INTERPRETACIÓN DE LOS
TEXTOS EVANGÉLICOS BAJO LA PRIMICIA DE SU INTENCIONALIDAD, RITO Y SIMBOLOGÌA.
INTRODUCCIÒN.
Parece detenida en el Tiempo la relación de los Textos
Revelados (Texto Sagrado de Tradición) con la exposición referida a la
Tradición y que para los años 65 de nuestra Era parecían haber perdido el nexo
con la Historia del Pueblo Escogido como se veía cada judío, y el reto era muy
grande poder derivar el naciente cristianismo y su Cosmología frente a sus
antepasados Escrituristicos, de esta forma encontramos que los Textos del (N.T)
no son la excepción, además recordemos que para el Maestro de la Ley cada
posible interpretación era válida y obedecía precisamente a la fuente suprema y
reveladora (Dios) tal acción interpretativa introduce el cristianismo en la
comprensión del Mundo Judío y este último en la misma dirección, nosotros no podemos pasar de largo ante la
profundidad interpretativa que supone el
Evangelio y precisamente donde cada palabra está cargada de Simbología y claves referentes,
es gracias a la carencia de continuidad en la Torá que los géneros del (N.T)
acuden al Midrash buscando la fuente
que los vincule a la Tradición de donde provenían los primeros seguidores del
“Camino” el Judaísmo, puesto que no se trata solo de la idea y su
Centralidad es también un asunto de la Sublimación del Kairos cristiano.
CLAVE INTERPRETATIVA.
Hacemos como anteriormente mención del Midrash que lleva a otro nivel el análisis de los Pesukin o versículos de la Torá pero
dejando a Salvo la primicia de la Validez de cada una de las posibles
interpretaciones y con ello de la significación espiritual de cada Pesukin
(Versículo) es interesante como cada una
de sus aseveraciones deja Huella profunda en la misma manifestación de Dios y el
que podemos llamar Mundo Celestial ya
que en lo referente a la Trascendencia es imposible establecer Dicotomía entre
lo Revelado y lo vivido por el Creyente, esta actitud responde a la necesidad
de articular un Discurso en Perspectiva Salvífica pero cuyo antecedente está en
Retrospectiva, es aquí donde se crean los nexos entre el (A.T y el N.T) y como
los Discípulos llegan a ver a Jesucristo como Dios y Hombre, es también como se
busca una relación directa con los Escritos proféticos.
RITO-SIMBOLOGIA.
Podemos tomar del Evangelio de San Juan el llamado Discurso
Eucarístico (Cap. 6) que cuando lo asociamos con la Eucaristía y sus Dones lo
hacemos en la esfera o dinámica de la Simbología (Maná anterior) y que se
convierte en Rito en la perspectiva de Gracia que produce Eternidad bajo la
sentencia: El pan vivo bajado del Cielo es
bien propio de Juan el mostrar a Cristo como figura de la perfecta Pascua del
Creyente ( Enseña a un Jesús
transformado en el verdadero Cordero Pascual cuyo Sacrificio no necesita otro
igual ) de esta forma une tanto el Rito
como su contenido Simbólico, es obvio que la interpretación pasa por la
elaboración de un Discurso tal que complemente la Pascua de Liberación en
Egipto y transmita la idea de una muy definida Escatología donde sea Jesús el
personaje central y no las Tradiciones del (A.T) es también una forma de
profundizar en la realización de las Promesas por las cuales el Pueblo aguarda
a su Salvador. Juan busca una Re-Significación
espiritual para los Textos Sagrados donde
Jesús aparece como la Plenitud de todo lo anterior y más que una definición de
Tiempo lo es en la intensidad y forma de
comunicar su Misión, podríamos decirlo
Atemporal, el Símbolo Joanico tiene
todo que ver con la superación de imaginarios que limitaban en su momento la
Idea de una Presencia-Rito fehaciente
en el que Cristo asume su Rol como Sacerdote Pleno, como quien vive en su
Ministerio el acontecer tanto de lo esperado como de lo vivido, la Presencia de
Cristo no se da desde la exclusiva constatación Sensorial prueba de ello es
“Camino de Emaús” (Lc 24) cuando el Discípulo afirma: No es verdad que cuando él nos hablaba nos ardía el corazón, este
Texto Evangélico como ninguno es tan claro en la afirmación de la aprehensión
de la Realidad Resucitada del Salvador y como entra en la esfera de la Presencia-Rito y se descubre
categóricamente la Comensalia-Símbolo… Cuando
se sentaron a comer Jesús tomó Pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a
ellos, queda claro que el Símbolo mueve la Conciencia y hace que las categorías Cognoscibles de los
cristianos perciban la manifestación del Salvador en la Presencia-Rito y Símbolo tanto de la Tradición como de la Praxis
del Bautizado. El Percibir al Salvador hace de la Economía Salvífica una clara
muestra de su impronta objetiva y
de su Mismidad que supera la barrera Sensorial y se convierte en un Fenómeno de
Fe capaz de sentir a Cristo Resucitado.
SIGNO-RITO.
Dejando la Simbología de lado, nos centramos en el Signo y en esta dinámica vemos que tal
componente muestra con absoluta claridad y determinación la idea de Jesús como Sacramento de la definitiva
Alianza lo que nos permite asumir que el Signo y la Simbología son en sí y
para sí portadores de una misma Realidad descrita bajo la figura de la
Tradición y Sublimada en la Economía de
Salvación, no era posible asegurarlo sacando al Salvador de la
Cosmovisión Hebrea, la Actualidad y su Actualización es un ejercicio permanente
del reconocimiento de la Soberanía de Dios, no obedece a la Naturaleza de la Dialéctica distinta a la Comunicación de la
Gracia.
En cuanto al Rito afirmamos
que sin la mediación de la Simbología-Signo
corre el riesgo de convertirse en un Mito
cuya imaginación superaría con creces la misma Realidad de Fe descrita (Jn
20: 19-29) donde una Idea se articula tan bien con otra que se convierte junto
con ella en una Unidad de Texto- Re-significante que vista a priori daría la impresión de un “Sustrato
doctrinal elaborado”.
Quiero indicar solo un principio de esta cuestión: Jesús entró estando las puertas cerradas, la
centralidad que encierra esta oración puede convertirse en un Mito si planteamos su análisis desde la naturaleza
de los eventos por ella descrita y resumimos el Rito-Signo de lo sobrenatural al influjo de la imposibilidad
racional para demostrarlo como un acontecer Fenomenológico y por lo tanto para justificarlo acude al Mito
que en esta exposición sería un sustrato revelado y toda una estructura
artificial para su comprensión, pero el Creyente no reduce esta manifestación
al imaginario cuyo fundamento es la Lógica del acontecimiento, Jesús entró con
las puertas cerradas, bajo el concepto de Genero como el Midrash es posible asumir una Praxis movida por la profunda
experiencia de fe de los Apóstoles y no necesariamente un Fenómeno de ribetes sobrenaturales (Puntual e Histórico) como parece constatarlo la posterior
presencia de Tomás que durante el Rito-Signo
de Jesús Resucitado no se encontraba en casa, luego para él carece de
sentido esta experiencia Sobrenatural de sus hermanos en la Fe.
La profundidad del análisis dependerá de la Espiritualidad de
cada uno de nosotros, y establecemos una Teoría
del Conocimiento Divino que verá esta Realidad con mayor nitidez en la
medida en la que caminamos de la mano de Dios en terminología Agustina: Luz Cognoscible (Dios). Esta
experiencia no es fácil de asimilar en un medio escéptico como el nuestro donde
la experiencia Trascendental está siendo dejada a un lado y se busca otros
modelos más fáciles de aprehensión inmediata (Materialismo, Personalismo,
Exacerbado Antropocentrismo, laicismo, Secularismo, y otros más).
SUPERACIÓN DEL MENSAJE FANTÁSTICO.
Con este enunciado bien particular resumimos las
características de la forma como abordamos la Trascendencia y centramos su
validez en contenidos que podrían sonar fantásticos, a muchos creyentes les
sorprende la presencia del Redentor estando las “Puertas de la casa trancadas
desde adentro” y no la posibilidad del “Corazón Abierto” del que el
profeta aseguró encontrar a Dios (Jr
29,14) es pues sin duda la cuestión a tratar, estamos franqueando la barrera de
la misma ceguera del Ser Humano para reconocer a Dios y estamos disponiendo
todo para vivirlo como Señor y Salvador, el mensaje “Fantástico” no puede
ocupar nuestra Praxis de fe y mucho menos encausar a Dios en nuestras
expectativas Personalistas, no es el “mediatismo” con todo el poder de
crear imaginarios, eso mismo le pedían quienes querían verle descender de la
Cruz o hacer un Milagro según ellos para creer en su Divinidad, no se trata de
ver acciones sorprendentes de Dios como si de abrirle nuestros corazones… (Is
30,15) dice el Profeta: En quietud y
reposo seréis salvos, no está suponiendo acción fantástica que nos convierta
en Testigos de nuestra propia curiosidad, o de pronto en la generación de una
Realidad alterna donde lo Divino no se relacione con lo Temporal, no podemos quedarnos bajo la “Sombra” de
aquella caverna que ciega nuestro conocimiento, estamos llamados a ser todo lo
contrario (Némesis de la Sombra) vivamos la experiencia de Dios que da sentido
a nuestra Realidad, no puedo dejar de recordar a los PP. Griegos cuando afirman
que los “ídolos son sobras” que siempre reflejan esclavitud en quienes viven así,
o en Occidente con el Hiponense cuando dice: el pecado envilece y te hace pequeño o esclavo, hemos empleado
términos como Sombra, ídolos, por esta razón quiero hacer claridad sobre la
significación como tal en la Tradición de nuestra Teología.
Pròsopon, muy popular entre los PP Latinos y
Griegos y en esa distinción formal podemos incluir a los Capadocios, gracias a
este término que traduce “Delante de la cara o mascara” la Patrística pudo
elaborar la Teología sobre la Persona de Jesús y posteriormente afirmar la Unión
Hipostática, superando una posible desviación de Doctrina que llego a afirmar
que la Humanidad del Salvador era aparente, desde el (Siglo III) la Catolicidad
conserva intacto las enseñanzas sobre la Humanidad y Divinidad del Salvador superando
la propuesta de convertir a Jesús en un Mito cuyas cualidades son recreaciones fantásticas
sobre sus Milagros y Acciones sobrenaturales… La línea que divide a la
Naturaleza Humana y Divina del Redentor es muy frágil pero sin duda lo es más
aun cuando afirmamos con la Iglesia que solo existe en el Salvador Una Persona y es la Divina, estamos
caminando en la justificación de su condición de Hijo de Dios pero si estamos distraídos
podemos desarrollar una serie de mitos sobre las vivencias Humanas del Salvador
ayudado por su condición de Unigénito
del Padre, es decir, lo pueden asociar a relatos mitológicos donde los dioses actúan entre humanos (Zeus Padre de Hércules)
al que constituye en un semi-dios con atributos heredados y compartidos,
pero en Jesucristo la comparación es del todo inexacta e improcedente, nuestra
experiencia de la Trascendencia se afirma en la Revelación y Comunicación de
Dios por medio de la Gracia.
PERSONA VERS.
RITUAL.
Uno de los riesgos de la idealización de nuestra Praxis de fe
es precisamente cuando quitamos Humanidad o el otro extremo la exacerbamos en
el Salvador elaborando una gran cantidad de análisis Psicológicos sobre sus acciones
y
justificar también las nuestras, Cristo no es solo Rito, como tampoco es exacto
hablar de su persona Adorable desproveyéndole de su Naturaleza Humana, si es
exacto hablar de sus Naturalezas Divina y Humana y Persona Divina, desde luego que nuestra experiencia se nutre
de la Praxis Del Amor como Sustancia que comunica vida y Sublima Naturaleza
Humana. No es conveniente dejar al Salvador tan solo en los Altares porque
estamos en peligro inminente de convertirlo en un Mito Espiritualizado, es
decir, tan Etéreo y Alto que se escapa de cualquier principio Solidario con la Humanidad.
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