LA
CARIDAD Y EL AMOR SON EL FUNDAMENTO DE NUESTRA ELECCIÓN.
El Texto Mateano (25: 31- 46) nos
propone uno más en sintonía con las reflexiones anteriores en el contexto Apocalíptico
que anuncia un juicio sacado del Tiempo y el Espacio y planteado desde las
actitudes o respuesta del cristiano ante las exigencias de su Salvador, tales
argumentos tienen un sustento potenciador de la Ley y los profetas como lo es
el Amor, y que apropósito San Agustín distingue don variantes del mismo en la
Praxis de la Persona (Amor Esponsal o relacional y la Caridad)…
Tales atributos son un Don concedido
por Dios en la experiencia de nuestra mutua y compartida Existencia,
retomando el Texto diremos que este particular examen de la vida del creyente
tiene un hilo conductor bien definido la Caridad
y ella con toda su fuerza a la hora de definir cuanto somos, tenemos,
valoramos, conservamos y explicitamos en acciones bien concretas, es pues, la
inminencia del Juicio sobre el Amor el gran motivante de la practica caritativa
sobre los demás, tal juicio es de características Cósmicas y nos siguiere la Recapitulación
de la Creación así llamada por Ireneo y Tertuliano (PP. Latinos) el volver
a nuestro origen y estado inicial reza también
para el Cosmos como testigo de la obra Creadora del Padre (En el Espíritu Santo
el Reconciliador y el Hijo el Redentor, San Agustín).
Las acciones son determinantes en la concepción
Individual y comunitaria de la fe cristiana, (Mt) emplea la figura de una Cósmica
Monarquía donde cada signo es significante mas allá de la acción en si misma
descrita, el estar a la Derecha o Izquierda es sinónimo de aprobación o desaprobación
sobre el ejercicio reiterativo de la Caridad en la Persona del Próximo a
nosotros, del que vive junto a nosotros y puede o no sufrir las consecuencias
de nuestras acciones tanto positivas como negativas… La Alteridad propuesta por (Mt) supera cualquier condición o momento
en la vida del Creyente al punto de invitarle a actualizar el “Mandamiento
Nuevo” explicitado en acciones concretas (Ejercicio de la Caridad) y se refiere
a elementos que componen la misma cotidianidad de la persona y su Rol en la
Familia y la Sociedad, sin desconocer que existe un principio de Autoridad que
fundamenta el orden reinante y tal principio es tanto Divino como Humano, e inicialmente no toca las estructuras de la
Cultura Social de los Individuos como si de las Instituciones que descargan en
las personas el ejercicio de la Solidaridad o lo que Hoy se llama Responsabilidad Social para concluir
con una aseveración bien particular al respecto y es el desconocimiento de los Buenos sobre tales obras pero que nos
indica el valor del Amor que actúa sin medida o propósito distinto al servicio cristiano,
en términos Eclesiales Comunicación cristiana
de bienes, miremos el Texto Sagrado de Tradición: En
Verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también
conmigo dejasteis de hacerlo… E irán estos a un castigo eterno y los justos a una vida eterna… (45-46) la práctica de la Caridad es sin duda el nuevo
Eje Relacional que estructura el Tejido Socio-cultural del Creyente.
Las Llamadas Obras de Misericordia no son otra cosa que la praxis del
Mandamiento Nuevo Humanizado en la vida del Bautizado y que toca sus fibras más
profundas en sintonía con el Amor de donde brota la Felicidad por servir en
nombre de Dios y contar para ello con los Dones y Gracias recibidas por Él, al
respecto el Hiponense dirá: Sino amas a
tu hermano que ves, como puedes decir que amas a Dios que no ves y en otra parte también La medida del Amor es amar sin medida.
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