EL LLAMADO DE JESÚS…
MAESTRO INTERIOR. (Mt 4:12-23).
Jesús nos enseña el dinamismo de la vida y la forma como lo
traslada a su Ministerio Público (23), pero hace un especial llamado a la
Conversión y esta entendida como Metanoía,
siendo un tema bien importante en el Ministerio del Bautista y punta de lanza
para Jesús y su Ministerio Público, interioriza el Mensaje , la Vida Nueva a la
que llama Jesús en la perspectiva del Caminar hacia su Reino supone del
Cristiano la aceptación plena de sus exigencias y consecuencias para quien
decide caminar en pos de Él… Los griegos emplean el término Epistrefein es pues esta aceptación literalmente
una Vuelta a Dios, para el caso es
asumido como un movimiento del Alma Creyente que se proyecta hacia Cristo y su
Reino, en la Cosmovisión Joanica es la promesa de Cristo de darnos literalmente
“Poder” para llegar a ser Hijos de
Dios, (Jn 1,12).
Queda claro para nosotros los múltiples llamados de Jesús a
la penitencia y su consabida actitud reflexiva, puedes investigar estas citas (Mt
4,17; Lc 5,32; Mc 6,12; Hch 20,21; 26,20).
Tales llamados pretenden dejar constancia de la Liberalidad
del Ser Humano para acoger o rechazar la Palabra y Voluntad Divinas, o si
deseamos matizar la cuestión entonces acudimos a la misma fórmula Agustiniana “Señor nos hiciste para Ti y nuestro corazón
estará inquieto hasta descansar en Ti” pues tal “Movimiento del Alma” no es otra cosa
que la aceptación de la Salvación como fundamento de nuestra visión y obra
sobre el Mundo y sus elementos… Bien lo define el texto Sagrado de Tradición” Pedro les contestó, convertíos y que cada
uno de vosotros se haga bautizar en el Nombre de Jesucristo, para remisión de
los pecados y recibiréis el Don del Espíritu Santo”, (Hch 2,38). Este Don
es esencial para la aceptación del llamado de Cristo, de lo contrario la mera
iniciativa nuestra sería ineficaz e improductiva.
Mateo ve sumamente importante y lo pone en el centro de la Predicación
de Jesús, que tiene como parte de sus objetivos el mostrar gradualmente la presencia del Reino o reflejado en su Divina
Persona, es pues, Cristo la Presencia plena del Padre y el Espíritu Santo en la
experiencia de vida Terrenal… Es el llamado de (Mt) “desde entonces comenzó Jesús a
predicar y decir, Convertíos porque el Reino de Dios ha llegado” (4,17), en
cuanto al pecado se hace necesaria la total intervención de Dios y su Mesías,
pero con una particularidad, es Intimo, Humilde, y Personal, y conforme crece
la experiencia de Fe en sus Discípulos y amigos así mismo se revela brotando
del corazón del Creyente y proyectándose a su entorno Sanando, Liberando y
haciendo del Amor una verdadera experiencia de acción y reflexión… Según lo último
es posible asociar esta experiencia Íntima de Dios con su mano Providente y
siempre atenta a la vida del Testigo de su Resurrección.
El llamado de Jesús es Personal y la Promesa Universal “Venid conmigo y os haré pescadores de Hombres” (4,19), este
llamado se renueva en su Iglesia todos los días y nos introduce en el Misterio
de la “Justificación” de nuestra
existencia.
Mateo nos habla de un Camino ascendente, donde la Voluntad
del Ser Humano es irradiada y transformada desde adentro por la Gracia y por el
Poder Amoroso de Cristo Revelador del Padre. Estamos viviendo momentos de Esperanza donde el llamado de Dios es una
Realidad transformadora que toca al cristiano de todas las épocas y particularmente
a cada uno de nosotros…
Se afirma que ya que hemos caído en falsas verdades que nos desvían del camino de Cristo nos volvemos personas activistas donde relegamos a dios, es por el llamado en este capítulo es una aceptación de un camino de verdad y vida que permita un acercamiento mas intimo de nosotros con Cristo, donde se procura una salvación colectiva.
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