miércoles, 15 de julio de 2015

MARÍA... LA MADRE ADOLESCENTE, MODELO DE ESPIRITUALIDAD Y MATERIALIZACIÓN DE LA MISMA.

MARÍA MODELO DE ESPIRITUALIDAD Y MATERIALIZACIÓN DE LA MISMA.

QUIEN ERA MARÍA EN EL CONTEXTO DE SU PUEBLO.


Es bien llamativo que sobre la Virgen Madre no se conozca más allá de lo descrito especialmente en el Evangelio de San Lucas llamado el “Pintor de la Virgen”  presenta una serie de elementos que la ubican en la escena de la Fe como una Creyente de características muy especiales y que sobresale al resto de Personajes citados en el Texto Sagrado de Tradición, era por demás una Nena no mayor de  15 años  conforme a la Tradición Judía que como toda Chica de Israel esperaba ser la Madre del futuro Mesías, desmitificando su figura diremos que sus cualidades y vivencias sin duda eran las mismas de una Niña de su Edad y época o Estadio cultural, pero de una madurez Espiritual que le hacía suponer la Realidad de su Pueblo, desde luego era una Mujer de fuertes convicciones religiosas y practicante entre los suyos y la Comunidad…    Como Mujer vivió de cara a su Familia, amigos y congéneres, pero sin descuidar la trascendencia de la Fe vivida por su Nación. Pertenecía a un Clan o Familia  de la época (Modelo familiar distinto al actual o Nuclear). Fue Esposa y luego Madre y al ser desposada por José vivió bajo las connotaciones propias de ese momento, sin duda era un Hombre mayor que ella porque era costumbre asegurar el bienestar de los suyos y quien mejor que un Hombre Maduro, Responsable y con alguna propiedad, el Enlace era acordado por los Padres tanto de la Novia como del Novio, este acuerdo era de características Jurídicas y luego al madurar un poco más la Novia se procedía a convivir y hacer vida Marital como era de esperarse.

No nos detendremos a asegurar sobre su Pureza y relación con su Esposo, recordemos que todo se desarrolla bajo las leyes de su Pueblo y su estricto Código Ético-religioso, pero es importante tener presente que desde los primeros Siglos (Iglesia Primitiva) los PP. De la Iglesia (Siglo II al VIII) sostuvieron su Maternidad y Virginidad, en Occidente gracias a San Ambrosio año 394 y posteriormente al Hiponense 430 se acunó la Doctrina y Espiritualidad de la Madre y su Maternidad Física y Espiritual, así como en Oriente los PP.  (Ignacio de Antioquia, Policarpo de Esmirna)  Capadocios y Orígenes mismo  la definen como la Madre del Verbo Encarnado por la Unión Hipostática que no distingue inicialmente la Naturaleza Humana y la Divina presente en Jesús,  es nuestra finalidad mirar esta reflexión desde el ser Mujer y Madre aunque su figura se afianzó desde una perspectiva Escrituristica presente en la Tradición Judía a manera de concordancia con su Cosmovisión. Lucas Inicia el relato de la Anunciación de esta manera: Al sexto mes fue enviado por Dios el Ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un Hombre llamado José y continua el nombre de la Virgen era María (Lc 1:26 y ss)    la alusión a su virginidad asegura en la escena de la Anunciación que el Matrimonio Jurídico no se ha consumado y que ellos no conviven todavía como Esposos. El resto del relato Lucano busca afirmar el acontecimiento y que mejor que esclareciendo la Naturaleza de este prodigio y el ejemplo de Isabel citado en este mismo capítulo en los Versículos que anteceden, nosotros estamos identificados con la postura tradicional de una excepcional Maternidad por parte de María y como Dios actuó en ella y si actuó en ella la adornó con gracias especiales para su finalidad y consecuencia.

MARÍA MUJER DE FE Y ESPERANZA.

Es preocupante   como en algunos sectores de la catolicidad se insiste en desvirtuar la Tradición Mariana tan rica y prolija en ejemplos que datan del Siglo II  y camuflar su figura bajo un proceso de Deificación que raya con la misma Naturaleza de Dios Trinidad, precisamente la mayor riqueza de la Virgen Madre es su Humanidad la misma que fue capaz de ser sublimada por sobre las situaciones de vida personales que ella afrontó en una Sociedad de machismo exacerbado y recalcitrante al ser una Niña y enfrentar una Maternidad que sin duda la dejó inicialmente perpleja y sin palabras: María respondió al Ángel, ¿Cómo será esto pues no conozco varón? (34) sus temores fueron iluminados por su Fe que se sobrepuso a la crisis del anuncio y la respuesta de ella fue en perspectiva de lo que vivía y creía: Dijo María, He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según su Palabra (38) bien fue la Palabra hecha carne en su Vientre la que materializa las promesas que sus congéneres aguardaban  y que tímidamente buscaban realizar, cosa distinta en María quien hace de todo un motivo para interiorizar la Voluntad de Dios y sus designios,   sin duda acierta el  Hiponense cuando afirma: La que fue Madre en el Espíritu lo fue luego en su Cuerpo, ella primero creyó y luego hizo realidad lo que creía, queda para nosotros la gran paradoja del Creer para ver y  experimentar como es el Actuar de Dios en las circunstancias del Bautizado, hay un Fenómeno que se hace Analogía para nosotros y es: Primero se es Creyente en la profundidad del Espíritu y luego se puede vivir lo que la Iglesia nos enseña, María creyente por excelencia y nosotros por Adopción en la Persona de su Hijo Jesucristo.

El ser Madre asume las mismas características de una Maternidad actual, casi que decimos que lo que viven muchas Adolescentes en nuestro País fue vivido por ella en su Ser Niña y luego Mujer, la Gracia de Dios supone en María la Naturaleza proclive de aceptar su influjo y presencia, lo que desafortunadamente nuestras Niñas presa de embarazos no “Deseados” no tienen, el medio Familiar es definitivo en la aceptación y vivencia de la Realidad y en este caso presupone que en la Familia de María había la receptividad necesaria para este compromiso, cada Embarazo llena de expectativa a sus Padres y cuanto más a una Mujer que no quedó encinta según nuestra Naturaleza Humana, muy  valiente fue María al exponerse a tamaño acontecimiento y correr el riesgo de ser rechazada incluso lapidada como comúnmente se zanjaban estas situaciones en su Cultura, hoy no se rechaza a estas Nenas pero las oportunidades en su Entorno son casi nulas al punto de convertirlas en las “Viudas Bíblicas” sin Derechos y reconocimiento, el castigo social para lo inesperado continua vigente en este Siglo (XXI). Si no es por la Gracia como podría esta Nena haber afrontado su Maternidad y si no fuera por un hombre Justo como José  qué tipo de Entorno Social hubiera rodeado a esta Niña Madre?

La Fe de María contaba incesantemente con su Dios y Señor lo  que ella vivía la hacía más consciente de su Misión y se debelaba su Misterio, Ella obró por Amor y en Ella el Amor se manifestó en su plenitud, pues esta escrito que el Amor es la justa medida de los acontecimientos que envuelven nuestras vidas… Al retirarse el Ángel de su presencia estamos seguros que muchas dudas se acercaron a su Corazón pero sobre todo su ser Mujer se vio fuertemente confrontado, el presente de su vida el futuro de su Hijo, las expectativas de su Esposo y Familiares, todo ello caló profundo en el Alma de una Niña sensible como toda Adolescente, pero ella antes de quedarse  a solas con su vida responde en un cuadro de profundidad total: He aquí la esclava del Señor hágase en mi según tu palabra… Y el Ángel la dejó (38) pero nunca sola siempre asistida por el Amor de Dios que ella libremente aceptó.

Los Versículos posteriores nos presentan la Escena de la Visitación  (39-45) La Fe de este encuentro solo puede ser leída por una vida dispuesta a ser realizada desde la perspectiva de Dios y no del Mundo, aquí la felicidad no tienen nada que ver con los Presupuestos de felicidad que las personas buscan en el Mundo, no tiene nada que ver con el Poseer o ser Linda, con el Vivir bajo el Confort o las riquezas, es sobre todo, con la prolijidad de un Corazón que probó la esencia más pura del Amor de Dios por la Humanidad y la comunicación de este Amor que hace plena y feliz el Alma del Bautizado…   creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor (45)… Es Bendita por su respuesta maravillosa y lo es desde su Divina Maternidad, como Bendita es la obra de Dios hecha santidad por la Sangre del Redentor,   El Magníficat (46-56) no solo recurre a la Tradición veterotestamentaria sino que aduce como argumento de fondo el reconocimiento del Alma Feliz  que en María sintetiza el Ser y Creer en Dios como Proyecto de vida. En boca de María solo un Alma engrandecida por Dios puede  trascender y sublimar cuanto hace o considera importante esa radicalidad permite al Creyente distinguir lo que es vital y no dejarse distraer del Mundo y sus Predicamentos, cosa que seguramente vivió ella y que le permitió afrontar   un medio tan distante en orden a la reivindicación de la Mujer y sus derechos.

La Madre Niña y la Niña Madre  asumen por duplicado esta Realidad que demanda todo y de ella al punto de condicionarla en su Familia y Entorno, ese condicionamiento alcanzó su nivel Superlativo en la Cruz de su Hijo Jesucristo, en la Soledad de su martirio que se prolongó desde el momento mismo de nacer, recordemos que ella y los suyos fueron desplazados, ella sufrió los rechazos, desplantes y comentarios negativos sobre su Jesús, Un corazón que pudo soportar estas presiones tan duras solo lo logra de cara a Dios que justifica y da razón de ser a tanto dolor o si se desea frustración que Ella atraviesa… Esta Oración que proclama Ella es en Realidad un Himno que brota del (A.T)  y confronta a la interlocutora que responde en la Tradición pero desde sus circunstancias de vida u objeto de esta aclamación. Ella acude a las promesas hechas por Yahve al Pueblo veterotestamentario y toma la vocería si se quiere de quienes vivieron su Fe antes que Ella y serán redimidos por la Sangre del Hijo de Dios.

Este Canto muestra la sensibilidad de María y también las expectativas que tiene como es natural una Mujer encinta: Su Misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen (50) el temor traduce en Amor y Compromiso con el Dios que llama para una Misión específica y entendemos por Misión lo que altera o transforma positivamente la vida del Creyente. El Benedictus (67-79) recitado por el Papá del Bautista (Zacarías) es la continuación Textual del Magníficat arriba recitado  y que muestra la coherencia de la Palabra hecha Carne en el seno de una Virgen (Al respecto solo tengo palabras como lo afirmaron los PP. De la Iglesia)

María vive delante de la Cruz y no solo durante la Pasión de su Hijo y Señor este momento  en su vida se convirtió en parte fundamental, el silencio de una Madre es la garantía de una experiencia de Fe centrada en Dios Misericordioso como antes lo proclamó en el Magníficat…  La Cruz marca la vida de María desde el primer momento de la concepción  y estará presente en cada acción de Ella y su familia es el Signo de la Entrega y su Gracia inherente.

Juan en la narración de la Pasión del Salvador muestra un matiz dulce y lleno de dolor, dulce especulando el consuelo de la promesa en María y doloroso ver a su Hijo martirizado, solo Ella vive semejante agridulce y solo ella por unos instantes asume la vida de Creyente por sobre la Naturaleza de Madre de lo contrario se hubiese literalmente desquiciado ante este sufrimiento perdiendo la cordura… La Cruz es un acontecimiento enfrentado como Mujer, Creyente, Esposa y Madre, y aun sin saberlo la otra Madre sufriente la Santa Iglesia aguarda el desenlace impaciente de su Señor y Salvador, ella la Sirviente y Madre, ella la Engendrada en Dolor pero sobre todo en el Amor del Espíritu Santo puede atesorar esta experiencia y hacer de María la primera de los Redimidos y Glorificados,  La Iglesia se une a María y le muestra el camino de la Gracia por la que transitaran los Bautizados de todo Tiempo en una paradoja atemporal del Amor Salvífico de Cristo… El Amor líquido de Dios es la Santísima Sangre de su Hijo Jesucristo.

(Jn 18 al Cap. 20) es prueba de esta Realidad pero sobre todo del Triunfo Creyente de una Madre, de una Iglesia y de un Señor,  nos unimos a quienes sufren y confían en su Señor y desde luego nos encomendamos al Sentido de la Iglesia que suple por sus hijos los Bautizados como una Madre de índole y Naturaleza Redimida o Triunfante. La Llena de Gracia o Muchacha como traduce el Griego de María.

Rev. Diego Sabogal.

C.E.T Bogotá en San Pablo.
Julio 2015.



 
            





    
 

   
     




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