CUARTO
DOMINGO DE ADVIENTO… VISITACIÓN DE LA VIRGEN MADRE (Lc 1:26-38).
El Texto de Lucas inicia así: A los seis meses, Dios mandó al Ángel
Gabriel a un Pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a una Mujer Virgen
llamada María Lucas tiene como finalidad exaltar la figura de
José como descendiente directo del Rey David, de esta forma la Genealogía unirá
a Jesús con la Historia de su Pueblo, es decir, visibiliza al Salvador en el
Enclave Histórico de sus contemporáneos, es José una figura determinante para
el Ministerio Futuro del Salvador.
La Virgen Madre es figura de las
Promesas materializadas en lo más profundo de la Sique de la Nación Judía, como
indicando que en el Contexto de la Tradición que incluye a la Familia se
produce la plena manifestación del Amor de Dios Trinidad, estas promesas alimentan tanto la Identidad
como la Unidad del Pueblo que ve en la Revelación Veterotestamentaria un Porvenir Saludable y Armonioso superando
así tanto el conflicto como la paulatina pérdida de Identidad del Pueblo
gracias a su Inculturación con los vecinos, de lo anterior comprendemos que no
podía ser de otra manera la entrada de Jesús en nuestra Historia partiendo
precisamente de la Historia del Pueblo de Israel (Promesas) La figura del Rey
David crea consenso entorno a la Autoridad del esperado Mesías, es pues, María
y José la Clave Histórica de la cuestión citada… Nosotros tenemos presente que
la Historia es también fruto de la presencia de Dios y cuyas repercusiones son
también participación de la Gracia y la Des-Gracia y el Hijo de Dios pasa
también por este ejercicio Existencial en la consumación del Plan Salvífico del
Padre a Él Intimado.
La Anunciación, es la Des-mitificación de la intervención de Dios en
la vida de la Persona Humana al punto de relacionarse en nuestra Naturaleza o forma de Existir, la presencia del Ángel en la escena supone la
Solemnidad de la Misión a María encomendada por el Pintor de la Virgen (Lucas) esta
Misión deja a Salvo la Opción de la
Libertad MARIANA es decir, el Fiat de
la Virgen en Potencia Madre, es la definición Metafísica de la Aceptación.
Manifestamos
que en ningún momento la Naturaleza Humana es superada por la Voluntad Divina,
mejor aún, es Informada y Plenificada por el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo,
la primera ella (María) y luego
los Bautizados, Dios sale de sus relaciones Eternas al encuentro (Procesiones
Trinitarias Ad-Extra) de la Humanidad, este movimiento del Amor de Dios se hace
pleno en el Creyente atento a su Gracia.
Las palabras del Ángel asumen que el Espíritu Santo es en terminología
Agustiniana el Reconciliador también en este Acto Salvífico de la Naturaleza
Humana frente a su Creador: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá… Es interesante la
forma del Texto Sagrado de Tradición a la hora de expresar esta iniciativa de
Dios y la actitud de la Virgen que asume como una Nación y posteriormente como
Especie la Voluntad de Dios, dejando ver su
profunda convicción de Fe a la hora de responder tal Objetivación de la Salvación
de Dios a la Humanidad (la Forma de la
Encarnación es el Si de María) ella es parte activa y no solamente un
receptáculo o recipiente como afirman algunas Iglesias cristianas, el espíritu
Santo no altera la Voluntad Humana en María.
Ecce
Ancilla Domine de María es la Anunciación como tal y su respuesta es
la bella sumisión de la Persona Humana al Amor generoso de Dios en la Intimidad
del Corazón, la plena Espiritualización de la Historia pasa por el Si categórico
de María cuya aceptación es sin duda inicio de Salud para la Creación entera que
palpita en su Corazón y palabras.
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