sábado, 18 de abril de 2015

CUARTO DOMINGO DE PASCUA... EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA… EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS. (Jn 10:11-18).

La semblanza que nos ofrece Juan en su Evangelio equiparando al Salvador con la función de un Pastor, busca sensibilizarnos como Discípulos de Cristo y testigos confiables de su Resurrección… El Pastor que atiende y cuida su Rebaño lo hace diligentemente y esta dispuesto a sacrificar muchos espacios de su vida para concretar esta Misión, igual asumimos de la obra Redentora que no escatimó detalle alguno por nuestro bien.

Agrega un ingrediente nuevo “El Pastor conoce sus Ovejas” es como indicando que solo en la perspectiva del Amor es posible conocer y evidenciar por medio de Acciones este conocimiento. Juan nos da a entender que el Sacrificio en la Cruz es consecuencia de esta experiencia de Amor por parte de Jesús entorno a nosotros,  y que solo esta fuerza puede hacer de su Sacrificio una razón de ser.

Solo Cristo conoce al Padre y solo Él Engendrado por el Padre, esta relación que nos muestra es tan íntima y perfecta como en Síntesis el propio Cristo desea vivirla con cada uno de los Bautizados, estamos pues determinados a vivir de cara a su Sacrificio que solo puede ser manifestado al Mundo por la Inmanencia de Dios sobre la Creación, que de esta forma busca la Unidad esencial entre sus Criaturas ya Redimidas por la Sangre de su Hijo Jesucristo, este conocimiento es necesario asociarlo a otros que no conocen su Palabra y Obra, desembocando en una Plena y Perfecta Unidad de Fe, que para el caso es de dimensiones Escatológicas “También tengo otras ovejas que no son de este Redil; también a esas las tengo que conducir” (16). Sin duda la Iglesia extendida por el Mundo asume esta función en una proporción y éxito acorde con la Voluntad del Padre y la disposición de cada Bautizado, hoy aterrizamos su Mensaje y comprendemos que la respuesta a Dios se manifiesta tanto Personal como Comunitaria, tanto en un corazón como en el Cosmos.


Solo el Salvador entrega su vida y en esa misma dinámica la recupera, Cristo establece un Eterno Retorno al Padre (Orígenes PP. Oriental) de esta manera queda definida su Encarnación, Muerte y en Pascua Resurrección, Él no necesariamente toma algo puesto que nunca deja de tenerlo, nunca pierde vida y retoma vida, es una manera de indicarnos que su Señorío es pleno, Total y Totalizante, solo nos quiere mostrar su Obediencia al Padre quien intima así su Voluntad en el Hijo. Asunto tratado en los últimos dos versículos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...