SEMINARIO…MORAL ECLESIAL Y COSMOVISIÓN
ANGLICANA.
INTRODUCCIÓN.
La Catolicidad define su Moral y Moralidad a partir de la
proclamación del Decálogo o Ley de Dios y su Evolución y aproximación a la
Humanidad planteada por Jesús en su Evangelio y sobre todo a partir del Mandamiento Nuevo, la Iglesia como
Institución tanto Humana como Divina (Santa Meretrices de Agustín) arrastra a través de la Historia
su propia interpretación de los Estadios que componen su trasegar por las
épocas y el derrotero que definimos a la luz y en la perspectiva de la
intervención Humana, su componente esencialmente modificado por las
generaciones y las generaciones, Hoy como hace Siglos enfrentamos múltiples
Problemas tanto Ideológicos como interpretativos de la misma y única Realidad,
nuestra concepción de la Moral busca la incorporación de los intereses de la
Humanidad en su vivencia de la Libertad y Autonomía…
El Hiponense en su
obra cumbre la Ciudad de Dios, plantea
el primer esfuerzo Sicológico a luz de la Teología, por asumir el problema del
mal en la concepción de las relaciones tanto a nivel de la Sociedad como
personales y su interacción con la Iluminada vocación del Creyente, es proclive
a edificar si vale el termino, en la presencia de Dios, que ordena con su
Gracia el Universo en un orden Sobrenatural que identifica la Perfección misma
de su Creador (Idealismo Religioso).
PENSAMIENTO CRISTIANO
(CATEGORÍA MORAL).
En Retrospectiva diremos que la influencia de los Textos del
A.T es determinante en la concepción Moral de la Iglesia, la Forma Primitiva es
de características particulares, el Propósito era la memorización por parte del
Pueblo o Comunidad del Sinaí y cuya inicial composición no encaja en el relato
del Éxodo (Cap. 20) el Decálogo o
diez palabras (Elohista y deuteronomista) solo para la comparación (Ex 34, 28;
Dt 4,13; 10,4; 5:6-21) en la Tradición Oral.
Los PP. Griegos adoptaron en su Tradición la primera forma
del Decálogo (Primitiva) y junto con algunas Iglesias protestantes se conserva
en la actualidad, mientras que las católicas y luteranas (Nosotros) conservamos
en la segunda la Praxis del Decálogo ofrecida en Deuteronomio gracias al
Hiponense, la interpretación de San Agustín es constituida en la dinámica
integrada del Decálogo no solo como el centro de la Ley Mosaica sino también
del quehacer de la vida Ética y Moral del Cristiano, sin perder su valor e
importancia en la Nueva Ley, el mismo Cristo los recuerda en algunas ocasiones
como un sello de Perfección ( Mc 10:17-21) la Perfección del Mandamiento Nuevo
y la Ley enunciada por Pablo no limita la obligación de los Mandamientos como “Requisito”
inmediato para los Bautizados (Rom y
Gal) no perdamos de vista que el Monoteísmo
es posterior a esta exposición (Dt 4, 35) y su primer paso en esta dirección es
precisamente el “Caldo de cultivo” de la polémica sobre la representación de
algún tipo de divinidad presente en otros pueblos vecinos a Israel,
manifestando así la diferencia entre el Pueblo escogido y sus vecinos (Ex
20,4). Para aquellos que les preocupa la observancia del Sábado tengan presente
que su obligatoriedad es tardía y que se usó con fuerza durante la Diáspora
como distintivo Israelita. En la Cosmovisión del Pueblo de Israel queda como un
Sello indeleble que la Nueva Alianza del (A.T) se cimenta en la proclamación
del Decálogo como vinculante y nexo tanto con la Historia como con la
Cotidianidad religiosa del Pueblo, esta Cotidianidad es interpretada idealmente
(Forma Literaria) y no precisamente como asumimos nuestra Historia, desprovista de esta connotación… El
imaginario Judío presenta esta Alianza
dimensionada desde su profunda experiencia de Fe y pertenencia a un Pueblo
(Vinculo Identitativo).
En la Interpretación Agustiniana (PP: Latinos) queda claro
que la intencionalidad no es la misma y que se enfoca gracias al Hiponense a
rendir tributo al Dios que sacó al Pueblo de Egipto, cuyo Pacto o Alianza se
convierte en una maravillosa oportunidad de Liberar y dar plenitud al Ser
Humano libre ya del pecado y su esclavitud (Figura escatológica). La catequesis
del Deuteronomista (5,32) y en general esta Religión cuyo espíritu queda
retratado perfectamente después de enunciar la Historia y su desenlace… Dicho
de otra forma será la más antigua forma de fe en el Dios Creador (Monoteísta) después de este derrotero tenemos muy presente
que el ejercicio de los Mandamientos es llevado a la plenitud con la inclusión
del prójimo u otro que da vida a la relación esencial participativa del Hermano
y la Hermana, a propósito en su discurso Antropológico (Trascendental) el
Teólogo Alemán Karl Rahner y en sintonía
el Teólogo Anglicano Eric Mascall sobrepasan la dimensionalidad
Antropológica estática que solo sitúa al Ser Humano en la Historia Lineal y
concluyen que el Yo está abierto al
Mundo en una Relación de continuo Dialogo cuyo desenlace le sitúa en el Tu siendo estos momentos iniciales de
las relaciones del Ser Humano una total recreación en el Nosotros, para profundizar diremos que podemos Objetivar la existencia del Ser Humano cuya Idea o mejor aún el (Idealismo)
nos dice que no existe el Hombre o la Mujer Ideal pero que juntos aterrizan en
la relaciones concretas que le visibilizan en el Mundo (Construcción de
relaciones). Estas relaciones son nutridas por el Decálogo que anima cada una
de nuestras experiencias de Fe y relaciones (Entorno Somático) sin que ello
implique que no se convierta en “Culto” al Dios viviente, trascendiendo su
obligatoriedad diremos que el Mandamiento
Nuevo (Jn 13,34) particulariza
estas relaciones y las deja de frente a la Gracia
demostrando que el Decálogo es siempre actual e indispensable en nuestra
Cosmovisión de Fe y que no existe la menor posibilidad de una postura Ética o Moral que se desligue del
Decálogo, miremos la reflexión del Doctor de la Gracia al respecto: No es cualquier Amor el que renueva al que
oye, o mejor al que obedece, sino aquel a cuyo propósito añadió el Salvador,
para distinguirlo del Amor puramente carnal, “Como Yo os he amado”, este es el
Amor que nos renueva y nos hace seres humanos nuevos… El Mandamiento Nuevo nos
invita a amarnos mutuamente, con un amor que nos distingue como Hijos del
Altísimo y no meramente Humano, como se ama la Humanidad, este amor nos lo
otorga aquel que dijo: Como Yo os he amado amaos también vosotros, (Tratado
Evangelio de San Juan).
Este Mandamiento tiene su origen en el Amor de Dios como un
distintivo Escatológico que supera la Ley Mosaica nutriéndola del Amor
explicitado en cada Bautizado y sus relaciones con el Mundo y su propia
Persona, pero estas relaciones aparentemente
cerradas sobre la primicia del Amor se abren completamente sobre la Gracia que
hace de este vínculo un indicador de la presencia de Dios que incluso lo
podremos definir como Gracia, en una
Ley que solo puede significar Auto-donación,
solo en la Ley del Amor somos perfectamente libres.
LA PRAXIS DE LAS LEYES MORALES QUE SE DERIVAN DEL DECÁLOGO.
Cuando el Bautizado Objetiva por decirlo de alguna forma el
contenido Moral inmediato de los Mandamientos, es decir, su implicación Moral
tal y como se expresa en categorías de Norma y Valor, puede de esta manera
manifestar al Mundo su ruptura con las propuestas de vida y actitudes
desprovistas de Gracia y Redención, esto implica que cada actitud será revisada
por la “Lupa” del Evangelio en lo referente al
Mandamiento Nuevo y la incorporación de los demás al Lenguaje y Cosmovisión del Creyente porque no es
factible establecer una Dicotomía entre lo que se Cree y lo que se Vive (Los
Mandamientos son la Causa Eficiente de la Moral y Ética del Creyente) sin duda
presenciamos una marcada diferencia en la forma y modo de ver y vivir el Mundo
movidos por las enseñanzas Evangélicas.
El Sujeto y el Objeto queda bien definido y a salvo de
cualquier interpretación que excluya el Evangelio de su Praxis Sobrenatural en
condiciones existenciales Naturales (Vida, RR-HH) El Objeto (Mundo) puede mediatizarse pero su esencia estará siempre presente en el Sujeto (Hombre) de la experiencia
anterior podemos hablar de la Gracia como la presencia Histórica de Dios en las
Leyes que rigen tanto al Cosmos como a las Sociedades y su espíritu… El cristiano está llamado a ejercer su
Derecho Natural de Gobierno bajo el Espíritu de la Gracia que Sana y Santifica
sus relaciones con el Mundo y sus Congéneres, la Iglesia abierta al Mundo como experiencia
de Salvación conduce a sus Hijos bajo el influjo de su Redentor.
Si para los escolásticos y entre ellos los Escolásticos Anglicanos, la Gracia
supone Naturaleza, por su relación abierta y activa en el Mundo (No simplemente
ahí, como Sujeto expectante de su propia Salvación) lo que nos permite decir: Sin Gracia no hay Mandamientos y sin
Mandamientos no existe Moral alguna para el Cristiano)… No me refiero a la
Moral que se afinca en actitudes como interpretación subjetiva del Mundo y el
Hombre, sino mejor aún, como relaciones que implican Gracia y por ende
Salvación. Es como indicar que la inmutabilidad del Decálogo radica en la
vivencia y Objetivación con que el creyente alimenta sus Actos siembre en busca
de la Redención de los mismos. El No perentorio
de su exposición se convierte en la afirmación de la Gracia sobre los mismos, NO MATARAS es la interpretación
positiva de AMARAS Y VALORARAS LA VIDA
COMO OBRA DE DIOS… SANTIFICARAS LAS FIESTAS, al no estar en la perspectiva
del No categórico, suponemos el
desenlace de la afirmación inicial (Amaras) es decir, es consecuencia lógica
del Amor no como obligación sino como afirmación de la Libertad Humana o SANTIFICA LAS ACCIONES SALVIFICAS DE TU
DIOS. En una correlación esencial con el Primero de los Mandamientos (Solo
el Amor justifica y mueve la Adoración, quien no ama no Adora) el Hiponense nos
dice: Si no sabes amarte a ti mismo, no
podrás amar verdaderamente a otros el Autor Alemán Goethe exclamaría en una de sus obras: Un corazón que ama a alguien no puede odiar a nadie, pero desde
luego mucho antes el renacentista Dante cuando
hablaba de Beatriz su amada: Al aparecer ella, dejó de existir para mí
todo enemigo.
Digamos que la Proyección tanto de Beatriz como de Goethe
bien podría ser Dios entonces no existe la mínima posibilidad en el Creyente de
dejar de Amar y acoger a su Prójimo, es en este punto, donde la Moral del
Cristiano supera cualquier “Actitud” y se convierte en una expresión vital de
Salvación y Fraternidad (Lc 6,35)… No amamos porque nacimos con un Corazoncito lo hacemos porque es una
Gratuidad de Dios al hacernos su Imagen, miremos la exclamación del Hiponense: Porque me amaste me hiciste amable o si
lo preferimos El Amor es mi peso, o
si deseas pensar en categorías de Tiempo y Espacio que no proceden en las
Emociones y Sentimientos y menos Proporcionalidad entonces aplica del
Hiponense: La medida del Amor es amar
sin medida, es factible que nuestra experiencia Moral cuando hemos vivido
del Evangelio sitúe al otro como referencia inmediata de la Voluntad de Dios,
es decir, que el vivir según sus enseñanzas fundamenten los valores que
acompañan la Praxis Moral del Bautizado, estamos puestos en el Mundo como
Sujetos activos de nuestra propia Salvación, no solo los Animales Políticos que
suponía Aristóteles, cuyas
decisiones afectaban en primera y luego en segunda persona, sino una Comunidad
de creyentes necesitados los unos de los otros: NO EXISTE SALVACIÓN EN MI QUE EXCLUYA AL OTRO, Y NO PUEDE EL OTRO
SALVARSE SOLO EN UNA EXPERIENCIA INDIVIDUAL…
Si propendemos por una experiencia de Fe salvamos también
nuestras Situaciones y al otro en ellas, y por extensión cada uno de nuestros
actos recae en el otro y sus alegría como frustración, tienen todo que ver con
nosotros, Cristo mismo Murió por todos y no por algunos en particular.
NORMATIVIDAD DEL AMOR Y
LA VIDA COMO EXPERIENCIA DE SALVACIÓN.
El Hiponense manifestó: El
Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti… Punto de partida y llegada en
la experiencia del Bautizado que asume la Salvación bajo el dominio del Amor
que hace prosperar la Experiencia Histórica de la Gracia, esta experiencia
forja la Comunidad de los Creyentes que ven en los Mandamientos la expresión
ordenada del Entorno Somático de sus relaciones… Nosotros vivimos en el Mundo
una experiencia que toca de lleno tanto el Bien como el mal y su influjo marca
cada movimiento del Alma, algunos lo hacen hacia la Esperanza pero
desafortunadamente muchos a la desesperanza (Ausencia de Gracia) en este orden
la Salvación se hace experiencia, de ella brota la aseveración: Dios Salva la Persona Humana y sus
situaciones, en eso que definimos como Situaciones entra la Cotidianidad y
cada Acto que puede o no expresar la Voluntad del Sujeto, aquí definimos con tranquilidad
y si se quiere serenidad que Dios aguarda en cada corazón como experiencia de Auto-descubrimiento de la propia Valía y Vocación, para un Rigorista como Pablo
es la equivalencia de Santidad y
Salvación, Mientras que para el Hiponense es la equivalencia de su Iluminismo.
EXPERIENCIA TEOLÓGICA DE LA MORAL ECLESIAL ANGLICANA.
A- Unidos a la interpretación Evangélica
y Deuteronomista del Decálogo (Doctrina de los PP. Latinos, particularmente San
Agustín de Hipona).
B- Los Mandamientos son Signo de Alianza
Personal y Eclesial.
C- Para el Pueblo de Israel son Signo de
Identidad y pertenencia.
D- El NO de la exposición del Decálogo
es la afirmación de la Gracia y la vida fruto de su Praxis.
E- Los Mandamientos son la Causa
Eficiente de la Ética y Moral Eclesial.
F- El Mandamiento Nuevo es la Articulación
y Perfección de los Mandamientos del A.T.
G- Los Mandamientos son experiencia de
Salvación.
H- La Causa Eficiente del Decálogo es el
Amor de Dios y la Gracia se constituye en la ejemplar del Amor.
I- La Alianza Cristiana constituida por
los Mandamientos es el Universal de los mismos (Escuela Agustiniana).
J- La No Vivencia de los Mandamientos es
sin duda fuente de des-Gracia que limita y retrasa el Reino de Dios.
K- Los Mandamientos y el Evangelio son
la razón de ser de la Moral Eclesial como experiencia de Salvación y por ende
de Gracia.
L- Sin la Gracia no puede el cristiano
vivir al menos uno del Decálogo.
M- El Yo, el Tú, y el Nosotros, son la
expresión comunitaria del Decálogo.
N- Los Mandamientos son la base del
Pueblo Escatológico en esencia y condición Redimido.
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