I DOMINGO DESPUÉS
DE LA EPIFANÍA. BAUTISMO DE NUESTRO SEÑOR. Isaías capítulo 42 versiculos 1-9.
Salmo 72:1-7, 10-14. Hechos de los Apóstoles capítulo 10 versiculos 34-43.
Mateo capítulo 3 versiculos 13-17.
APORTES DESDE UNA BREVE
RESEÑA DE NUESTRA HISTORIA TEOLÓGICA.
“13. Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al
Jordán donde Juan, para ser bautizado por él. 14. Pero Juan trataba de
impedírselo diciendo: Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú
vienes a mí? 15. Jesús le respondió: Déjame ahora, pues conviene que así
cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16. Bautizado Jesús, salió luego
del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que
bajaba en forma de paloma y venía sobre él. 17. Y una voz que salía de los
cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/3/...
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El Texto Mateano se
aplica convenientemente a la cosmovisión de los judíos en cuanto al
cumplimiento de la justicia que puede ser traducida por la ley, y esta a su
vez, por la disposición para asumir las consecuencias inmediatas de una especie
de ritual de purificación y compromiso como antes no era conocido. Jesús no fue
bautizado ya que su condición y ritual no era propiamente de Bautismo, Juan el
Bautista llamó a la penitencia como disposición para los nuevos tiempos en los
que imperará la Gracia. Resaltamos la grande solidaridad del Señor con nuestra
propia condición de la cual Él se hace partícipe. La forma de la manifestación de
tal acontecimiento fue recreada por la visión religiosa del autor evangélico. Los
estereotipos se imponen y la revelación que su condición trae implícita y
también la de su misión.
Es importante para
nosotros como bautizados en Cristo que redoblemos los esfuerzos y tareas para asumir
nuestra calidad de bautizados descubriendo en nuestro ser las huellas de la Gracia
y filiación con el Dios Humanado. Un signo símbolo absolutamente misericordioso.
Mateo comparte con nosotros el Texto de su Evangelio
centrado en la Acción del Bautismo (Signo-Símbolo) administrado por el
Bautista y la inclusión del Salvador (Signo-Rito) en una clara actitud
solidaria pero que también clarifica el verdadero contenido y significación
de este rito que se presenta de cara a la tradición de la Penitencia y su
Praxis en la Cultura e imaginarios de los judíos, tal Solidaridad es la
antesala a la Efusión del Espíritu Santo sobre la vida del Creyente. Es
importante para nosotros asumir que la presencia del Espíritu Santo es en sí
desde siempre, pero bajo el Signo Salvífico del Santo Bautismo actual y
dinámica. Juan el Bautista es un personaje que centra su Ministerio en el
anuncio consciente de su próximo declive como anunciante del A.T, pero vive
paradójicamente su actualidad en la llegada del Mesías y el cambio de
mentalidad que ello implica, el Bautista vive el Anuncio bajo el Signo de la
Fe en aquel que anuncia y proclama mediante su vida y convicción. Los Signos
que emplea Juan son en casi su totalidad los mismos que los futuros cristianos,
pero bajo el argumento de la penitencia y generación de Conciencia Salvífica
que supera la Ley Mosaica y que desemboca en la Gracia y con esta la palpable
experiencia del “Dios con Nosotros” del anuncio anterior, la Iglesia
es consciente de la necesidad de la penitencia entre sus hijos, pero sobre
todo de la dirección y guía del Espíritu de Dios. Sin duda con el Bautista y
el posterior Signo-Rito del Salvador que una vez más como en la
Encarnación entra bajo el Símbolo del Tiempo en categorías humanas, desde
luego con una palpable finalidad y es la de inaugurar la Era del Espíritu
Santo (Eones en Pablo) dejando claro que luego Él partirá pero dejará en su
lugar al Paráclito que no solo afirma la Intimación de la Misión asumida por
mandato del Padre Dios sino que vive
su Eterna presencia bajo la Revelación: No puedes ver la Gracia y no por tu
limitación ella deja de ser. Toda la Simbología descrita por (Mateo capítulo
3 versiculos 13-17) busca introducir el comienzo Escatológico transmitido
por la Presencia del Hijo de Dios en nuestra Historia, Cristo (Jesús)
no fue Bautizado solo se aproximó generosamente a nosotros o dicho así, Signo-Rito.
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La actualidad del mensaje
evangélico nos compete a todos y cada uno de los bautizados, debemos estar
atentos y dinamizar nuestra expresión de Fe mediante las acciones o hechos de Amor
(Caridad) que hablen de nuestra Fe y por ende de la Esperanza cristiana que
alimenta nuestro devenir como bautizados. La escuela Agustiniana
con Alejandro y Alberto Magno, hablan de la Post Preavista
Merita, cuya Centralidad radica en la responsabilidad del bautizado
para vivir en este mundo como quiere vivir en la eternidad, es un intento como el anterior
por asegurar la vida anhelada pero puede
sonar algo o mucho Condicionista para la Gracia y la Opción Fundamental
por Cristo y su Evangelio pero es positiva para el acto humano porque
de entrada marca su intencionalidad y hace de cada acción un acto formal de mérito,
la elección eterna es precedente de la elección del mérito, antecedente
encontramos ya en el siglo V con Ambrosio
cuando afirma de forma audaz para su época y todavía suena así: Nom enim
ante prae destinavit quam prescivit sed quorum merita praescivit, eorum
praeemia… o también, No predestinó antes de saber de antemano
sino a aquellos cuyo Mérito previo, a ésos los predestinó al premio, parece indicar Ambrosio la
relación dialéctica entre elección y premio o simplemente recordemos los personajes
del A.T llamados por Dios en su elección
y respuesta por parte de cada uno de ellos, no es posible suponer que la elección
se hace solamente para una misión, la elección es vida configurada por la
Gracia del que llama, no olvidar que el conocimiento de Dios es anterior (Inefable)
y este conocer cómo la Gracia es una síntesis univoca en todo el sentido de la
expresión, o miremos al Hiponense: “No es otra cosa que el
conocimiento previo y la previa preparación de esos dones gratuitos que hacen
cierta la Salvación de los que se salvan”. Bien diría Tomás de
Aquino: “La Gracia es el presente de la Gloria futura”.
APORTE DE LOS
SANTOS PP. GRIEGOS EN SU CONTEXTO ECLESIAL.
Los PP. Griegos tienen
una concepción muy particular llena de imágenes que nos hablan sobre la Predestinación
pero esta “Condicionada”
por la respuesta del ser humano, sin duda los PP. de la Iglesia Oriental
buscaron así afirmar la opción por Cristo en la vida del bautizado pero a su
vez ordenaron la relación existente entre Gracia y libertad entregando al ser humano
responsabilidad absoluta sobre su historia de salvación al punto de inscribir
su nombre en la misma y profunda espiritualización de la salvación,
hipotéticamente definiendo sería así: “Escribimos
nuestra historia de salvación con tinta y pluma ajenas”, la
constatación de la soberanía del ser humano
está como en Agustín
en saber aprovechar los dones dados por el Creador a su criatura (Vestigia o
huellas). Nunca perdamos de vista que la predestinación es una acción
soberana de Dios y que nuestro juicio y libre
albedrío no es modificado ontológicamente, para todos queda a resguardo tanto
nuestra subjetividad como objetividad, luego siempre seremos libres de aceptar
o no el plan de Dios y su economía salvífica, presente en el Criterio o
Carácter de nuestra existencia (racional-afectiva) o qué sentido puede tener si
la Salvación no se da en la misma Libertad de la Persona Salvada o Redimida,
¿ y como renunciar al pecado sino se conoce lo que es? Es
determinante suponer y aceptar como tal que la Gracia no condiciona
caprichosamente nuestra existencia sino todo lo contrario la potencia a su
máxima plenitud, miremos un ejercicio simple: El calor es la evidencia de la
existencia fenomenológica de un cuerpo o materia que lo genera, y nunca existe
este fenómeno sino es producido antes (causa y consecuencia) hay salvación por
necesidad del ser creado y amorosa generosidad del Creador, o mejor aún, Cristo
es la Causa Ejemplar de nuestra Salvación.
FUENTES
CITADAS/CIBERGRAFÍA.
5-
Notas del autor de la presente
reflexión.
6-
Santo Bautismo, Libro de Oración Común. Página 219 en adelante.
7-
Bosquejo de la Fe. Libro de Oración Común, Paginas 750-1.
Excelente padre. Una gran ayuda para profundizar, reflexionar y poner en práctica en nuestra vida como bautizados. Rvdo. Jhon Freddy Rodríguez Moreno ITABAESC
ResponderBorrarGracias padre. Muy práctico para nuestra vida pastoral.
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