BAUTISMO Y TENTACIONES DEL SALVADOR... VISIÓN MARQUIANA.

BAUTISMO Y TENTACIONES DEL SALVADOR, VISIÓN MARQUIANA.

Retomando la Tradición presente en (Mc 1:9-15) ubicamos a Jesús en la Génesis de su lucha contra el “mal” y no sin antes prepararse para emprender su Ministerio Publico… Su Bautismo es en la Tradición de su Mensaje el gesto lleno de Solidaridad con quienes luego lo recibirán del Espíritu Santo, aquella voz esta en sintonía de su formalización como revelador del Reino de los Cielos, no suponemos tinte distinto a su Ministerio y presente desempeño, seguido a este “Gesto del Salvador” acontece las Tentaciones, que ratifican en visión positiva la inquebrantable voluntad Salvífica del Señor que encaja así en la Cosmovision de su Pueblo.

La antagónica presencia del mal es en esencia la Antítesis del Bien que el propio Salvador encarna y el mal no estará dispuesto a renunciar a alimentarse de la debilidad Humana, pero Cristo Dios y Hombre Verdadero, nos muestra como la futura presencia de su Gracia puede hacer de nosotros sus hermanos Redimidos y fuertes frente al mal en cualquiera de las formas como este quiera esclavizar al Ser Humano…

Es una lucha de Voluntades donde el Amor de Dios se impone sobre la debilidad que supone el pecado, estamos ante el Evangelio de la Solidaridad por parte de nuestro Salvador, esa maravillosa Solidaridad tiene su más profunda fuente en el Plan Salvífico del Padre Dios Revelado e Intimado en el Hijo, Marcos no se detiene mucho en estas escenas de las tentaciones porque sin duda esta más interesado en señalar el inicio de la vida Pública por decirlo así del Salvador, y también porque quiere mostrarnos que la presencia del mal se hará visible en otras y muy variadas formas en la vida Ministerial del Redentor,  al punto de llevarle a la Cruz y en ella ser derrotado por la inmensurable prueba del Amor de Dios por la Humanidad y su Creación.

Nunca seremos tentados por encima de nuestras fuerzas y nunca seremos abandonados por su Misericordia, a propósito dirá el Hiponense: Dios no abandona sin ser antes abandonado por nosotros.