EL BAUTISTA... ANUNCIO DE LA NUEVA ECONOMÍA DE SALVACIÓN.

EL BAUTISTA… ANUNCIO DE LA NUEVA ECONOMÍA DE SALVACIÓN.

El Texto Joanico para este Domingo,(1:29-42), nos muestra el inicio del Ministerio de Jesús , anuncio matizado por la presencia del Precursor que sin duda, define el derrotero de las apariciones Públicas del Salvador. Este anuncio nos esclarece un antes y un actual en dicho ejercicio de características proféticas,”Detrás de mí  viene un Hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo” (Vers 30). El antes intencionalmente, al menos, palabras de Juan indican la pre-existencia de Jesús, y por ende la fuerza y Autoridad de su Ministerio Salvífico, constituyendo el inicio o “primer libro de Juan” en la composición de su Evangelio.

El Texto toma forma relatora y reflexionada de los hechos que marcaron el gesto Solidario de Jesús en su Bautismo, la labor “Cronista” de Juan el Bautista, es Testimonio de los eventos que presenció y de la consecuente presencia Sobrenatural del Espíritu Santo que rompe con la familiaridad de este rito y lo inunda de simbología Salvífica”Ese es el que Bautiza con Espíritu Santo” (33), una característica única en Juan como es la presencia del Espíritu Santo que se esclarecerá en el (Cap. 16) de su Evangelio.

Jesús liga perfectamente su vida y obra al punto de darle a su Ministerio la Identidad requerida como lo expresa el Bautista, según el Texto Sagrado,”Fijandose en Jesús que pasaba, dice: He aquí al Cordero de Dios…” (36), esta afirmación en boca del Bautista constituye uno de los símbolos más importantes en la Cristología de Juan, miremos (Ap 5,6-12), complementamos con los textos de (Ml 3:23-24; Dt 18,15 y Nm 12,7).

Juan en su Evangelio resalta lo esencial y fundamental de la obra del Mesías, (Jn 1,36), donde bien podría tomar algo de Isaías (11,2 y 42,1),  la profecía hace eco de las cualidades de aquel Ungido por el Espíritu de Dios, argumento que establece una relación esencial entre Dios y los Seres Humanos, esta relación comporta la Gracia que el Espíritu Santo concede a quienes ponen su Fe en el Resucitado, tales atributos son propios del Mesías.

Espiritualizando la afirmación Isainiana sostenemos que la Intimación de la Voluntad del Padre en su Hijo, es fruto de la presencia del Espíritu Santo en Jesús, y para nosotros marca el inicio de la relación Salvífica como tal, argumento que sostiene por sí mismo el Compromiso del Bautismo de Juan el Bautista, pero que a diferencia del mismo la obra de Bautizar en el Nombre de las Tres Personas Divinas si comporta Gracia y por lo tanto es un Signo seguro de Salvación, al difundir el Espíritu al Mundo donde la Universalidad de la Salvación está asegurada, “Id pues, y haced Discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y ensenándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado…”, (Mt 28:19-20).

La universalidad del Bautismo está asegurada gracias al Espíritu Santo, convirtiéndose en el seguro transmisor de la Voluntad Salvífica del Padre y del Hijo, cuyo encargo llega a los Discípulos y en persona de ellos a todos nosotros, es una acción de la Potestad Eclesial, el bautizar y actuar en nombre de su Señor y Salvador…  Es para nosotros motivo de alegría vivir diariamente el Don recibido en nuestro Bautismo y cuidar esa semilla de Eternidad.