sábado, 30 de enero de 2016

SEGUNDA PARTE... MANIFESTACIONES DE NUESTRA IDENTIDAD RELIGIOSA Y TRADICIÓN...

MANIFESTACIONES DE NUESTRA IDENTIDAD RELIGIOSA Y TRADICIÓN.

(SEGUNDA PARTE).


El no estar bajo la Autoridad del Papa (Iglesia romana) no implica siquiera posibilidad de pérdida de Catolicidad, basta recordar que la Institución papal aunque pretendan verla así no es fruto de la Revelación y Praxis temprana de la Iglesia aunque para sustentarlo acudan al Texto Sagrado cuando Jesús habla sobre la “edificación de su Iglesia”  (Mt 16,18) desafortunadamente olvidaron la anterior declaración de fe de Pedro sobre la Identidad del Salvador” Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios” pues sin duda el Salvador no habla de Pedro como Base o cabeza sino de esta declaración de Fe como sustento de la Iglesia y plataforma de la misma, es la Iglesia el Pleroma de Cristo, y Cristo su Cabeza y Señor, basta citar al Hiponense cuando afirma: La Iglesia es sierva de Cristo y Madre de los Bautizados, para comprender que la Iglesia existe gracias a la relación Salvífica con Dios (Economía de Salvación) y que si existe en el Mundo una Promesa del Resucitado es precisamente el enviar al Paráclito como lo interpreta el propio Juan (Evangelio) no existe Institución distinta a la Iglesia que se abrogue el derecho de administrar los Dones Pascuales (Sacramentos) y no existe Don distinto al Espíritu Santo.

La Declaración de Pedro  se admite en el marco de la Revelación personal del Salvador a sus Discípulos y en su Contexto es muy probable que se refiera a la opinión compartida por el resto de sus discípulos, nosotros asumimos de lleno que tal profesión de Fe es un estímulo para el Creyente de todas las épocas   al recibir la certeza del Redentor. La Piedra es parte de una Simbología que  ratifica el valor intrínseco de los cimientos como soporte de cualquier tipo de Edificación pero no necesariamente de una persona en particular, la piedra de la Iglesia es Cristo y su Evangelio.

No pretendemos conferir Autoridad distinta a la establecida de Cristo para su Iglesia, no es posible asegurar que la Comunión Eclesial dependa de la aceptación de la Autoridad del Romano Pontífice, asunto para nosotros zanjado hace algunos Siglos,  nuestros “Signos de Comunión”  son distintos si se quiere porque se remontan a la figura de los Apóstoles y sus sucesores (PP. Apostólicos, Latinos, Capadocios, Griegos) para más ilustraciones acudimos al Símbolo Niceno:


Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra, de todo lo visible e invisible. Creemos en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,  Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros y por nuestra Salvación bajó del cielo: por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado. Resucitó al tercer día, según las Escrituras, subió al cielo  y está sentado a la derecha del Padre. De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo,  Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creemos en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Reconocemos un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Esperamos la Resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.    

Los Signos-Símbolos de la Iglesia Universal  en casi su totalidad  son asumidos por nuestra Tradición al punto de delinear toda una Cosmovisión partiendo de las aproximaciones a la época apostólica cuyas practicas (Praxis) siempre se fundamentaron en la experiencia Cristiana de estos primeros Siglos, no podemos hablar de una Liturgia propia en la extensión de la afirmación, pero si de una Liturgia  que tomó de lo Esencial y articuló su pensamiento aportando también a su enriquecimiento, los PP. De la Iglesia formularon en el Símbolo Niceno-Constantinopolitano la ratificación de la presencia del Espíritu Santo en sus relaciones de Procedencia (Procesiones) y la misma Madre Iglesia definió tres formas de comprender su Procedencia (Quiauque):

·         Espíritu Santo Procede del Padre.

·        Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo... Espíritu Santo procede del Padre por medio del Hijo.




Superamos la relación de Naturaleza planteada por los Concilios anteriores y que esta Comunión acepta,  solo quiero enumerarlos para nuestro recuerdo y estudio personal, sobre las Relaciones Trinitarias:
·        Nominales del Padre- Hijo- Espíritu Santo.
·        Principio sin Principio.
·        Padre del Hijo.
·        Motor del Motor Inmóvil.
·        Único Subsistente.
·        Luz Inteligible.
·        Causa primera.
·        Causa Ejemplar.
·        Hijo del Padre… Engendrado antes de todo tiempo.
·        Amor del Padre.
·        Redentor.
·        Salvador de la Humanidad.
·        Persona Divina.
·        Consustancial al Padre (Misma Naturaleza).
·        Procede del Padre y del Hijo.
·        Comunicación Eterna del Padre y del Hijo.
·        Procesión del Espíritu Santo del Padre y del Hijo.
·         Manifestaciones Ad-Extra de la Santísima Trinidad.
·        Misma Naturaleza que el Padre y el Hijo.
·        Espiraciones tanto Activas como Pasivas.
·        Del Padre y el Hijo al Espíritu Santo, Activas.
·        Del Espíritu Santo al Padre y el Hijo Pasivas.
·        Dios Padre Inmenso como Dios Hijo Y Dios Espíritu Santo.
·        Perfectísimo el Padre igual el Hijo y el Espíritu Santo.
·        Luz Inteligible.
·        Fruición.
·        Generación.
·         Sustancia.
·        Esencia.
·        Simple.
·        Concilio de Calcedonia (451)  Sobre la Unión Hipostática de Cristo.
·        Libro de Oración Común Página (758-759).


Según la formula Dogmática que profesamos y que está contenida en el Credo comúnmente llamado de San Atanasio estructura la Teología sobre la Revelación de Dios como Trinidad de Personas Divinas y rechaza toda posible interpretación distinta a la Profesada,  la terminología nos sirve para la composición de nuestro marco teológico que en lo esencial no dista de la Tradición de la Catolicidad… Calcedonia fue clave al luchar contra el arrianismo y fruto de esta reflexión encontramos esta fórmula profesada: Engendrado, no creado, Consustancial al Padre.

NO OLVIDAR: La Clausula Filioque para nosotros como miembros de la Comunión Anglicana y parte de la Catolicidad creemos que esta fórmula es  aceptable y no altera la Tradición de la Iglesia,  no altera las concepciones de las relaciones Trinitarias (Espiraciones- Procesiones), también aceptamos las formulas anteriores que sostienen la Procedencia del Espíritu Santo del Padre (Subordinacionismo griego) son igual fórmulas que no modifican  el Símbolo de nuestra Fe. Ellas no suponen derogación de Doctrina alguna,  ellas no ponen en duda la Sustancia divina o la Esencia  misma de Dios Padre-Hijo-Espíritu Santo, así como las operaciones (orígenes) tanto Ad-Extra como Ad-Intra de la SS. Trinidad.
Complementando la reflexión diremos: El conocimiento intelectual en nosotros nos dice que en la Gramática existen las oraciones que componemos constantemente y que tales oraciones tienen su origen en la reflexión intelectual, no es posible suponer que en nuestro Idioma los Verbos afloran solo en la Escritura, antes procedieron de nuestro conocimiento Intelectual para construirlos, escribirlos y conjugarlos según la oración, en la Mente Perfectísima de Dios sucede algo similar,  Existe una Procesión Intelectual en Dios  por la que existe el Verbo, ejemplo de ello es la Encarnación que supone un Eterno Retorno del Hijo al Padre “ siempre” y desde luego en la Simplicidad de Dios  no puede existir algo que no sea Dios mismo, su esencia y no distinta a esta, luego el Verbo es Dios, según esta formulación  nosotros suponemos que  el conocimiento de Dios es en sí mismo el conocerse y amarse plena y totalmente al punto de proceder de tal eterna acción el Dios Espíritu Santo, desde luego, unido al Hijo (Con el Padre)  cuya acción reveladora se realiza en el Dios Espíritu Santo como Don  revelador (Persona)  de las Relaciones Trinitarias… Aunque sea difícil de comprender es necesario para entender que el Símbolo Niceno-Constantinopolitano,  es la Identidad Teológica de nuestra Comunión y Catolicidad. Esta Iglesia no profesa cosa distinta y por tal razón duele profundamente el estar en la situación en la que nos encontramos, pero sobre todo por no continuar en el camino que señala la Tradición de la Iglesia, La Mente de Dios es la fuerza creadora que transforma su Pensamiento en Obra dejando establecida su Causalidad perfectísima para la Creación de la que el Hijo Eterno es Causa Eficiente y Ejemplar  (Donde está el Padre están tanto el Hijo como el Espíritu Santo y así con las demás Personas Divinas) la Mente creadora de Dios procede por su Voluntad en una operación Simple en su Perfección: Cuando Dios Ama- Piensa y cuando Piensa-Ama, son la misma Acción  porque al no haber Compuesto alguno en el Subsistente por Antonomasia  toda Acción es una y misma como el Pensar y el Amar.

Nosotros tomamos de la Tradición de la Catolicidad  absolutamente todas sus enseñanzas y hacemos una “Pausa reflexiva” a parir de la constatación como tal de aquellas enseñanzas que consideramos son fruto de la “Intuición de Roma” pero que en ausencia de la Iglesia de Oriente y nosotros no tienen la obligatoriedad de ser asumidas como fruto de la Tradición apostólica, me refiero concretamente a los Dogmas proclamados por Roma sobre La Inmaculada Concepción y la Infalibilidad Papal,  los consideramos un esfuerzo por capitalizar imaginarios religiosos en el Pueblo Católico sin formación y fetiche de una Teología ingenua, por lo demás estamos en capacidad tanto Ética como Moral de acoger las enseñanzas de la Tradición. Sobre la Inmaculada recuerdo la fórmula del Franciscano Escotto: Dios lo podía, era conveniente, luego lo hizo, este Axioma Teológico se refiere a la Voluntad Divina de Preservar a la Virgen Madre en el ejercicio de su vida de fe y disponerla a tal Gracia, no implica que su Persona fuera divinizada sin conocer la muerte, la Magnitud del llamado se refleja en la Voluntad y opción fundamental del que es llamado y lo atiende, es pues una especie de Predestinación a los ojos de la Tradición pero tal Predestinación deja completamente libre al que es llamado, libre para optar o rechazar, lo grande de la figura de María es y fue la capacidad de seguir el curso del plan Salvífico, la Comunión Anglicana fiel a los PP. De la Iglesia busca No restar Humanidad a la Madre de Jesús, intuitivamente exclama el Hiponense: María fue Madre de Jesús en la carne pero no del Verbo Eterno de Dios, quedando en pie su Naturaleza de Persona Humana y solo Humana,  así mismo no la hemos nombrado como Madre de la Iglesia, considéramos que María es la primera entre los Glorificados (Deificados) pero es improcedente asumir que posee una Maternidad Universal  muy por sobre la Iglesia, para nosotros la figura de  María es Modelo de vida y Espiritualidad como quera que vivió el Misterio de la Encarnación y vida del Salvador, somos sin duda en esta Cuestión clara  Sintonía con los PP. De la Iglesia especialmente los Apostólicos, incluso hasta Orígenes (Siglo III fundador de la Escuela Alegórica de Alejandría junto a Clemente).

Nuestra Tradición reconoce la vertiente más temprana y señala con ella que solo Jesús es el  “Camino que lleva al Padre Dios” La Virgen Madre es Modelo pero solo en esa dirección,  reclamamos la Maternidad de la Iglesia sobre los Bautizados… No perdamos de vista ni por un momento que la Iglesia Engendrada en Pentecostés asume su Rol y transmite la Voluntad Salvífica de Cristo en sus Ritos, Signos-Símbolos y en su Evangelio, ella guarda el Deposito de la Fe.



LA EUCARISTÌA SIGNO DE COMUNIÒN Y UNIVERSALIDAD.  



La Praxis de nuestra concepción Mistagógica nos lleva a asegurar categóricamente que la Santa Eucaristía es el Sacramento por Antonomasia de la Unidad y catolicidad de la Iglesia de Cristo y ya superamos en gran parte la clásica discusión sobre la Presencia “Real” de Cristo en las formas Consagradas, nosotros vivimos la Epiklesis como enseñó la Iglesia desde siempre, estamos invocando el Espíritu Santo sobre los Dones materiales, nuestra noción sobre la Actualidad del sacrificio Eucarístico se conserva intacto, sabemos que la Presencia del Salvador es dinámica y viva y que la  Iglesia  sabe que su Señor está junto a ella y se reserva el manifestarse a sus Redimidos conforme estos crezcan en su Camino y Espiritualidad,  dejamos en absoluta libertad a los sentidos no los encasillamos en la teoría del Conocimiento ( Consustancial o Transustancial) no decimos que el Redentor altera la composición química de las especies consagradas, no vivimos la formalidad de esta Doctrina sabemos que el Salvador de la Humanidad se manifiesta bajo el Signo eucarístico pero de forma misteriosa, eso sí acudimos a la fenomenología de la Fe (cabe el término) para fundamentar nuestra sólida experiencia con el Resucitado, dicho de otra forma: La Metafísica de la Santa Eucaristía es la presencia amorosa del Salvador en el Rito y corazón de la Asamblea, no en la modificación de las especies del Pan, Agua y Vino.

Asumimos que nuestra relación con Dios se vive en la forma y modo del Sujeto que en actitud dialogante “conversa” históricamente con su Creador y escoge este dialogo hasta la misma Eternidad, vivimos el Yo, el Tu, el Nosotros, en nuestra misma Alteridad e Inmanencia que por la Gracia de Dios es  Trascender y  Salvación. Vivimos la Trascendencia que camina en dirección de Dios desde la concepción misma de la vida y la Información divina o Alma a nuestros cuerpos,  que es nuestra Corporalidad y Corporeidad.

Sobre la Confección Sacramental  vivimos la Idoneidad de los ministros Ordenados como desde siempre lo procuró la Madre Iglesia (Obispo, Presbítero y Diacono) heredamos en Occidente el Monacato y la vida Consagrada desde San Jerónimo que la llevó a Jerusalén, hace 1500 años, distribuimos la Santa Eucaristía a nuestros reclusos y enfermos,  celebramos los tiempos de la Liturgia como lo prescribió Gregorio Magno uno de los grandes Latinos… Celebramos la Pascua del Salvador, su Nacimiento y Triduo Pascual. Corre por nuestro Ser Eclesial la Sangre de los Apóstoles sus sucesores y PP. De la Iglesia hasta el Siglo VIII cuya lista cerramos también con Isidoro de Sevilla, también aseguramos con la Tradición: El Canon de las Sagradas Escrituras está más en el corazón de la Iglesia que en los Libros Sagrados, de ese Corazón tomamos también nuestro palpitar, sentir y vivir, es pues la catolicidad la vida de esta Comunión es inadmisible estar fuera de ella, o expresar que no es necesario vivir en ella,  nuestros Pastores deberán hacer todo para resarcir el daño a nuestra Comunión.


Unidos en Cristo.


Rev. P. Diego Sabogal.





  

  

1 comentario:

  1. Padre Diego:
    Mucho cita a San Agustín de Hipona. Está bien. ¿Nos puede dar citas específicas cuando hace referencia a sus obras que son muchas? Vale la pena poder investigar el contexto de los comentarios del Hipoenese. Gracias

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