en nuestra Liturgia es en Sí y Para Si totalmente Significante y
Trascendente o cómo podríamos olvidar el KAIROS
DE DIOS Y EL NUESTRO, cuya elaboración es totalmente perceptible en la
Liturgia de la Iglesia, o mejor aún como vivir una clara Significación de su
Maternidad Eclesial sin el Rito que lo explicita en relación Salvífica, esta
Iglesia puede y debe categóricamente HABLAR
DE DIOS DESDE LA PERFECCIÓN DE SU LITURGIA, que también es asumida como un
Signo de Unidad Esencial de la vida o Realidad Eclesial, sobre esta postura
prefiero invocar la Sapiencia de los PP. De la Iglesia cuando afirmaron Axiológicamente:
SENSUS ECLESIAE o mejor aún LA MADRE IGLESIA SUPLE, esta afirmación
es la explicitación del Signo de Comunión en el que se desarrolla nuestra
propuesta de Fe y su Unicidad formal.
Retomando la ruta inicial, hablar de Dios en el Presente
necesita que reinterpretemos la
concepción de la decisión de la Persona
Humana que al alejarse de Dios quiere ratificar su propia Existencia, en la dinámica
Total y Totalizante de nuestro Mundo
donde no hay espacio para la Intimidad
como experiencia con el Dios Revelado, este espacio fallido es consecuencia de
la llamada necesaria SOBERANÍA HUMANA y
su concepto Antropocéntrico, donde Dios se convierte en un problema sobre-dimensionado por la especulación y la dicotomía de muchos de los Creyentes en cuanto a sus
vidas y prácticas de Fe, la Humanidad se agota así misma buscando fórmulas para
alcanzar la Felicidad , están siendo encerrados como es natural por su propia
Inmanencia, es decir, están agotando lo que es la Persona Humana y aun siquiera
no alcanzaron la Realización de su Existencia. Es para nosotros una urgencia
manifiesta argumentar sobre la Praxis de Fe en un Mundo Inmediatista que no
está dispuesto a vivir procesos que consuman sus días y tiempo, es como indicar
que ya no hay tiempo para madurar si ello implica perder la posibilidad del “Placer
Sensible” que da la edad y el ejercicio de la Voluntad sobre cosas y personas.
Desde esta postura afirmamos que DIOS NO ES UN PRODUCTO MEDIÁTICO puesto que el conocerle implica el
aceptar su Revelación Progresiva, cuando hablamos de Revelación Progresiva lo estamos
haciendo en la Órbita de lo que se experimenta en la construcción de las
estructuras de Fe en la vida y quehacer de la Persona, Dios se hace presente
también en la Cotidianidad como quiera que Santifica todo lo realizado y
realizable por la Humanidad, esta postura asume que la Gracia interviene
libremente pero a Voluntad del Sujeto que desea vivir su Influjo determinado y
determinante de su propia Salvación, la presencia de la Gracia (Habitual) es
Signo de Salvación aun en lo cotidiano. Dios transforma desde lo profundo de la
Humanidad, antes de revelarse en la Historia Él está presente en la profundidad
del Ser Humano, es el INTIMOR Agustiniano el que sobresale en el Alma del
Creyente, es el Dios que no está lejos de la Humanidad porque está en lo más Íntimo
de ella, es el dios que se mueve libremente entre el CORAZÓN Y EL ALMA DEL SER HUMANO, es por demás el Ser Maravilloso
Causa de toda nuestra Felicidad, es el tesoro que cuando uno lo encuentra no
quiere ya separarse de él. Surge algunas inquietudes que pasan por la
definición de la Ministerialidad desde la misma Iglesia, el primer paso es
definir el llamado MODELO MINISTERIAL para
asumir el reto de hablar de Dios en la dimensión de la Misión, la Iglesia debe
definir qué tipo de Clérigo necesita para esta Misión y como formarlo para
alcanzar la concreción de la propuesta Evangelizadora, la intuición de
pensarnos como Iglesia pasa por la definición del Sujeto que la piensa y concreta. La Misión del hablar de Jesús
trasciende el modelo de cualquier Movimiento puesto que parte de la SINGULARIDAD DE LA PERSONA HUMANA, un
Gesto o Acción Litúrgica bien concretada es una poderosa Voz que evangeliza y habla de
la misma perfección del Dios vivo puesto que por definición EL DESORDEN NO SIMBOLIZA LA PERFECCIÓN DE
DIOS, cuando la Liturgia pierde su esencia estética se cae en un mero
ejercicio de fórmulas que es necesario decir en este u otro momento, LA LITURGIA ES TAMBIÉN EVANGELISMO. El
Episcopal ve en lo Cultico una forma de
Adoración y Evangelización relevante cuya naturaleza es asequible para todos.
Unidos en Cristo.
Rev. Diego Sabogal.
C.E.T
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