jueves, 1 de enero de 2015

REFLEXIÓN TEOLÓGICA SOBRE EL LOGOS JOANICO, DE ORÍGENES A SAN AGUSTÍN Y DE ESTE A SAN BUENAVENTURA.

REFLEXIÓN TEOLÓGICA SOBRE EL LOGOS EN LA TEOLOGÍA DE LOS PADRES DE LA IGLESIA ORÍGENES A SAN AGUSTÍN Y SU INFLUENCIA EN LA ESCUELA AGUSTINIANA CON SAN BUENAVENTURA.

INTRODUCCIÓN.

El desenlace y quehacer de la Teología de los PP tanto Latinos como Griegos, tiene en esta cuestión una acalorada generación de posturas y argumentos que sin duda marcaron especialmente dos momentos, el primero de ellos es la posición Pre-Nicena cuya cabeza es sin duda el Gran Orígenes (Siglo II) su presencia se siente con fuerza en los PP. Griegos (Especialmente los Capadocios) y la Pos-Nicena bajo el eco del Pensamiento del Hiponense y cuya influencia se sintió en la tardía Escuela Agustiniana con San Buenaventura a la cabeza,  Ricardo de San Víctor y Alejandro de Hales (Maestro de Buenaventura). Los PP. Mostraron gran interés por esta cuestión y su importancia es siempre actual dado que el Verbo revelado es en sí mismo el Revelador del Padre y el Espíritu Santo y tomamos como ellos el punto común de referencia,  el Prólogo de Juan (1: 1-18) es pues el Logos el gran y pleno, total y totalizante, Revelador de la vida Trinitaria.

ORÍGENES (DEUTEROS THEOS).

 Orígenes tiene claro con las dificultades Idiomáticas de su época que el Logos encarnado de Juan es el Logos de la vida,  (Inteligencia Sustancial presente en todas las cosas y cuando un Ente pierde el sentido de su existencia se aparta del Logos) LOGOS DE HERACLITO, al respecto cita a (Ap. 19,13) es llamado por el Vidente de Patmos “Palabra de Dios” cuya significación trasciende al punto de manifestar las relaciones del Logos que aun en la Encarnación no abandona la Presencia del Padre, y que con la Resurrección regresa Eternamente al Padre,  es importante considerar que nunca dejó de ser Padre y el Hijo nunca dejó de serlo. Para comprender estas posturas acudimos a un antecedente muy particular en la Cosmovisión Griega, estamos hablando de Heráclito (Siglo VI a.C) cuyo Devenir es en sí mismo un principio de Realidad e Inteligibilidad de todo lo existente, este Devenir como tal supone para nosotros un Principio ordenador capaz de confeccionar la Realidad a partir de su intervención (Logos Spermatikos) que supera cualquier acción Moral o consideración Ética al respecto, no es un enunciado meramente Intelectual, es la capacidad de Crear aunque el Pensamiento Griego no  usa  de buena gana este término… Pero llegando al Siglo I (a.C) la figura de Plotino el Neoplatónico nos entrega otro Paradigma y lo definimos así: Arché,  la forma Racional de lo Real, la Realidad que fluye del Nous y la Inteligencia raíz de toda Realidad, muy a pesar de lo anterior nos inclinamos por asociar el Logos Joanico  a la visión del Judaísmo tardío sobre la Sabiduría, es sin duda la Personificación de este Atributo de Dios, pero no distinto a Dios, y que asociamos a la Realidad Creadora de Dios, es de esta forma la Personificación en Identidad de la fuerza Creadora de Dios (Pr 3,19; 8:22-36) describe un proceso Creador a partir de una Idea y Forma como definimos la intervención de la Voluntad Divina, recordemos una vez más a Orígenes:  La imagen de la Bondad del Padre es el Hijo,  es la Espiritualización de la Palabra que manifiesta fuera de la Trinidad (Procesión Ad-Extra) la Voluntad Intimada del Padre, la reflexión Post-Nicena, centrará su fuerza en la Cristología en una formula como la citada:  Logos, Cristo, Hijo del Padre Dios y para zanjar la polémica en el plano de la Encarnación: El Logos se une al Hombre Jesús y constituye una única Realidad con Él, prefiero la definición de Orígenes al respecto: El Verbo Eterno se une al Alma de Jesús y lo informa con sus Dones y Atributos.

La Postura Teológica actual asegura que el Verbo es Imagen del Dios viviente o Eikon y su actualidad es Identidad y su Identidad perenne actualidad, es el Verbo la Palabra razonada, y para el bueno de Orígenes, Cristo es Principio en cuanto a su Sabiduría y como los planos de un Arquitecto preside la Creación, en este punto la Sabiduría (Atributo)  del Logos mira al Padre y el Logos a la Creación, Dios sin Atributo (Jn 1,1) el Padre es el Prototipo y nosotros su Imagen lo que nos hace imagen del Logos, a diferencia de los PP. Latinos y particularmente el Hiponense, Orígenes no le gusta para nada emplear el término Sustancia para hablar del Hijo y usa esta comparación: El Hijo nace como la Voluntad del Entendimiento, es para Orígenes el Verbo Encorpórizado de Naturaleza Divina Preeminente, Primogénito de toda Criatura y la Humana en cuanto a (Cuerpo, Alma, Espíritu). Y como los Padres Capadocios asegura que el Logos sale del Padre y vuelve a Él, es pues el Mediador, cuyo parangón lo encontramos en el (A.T) donde vino (Si cabe el termino) como Palabra Inspirada, una vez más recordamos que con la Resurrección es plenamente restablecido en lo que era antes, pero la Naturaleza Humana no desaparece pero está más Subsumida por el Logos, sobre el Logos Mediador acude a (Col 1,15) Él es Imagen del Dios invisible, Primogénito de toda Criatura, es pues la clave de la salida y retorno al Padre Dios, en cuanto al Espíritu Santo Orígenes es como se espera Subordinacionista, presentando al Espíritu Santo como inferior al Hijo, pero Dios como el Hijo, solo que su intervención se da a partir del envío del Padre y del Hijo, es por lo demás una postura Ortodoxa que dista de la Occidental como lo veremos en el Hiponense…

Orígenes fue más allá al suponer la existencia de otros como Logos que son participación en la Creación, de la Sabiduría del Logos, cuya Imagen es la que por una especie de Vestígia (Agustín) son Informados, estamos pensando también en la Gradación de los Seres en la Naturaleza y sus grados de Perfección. Desde luego hace presencia en menor escala las Ideas solo que este proceso Creador no es manifestado categóricamente por Orígenes que supone una constante renovación como en Espiral de la Creación ante la acción Redentora del Hijo de Dios, no era claro en este Padre Oriental la Acción definitiva de la Gracia y por poco incurre en una especie de Idea (Mundo de las Ideas) que de la nada se renovaba constantemente.

SAN AGUSTÍN (SIGLO V).

El Hiponense ve en las Razones Eternas el fundamento de la Verdad, que están por decirlo así explicitadas en el Espíritu de Dios, cuya presencia es necesaria, vital e Inmutable, es para Agustín el Logos o Verbo el Mediador y la manifestación de la Perfección del Padre que se comunica como una acción misma de la Voluntad de la Trinidad, es la Verdad esta manifestación cuya certeza es Dios mismo, que asocia con el Amor como fuente tanto Intra como Ad-Extra de la Comunicación Trinitaria a la Creación y fundamento de sus Relaciones Eternas… Nos recomienda enfáticamente: Ama pero fíjate bien en lo que merece amarse, en este orden las Ideas nos revelan un acceso  a la Plenitud y Riqueza de la Naturaleza Divina. La Creación  es una realización de Ideas insertas en la Infinita riqueza de Dios, a diferencia de Orígenes, el Hiponense emplea el termino Sustancia para designar al Alma, con la connotación de la expresión y que resume la característica de la Sustancia frente a la Esencia, es pues la Sustancia como elemento Intelectual unida pero con Operaciones independientes a la Esencia, (Orígenes prefiere designar a los Logos u otros como Logos) este aporte del Hiponense es definitivo en la mentalidad de los PP.  De Occidente frente al Dogma Trinitario. Las Ideas Eternas se expresan con mayor claridad en la medida en la que el Ser se une a ellas y es movido por el Amor a una especie de Fruición (Neo-Platónico) entramos en el terreno del Iluminismo Agustiniano, y es precisamente donde las Ideas Eternas son alcanzadas por la cercanía del Ser con la  Perfección.

A diferencia del Mundo de las Ideas de Platón, el Hiponense plantea una definición que sobrepasa tales consideraciones, al no existir posibilidad alguna del Artesano o Demiurgo que ordene la Materia Pre-existente, de lo contrario estaríamos hablando de un proceso Ordenador que no reside en el Logos sino en una imagen del mismo con Atributos independientes de este, cosa contraria al modelo de la Creación Cristiana. Para concluir diremos que el Verbo en el Hiponense como en Occidente es la manifestación de la Segunda Persona de la SS. Trinidad, el Hijo de Dios Encarnado en la Hipostasis (Naturaleza Humana y Divina, Persona Divina, consustancial al Padre, de su misma Naturaleza, interviene en la Creación y en la Redención). DEL AMOR DE ENTRAMBOS PROCEDE EL ESPÍRITU SANTO, COMUNICACIÓN AMOROSA, ETERNA POR DEMÁS, DEL PADRE Y EL HIJO, ES EL ESPÍRITU SANTO. San Agustín.

SAN BUENAVENTURA (SIGLO XIII).

Su Doctrina sobre los Trascendentales representa el fundamento Metafísico para explicar la Unidad, Verdad y Bondad Divinas, para Buenaventura el Intelecto Humano no puede acceder al conocimiento de las Personas de la Trinidad, cada Criatura presenta Unidad y una muy especial capacidad y cualidad para ser distinguida, esta capacidad reside en los Trascendentales del Ser como Atributos esenciales de la Trinidad Personal en Dios (Atributos o Nominales de las Divinas Personas) si queremos verlo también como el modo como cada Persona recibe o posee la Naturaleza Divina Común, Buenaventura nos plantea una consideración bien interesante al respecto, podríamos decir de nuestra parte, que es una definición que busca objetivar la Naturaleza como participación del Amor de Dios en la Creación: Una Naturaleza no puede considerarse más que en aquello que subsiste, y asume un triple principio Causal u Originario ( Eficiente, Ejemplar, Final) es por demás una postura de su Ejemplarísimo Teológico muy de la mano de la Escolástica en su Época, San Buenaventura, asume la  postura de su momento frente al Logos o Verbo y lo presenta desde la concepción Teológica de su Maestro Alejandro de Hales y este del Hiponense, pero agrega la Singularidad propia de las Divinas Personas (Trinidad).

El Ser Unitario de Dios Padre, es Primer Principio de la Esencia Divina, vive su Singularidad, Propter eius simplicitatem, y que comunica Eternamente al Hijo y ellos al Espíritu Santo (Donde está el Padre, está el Hijo y el Espíritu Santo, de forma igual con las demás Personas de la SS. Trinidad) complementando a Orígenes diremos que: EL PADRE Y EL HIJO NUNCA DEJARON DE AMARSE Y COMUNICARSE Y EL ESPÍRITU SANTO NUNCA DEJÓ DE PROCEDER DE AMBOS. La Obra Salvífica del Verbo es en sí, la Intimación de la Voluntad Salvífica del Padre, y sobre el Espíritu Santo es considerado por el Hiponense como el RECONCILIADOR DEL PADRE DIOS CON LA CREACIÓN, idéntica postura encontramos en el  Seráfico. Miremos los Nominales de la Divinas Personas de la SS. Trinidad.

PADRE…….. UNIDAD, ETERNIDAD, PRINCIPIO EFICIENCIA, PODER.
HIJO………… VERDAD, BELLEZA, EJEMPLAR, SABIDURÍA.
ESPÍRITU SANTO………… BONDAD, FRUICIÓN, FIN- FINALIDAD, VOLUNTAD.

Determinamos con Buenaventura, los Atributos propios que se manifiestan tanto al Interior como fuera de la Trinidad Divina, la Naturaleza Divina es en sí como posesión plena de su Ser que se objetiva y Sale de si sin dejar de Ser o necesitar de otros Seres para ser perfectamente feliz o Eternamente Dios, es participación del Amor que comunica eternamente Perfección y vida a la Naturaleza, quienes esperan un Final lleno de destrucción lo harán en vano, ya que existimos y todo existe gracias a esta maravillosa Comunicación del Amor de Dios, y Dios no destruye lo que procede de su Voluntad Creadora: LAS COSAS BUENAS SOLO PODÍAN HABER SIDO CREADAS POR EL DIOS BUENO. San Agustín.

 San Buenaventura ve en las “Rationes Seminales” una multitud de Huellas, Vestigias, Imagen y Semejanza de Dios, y el Conocimiento Intelectual trasciende a los Sentidos hasta unirse a los Universales como signo de la Presencia Directa de Dios en nosotros, aunque Buenaventura como el Hiponense supone la imposibilidad de la Razón a la hora de conocer a su Creador, si antes no es Iluminado por su Gracia, de lo anterior se desprende que no hay Autonomía de la Razón y que el Universo se contempla con “Ojos de Fe” Los Universales son necesarios para ascender al conocimiento de Dios y ellos nos hablan de la Perfección de su Creador (Entendemos por Universales, las Ideas generales que representan en nuestra mente los hechos particulares de la Realidad)  Roger Bacon  manifestó al respecto: Una Persona vale más que todos los Universales    






   

  


  

  


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