SANTO TRIDUO PASCUAL… JUEVES SANTO.
Éxodo capítulo 12 versículos 1-4 (5-10) 11-14. Salmo 116: 1, 10-17. 1 corintios
capítulo 11 versículos 23-26. Juan capítulo 13 versículos 1-17, 31b-35.
RESUMEN.
Estamos
viviendo tiempos calamitosos pero llenos de esperanza y justamente es un don
amoroso de Dios para que no desesperemos y continuemos alimentando nuestra vida
espiritual con el animo de hacernos fuertes para enfrentar la cotidianidad.
Ante la ausencia de la Eucaristía y sus dones santos nos queda entrar en la
esfera de la oración y meditación para acercarnos a la celebración de estos
misterios de nuestra redención. La Comensalía asume una condición espiritual
que hoy reclamamos desde nuestros hogares (1). Paradójicamente nuestros
hogares multiplicaron hoy las iglesias o lugares de adoración al Dios viviente,
nuestras congregaciones se multiplicaron a un ritmo vertiginoso cuando cada uno
de los Episcopales lleva la Palabra y la oración a su casa y familia. Las
Sagradas Escrituras y el Libro de Oración Común o (L.O.C) se constituyen hoy en
un recurso vital para sostener, animar y defender la Fe de los bautizados y la
Iglesia. El lado positivo de la tecnología aflora drásticamente cuando nos
permite “conectarnos” y vivir la interioridad de la oración comunitaria, Los
escenarios que podemos atender son multicoloridos a pesar de estar confinados,
pero la obra no se detiene porque esta no depende solo de nosotros. El Santo
Triduo Pascual nos pone en contexto de la salvación y los medios por los cuales
recreamos su contenido en la praxis de nuestra liturgia. El componente
mistagógico acompaña hoy nuestras manifestaciones de Fe y devociones (2). La
proyección madura de nuestros templos esta direccionada hacia los hogares y es
lo que corresponde al presente. La Gracia actúa en nosotros conectándonos con
los Ethos creados a partir de la explicitación del Evangelio. La Tradición y
el Magisterio de la Iglesia se mantienen unidos indefectiblemente a su raíz y
cabeza (3).
CRONOLOGÍA DE ESTAS CELEBRACIONES.
1-
Celebración
del Domingo como Día del Señor, siglo II.
2-
Celebración
del Domingo de Ramos siglo IV en España y siglo VII en Roma. Misa Crismal, siglo VII.
3-
Lavatorio
de los pies, siglo V.
4-
Inicialmente
solo la Iglesia celebraba, viernes, sábado y domingo, posteriormente se agregó
el día jueves.
5-
El
Hiponense sobre la Solemne Vigilia Pascual Afirma: Es la Madre de todas las
Liturgias.
6-
San
Ambrosio afirma: Triduum Sacrum, para referirse a las etapas del Misterio
Pascual de Cristo o Et passus est, et quievit el resurrexit. Centralidad que
nos dice sobre la Muerte y Resurrección del Redentor.
Cada
celebración durante este periodo es de capital importancia en la vida de la
Iglesia y afirma su vocación a la salvación y desde esta perspectiva, reconoce
la obra de su Salvador haciendo de cada rito una invitación a vivir según su
contenido en una actitud de vida resucitada bajo los valores del Evangelio, es
otra posibilidad de actualizar el Mensaje del Salvador (4). La memoria de la Iglesia como Madre
lleva a sus hijos los bautizados al reconocimiento tácito de esta obra, la obra
de Cristo y su Resurrección, la liturgia no tardó en incorporar los elementos
necesarios para vivir su vocación a la santidad y salvación, estos elementos
son fruto de interpretación de la
revelación Escrita y la Tradición que se renueva en cada práctica litúrgica
bajo el signo de su unicidad, para
nosotros queda la ingente tarea de retomar el carácter espiritual y estos
tiempos litúrgicos tan determinantes en nuestra espiritualidad y reconocer
que es un Tiempo de Adoración y no para
otras prácticas que pueden ser buenas pero no convenientes y que a la larga
muestran que tan coherentes y Fieles somos en vivir las enseñanzas de la
Iglesia y nuestras convicciones de Fe. El Apóstol Pablo nos dice: “Demos
gracias al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo por las bendiciones
espirituales que Cristo nos trajo del cielo, desde antes de crear el mundo Dios
nos eligió. Por medio de Cristo, para que fuéramos solo de Él y viviéramos sin
pecado, Dios nos amó tanto que decidió enviar a Jesucristo para adoptarnos como
hijos suyos pues así había pensado hacerlo desde el principio. Dios hizo todo
eso para que lo alabemos por su grande y maravilloso amor, nos dio la salvación
por medio de su amado Hijo. Por medio de la muerte de Cristo en la Cruz, Dios
perdonó nuestros pecados y nos liberó de toda culpa” … (Efesios capítulo 1
versículos 3 y ss).
Comparto en contexto los elementos usados en la
celebración de la Pascua judía o Pesaj.
El Cordero: Al salir de Egipto, los judíos sacrificaron un
cordero y con su sangre marcaron los dinteles de sus puertas.
Karpas: Es una hierba que se baña en agua salada y que
recuerda las miserias de los judíos en Egipto.
Naror: Es una hierba amarga que simboliza los
sufrimientos de los hebreos durante la esclavitud en Egipto. Comían Naror
para recordar que los egipcios amargaron la vida sus antepasados
convirtiéndolos en esclavos.
Jarose: Es una mezcla de manzana, nuez, miel, vino y
canela que simboliza la mezcla de arcilla que usaron los hebreos en Egipto
para las construcciones del faraón.
Matzá: Es un pan sin levadura que simboliza el pan que
sacaron los hebreos de Egipto que no alcanzó a fermentar por falta de tiempo.
Agua salada: Simboliza el camino por el Mar Rojo.
Cuatro copas de vino: Simbolizan cuatro expresiones
Bíblicas de la liberación de Israel.
Siete velas: Alumbran dan luz. Esta simboliza la venida del
Mesías, luz del mundo.
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También
en el mismo contexto la celebración de la Pascua se desarrolla
siguiendo estrictamente los siguientes pasos:
Encendido de las luces de la fiesta
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La bendición de la fiesta (Kiddush)
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La historia de la salida de Egipto (Haggadah)
Se servía la segunda copa de vino, la copa de Haggadah. Alguien de la familia
leía la salida de Egipto del libro del Éxodo, capítulo 12.
El sirviente traía el cordero pascual que debía ser macho y sin mancha y se
asaba en un asador en forma de cruz y no se le podía romper ningún
hueso.
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Oración de acción de gracias por la salida de Egipto
y se recitaba el Salmo 113.
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La solemne bendición de la comida.
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Se llevaba a cabo la cena.
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Bebida de la tercera copa de vino, la copa de la
bendición
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Bendición final: Se llenaban las copas por
cuarta vez. Esta cuarta copa era la “Copa de Melquisedec”. Todos levantaban
sus copas y decían una oración de alabanza a Dios. Se las tomaban y el que
presidía la ceremonia concluía la celebración con la antigua bendición del
Libro de los Números capítulo 6 versículos 24-26.
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La
cita de nuestra primera lección esta descrita por el segundo recuadro que hemos
consignado como ayuda en nuestra reflexión puntual. No perdamos de vista que en
la cosmovisión judía y conforme las necesidades de liberación se hacían más
poderosas el creyente veía como las profecías evolucionaban hasta
asociar este sacrificio de una fiesta antigua en Oriente con las
promesas de Yahveh sobre su liberación definitiva, eso sí, reuniendo los
símbolos asociados como son el establecimiento de un reinado de justicia y el
Mesías encarnado en el corazón de cada creyente de su época. La Pascua siempre
la hemos considerado signo de liberación y así mismo aparece inserta en la
tradición de la Torá judía o Pentateuco.
El Salmo 116, en los versículos citados, nos
ubica en la mente de un judío piadoso que sabe cómo rendir bajo el esquema de
la Ley Mosaica sacrificios a Dios. Reconocer ser siervo de Dios, es decir, un
devoto consumado que aguarda la respuesta del Dios revelado a Moisés y
antes al Patriarca de Ur de los caldeos. El amor aquí está
correspondido por Dios y en salmista profundizará esta relación llevándola al
plano litúrgico como máxima expresión de Adoración y Alabanza. Bendigamos
juntos el Nombre Adorable de Dios y cuya grandeza no puede ser contenida en
palabras y mucho menos en nuestros labios.
Pablo comparte sus enseñanzas y particularmente lo que
recibió de otros creyentes, la institución de la Eucaristía en la potencia de
sus palabras y rito implícito. Aquí la Fracción del Pan, no se
adelanta movida por el egoísmo de quienes quieren más sino por la Caridad que
permite que unos compartan por Amor y Solidaridad con otros. Recordemos que en
las palabras Paulinas vemos con claridad que el Apóstol misionero está
afirmando el valor de la Tradición eclesial y como estas
enseñanzas de las acciones del Señor son determinantes ya que todo no se
constituye en revelación sino en praxis de la Madre Iglesia. Es un signo vivo
de entrega absoluta y modelo fraterno para los bautizados que al participar de
este sacramento se unen a Cristo presente bajo el velo del misterio, pero
intuido por su gran Amor por la humanidad. La Eucaristía se convertirá en esta
concepción como fundamento o pilar de la nueva relación con el Resucitado. La
Iglesia primitiva en sus comienzos centró toda expresión de Fe en la
celebración de la Eucaristía como encuentro entre bautizados y por ende de los
hijos de un mismo Padre Dios. Una presencia amorosa que por amar se transforma
en signo vivo de su constante actualización. Una extensión del Kerigma
enseñado por Pablo es la Eucaristía como signo de los nuevos tiempos salvíficos
y por ende escatológicos del pueblo de Dios que es la Iglesia.
La visión Joanica relaciona sabiamente
los acontecimientos de la vida del Señor especialmente los últimos de una
forma totalmente significante. La Pasión del Señor en la cosmovisión
Joanica empeña esfuerzos tanto de lo conocido como del mundo y su realidad
invisible, es decir, de los poderes antagónicos que se manifiestan contra el
Señor, es en este escenario en el que actúa el diablo y su esfuerzo por perder
a los seguidores del Maestro. El Señor en el LAVATORIO
DE LOS PIES (5) actuó como lo haría un esclavo con su amo. Se anonadó
sirviendo a los suyos como el más pequeño y significando así que el ser el más
grande solo es posible amando más que cualquier otra persona. Si alguien quiere
ser el primero debe servir, no solo se trata de poder por delegación o relación
vinculante sino aquí en el contexto de la Caridad fraterna que se extenderá
como propuesta a todos los bautizados. El signo del MANDAMIENTO NUEVO se
manifiesta unido a la Cena del Señor y al Lavatorio de los
pies, en una dinámica de reconocimiento del otro y su dignidad como hijo
adoptivo de Dios (6). Juan quiere enfatizar las condiciones
latentes del servicio cristiano y nos ofrece este modelo vinculante. Recordemos
que es parte de la tradición en época del mismo Salvador tal signo que se
convierte en relación fraterna y amigable con en otro llevándole a casa y
atendiéndole como a uno mayor respetuosamente. La Iglesia en el hoy de su
historia lo hace de muchas otras formas, solo para resaltar, los distintos
ministerios de acogida y asistencia como es el caso de nuestra Diócesis y solo
para mencionar, visita y trabajo cristiano en los centros de
reclusión (Kairós), la oración permanente y solidaria de las Hijas del
Rey, las Damas Episcopales y su trabajo social en favor de los más necesitados,
el Ministerio “canasta de Lázaro”, (7) atención y captación de todo tipo
de recursos que la Diócesis destina cuando se presentan emergencias
o catástrofes naturales en el País, y las distintas acciones de
nuestros clérigos por mitigar las necesidades que se dan en las congregaciones y
con otras personas que se acercan buscando algún tipo de ayuda, el Carisma de
la educación que se vive en nuestras estancias y colegios son extensión de
la Eucaristía y el signo del Mandamiento Nuevo (8).
Jesús manifiesta lo que es Dios poniéndose al
servicio de los demás.
Deshaciéndose, alcanza la plenitud.
Hoy lo descubrimos en el signo del lavatorio y la
eucaristía.
Mañana, con la realidad de su muerte.
Yo soy pan partido y repartido.
Yo soy sangre (Vida) que se derrama en todas
direcciones.
Eso tengo que llegar a ser yo
Si quiero alcanzar la plenitud humana.
Si soy capaz de morir a mi egoísmo,
Alcanzaré la plenitud de Vida.
Si soy capaz de darme hasta la muerte,
Permaneceré para siempre en la verdadera Vida (Fray
Marcos, Cristianos Siglo XXI).
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VIERNES SANTO. Isaías capítulo 52 versiculo 13; 53:12.
Salmo 22. Hebreos capitulo 10 versiculos 16-25. Juan 18:1-19:42. Liturgia
contenida en el L.O.C. Pagina 195-202.
Toda la Liturgia de la
Iglesia aterriza en el drama vivido por el Señor y el desenlace que todos
conocemos, tal desenlace pone de relieve el sentido sacrificial de su presencia
entre nosotros. La Iglesia tomando su mensaje y sobre todo su vida terrena
plantea a sus hijos, los bautizados, la realidad de comprender las figuras que
en potencia (9) describen estos acontecimientos vaticinados particularmente en
las profecías de Isaías (profeta del mesianismo). Miremos el Texto Sagrado de Tradición:
He aquí que prosperará mi
siervo, será enaltecido, levantado y ensalzado sobremanera- y más adelante
prosigue el profeta- Por eso le daré su parte entre los grandes y con los
poderosos repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y con los
rebeldes fue contado, cuando él llevó el pecado de muchos, e intercedió por los
rebeldes… (Isaías 52:13-53:12). En el contexto de los cánticos del “Siervo
de Yahveh” nuestra liturgia nos recuerda convenientemente que las
Escrituras hablan de la misión liberadora del Mesías y la forma como nuestra
redención se ha de llevar a cabo. Sin duda la profecía de Isaías tiene como
argumento preferente la Pasión del Señor que antes fue asociada con el
sacrificio del Cordero Pascual. El triunfo de Cristo sobre la muerte y
la hostilidad de este mundo será resumido en la expresión aquella sobre la
restitución de sus privilegios de los cuales esboza brevemente el profeta. Se
entregó a la muerte como sacrificio reparador por Amor asumiendo una dimensión
que une perfectamente la Misericordia de Dios con la necesidad salvífica de la
condición humana imperante. La Iglesia
durante esta celebración permanece expectante y solidaria con su esposo y
cabeza, siendo prefigurada a través de quienes fieles acompañaron al Siervo y
ahora al Señor en el drama de la Cruz. Queda claro que el pecado de la
humanidad es en sí paradójicamente signo de la visita de Dios hecho carne, en
palabras del Hiponense que constituyen fundamento del “Pregón Pascual”
expresa: “Oh feliz culpa que nos mereció tal Redentor”. Pues el profeta
camina en la dirección de esta bella paradoja intuida por el Hiponense. Hoy
vemos como lejano el nexo de la Tradición que enseñó sobre el sacrificio del
Señor y lo asumió como fundamento salvífico invocado por los bautizados que
este día santo estaremos delante de la Cruz acompañando al Dios Amor.
El autor de los hebreos
(capítulo 10 versículos 16-25) invoca al profeta Jeremías acudiendo
precisamente a su sensibilidad espiritual para percibir la generosa oferta del
Dios revelado de ignorar nuestros pecados y fijarse solo en su gran amor. Una
nueva alianza que se pactará gracias al triunfo del redentor. Ya los bautizados
tienen acceso a la promesa de Dios y no solo el sumo sacerdote de la tradición
cultica judía, es por Cristo y en Cristo el salvoconducto del bautizado. Teniendo,
pues, hermanos, plena seguridad para entrar en el santuario, en virtud de la
Sangre de Jesús (versículo 19). La Encarnación puso de manifiesto la Voluntad
salvífica de Dios y su Adorado Hijo despejó los misterios para nosotros los
bautizados, el Santo de los Santos ya no será un lugar construido por la
invención y el genio humano sino el propio Señor que se presenta como nuestra
realidad definitiva en la condición escatológica que los bautizados esperamos. La
premura del autor es sin duda alguna la motivación de la interpretación de los
tiempos y como el creyente debe hacerlo teniendo la mente y esperanza fijas en
Dios. No se trata de leer los astros o asociar los acontecimientos mundiales a
este Día, se trata de comprender que el encuentro definitivo es solo absoluta
libertad de Dios y que nada de ello estará sujeto al capricho o saber humano,
lo nuestro es vivir y amar su Voluntad y madurar espiritualmente como es
conveniente. Dios llamará a cada uno de nosotros, pero ya tenemos delante de su
Trono Santísimo a su Adorado Hijo intercediendo por nosotros. Los
acontecimientos a los que puede referirse en el (Versículo 25) entran en la
consideración de un entorno hostil al Evangelio, pero aun así el triunfo es
para la Iglesia y sus hijos los bautizados (10).
Salmo 22, para
contextualizar su recitación en medio de esta santa liturgia del Triduo
Pascual: “2. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡Lejos de mi
salvación la voz de mis rugidos! 3. Dios mío, de día clamo, y no respondes,
también de noche, no hay silencio para mí. 4. ¡Más tú eres el Santo, que moras
en las laudes de Israel! 5. En ti esperaron nuestros padres, esperaron y tú los
liberaste; 6.a ti clamaron, y salieron salvos, en ti esperaron, y nunca
quedaron confundidos. 7. Y yo, gusano, que no hombre, vergüenza del vulgo, asco
del pueblo, 8. todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios, menean la
cabeza: 9. «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le libre, que le salve, puesto que
le ama!» 10. Sí, tú del vientre me sacaste, me diste confianza a los pechos de
mi madre; 11.a ti fui entregado cuando salí del seno, desde el vientre de mi
madre eres tú mi Dios. 12. ¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca,
no hay para mí socorro! 13. Novillos innumerables me rodean, acósanme los toros
de Basán; 14. ávidos abren contra mí sus fauces; leones que desgarran y rugen.
15. Como el agua me derramo, todos mis huesos se dislocan, mi corazón se vuelve
como cera, se me derrite entre mis entrañas. 16. Está seco mi paladar como una
teja y mi lengua pegada a mi garganta; tú me sumes en el polvo de la muerte.
17. Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me acorrala como para
prender mis manos y mis pies. 18. Puedo contar todos mis huesos; ellos me
observan y me miran, 19. repártanse entre sí mis vestiduras y se sortean mi
túnica. 20. ¡Más tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh fuerza
mía, 21! libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro; 22.
sálvame de las fauces del león, y mi pobre ser de los cuernos de los búfalos!
23. ¡Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré!:
24. «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza, raza toda de Jacob, glorificadle,
temedle, raza toda de Israel». 25. Porque no ha despreciado ni ha desdeñado la
miseria del mísero; no le ocultó su rostro, más cuando le invocaba le escuchó.
26. De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los
que le temen. 27. Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan a Yahveh
le alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!» 28. Le recordarán y volverán
a Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán todas las
familias de las gentes. 29. Que es de Yahveh el imperio, del señor de las
naciones. 30. Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante
él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva, 31. le
servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad 32. venidera, contará
su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo él (Tomado de la Biblia de
Jerusalén).
Este Salmo es cristológico por antonomasia
(11) y describe todo lo sucedido en el drama de la Pasión y Muerte del Señor y
en sus contenidos reflejan la esperanza que es congruente con la Resurrección…
La visión del salmista ubica al Mesías en un escenario francamente hostil, su
descripción toca las fibras más profundas de la psicología humana y todo
aquello que se asocia con el sufrimiento que nos permite ver la dimensión de la
Cruz y su marca en la vida del bautizado. Una marca que supera su connotación
inicial para convertirse en sello inequívoco de pertenencia al Dios revelado.
Todo dolor que experimenta el bautizado puede ser ofrecido como tributo
solidario por los dolores que Cristo cargó y que eran solo nuestros. El salmista
ve la dureza de los eventos y la tortura a la que es sometido el Salvador. Hoy
nosotros experimentamos todo tipo de dolores y angustias básicamente por las
condiciones de vida que se reflejan entre los seres humanos y como el pecado se
viste de justicia para permitirle a algunos poderosos cumplir con los
estándares de su llamada justicia social, pero en el fondo es la libertad legal
de ser más poderosos y ricos y otros más pobres y desprotegidos. El drama de la
Cruz se vive todavía entre nosotros. La naturaleza como comunidad de seres
vivos sufre también las consecuencias del pecado cuando el ser humano que debe
ser su voz y guardián la depreda por satisfacer placeres verdaderamente
patéticos como matar un Tiburón solo para quitarle una aleta y preparar con
ella una “sopa” costosa. Que decir de
triturar miles de toneladas de tierra verter mercurio y cianuro y miles de
litros de agua para solo algunos gramos de Oro. Sin duda debemos replantear
nuestras relaciones redimidas con nuestro entorno somático. Cristo padece
todavía el desprecio de una cultura que solo piensa en sensualidad y
materialismo y que no tiene tiempo para meditar o vivir sus mandatos. Hijos de
la Iglesia solo de nombre y “documento”. (12) El número grande de
cristianos que dicen tener una relación personal con Dios pero que nunca pueden
acompañar a sus hermanos en la Fe, porque tal acción no es fundamental en su
explicitación religiosa. Todo y más sufrió el Señor y pareciera que después de
2000 años debe aún continuar padeciendo tanta pérdida de conciencia y
espiritualidad. El mensaje Joanico contenido en (capitulo 18:1-19:42) la
proclamación de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo, se desarrolla alimentada
por las tradiciones anteriores de las que este autor tomó elementos esenciales
y los maduró bajo su concepción teológica que era la misma visión de la Iglesia
primitiva. La Pasión refleja todo el drama de entregarse por amor y ser
literalmente despreciado por nosotros al no conocer la esencia del amor
verdadero y autentico. El drama de la
Cruz está latente y contundente y nadie que desee ver a Dios y ser parte de su reino
lo será sin haber antes vivido dolores asociados a la Pasión de su Adorado Hijo
el testigo fiel Joanico. La Cruz no es solo un hito en la construcción de una
doctrina, es mucho más que eso, se convierte en un puente que une lo humano y
lo Divino, que relaciona totalmente las acciones del bautizado con su redentor.
Hoy como hace tantos años en el tiempo de nuestra salvación, tenemos una nueva
oportunidad de vivir la Pasión y recrearla solidariamente en nuestra liturgia y
vivencia de este Santo Triduo Pascual. El relato Joanico insiste en la escasa o
poca preparación que tenían los discípulos del Señor para vivir esta pascua de
salvación, ya el componente liberador del Éxodo se transforma en salvación
gratuita por parte de Dios. Juan ve con preocupación cómo las convicciones
manifestadas anteriormente se diluyen ante el peso cruel de la Cruz. De lo
anterior los bautizados comprendemos que la Cruz es real y que no es el madero,
el peso soportado por el Redentor sino nuestros pecados pasados, presentes y futuros.
La actualidad de la Cruz es una maravillosa posibilidad salvífica de Dios a la
humanidad. La lectura y proclamación de la Pasión del Señor nos da la
oportunidad de “pesar” verdaderamente nuestra vida espiritual y
descubrir qué tan sensibles somos ante su drama y que tan amantes de la
salvación nos mostramos ante Cristo (13).
Hoy recuerdo las
enseñanzas de los Padres de la Iglesia (14) cuando asociaron el Agua y la
Sangre que vertieron del corazón de Cristo con el Santo Bautismo y la
Eucaristía, los signos salvíficos y escatológicos por excelencia del
cristianismo y en esta simbología la Santa Iglesia tiene su lugar, ella es la
nueva Eva que a diferencia de la anterior se constituye en la primera discípula
del Señor, que nace de Cristo el nuevo Adán. Esta enseñanza alegórica está
cargada de realidad si consideramos que la Madre Iglesia es signo vivo de los
nuevos tiempos salvíficos y que el Espíritu Santo la engendra en Pentecostés
para convertirla en instrumento salvífico elevada a la categoría mística de
esposa del Señor (doctrina Paulina). Los signos de la nueva Alianza son los
sacramentos y particularmente el Bautismo y la Eucaristía, ellos resumen
amorosamente la vida y obra del Redentor y su constante entrega por nosotros.
En este santo día (Viernes Santo) el Señor entrega su vida y serenamente
al consumar su obra duerme en los brazos del Padre Dios, un sueño que es muerte
y no reposo, que es entrega y nada guardado antes, que es misión y Voluntad del
Padre. Adoramos a Cristo Hijo de Dios que verdaderamente murió y verdaderamente Resucitó tomando la vida que es suya y plenamente delante del Padre reina junto
al que procede de Entrambos, el Espíritu Santo. Fueron, pues, los soldados y
quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya
muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el
costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es
válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis
(capitulo 19 versículos 32-35). Los signos que narran la Pasión del Señor son
refuerzo alegórico de la tradición judía que esperaba un desenlace distinto
bajo solo concepciones humanas y dejando a un lado el componente sacrificial
como ocurrió a la salida de Egipto. La
Pasión narrada por Juan posee en sí misma un gran contenido teológico que buscaba
sembrar en los primeros cristianos identidad salvífica. Juan quiere exaltar la
condición Divina tanto del Señor como de su sacrificio. De lo anterior podemos
afirmar que Juan busca afanosamente mantener a salvo la identidad del Señor y
su vínculo con la trascendencia. El estar en control de la verdad como es
interpretado por Pilato, es solo una nuestra de una construcción temprana casi
arcaica de una tendencia apologética frente a la identidad el Señor. Juan a
diferencia de Marcos ve en el relato histórico de la Pasión una gran
posibilidad de relacionarlo con la concepción interpretativa de su teología. (15)
Leyendo el texto inspirado es fácil ver cómo el lenguaje Joanico tiene por
objetivo objetivar el contenido histórico con el sobrenatural. Siguiendo su
lectura encontramos que el planteamiento fenomenológico de la Resurrección del
Señor, dialécticamente es imposible expresarlo por la limitación de nuestras
cualidades intelectivas por eso todo el proceso de sepultura descrito aquí es
somero y muestra los componentes generales del mismo:
Después de esto, José de
Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos,
pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo
concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo. 39. Fue también Nicodemo - aquel
que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe
de unas cien libras. 40. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas
con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. 41. En el lugar
donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo,
en el que nadie todavía había sido depositado. 42. Allí, pues, porque era el
día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a
Jesús (Juan capítulo 19 versículos 38-42).
Bajo el esquema dialéctico del tiempo en su concepción cronológica queda claro que la figura de
establecer un momento ritual de paso de un estado a otro, es propio del
intelecto interpretativo más no de la realidad teológica del momento (16),
La apreciación tiempo espacial del relato será reivindicada posteriormente en
el texto de su Resurrección, el Salvador resucitó una vez entregó su vida por
la humanidad. Los tiempos evangélicos son necesarios para la comprensión de
nuestras categorías mentales. La
comprensión del tiempo y su realidad es distinta en la persona humana que en la
Divina. El Kairós de Dios es distinto a las mediciones temporales de la
humanidad. El Evangelio está interesado (evangelistas) en expresar la condición
resucitada del Señor y su glorificación para acercarla al terreno de nuestra
muy limitada racionalidad. De esta primicia desprendemos que la Fe se
constituye en el nexo primo del Resucitado con la humanidad. Su condición es
otra en sí, plena y gloriosa. Este día santo oramos por la humanidad en sus
distintas expresiones, y rogamos que todos lleguemos a la vivencia de los
eventos de nuestra salvación (17).
SÁBADO SANTO. Job
capitulo 14 versiculos 1-14. Salmo 31:1-4,15-16. 1 Pedro capitulo 4 versiculos
1-8. Mateo capitulo 27 versiculos 57-66. Su liturgia esta contenida en el
L.O.C. Pagina 203-216.
Desde tiempos
inmemoriales la Iglesia celebra en esta santa noche el triunfo de Cristo sobre
la muerte y rompe así el cerco que la hacía natural, aunque ella no lo es.
Precisamente nuestra liturgia a partir de la página 205 del L.O.C
desarrolla todo el rito. Llamando a esta noche “noche santísima” porque
ella es testiga material de los acontecimientos que siguieron a la Muerte del
Salvador. Los cielos y la tierra y todo el cosmos se funden en un abrazo
piadoso mientras el Hijo de Dios rompe el sepulcro y margina definitivamente a
la soledad y a la oscuridad. Toda esta santa liturgia gira en torno a la luz
despejando el poder del mal para infiltrase en la vida del bautizado y
relativizar sus valores. Estamos delante de Dios gracias a su Hijo que así
lo dispuso y en esta santa noche le rendimos tributo y reconocemos su
Imperio y Majestad (18).
Esta noche cuando
Cristo rompió las cadenas de la muerte y del infierno, y desde el sepulcro
resucitó victorioso… Página 207.de
nuestro L.O.C.
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El Pregón Pascual
recita convenientemente la historia de salvación comenzando por la liberación
del pueblo que estaba en Egipto. Esta noche en la que la reconciliación de Dios
con los seres humanos se manifiesta latente y poderosa. Esta noche en la que la
humanidad asume el deber sagrado de reverenciar a su Dios y hacerlo por
vocación al amor y a la salvación. El antiquísimo Pregón
Pascual, consignaba esta intención de la Iglesia como Madre que igual que
el Resucitado caminaba a su lado aquellas horas de su glorioso triunfo. Las
palabras del Hiponense encuentran en este Pregón un nicho bien
intencionado: “Ho feliz culpa que nos mereciste tal Redentor”. La
historia de salvación intuye la perfecta manifestación de la Trinidad Inmanente
y Económica como signo de la revelación en el propio Salvador. La creación se
enfatiza en las distintas perfecciones citando a los ángeles y a la obra de
Dios (naturaleza) como testigos de la Resurrección totalizante y cósmica del
Hijo de Dios (19). Tal acción percibida en nuestra liturgia tiene
por objeto enseñar la forma como Dios obró con Israel y con todos los
bautizados, estamos escalonando la manifestación de Dios en orden y de forma
aleatoria en los textos citados antes de la Eucaristía propiamente dicha,
miremos un concepto relacionado:
Al acercarse Faraón,
los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras
ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahveh- continuamos-
Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico a Yahveh. Dijeron:
Canto a Yahveh pues se
cubrió de gloria arrojando en el mar caballo y carro (Éxodo capítulo 14,10 y
15,1). Esta lectura es imprescindible en la construcción ritualista que
celebraremos en este día santo. Los demás hechos de salvación citaran una vez
más al Pentateuco y a los profetas (Torá, Tanaj y en ella los
escritos Nevi’im que son los textos proféticos).
|
El pueblo entona este
cantico que sigue exaltando las obras de Dios en favor de Israel, es para ellos
y para nosotros signo del poder de Dios en su fundamento liberador, la
construcción de este bello relato, se apoya en la concepción de Dios quien
al frente de su pueblo vence todos los obstáculos incluyendo al mismo Faraón y
sus tropas. La historia salvífica empodera de figuras antropizadas al mismo
Dios para la comprensión de su pueblo y la construcción de una futura identidad
nacional. La relación de este fenómeno se remonta al
mismo Abraham llamado por Dios de la lejana tierra de los caldeos
(Ur), Su teocentrismo es ahora vital y con su expresión se constituirán en un
pueblo escogido y con un alto sentido de la liturgia y la faceta cultica. Las
acciones salvíficas son consecuencia de una interpretación ritualista que da la
Fe colectiva y la necesidad de descubrir cotidianamente a Dios. La simbología
de nuestro presente es rica gracias a sus aportes, estamos asumiendo que la
simbología de índole natural sede el terreno a lo sobrenatural que ataca muchas
veces la vida del creyente, su entorno y su relacionarse con la sociedad (20).
La Pascua vista de
esta forma se ha convertido en Sacramento por su contenido salvífico
puesto al servicio del creyente. En esta dinámica aparece una vez más la figura
en potencia de la Iglesia que congrega a los peregrinos en potencia y más tarde
madurará hasta ver en esta acción al menos en nuestro presente un paso místico
de la muerte a la vida y del pecado a la Gracia de la verdadera
liberación. Las demás lecturas son alusiones a las distintas
manifestaciones en esta dirección por parte de las escuelas proféticas
de Israel. El Santo Bautismo tiene en este día santo, un espacio
preferente que lo convierte en nexo por extensión de lo celebrado, ya que el
sumergir en las aguas bautismales es signo del nuevo paso de la muerte a la
vida en Cristo y el bautizado se convierte en solidario con Cristo significando
de este modo su paso de la antigua condición de pecado a la nueva realidad
redimida por Cristo. Esto último fue verdaderamente importante en la Iglesia
primitiva, ya que su simbología los unía al misterio de la Muerte y
Resurrección de Cristo. El Pacto Bautismal, es renovado en
esta bella liturgia y asume el centro de la Fe y Esperanza del creyente en
Cristo, el Testigo Fiel que pasó de la muerte a la vida. La Iglesia espera
que sus hijos renacidos en las aguas bautismales renueven su ser
espiritual y cultico (L.O. C. Santo Bautismo inicia en la página 221).
La liturgia invoca
el término misterio para enmarcar la celebración en el ámbito de lo
revelado por Dios que, no obstante, su misterio salvífico no es del todo
visible para el bautizado, esta dinámica apreciativa se denomina Mistagogia, porque
encausa tanto lo que no vemos como lo que aun en su limitación textual podemos
comprender e interpretar. La Cuaresma se constituye en
preparación para la celebración de los misterios antropizados y comprendidos
desde el todo de nuestra Fe… (21).
Justo al inicio de la
Eucaristía se encienden los cirios del altar, ya hemos bendecido el fuego
nuevo figura de la manifestación de Dios a su pueblo, luz y guía con antecedentes
liberadores y salvíficos en Israel:
Yahveh iba al frente de
ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en
columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de
noche. No se apartó del pueblo
ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche (Éxodo
capítulo 13 versículos 21-22).
|
La luz guía al creyente
en la evolución de su espiritualidad y hace de la Iglesia depositaria
de la Luz de Cristo Resucitado. El emblema de esta concepción y
figura es el Cirio Pascual, que marca el año presente como
bendecido e iluminado por la Resurrección de Cristo. Todos los signos que
son empleados en la confección de esta santa liturgia son en sí significantes y
hacen parte del colectivo y sus reflexiones así descritas por la Iglesia. La
Gracia ocupa ya el lugar de la Luz natural recreada por la intervención de
Dios, ella hace de CRISTO EL FUEGO VIVO Y SALVÍFICO DE LA CREACIÓN…
(22).
El Apóstol Pablo, en
su Carta a los Romanos (capitulo 6 versículos 3-11) nos ilustra sobre el poder
del Bautismo y lo ubica sustancialmente junto a la Fe ya que no se hacen
oposición sino complemento. Para Pablo el Bautismo sepulta al
creyente y lo resucita como Cristo a nueva vida. La etimología de “sumergir”(23)
liga con bautizar y es este el pensamiento del Apóstol y el sentir de
la Iglesia. Las realidades salvíficas nos cobijan por igual sin importar la
época. El ser humano nuevo solo será confirmado en su totalidad en el
final de los tiempos que se asocia con la muerte física, recordemos que el
Bautismo se constituye en el eje primordial de la vida nueva del
creyente. Un baño regenerativo superior a la intención de los
rituales judíos de purificación, pero en si comparten su misma intención solo que
el Bautismo sublima la Gracia salvífica. Es pues el Bautismo signo vivo de la
Muerte y Resurrección del Señor y nosotros imitamos a Cristo cuando recibimos el
Bautismo. La muerte física es el signo de esta total liberación ya que
cuando muere el culpable se muere la causa judicial. Y Pablo de
origen romano lo sabe e ilustra el Bautismo de esta forma. La realidad del
pecado que vivimos es consecuencia en el presente de nuestra condición humana,
pero a pesar de su influjo la Gracia nos permite vivir de la esperanza del
triunfo hecho realidad sobre la condición de pecado. Es por medio de nuestras
acciones e inclinaciones como damos todavía oportunidad al pecado de seguir
manifestándose muy a pesar nuestro.
La muerte
definitiva fue reducida a la consecuencia de nuestra condición imperfecta y
pasajera, Cristo no tenía pecado, pero aun así la asumió por
nosotros. La vida redimida es eterna y ya no está sujeta al pecado, pero
si a las acciones de nuestra imperfección. La permanencia de nuestra condición
humana es parte de la creación y su componente material. Morir al pecado
implica para el bautizado vivir para la eternidad, quien no muera al pecado
permanecerá sujeto a este. El triunfo de Cristo se manifiesta a
partir de nuestro autentico deseo de vivir como redimidos o criaturas nuevas
porque Dios siempre nos deja en libertad de optar. El Salmo
114, recomendado para esta celebración cuenta justamente la interpretación
de un creyente sobre los acontecimientos de la liberación y el paso por el Mar
de las cañas. Es un sentir de un fiel a Dios en todos los aspectos de su
existencia contando mediante estas figuras el accionar liberador de Dios en su
propia vida (24). La tradición Sapiencial es rica en figuras que ilustran
convenientemente el acontecimiento salvífico como tal. Queda en la psique
del creyente, del judío, el medio de este accionar salvífico que se expresa
mediante aquellos acontecimientos.
El Evangelio
de Mateo (capítulo 28 versículos 1-10)
Pasado el sábado, al
alborear el primer día de la semana,
María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se
produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor bajó del cielo y,
acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Su aspecto era
como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. Los guardias,
atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. El
Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: Vosotras no temáis, pues sé que
buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había
dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id enseguida
a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de
vosotros a Galilea; allí le veréis. Ya os lo he dicho. Ellas partieron a toda
prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus
discípulos. En esto, Jesús le salió al encuentro y les dijo: Dios
os guarde Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron.
Entonces les dice Jesús: No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea;
allí me verán.
|
Mateo al igual
que Marcos ubica las apariciones en Galilea se refieren a
otras fuentes de donde tomaron estos relatos para confeccionar su evangelio. La
realidad de las apariciones del Señor son empleadas para fundamentar la Fe de
los creyentes que toman los textos inspirados y los convierten en la clave de
la predicación primitiva e incluso arcaica de la Resurrección del Señor. El
dialogo sostenido con las mujeres no deja percibir nada sobrenatural en la
forma como se desarrolló corresponde a la mentalidad Mateana de situar el
acontecimiento en la psique de los cercanos al Señor y sus futuros
coloquios fraternos post-pascuales. La glorificación del cuerpo del Señor es percibida
inmediatamente por la Fe y las enseñanzas que ellas (mujeres) reconocieron
cuando Cristo se manifestó. Los demás símbolos nos conducen a la elaboración de
un esquema sobrenatural para explicar el acontecimiento salvífico. La tradición
del N.T nos hablará por boca de Pablo de al menos 5 apariciones del
resucitado (25). Las manifestaciones privadas también comportan una misión,
recordemos por otro lado, que el propio Juan nos hablará de
apariciones de índole comunitarias, cuando estando en casa los discípulos
y Maria, el Señor se aparece en medio de ellos, podemos intuir que
tal acción es de carácter apostólico porque involucra a los discípulos del
Señor.
No es fácil suponer cuál fue la actitud de los discípulos ante tal portento, lo cierto es que ellos
y las mujeres contadas aquí como discípulas, expresan el fenómeno desde sus
propias vivencias, lo mismo sucede ahora con los bautizados que viven como
testigos inmediatos de la Resurrección del Señor. Las palabras del Señor a
la mujer de Samaria toman todo su poder expresivo, y la profundización de tales
apreciaciones nos permiten ver en el hoy de nuestra historia un nexo inequívoco
con el estilo y contenido de nuestra Fe delante de Dios y su Adorado Hijo
Resucitado. Mateo deja una interpretación bien interesante de esta
manifestación de Dios en medio de su obra, deja la puerta abierta para una
futura reflexión que ya hacemos sobre los acontecimientos y el ser que redimido
vive ya por la Fe en su Señor. LOS TESTIGOS OCULARES CONFIRMARON LO QUE
HOY VIVIMOS POR FE (26). No es de otra manera como el creyente hoy, se
aproxima al fenómeno de Cristo resucitado y fuente de salvación para todos los
que le creen y viven como criaturas nuevas. El carácter histórico de estos
relatos es sin duda afirmados en la multiplicidad de sus manifestaciones ya que
no estamos ante los evangelios en el mismo contenido parafraseado, sino
que cada uno se manifiesta según la Fe que su autor expresó. Expresar la
Resurrección del Señor no es un estilo gramatical sino una profunda experiencia
que nos lleva a comprender este misterio salvífico (27).
EXPRESIONES
TEOLÓGICAS ASOCIADAS.
1.
La Resurrección del
Salvador fue acto seguido a su Muerte no pretendemos afirmar que en potencia
resucitaba pero que era necesario pasar tres días en la tumba para hacerlo, su
triunfo sobre la muerte rompe precisamente el mito de la afirmación “Al
tercer Día” conociendo que para la Tradición Judía tercer día expresaba
misterio luego si es misterio no se mide cronológicamente como tal.
2.
Cristo transmuta la historia e
introduce en ella la vuelta a la vida desde la plenitud de Dios que mediante su
Espíritu le resucita y plenifica (28), resucita Jesús el Hijo de María, pero NO
el Cristo o Verbo encarnado, para los Santos PP. Latinos y Griegos es claro que
el Verbo en la tierra vivió en un eterno retorno que manifiesta las Procesiones
de la SS. Trinidad.
3.
En la Resurrección se produce
literalmente un “Lleno” de la naturaleza humana del Salvador por parte
de la Divina y su posterior glorificación ya el “abajado” según Pedro
está delante de su Padre Dios.
4.
La materia presente en Jesús como en
nosotros le da tanto a él como a nosotros una estructura sujeta a tiempo y
espacio y desde luego una identidad y espiritualidad, es el Jesús Histórico (29) el que
transita por Galilea y crea nexos emocionales con Lázaro y sus hermanas a los
que el Evangelio llama amigos, para comprender este principio de la materia es
necesario leer a Hegel y el materialismo histórico alemán que ya la propia
Psicología interpreta en las relaciones de los entes, luego en Jesús la materia
presente debía ser trasformada en gloriosa realidad trascendente y luz
cognoscible como Dios que es, y esta realidad solo se entiende desde la Fe y
por la Fe.
5.
Verdaderamente Murió y
Resucitó y verdaderamente fue y es Hombre y es Dios puesto que su dimensión
antropológica fue asumida y resucitada delante del Padre Dios por el Espíritu
Santo, Luego el Espíritu Santo es la Causa Ejemplar de la Resurrección y el Padre
Dios la Causa Primera en el Hijo y con el Hijo o Verbo Eterno (30).
6.
La Quididad de los seres
creados no reza en su definición para el Salvador que muere y resucita en la
Cruz, y no procede, puesto que al ser glorificado plenamente en el Padre Dios
asume como Dios lo que siempre desde antes de todo fue y es, es decir, que la
Esencia de Dios es lo mismo que su Existencia como Hijo de Dios y como Verbo
Encarnado (31), cosa que no se refiere a nosotros que si nos preguntamos
por definición lo que somos y esa definición no expresa nuestra naturaleza, al
ser compuestos y finitos.
7.
La Hipostasis en Jesucristo
enseña que existe en Él solo Persona Divina y Dos Naturalezas tanto Humana como
Divina, en cuanto a Persona Divina su esencia es su existencia (No hay
Compuesto alguno) esta afirmación para quienes literalmente pretenden “Matar a
Dios”. (32).
8.
La Sangre Reparadora es el precio de
su amor por nosotros y sangre biológica exacta a la nuestra pero santificada
por la presencia en su Ser Persona como Dios y Hombre Verdaderos, luego SI
derramó su Sangre Santísima y ella SI nos libró de la muerte eterna.
9.
Aquel que celebramos en
la solemnidad del Santo Triduo Pascual posee alma racional y cuerpo, pero es Consustancial al Padre en cuanto
a su Divinidad (33).
CIBERGRAFÍA Y
OTROS RECURSOS.
1-
Nota del autor.
2-
Nota del autor.
3-
Nota del autor.
4-
Nota del autor.
5-
Nota del autor.
6-
Nota del autor.
7-
Nota del autor.
8-
Nota del autor.
9-
Nota del autor.
10- Nota
del autor.
11- Nota
del autor.
12- Nota
del autor.
13- Nota
del autor.
14- Nota
del autor.
15- Nota
del autor.
16- Nota
del autor.
17- Nota
del autor.
18- Nota
del autor.
19- Nota
del autor.
20- Nota
del autor.
21- Nota
del autor.
22- Nota
del autor.
23- Nota
del autor.
24- Nota
del autor.
25- Nota
del autor.
26- Nota
del autor.
27- Nota
del autor.
28- Nota
del autor.
29- Nota
del autor.
30- Nota
del autor.
31- Nota
del autor.
32- Nota
del autor.
33- Nota
del autor.
El texto guía en materia de citas bíblicas fue: https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Biblia-de-Jerusalen/ https://www.vaticanocatolico.com/iglesiacatolica/tag/enciclopedia-catolica/ https://www.episcopalchurch.org/es/ministerios-latinos/ https://www.mercaba.org/... cristoeseltema.blogspot.com/2018/03/santo-triduo-pascual-jueves-santo.html// cristoeseltema.blogspot.com/2014/04/reflexiona-en-el-espiritu-del-triduo.html? view.
El texto guía en materia de citas bíblicas fue: https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Biblia-de-Jerusalen/ https://www.vaticanocatolico.com/iglesiacatolica/tag/enciclopedia-catolica/ https://www.episcopalchurch.org/es/ministerios-latinos/ https://www.mercaba.org/... cristoeseltema.blogspot.com/2018/03/santo-triduo-pascual-jueves-santo.html// cristoeseltema.blogspot.com/2014/04/reflexiona-en-el-espiritu-del-triduo.html? view.
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