QUINTO DOMINGO DE PASCUA…CRISTO LA
VID VERDADERA… NOSOTROS UNIDOS DAMOS FRUTO ABUNDANTE (Jn 15:1-8).
Continuando con la Pascua en este Quinto Domingo, Juan nos
presenta a Cristo Redentor unido especialísimamente a nosotros mostrando así
una clara disposición de características Esenciales que une tanto al Mensaje
con su proclamador y con sus receptores o Amigos del Resucitado, esta relación
es sobre todas las cosas Escatológica, establece una transformación necesaria
para aquellos que viven su Palabra, palabra capaz de cambiar Conciencias y
actitudes de vida, solo así podremos dar Fruto y entendemos por Fruto la Praxis
de su Evangelio.
Estar tan unidos a
Cristo supone una inminente y necesaria Transformación para el Bautizado, somos el Fruto Nuevo, el Fruto de la
Vida Resucitada y las Criaturas nuevas a las que puntualmente se referirá el Apóstol Pablo. El buen vino toma tiempo
para desarrollar todas sus propiedades y de esta forma pasa con el Cristiano
toma tiempo su Madurez Espiritual para alcanzar el equilibrio en su relación
con el Resucitado… La figura de la Vid y sus Sarmientos o Frutos es una relación
Intrínseca e Inalienable, no suponemos Fruto sin Vid y de ambos es la razón de
ser, Hoy el Bautizado reconoce su relación Esencial con Cristo al punto de
asumir el llamado por el Bautismo a a ser sus Hermanos e Hijos de un Padre en común,
Dios.
Y los Frutos abundantes son solo una señal de la Comunión del
Creyente con Cristo, es pues, la indicación de una sana vida Espiritual que se
orienta plenamente a Dios desde la misma Cotidianidad que involucra a cada
Creyente y que en las acciones más simples de la vida permite a Dios Reinar: Si permanecéis en mí y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguirás… La relación
con Cristo es muy productiva para el Bautizado y puede estar seguro de la
continua Misericordia de Dios en su Hijo Adorado, algo planeado para la
Eternidad. Esa misma Prolijidad es reconocida por Cristo en el versículo que
sigue: La Gloria de mi Padre está en que
deis mucho Fruto y seáis mis Discípulos. Nuestro Compromiso es claro, vincularnos
lo más profundo al Plan de Cristo y su generosidad para “Alimentar” nuestras
vidas desde la perspectiva de su Amor y nuestra entrega generosa a la vida en
todas sus Formas… Hoy su Gracia busca de nosotros fungir como Instrumentos de
su Paz Resucitada y portadores de su maravillosa Esperanza, así como de la
Ausencia de Temor que solo se puede vivir unidos a Cristo.
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