viernes, 31 de julio de 2015

EL QUE VENGA A MI NO TENDRÁ HAMBRE Y EL QUE CREA EN MI NO TENDRÁ SED...

EL QUE VENGA A MI NO TENDRÁ HAMBRE Y EL QUE CREA EN MI NO TENDRÁ SED… (Jn 6: 35, 41-51)

Iniciamos Este Relato Joanico  como terminamos el Domingo anterior bajo la concepción de una relación vital generada por la Fe en Cristo “Pan Vivo y Vivificador del Bautizado,  pero agrega un ingrediente muy especial, miremos el Texto: Nadie puede venir a mi si el Padre que me ha enviado no lo trae (44) ese vinculo se da como consecuencia de la fe del Creyente que por Antonomasia asume este principio de vida consiente de la necesidad de hacerlo para establecer esta relación de características Salvíficas (Escatológicas) Juan pone en boca de Jesús, y fruto de su personal Espiritualidad un compendio de los misterios de la vida del Salvador, estas características fueron anunciadas por los Profetas y por el propio Mesías, sin duda, es un Texto dirigido a conversos Judeo-cristianos,  con una concepción de Fe unida fuertemente a la Tradición de su Pueblo y que requiere antes de ser asumida por ellos, ser relacionada con la vida del Salvador.

Para luego añadir elementos propios de su Trascendencia y Cosmovision, miremos el Texto Joanico: En verdad os digo, el que cree tiene vida eterna, Yo soy el pan de la vida (47-48) y que acude a esquemas relacionados con el (A.T) como Maná, Soy Profetas, que sin duda nos señalan el camino de la reflexión posterior a la Resurrección del Redentor,  es por demás una ambientación a la experiencia de fe de los Judíos convertidos. La Tradición judía se siente con fuerza en la plenitud de los dones que Dios ofrece al Pueblo en el Libro del Éxodo pero que en Cristo son verdaderamente plenos (Sobre valoración Temática a la experiencia de la Samaritana, Jn Cap. 4).

La vida del Mundo es alimentada por el banquete eucarístico tal y como lo presenta Jesús, que nos hace pensar una necesidad Salvífica por excelencia y solo así entendemos afirmaciones Contemporáneas de nuestra Tradición Eclesial como esta: Es imposible vivir esta forma de Catolicidad sin la Eucaristía,  es como afirmar positivamente que la vida Eclesial y espiritual del Bautizado requiere la Cena del Señor para ser y expresar la plenitud de su manifestación Sobrenatural, es pues el Pan Vivo la Centralidad de esta y toda Catolicidad presente en la Historia y Cultura religiosa, afirmamos al unísono: El Mayor de los Medios de la Gracia es la Eucaristía o Cena del Salvador.     


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