JESÚS CONVIERTE EL AGUA
EN VINO, BODAS DE CANÀ.
Juan en su Evangelio nos presenta a Jesús actuando en un
escenario muy conocido y cuya intencionalidad es bastante clara, mostrar la
faceta Humana del Salvador (Naturaleza Humana) y la forma como encaja perfectamente en la
Sociedad de su época, una Boda es un acontecimiento que involucra a la Familia
y sus allegados, es también un espacio
de Fe que entrelaza a las personas en sus Relaciones y su perspectiva de vida,
sin tanto rodeo, Jesús vivió ese momento como uno más y sus amigos, nosotros en
la vida de la Congregación debemos
copiar ese modelo de integración y sentir gracias a Jesús y su ejemplo
Fraterno. El convertir el Agua en Vino nos dice a voces que el Redentor era consciente
de la vida y necesidad de sus amigos, no era ajeno o distante del intríngulis
de sus vidas, era conocido y les conocía, que forma tan especial de conocer su
Realidad y participar en ella, Jesús era
de casa, Jesús es de nuestra casa.
Juan plasma la visión de un Jesús Histórico capaz de
construir Ejes Relacionales nuevos y
duraderos con las personas, e introducir sus acciones y gestos en la dinámica de
Rito-Relación, como mostrando con ello
su disposición de santificar nuestra cotidianidad, y más que su primer Milagro
formal, podremos decir que es la Naturaleza misma de la Gracia supliendo
necesidades en las personas, tal accionar se puede ver manifestado en el interés
de bienestar que refleja con su Milagro.
Toda su Simbología se vuelca a mostrar un bien particular Kairos que toca con su Gracia a la
Familia sin otra consideración que el Amor, pero tal determinación explicita el
Amar como consecuencia fehaciente del Amor… Entrando en el todo fraterno y
Social de su obra vemos que la Comensalía reúne los requisitos en el
Salvador para integrar y vivenciar la dinámica posterior en este mismo Evangelista
sobre el Mandamiento Nuevo, no se trata en principio de
una Boda y nada más, se relaciona con la
Persona Humana y sus expectativas como Prójimo y como Próximo.
La actitud de María es la actitud del Bautizado y su objetiva
postura abierta al Dialogo permanente con su Entorno Somático y con Dios, somos
Seres Ahí para algunos con una Realidad
y una forma de interpretarla pero el Bautizado hace de la Gracia el
medio y forma vital de su Experiencia de Fe, no somos un Accidente para
suponer que nuestro estar solo obedece a esta Realidad material, todos nosotros
vivimos en Vocación de Eternidad (Doctrina Paulina).
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