MENSAJE
DE ADVIENTO Y NAVIDAD DE NUESTRA CONGREGACIÓN PARROQUIAL SAN PABLO…
La Colecta del primer Domingo de
Adviento inicia así: Dios Todopoderoso
danos Gracia para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con
las armas de la luz, ahora en esta vida mortal… (L.O.C 125) el espíritu de
este Tiempo Litúrgico concuerda con nuestra actitud de espera y total confianza
en la manifestación de Jesucristo el Hijo de Dios, esta espera entra o encuadra
perfectamente con nuestra cotidianidad y la constante lucha por proceder en la
Luz de Cristo, en la Luz que simboliza su Señorío y Gobierno sobre nuestra vida
y empresas que emprendemos, es sin duda, un Tiempo de Oración y reflexión
personal que nos dispone al encuentro no solo del Salvador, también de nosotros
mismos y de quienes nos rodean, es la Humanización hecha realidad en el Hogar
de Nazaret, es también la Sanidad sobre las relaciones interpersonales y sobre
nuestra muy personal experiencia del mal que en algunas personas
desafortunadamente desborda al propio bien.
La Iglesia vive este Tiempo Litúrgico
en una muy especial disposición y reflexiona sobre la venida de su Señor y como
aquellas Muchachas prudentes lo espera con el Corazón encendido y las Lámparas
llenas de Aceite, presta para salir a recibirle y atenderle, esta actitud es
irradiada a sus Hijos que no se dejan arrastrar por la propuesta del Mundo que
cada Día le quita trascendencia a este maravilloso momento y remite la Navidad
a un mero intercambio de regalos, nosotros reconocemos que el Salvador esta a
la Puerta y llama y es guiado por su Amor a nuestras vidas “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la
puerta, entraré en su casa y cenaré con él
y él conmigo” (Ap 3,20) es pues una especialísima Gracia la visita
del Señor en la intimidad de nuestra vida en lo más recóndito de nuestra
Conciencia, fundamentando de esta forma nuestra convicción sobre su entrega
generosa por la Humanidad y la Creación.
Ante su llegada la des-Gracia vivida
por algunas personas es transformada en Esperanza y cada condición es mirada
bajo la lupa de su Misericordia, dirían los Místicos reformadores del Carmelo”Con el Corazón Enchido de Amor “ante la
presteza de su maravillosa Presencia, la Iglesia en su Liturgia entrega todo de
sí en una Celebración llena de ternura que nos recuerda que la Humanidad de
Jesús hace más Humana nuestra propia condición…
El Salmista nos recuerda que bendecir al Señor es acogerlo en la Asamblea y celebrar su
llegada “Y ahora bendigan al Señor,
siervos todos del Señor, los que noche están de pie en la casa del Señor…
Eleven las manos hacia el Santuario y bendigan al Señor, que hizo los cielos y
la tierra” (134: 1-2).
Nuestro caminar espiritual se
confunde muchas veces con nuestra experiencia terrena al punto de asimilar
cuanto sucede sin reflexionar sobre la naturaleza de nuestros propios
acontecimientos y circunstancias de vida, Adviento nos acerca a la concepción
de una experiencia de Fe madura, capaz de afrontar y darle trascendencia a esos
acontecimientos de nuestra Cotidianidad, como indicando que cada acción u obra
es una oportunidad para construir el andamiaje de nuestra propia Fe en el Señor
de la vida, la espera del advenimiento del Mesías solo puede entenderse desde
la Meditación profunda de su Plan Salvífico y no solamente desde el cambio de
días en el Almanaque, la Iglesia nos
invita a entrar en la Meditación y Reflexión de estos acontecimientos
maravillosos y para nada ordinarios de la entrada de Dios hecho Hombre en la
Historia de la Humanidad… Una vez Adviento seda su lugar y Espíritu a la
Navidad, viviremos un encuentro muy especial donde se manifiesta la presencia
del Dios Humanado que llena la obra del Padre Creador con la Luz de su
Nacimiento, una vez más seremos testigos privilegiados de la ultima y
portentosa Revelación de Dios a la Humanidad la entrada de Jesucristo en
nuestra Historia… Construyamos ese Pesebre que adorna las estancias de casas y
apartamentos y hagamos de nuestros
Corazones el mayor de todos, es en el Corazón donde Cristo quiere estar y reinar
y donde se manifiesta sin ningún tipo de limitación su Amor por nosotros,
Navidad es tiempo de compartir y vivir con nuestra Madre la Iglesia su Liturgia
y Meditación, sí, ella medita y ora por cada uno de sus Hijos, también nos
llama por nuestro nombre en su Generosa Entrega…
Apreciados hermanos que el Espíritu
de la Navidad despierte y conserve en cada Corazón este amoroso Tiempo de
Oración y exaltación del Dios Humanado en la Liturgia de la Iglesia Nuestra
Madre y Sierva del Resucitado, (parafraseando al Hiponense)… Navidad Feliz y en
Paz, Navidad de cara al Dios con Nosotros anunciado desde antes por el Profeta
Isaías…
Unidos en Cristo el Divinizador de
nuestra Humanidad.
Rev. Diego Sabogal.
Vicario San Pablo.
Cristoeseltema.blogspot.com
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