domingo, 5 de abril de 2020

DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CRISTO VIVE...


DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CRISTO VIVE GLORIOSO. Hechos de los Apóstoles capítulo 10 versiculos 34-43. Salmo 118: 1-2, 14-24. Colosenses capitulo 3 versiculos 1-4. Juan capitulo 20 versiculos 1-18.


Aquel anunciado por los profetas, esperado por los patriarcas se hace presente en el mundo portando la luz imperecedera de su amor por la humanidad. Aquel que estaba presente desde antes de la fundación del universo. Aquel en cuya presencia el Padre Dios creó los cielos y la tierra. Aquel anunciado por el ángel a una Virgen Niña desposada con un buen hombre de nombre José. Aquel que lloró por su amigo Lázaro y dio Agua Viva. Aquel que perdonó, sanó y liberó, pero por sobre todo se convirtió en la medida de lo que en su corazón no tiene medida el Amor…   El fenómeno de la Resurrección hoy lo vivimos a partir de la Fe que su Gracia y amor deposita en nuestros corazones. Dios Padre nos ama con un amor tan grande que parece una madre, exclamación de uno de los personajes más sobresalientes del siglo XX estamos hablando de Juan XXIII esta realidad es la que nos concede el poder existir y trascender. Somos la marca y huella como Vestigia del amor de Dios ya que solo Dios cuando ama Crea. Santísimo Día en el que la creación expectante y la Iglesia se alegran y celebran que Cristo entregó para luego tomar su vida como ofrenda de amor necesaria que opera nuestra Salvación. Día preclaro en el que la humanidad huele a eternidad (1). Día mayor entre todos los demás días en el que desde los patriarcas y profetas hasta el último de los nacidos de mujer celebran el triunfo de Cristo Redentor. Día sin igual en el que la vida desprendida de la tumba anuncia que la muerte ya no estará en el panorama trascendido del ser humano y la Esperanza deja a un lado la mortaja para reinar entre nosotros (2). Hoy en esta mañana no hay otra mayor cosa o proeza que celebrar la victoria de Cristo el Salvador. Nada queda entre nosotros y Dios que no sea superado por su amor y su misericordia. Digamos todos unidos viva el Señor triunfante y glorioso listo para ir al Padre y dejar entre nosotros su corazón. Apenas iniciamos el camino de vivenciar el triunfo de Cristo y su resurrección. Estamos empeñados en difundir que Cristo está vivo y reinando en nosotros los bautizados.

La espiritualidad que adorna la vida de Fe del bautizado refleja en su configuración una dosis grande de sacrificio, aunque no sea siempre interpretado de esta manera. Nuestros sufrimientos se unen a los de la víctima sacrificada, en este caso a Cristo, convirtiéndose en una auténtica ofrenda salida de nosotros y no de alguien más. Es afirmar simplemente que el dolor y todo lo que este implica no está ni estará lejos de nuestra propia vocación a la santidad y por ende a la salvación (3). Todo bautizado que sufre sabe que no está solo y que de esta manera suple en su ser las imperfecciones de su existencia, es asumir el valor del sufrimiento y no verlo como un castigo, en esto nos distanciamos del judaísmo. El sufrimiento abre también las puertas del Reino de Dios porque nos emparenta con el Cristo sufriente y resucitado (4). El amor ocupa un puesto vital en esta concepción ya que sin amor nada de lo anterior tendría objeto (visión Paulina). En la tradición del pueblo hebreo encontramos afinidad con un “lugar” o destino final para algunos, asunto reiterativo en el pensamiento griego el Sheol es la figura de un “Lugar de sombras y sufrimientos” que como estado no es fácilmente percibido pero relaciona una especie de Retribución en quienes lo padecen, si miramos el “Mito de la Caverna” de Platón vemos que la imposibilidad de aquel  sitio impide al intelecto humano ser iluminado y le hace presa de su ignorancia la cual asume identidad como si fuera un ente, este pensamiento es anterior a la concepción cristiana de “cielo” o reino de los cielos así como la nueva Jerusalén que más que un lugar busca generar la idea de un estado de perfección adaptado en figura a la memoria religiosa del pueblo judío, Orígenes es el primer PP. de la Iglesia en hablar sobre estos llamados estados de las almas de los seres humanos una vez fallecen y en su reflexión no contempla la posibilidad de un infierno eterno, emplea una figura menos drástica y pasajera que solo es relacionada hoy con el llamado Purgatorio, Orígenes habla de Penas Medicinales es decir, que el alma permanece imposibilitada de “ver”(5) a Dios por un periodo espiritual mientras se purifica, para Orígenes no era viable la existencia de la condenación eterna, desde luego la Iglesia se apresuró a condenar su tesis sobre imposibilidad de condena eterna pero le dio vida a la inclinación por el llamado Purgatorio, es interesante que tengamos presente que los PP. de la Iglesia no se desgastaron en este asunto y que en realidad lo tocaron muy pocas veces por lo que no tenemos muchos insumos al respecto, durante los primeros IX siglos de la Iglesia no se interesaron por el asunto, pero durante el medio evo renació un latente intereses por estas definiciones dado el poder estratégico que implicaba la existencia de las Indulgencias para la economía y la política del Vaticano, digamos que nosotros conservamos la postura de la Iglesia en la época de los PP. Y no estamos interesados en justificar la privación temporal de ningún ser humano o su imposibilidad de “ver” a Dios, la visión Beatifica es clara y sabemos que ver a Dios implica ser Divinizados o deificados por su amor manifestado en la Gracia del resucitado (6)…

Retomando la línea de Pensamiento solo en el Siglo V un Símbolo de Fe hace mención breve al respecto estamos hablando del Quicumque en la perspectiva de los PP. Latinos encontramos las palabras del Hiponense que se ajustan en su contenido e intencionalidad a la propuesta de estas épocas: Es el dolor absoluto por la ausencia de Dios, es la total soledad, digamos que ya el Hiponense ve la necesidad de una escatología que supere la colectiva de los PP. de la Iglesia se afianza la escatología individual que siglos después durante la Contrarreforma se apropia de este pensamiento (Iglesia de Roma)  pero no obstante mantiene su postura de la existencia del Purgatorio, el gran aporte de la escatología individual es asumir la muerte como pasajera y conocer sus distintos tipos o formas desde la muerte física a la espiritual.

 Ignacio de Antioquía condenado a muerte (siglo II) asume su muerte como un tránsito gozoso, sin duda lo vivió bajo el modelo de la Iglesia primitiva que consideraba muerte salvadora, el derramar la sangre por la Fe en Cristo, la purificación es una realidad de carácter espiritual y toca por naturaleza a todo ser humano sin que ello limite el perdón de Dios que sin duda repara cuanto deba ser reparado en nosotros pero no deja fuera nuestra opción de vida y voluntad así como nuestro Libre Albedrío,(7) el pensar en la individualidad de nuestra salvación nunca podrá excluir la participación efectiva de otras y otros en ella, nunca podrá significar que no cuenta más que nuestra vida, creo es todo lo contrario la salvación llega en nuestras propias circunstancias de vida y no es factible desconocer la vida que otros gastaron junto a la nuestra y la cantidad de relaciones que construimos con el paso del tiempo, nuestra connotación Social es innegable y francamente esencial a toda persona humana, recordemos que nuestra naturaleza es especifica por ser heredada lo que implica temperamento, carácter, personalidad, ego, alter ego, superego,  y demás elementos de nuestro ser espiritual, cada circunstancia de vida es asumida por Cristo y como diría el Hiponense “Nada de lo Humano le es desconocido”. En cuanto a la edad media la concepción como apuntamos cambió dramáticamente y se pensó maliciosamente en un juicio universal terrible y cruel así como destructivo, que más que misericordia mostraban a un Dios más humano que divino lleno de rencor por los extravíos de la humanidad y que estaba dispuesto a separar a sus hijos según el grado de  moralidad e intencionalidad de sus acciones, la mediación personal fue demolida y se estableció hasta nuestros días la colectiva en clara contravía con los principios de los PP. de la Iglesia y rebuscaron tanto textos inspirados como escritos de los PP. Para justificar el miedo e infringir terror, el llamado Infierno fue reabierto hace pocos años como si se tratara de un mercado o feria de pueblo, se ignoró la teología del siglo XX y grandes teólogos como Rahner que afirmaron la teología de la FRUSTRACIÓN DEL SER tal como lo expresaba el Hiponense Siglos pasados.

La Resurrección es también una realidad que idealiza y plenifica nuestra propia antropología y la hace trascendente cuando se ve así misma libre del desorden que introduce el pecado, no es un mito que toda acción como obra de Gracia es importante, no es un mito el espiritualizar nuestra conducta como persona humana y vivir los máximos del Evangelio y su lucha contra toda forma de injusticia que sin importar su tamaño o incidencia es y será ausencia de Gracia como tal. Quiero tomar las palabras de Agustín de Hipona, cuando asume sobre el Estado y su Gobierno la necesidad de la coherencia como signo de Justicia: “De las leyes injustas se muestra ausente el Pueblo”, lo mismo equipara las inclinaciones de una persona que a la postre terminan separándolo de los suyos o de los demás en clara oposición a  la resurrección, no olvidemos que el hacernos “viles” para el Hiponense es el pasar bajo el dominio de la irracionalidad de la esclavitud personal y estructural que golpea nuestras naciones, basta suponer que en el plano personal tanto los vicios como las pocas o nulas oportunidades de promoción son alimento de los comportamientos viles y por lo tanto esclavizantes, estos comportamientos esclavizan a los bautizados y retrasan por decirlo de alguna manera la manifestación del Reino y su Justicia.

Nuestra definición ontológica deja de ser la habitual para responder a los influjos de la Gracia por lo que se hace imperioso permitir que la Gracia trabaje de nuestras manos en la construcción de la sociedad y en el afianzamiento de nuestros valores que sean fruto de una Axiología justa y ordenada, la Gracia es la única capaz de asegurar que nuestra resurrección sea total y totalizante, es decir, que sea salvada cada una de nuestras circunstancias de vida, la vida entra en una constante “Conversación” con los acontecimientos que la rodean, es como decir, que nuestra respuesta al mundo es nuestra postura abierta y en dialogo permanente, en términos de Rahner somos: El ser de trascendencia hacia el mundo y hacia Dios como esencialmente abiertos a nuestra referencia que básicamente es Dios y lo que Él quiso revelarnos gratuitamente… Dios se Auto-comunica y nuestra percepción será siempre movida por la subjetividad. De esta forma concluimos que nuestra postura es trascendental y nuestra antropología abierta al conocimiento de Dios, Dios se auto comunica en una dimensión que involucra lo estructural de la sociedad-comunidad, el futuro absoluto de toda realidad pasa por esta percepción o su Re-Centramiento antropológico, establecemos una muy especial Teoría del Conocimiento que relaciona para nosotros sus principios elementales como lo son el sujeto cognoscible y el objeto conocido, es pues el fundamento de los trascendentales del objeto mismo, es para nuestra interpretación de la relación salvífica en este caso con nuestro Dios en la Persona de su Hijo. El fenómeno llamado resurrección supera el mito llamado resurrección, puesto que partiendo de algo que podría sonar “fabuloso” a cualquier persona lo potencia desde la misma experiencia de Fe que a diferencia de la experiencia material y sensorial se atiene a la Fe y la posibilidad de vivir en una perspectiva tan distinta como lo es la noción de presente y pasado en nosotros, pero a diferencia de la realidad perceptiva del tiempo el creer que Cristo resucitó es fundamento de todas las anteriores… La Fe no potencia aquello cuya praxis no adquiera el carácter de creíble, es decir, la Fe no tiene bases sobre la implicación que cuestiona tales eventos, estamos hablando desde nuestra personal experiencia de Fe (8).

En la perspectiva de nuestra experiencia bautismal vivimos inmersos en un continuo movimiento del alma a la resurrección que inicia en la cotidianidad de nuestras acciones y formalmente se hace concreta en la muerte.  El bautizado reconoce que el Espíritu Santo es el agente activo en todos los procesos que revelan a Dios en la historia del todo y en la historia del individuo, es el poder de Dios revelado en la Tercera Persona de la SS. Trinidad,   no es imperativo discutir si nuestra postura es “Subordinacionista” puesto que sabemos que no es tal, digamos que nuestra Fe es iluminada por Cristo CAUSA MERITORIA (Juan capítulo  12 versiculo 32)  de la misma, solo Jesús logró para la humanidad esta relación sin precedentes entre Dios y los hombres buscando así nuestra justificación.  Las Cristofanías  (9) sobresalen por su particular forma de concreción y desde esta perspectiva salvífica las asociamos a Dios que se revela en su adorado Hijo, quizá una de las más ilustrativas y de mayor significación es precisamente la desarrollada camino a Emaús que Lucas recrea en un medio dinámico pero reflexivo donde la interioridad privilegia el goce de los sentidos haciendo de este pasaje evangélico el de mayor trascendencia en el contexto pascual y pos-pascual la interioridad que aflora es fruto de la experiencia previa a la Pasión y Muerte del Salvador haciendo toda la fuerza del texto en la resurrección ya no como acontecimiento formal sino desde la perspectiva de los amigos que son capaces de sentir la presencia de su Señor, aquí la discusión no está centrada en el COMO  de la resurrección sino en la manera de percibirla por parte del bautizado que sin estar presente ACTUALIZA  esta acción salvadora de Dios, es por demás una Cristofanía bien poderosa al punto de revelar  en Cristo, UNA CUALIDAD NUEVA COMO HIJO Y COMO DIOS, (10) estas cualidades que solo la Fe y la intimidad espiritual pueden conocer son el preámbulo de la glorificación del Salvador en su Naturaleza Humana, En Emaús queda claro que las apariencias seden su lugar cognoscible a la forma del Espíritu y que desde la Fe es verificable cualquier manifestación de Dios pero que en ausencia de esta hasta una obviedad puede ser insalvable para nosotros, la experiencia de “Caminar con el Salvador”(11) atañe a todos y cada uno de los bautizados y este caminar  asegura la madurez del creyente que sabe aguantar el ritmo y verificar las motivaciones para cada recorrido.

 La Resurrección toca los corazones y busca en la intimidad la razón de su manifestación entre nosotros, ellos no le reconocieron sino bajo los signos de su intimidad y fraternidad, es decir, el resucitado se mostró como amigo y hermano despertó la familiaridad en sus corazones como hace con nosotros (Lucas capítulo  24 versiculos 13 y ss) esta inspiración que el autor pone en boca del resucitado es fruto de la presencia del Espíritu Santo Espiritualizando la Historia de Salvación Personal así como Eclesial, sin el Espíritu de Dios era imposible que ellos reconocieran en sus corazones quien les estaba hablando, de lo anterior concluimos que el Espíritu Santo es Causa Formal de nuestra Fe y salvación y que sin Dios Espíritu Santo es imposible resucitar ya que Dios Espíritu Santo es el revelador por antonomasia de la Voluntad salvífica de Dios en la Persona de su Adorado Hijo (12).  Las manifestaciones de Cristo resucitado abandonan los exultantes recursos de lo sobrenatural y se dan bajo el signo del amor que ve y no precisamente con los ojos del cuerpo, y como preludio de nuestra futura y escatológica condición o en términos teológicos actuales Nuestra Resurrección será la Espiritualización a Semejanza de Cristo (1 Corintios capítulo 15 versiculo 44).

CIBERGRAFÍA Y APUNTES.

1-      Nota del autor.
2-      Nota del autor.
3-      Nota del autor.
4-      Nota del autor.
5-      Nota del autor.
6-      Nota del autor.
7-      Nota del autor.
8-      Nota del autor.
9-      Nota del autor.
10-  Nota del autor.
11-  Nota del autor.
12-  Nota del autor.
13-  ENSAYO... APUNTES SOBRE LA RESURRECCIÓN DEL ...cristoeseltema.blogspot.com › ensayo-apuntes-sobre-la-resurrección.
14-  NUESTRA COMPRENSIÓN DEL CRISTO ... - Evangelio Prácticocristoeseltema.blogspot.com › nuestra-comprensión-del-cristo.
*** Las citas bíblicas empleadas aquí corresponden a la versión digital de la Biblia de Jerusalén. www.bibliatodo.com › la-biblia › version › Biblia-de-Jerusalen

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