CUARTO DOMINGO DE
PASCUA… EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS. (Jn 10:11-18).
La semblanza que nos ofrece Juan en su Evangelio equiparando
al Salvador con la función de un Pastor, busca sensibilizarnos como Discípulos
de Cristo y testigos confiables de su Resurrección… El Pastor que atiende y
cuida su Rebaño lo hace diligentemente y esta dispuesto a sacrificar muchos
espacios de su vida para concretar esta Misión, igual asumimos de la obra Redentora
que no escatimó detalle alguno por nuestro bien.
Agrega un ingrediente nuevo “El Pastor conoce sus Ovejas” es
como indicando que solo en la perspectiva del Amor es posible conocer y
evidenciar por medio de Acciones este conocimiento. Juan nos da a entender que
el Sacrificio en la Cruz es consecuencia de esta experiencia de Amor por parte
de Jesús entorno a nosotros, y que solo
esta fuerza puede hacer de su Sacrificio una razón de ser.
Solo Cristo conoce al Padre y solo Él Engendrado por el
Padre, esta relación que nos muestra es tan íntima y perfecta como en Síntesis
el propio Cristo desea vivirla con cada uno de los Bautizados, estamos pues
determinados a vivir de cara a su Sacrificio que solo puede ser manifestado al
Mundo por la Inmanencia de Dios sobre la Creación, que de esta forma busca la
Unidad esencial entre sus Criaturas ya Redimidas por la Sangre de su Hijo
Jesucristo, este conocimiento es necesario asociarlo a otros que no conocen su
Palabra y Obra, desembocando en una Plena y Perfecta Unidad de Fe, que para el
caso es de dimensiones Escatológicas “También
tengo otras ovejas que no son de este Redil; también a esas las tengo que
conducir” (16). Sin duda la Iglesia extendida por el Mundo asume esta
función en una proporción y éxito acorde con la Voluntad del Padre y la
disposición de cada Bautizado, hoy aterrizamos su Mensaje y comprendemos que la
respuesta a Dios se manifiesta tanto Personal como Comunitaria, tanto en un
corazón como en el Cosmos.
Solo el Salvador entrega su vida y en esa misma dinámica la
recupera, Cristo establece un Eterno Retorno al Padre (Orígenes PP. Oriental)
de esta manera queda definida su Encarnación, Muerte y en Pascua Resurrección,
Él no necesariamente toma algo puesto que nunca deja de tenerlo, nunca pierde
vida y retoma vida, es una manera de indicarnos que su Señorío es pleno, Total
y Totalizante, solo nos quiere mostrar su Obediencia al Padre quien intima así
su Voluntad en el Hijo. Asunto tratado en los últimos dos versículos.
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