LOS SABIOS DE ORIENTE Y
EL RECONOCIMIENTO DE JESÚS… (Mt Cap. 2).
“Multitud de camellos
te cubrirá y dromedarios de Madian y de Efa. Vendrán todos los de Saba,
trayendo Oro e Incienso, y publicaran las Alabanzas de Yahveh…” (Is 60,6).
Queridos hermanos, el Texto de Mateo nos presenta un episodio
bien especial en la vida del Niño Jesús, y esta referido a las situaciones que vivió
y las cuales alimentaron su cotidianidad, estas escenas turbias son producto de
las acciones Socio-políticas del Ser Humano y la muy particular forma de ver y
leer los Signos de la Historia… Nos basta con entender el reconocimiento que
por índole ajena a la fe adelantaron aquellos Sabios, (Vers 2-7), del Niño recién
nacido, pero que deja para nosotros la sensación de indiferencia ante este
maravilloso y Salvífico nacimiento, como quiera que cada Día recreamos una
Navidad consumista y desprovista de la reflexión e interiorización necesarias,
como conviene al Creyente.
La negación de la trascendencia del Mensaje obra en las
personas las mismas actitudes de las Autoridades religiosas del Pueblo Judío, (Vers
6), miremos el texto” Y tu Belén, de la
tierra de Judá, no eres las más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de
ti saldrá un guiador que apacentara, a mi Pueblo Israel”, es el Corazón la guía
propicia para el justo reconocimiento de la Majestad de Jesús en su Infancia. Queda ratificada esta posición o
postura del alma del Creyente, cuando (Mt) se cuida de usar los términos adecuados
para describir la Acción de los Sabios de Oriente” Y al ver la estrella se llenaron de alegría, al entrar en la casa
vieron al Niño con María, su Madre, y postrándose lo Adoraron…” Ellos
Adoraron al que por Conocimiento buscaron, más nosotros por amor debemos
reconocerle y darle el sitial que Él merece y no precisamente por la guía de
una Estrella.
El argumento es claro
y así lo define el texto Evangélico que ante las vicisitudes de la vida de esta
Familia Sagrada, nos muestra la figura del Dios que atiende y cuida celosamente
de los suyos y que usa calificativos para designar a su Pueblo, miremos” De Egipto llame a mi Hijo” (15), en
Oseas hace referencia al Pueblo que se particulariza en cada uno de sus
habitantes y sus familias. (Os 11,1 y Ex 4, 22). Miremos las palabras del Profeta
Jeremías, (14:9,22) “Tú estas entre
nosotros, oh Señor, y sobre nosotros es invocado tu Nombre; no nos desampares,
Señor nuestro Dios”.
Para los PP. De la Iglesia, hace también alusión al destierro
del Niño a Egipto, la escena desenvuelve una trama que se ajusta al llamamiento
que Dios hace a grandes hombres del A.T. y que determinará no solo la Misión sino también la naturaleza
del Personaje abordado de esta manera y su respuesta. Serrando así este pasaje Evangélico,
en una visión segura de su Misión, al ser llamado Nazareno o consagrado a Dios.
La sensibilidad que nos despierta la visita de estos grandes
Hombres no es otra cosa que la Conciencia sobre la presencia de Dios que íntimamente
modifica y Santifica el propósito de cada uno de sus Hijos, pasando etapas de “destierro”
pero que posteriormente en la Esperanza se deja ver lleno de Paz y Serenidad
como ellos le encontraron “Recostado”, una escena “Quieta” en sí confiada, y
plena de Paz como Atributo esencial de su nacimiento y manifestación a los Seres
Humanos. Mateo deja ver la condición de los llamados a ser Discípulos de Jesús, su nuevo discipulado, marcado por el
reconocimiento de Jesús y los distintos Estadios de Madurez espiritual que
alcanzamos, como decir que los Sabios de Oriente mudaron sus corazones dejando
la “curiosidad” y asumiendo la Salvación como el primer Don del Niño Jesús.
La fe que se marcaba en la época se adoraba como un ídolo el cual podría cada persona desde su trascendencia espiritual explicar las cosas las cuales no tenían explicación racional, en cada ser se halla en su contexto de cómo vivió, que país vivió y cuál fue su vida, y permite analizar esta problemática social donde el hombre es germen de un cambio y que la tradición se puede cambiar.
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