CURACIÓN DE LA SUEGRA DE SIMÓN (Mc 1: 29-39)…
Al salir de la Sinagoga (Epicentro de
su Ministerio) en la Tradición Judía y en la Cosmovision Religiosa de su Pueblo,
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de
ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella
se puso a servirles (30-31) esta acción de Jesús descrita por (Mc) es fundamental en su inicio Pastoral o
Ministerio Publico porque a raíz de esta acción su Misericordia le granjeó la
fama y los espacios necesarios para su Caminar
en medio del Pueblo de fuertes tradiciones y aun renuente a la apertura
y concepción de la inclusión de Jesús en el quehacer de sus congéneres.
A la puesta del Sol (32) nos recuerda
la simbología Joanica que centra su manifestación en la “Crisis” que reproduce
la confusión del Día en su paso a la Noche y por consiguiente determina la
lucha del Bien y el mal y su resistencia al Mensaje de Cristo, esta postura
Marquiana esta enfocada a Supra valorar la manifestación de los Milagros de Jesús
como un Signo de su Autoridad y Atributo de su Mesianismo, la gran afluencia de
Personas que someramente describe (Mc) en los Versículos (33-34) nos hace
pensar en la acogida de los grandes Personajes y Profetas del (A.T).
Insiste (Mc) en indicar el “Tiempo” de
Jesús en referencia con los suyos y la Espiritualidad manifestada en la Oración
y disposición del propio Salvador, que abandonando casi que Ad-Litera el lugar, y acto seguido es asistido en su Caminar por los Discípulos… Es una forma de mostrar la disposición y disponibilidad
de hacer Trascender su Mensaje sin detenerse a mirar las condiciones de quienes
lo reciben y recibirán en lo sucesivo o tiempos
del Anuncio… Recordemos que el Evangelio de (Mc) manifiesta de esta forma la Vocación
de Jesús y como estas acciones Sobrenaturales marcan la Pauta del Anuncio y Manifestación
del Reino de Dios en la Persona Adorable de su Hijo Jesucristo, no se trata
solo de un Caminar por su Entorno Geográfico, es sobre toda consideración, el
mover las Estructuras de la persona
y su receptividad para el Reino de Dios.
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