viernes, 30 de octubre de 2015

FENOMENOLOGÍA DE LA LITURGIA... PLEGARIA EUCARÍSTICA C. COSMOVISIÓN...

FENOMENOLOGÍA DE LA LITURGIA… PLEGARIA EUCARÍSTICA C. COSMOVISIÓN.


INTRODUCCIÓN.


La concepción de nuestra experiencia religiosa nos permite tomar de los Salmos o Salmodia el modelo de nuestras Plegarias, como su nombre lo dice, Agradecemos, Reconocemos la Majestad Divina, Buscamos ser escuchados, interpretamos los Tiempos y su signo, solo para indicar algunos elementos recurrentes de las Plegarias, todo lo anterior desemboca en la Adoración de la Madre Iglesia que es ella una Gran Plegaria, para la Asamblea es el momento de participar abiertamente de la Celebración, al menos eso sucede con la Plegaria C, que genera la interacción de los  Feligreses y sus Ministros, en u principio de Comunión claramente vivido entre nosotros ( Solo una Voluntad)  de lo contrario estaremos restando uno de los logros de nuestra Reforma, la inclusión de los Feligreses y su libre acceso a los Medios de la Gracia.  


El Rito dos (2) de la Santa Eucaristía que inicia propiamente en la página (276) con las Rubricas pasa posteriormente a la Pagina (292) donde encontramos esta Plegaria (C) y que precisamente nos interesa analizar de forma sintética con el propósito de mostrar el “Punto focal” de la misma, basta iniciar agregando que la Iglesia Episcopal sobresale por su capacidad de Dialogo y por ende Ecumenismo esto indica claramente nuestra postura “abierta” tanto a la vida y la Sociedad como desde luego a nuestro Creador,  somos sin duda una Institución Eclesial que reconoce en sí misma la filiación Católica en cuanto a su origen y respeto por la Tradición teológica donde encontramos las bases de nuestra Eclesiología, pero adentrándonos en la Plegaria que nos ocupa, en la Pagina (293) se desarrolla su cuerpo o contenido y con ello la expectación de lo anunciado  en sus Versos, estamos proyectando una segura visión de la relación o mejor aún Binomio Dios-Creación de cara a la Praxis de sus Versos diremos que reflejan la Cosmovisión de una Sociedad interesada en los cambios, descubrimientos y siempre inquieta en esta dirección,  que se reconoce así misma en la Creación sin perder por ningún momento la capacidad de “Asombro” frente a la Obra plasmada por la Voluntad de Dios, estamos ante la Conciencia de ser Vestigia o Huella de Dios como exclamaría el Doctor de la Gracia.

“Dios de todo poder soberano del universo, tu eres digno de gloria y alabanza” (Verso Introductorio)  de esta forma comienza el cuerpo de la Plegaria y permite ratificar la Soberanía divina que no excluye  a la Humana y su habilidad para Conocer y apropiarse de lo conocido, es sobre todo, Acto o confesión de Fe en el Dios Sumo Arquitecto y ordenador de la Creación en cuya Mente existe toda la Perfección, es el reconocimiento que hace la Iglesia de su Señorío y Gobierno,  el termino Universo es asumido como la presencia de la Omnipotencia de Dios de cuya Potencia todo llegó a  ser y existir, recordemos a Pablo en (Hch 17,28) todo procede de Dios estableciendo no solo la Salida sino también el Retorno: Señor nos hiciste para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta descansar en ti… Hiponense, y para concluir nos unimos testimoniando en Tiempo Presente la atemporalidad de la Mente Creadora de Dios: Gloria a ti, ahora y por siempre, es un bello principio del Kairos de Dios y el tiempo de la Iglesia que convergen en la Adoración (Kairos en la Liturgia) esa Soberanía no es otra cosa que la total aceptación de Dios en la vida de la Iglesia y ratificada por el creyente en el Pacto Bautismal.

A tu mandato todas las cosas llegaron a ser… El segundo Verso es la complementación del primero en cuanto a la acepción de la Creación como lugar, si se desea ver de la Gracia ordenadora de Dios, la inmensidad de la Obra es paradoja de la Mismidad del Ser Humano cuya Inmanencia es superada por la presencia de Dios en su Ser: En el interior del Ser Humano habita la Verdad diría el Hiponense, tal Verdad es la Encarnada, tal Verdad es la manifestación gozosa de los hijos de Dios, y en términos de Ireneo es la fundamentación de la Recapitulación de la Creación, en medio de tanta Majestad la fragilidad del Ser Humano y su Hogar terráqueo, es para nada intimidante es todo lo contrario, como exaltamos y somos exaltados por Dios Creador que hizo de nuestro Hogar el Centro de su Obra Creadora… Las Leyes Naturales aquí someramente descritas son parte fehaciente de su Mandato y Estética donde todo enmarca perfectamente en su Mente Creadora, recuerda que la manifestación de Dios es un Drama de vida y conservación de la misma: Por tu Voluntad fueron creadas y tienen su ser.   

De los elementos primarios formaste la raza Humana y nos bendijiste con la Memoria, la Razón y la destreza, nos hiciste soberanos de la Creación… El Verso tres (3) que describimos someramente, pone en primer lugar a la condición Humana dándole la preeminencia de lo Creado lo que implica una Responsabilidad mayor dentro de la misma, quien administra lo hace de Bienes y Recursos no propios en esta condición asumimos nuestra Responsabilidad con la Creación, parece que el Autor quiere dejar plasmada la formulación de las Potencias del Alma frente a este Compromiso lo que deriva en la interpretación ya no Autoritaria de los Recursos creados sino fraterna entendiendo que solo existe este Mundo de asiento para la Humanidad, cuando el Ser Humano rompe con esta Relación Igualitaria genera caos y por lo tanto contamina la perfecta obra con la des-gracia al punto de traicionar literalmente la Confianza de Dios en sus Administradores y primeros beneficiados, esa traición tacita genera todo lo que conocemos y vivimos entre los hijos de Dios, no perdamos de vista que nos llama a la vida  y conservación de todas sus formas… Ten Misericordia Señor, porque somos pecadores delante de Ti. La Conciencia es la primera en ser llamada a reconocer las consecuencias del pecado en y contra la obra de Dios al punto de “Gemir” con dolores de parto (Visiona Paulina).

Una y otra vez, nos llamaste a regresar. Por los Profetas y los Sabios, nos revelaste tu justa Ley. Y en la plenitud de los tiempos enviaste a tu único Hijo, nacido de mujer para cumplir tu Ley y abrirnos el camino de Libertad y Paz… El Verso (4) aterriza en el rescate de Dios a su obra predilecta la Humanidad, pero también hace un recuento de la forma como Dios se revela en la Historia y también nos deja intuir la invitación a la Conversión tan necesaria para edificar nuestra respuesta desde la Fe, estamos viendo una directa alusión a la Historia de Salvación que culmina con la venida al Mundo del Hijo de Dios y por ende de la  Espiritualización de la Salvación ofrecida como Gratuidad a la Humanidad y también a la Creación, el camino que genera Vida es entendido como la Obra de Cristo desde la Cruz y para la Creación entera, retomando la Idea de la Recapitulación será Cósmica… Nosotros como señala la Plegaria aguardamos y recibimos respuesta en el Kairos o Tiempo de Dios (Salvación), este Verso termina así: Por su Sangre nos ha reconciliado. Por sus heridas somos sanados. Queda ratificada la alusión al Sacrificio y Poder reparador de la Sangre de Cristo quien se afirma como Sumo y Eterno Sacerdote compartiendo con la Iglesia su Ministerio y a la vez siendo retribuido por la Alabanza de nuestra Liturgia, Ya impera en el espíritu de esta Plegaria el Mandamiento Nuevo por medio de este se da plenitud a  la Ley anterior y se le introduce en la Gracia que genera el Amar a Dios y ser Amados por Él, citaremos al Hiponense cuando en perspectiva Salvífica vincula al Amor: Porque me amaste me hiciste amable. Culmina con esta aclamación: Por su sangre nos ha reconciliado. Por sus heridas somos sanados.

Por tanto te alabamos, uniéndonos a los coros celestiales, con los profetas, apóstoles y mártires y con aquellos de todas las generaciones que te han buscado con esperanza, para proclamar con ellos el incesante himno de tu gloria… El Verso (5) nos hace recordar la visión de Juan en el Último Libro de la Biblia donde la muchedumbre Adora a Dios, una vez más se une en la Liturgia el Kairos de Dios y el Tiempo de su Iglesia, para culminar con el Santo (Celebrante y Asamblea)  terminando en relación con el inicio de la Plegaria,  La Epiklesis o invocación al Espíritu Santo reúne los elementos históricos (Pueblo, Agua, Espíritu) en la Confección del Rito de la Consagración de las Especies del Pan y el Vino, siempre en la dimensión del  Pueblo de Dios o la Iglesia (Juan) lo demás se presenta como cualquier esquema subsecuente.

La Plegaria aplaude la inclusión de los personajes representativos de la Génesis de Israel desembocando en una particular concepción de Familia que abarca y supera con creces el ámbito meramente personal, esta visión de Familia es consagrada como Familia de Dios y al caso involucra tanto la Tradición Israelita como la Eclesial, luego pide a la Conciencia acudir en busca de la Gracia que restaura y deja a los hijos de Dios en sintonía con la Salvación Gratis de Dios en la Persona de su Hijo… La Santa Comunión es el Signo y Punto Focal de la nueva Relación Salvífica con Dios, toda posible presunción de inocencia debe estar sujeta a  la norma del Amor reparador de Dios, la Iglesia se hace portadora de Esperanza y depositaria de esta Gracia  sin la cual sería imposible vivir la experiencia del arrepentimiento y Conversión,  Que la Gracia de esta santa Comunión nos haga un solo cuerpo, la Unidad Eclesial es mandato de Cristo quien se entrega por la Iglesia  dejando fuera cualquier explicitación de Iglesias o cabezas de Iglesia, recordemos que solo Cristo es Sumo y Eterno Sacerdote. La Dignidad aquí señalada apunta a la consecución de los Medios de la Gracia que optimizan por así decirlo nuestras relaciones con nuestro Entorno, el Soma siempre presente e inalienable, para culminar en una Aclamación de ribetes de Petición: Señor resucitado muéstrate en la fracción del pan, aquí Signo visible de  Unidad espiritual  con Cristo y su Iglesia, debemos estar alerta  para cerrarle el paso al orgullo y a los dis-valores en general que nos apartan de este Banquete y buscan la Centralidad de nuestra existencia lejos de la propuesta de Cristo, es clave ver en el perdón la posibilidad de configurar un  verdadero cambio en nuestras vida y sanar nuestro ámbito eclesial.

El orden que nos enseña esta plegaria es precisamente mostrar que la Creación participa desde la perfección de sus Leyes  y que es la primera de forma Intrínseca en reconocer no solo su perfección, sino y sobre todo la  de su Creador, sin duda la Causa Eficiente de esta Formula  Litúrgica pasa por la posibilidad de asumir que la Gracia hace posible la Revelación a nuestros Padres en la Fe  y luego abarcante a la Creación y a la Humanidad de todas las épocas, recordemos una vez más que es expresión del Kairos de Dios en su obra Creadora… La Naturaleza es vista como un Fenómeno cuya comprobación supera a las Leyes Naturales y esta Plegaria lo ubica en una latente visión de Fe en las manos de Dios dando a entender que el curso de la Historia y los eventos naturales  están dispuestos por la Sabiduría de Dios, hacemos aquí una muy especial relación entre el Amor y la Mente del Creador, ese Amor precisamente hace su Obra Sagrada, y porque no, Agradecida, en los Escritos del Profeta Jonás el  primordial Argumento de Dios para no destruir la Ciudad como pedía Jonás fue precisamente que “estaba llena de personas y animales” (Jo 4,11). Estamos asumiendo nuestro papel en la Liturgia de  la Creación y con ella rindiendo tributo al Dios de la vida…

Unidos en Cristo.


Rev. Diego Sabogal.
Catedral Epifanía.

Cristoeseltema.blogspot.com


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