lunes, 12 de agosto de 2013

CRISTO NUESTRA PAZ... NADA DE LO HUMANO ME ES DESCONOCIDO... SAN AGUSTIN. (Lc 12:4956).


JESUS ANTES DE SU PASION, CAUSA DE DISENSION AUN EN NUESTRO TIEMPO… (Lc 12: 49-56).

Las palabras de Jesús, están cargadas de cierta ironía pero a la vez  desea “Centrar” la atención de sus amigos en referencia directa al Lenguaje apocalíptico muy común en su época. Por aquel entonces la prioridad era la inmediatez en la Praxis y síntesis religiosa por parte de la Cultura y Pueblo Judío, actitud que Jesús siente en los suyos,” He venido a arrojar un fuego sobre la Tierra, y cuanto deseo que ya estuviera encendido… Con un Bautismo tengo que ser bautizado y que angustiado estoy hasta que se cumpla” (49). Los sentimientos de Jesús se mezclan en torno a la Voluntad del Padre y a la necesidad nuestra, estamos ante uno de los pocos Pasajes donde Cristo aflora su Emotividad por el ser Humano, siempre en referencia solidaria con cada uno de nosotros.

También nos interroga sobre la finalidad de nuestra Fe y quiere estar seguro de nuestra Fidelidad, aun en los conflictos propios de nuestra opción de vida como cristianos “Creéis que estoy aquí para dar paz a la Tierra? Y particulariza en el ámbito de nuestra Intimidad y entorno, como reconociendo y haciéndonos reconocer que nuestro “Espacio Vital” será transformado inicialmente- Habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, dos contra tres…”.

Las fibras de la vida Cristiana serán puestas a prueba, incluso, en el Tiempo presente donde nuestro “Eje relacional” se espiritualiza a la luz de su Gracia y ordenanza, como indicando que su Señorío priorizara la Concordia y todo aquello que brota de un corazón ordenado y sensibilizado por su Amor y Presencia. El Creyente esta llamado a vivir una “Nueva Estructura Relacional”.

La Paz, como planteamiento Cristiano esta delimitada por la necesidad de transformar la vida y la existencia del cristiano y permitirle construir su Ser Articulado al proyecto de Dios sobre el Ser Humano y los suyos, la Paz es un movimiento que inicia en Dios y se funde con el hombre irradiando su Entorno y Soma… Siendo la Paz  fundamento de la Convivencia y el desarrollo ordenado del “Ser Social y sus complementos”, la Paz vista como Orden se asume como estructura eminentemente Sociológica y no necesariamente Cristiana o alimentada con los valores del Evangelio. Creemos que las Señales autorizadas no se descubren en la Naturaleza y Tiempo de los eventos o Fenómenos del Medio Ambiente, mejor aún, es nuestro Corazón el que emitirá señales a su Entorno y orden “justo”,  donde las estructuras sociales son claramente gobernadas por el Evangelio… Recordemos a San Agustín en su Obra la “Ciudad de Dios”, que en la Dialéctica actual se refiere en la evolución conceptual, al choque de “Valores cristianos y anticristianos” (Evolución, Involución).

Sembrar la paz requiere el concurso de nuestras Cualidades y Convicciones que transparentan al “Nuevo Hombre”, en la formación de la Convivencia como consecuencia del Proyecto de Dios inmerso en el nuestro. Cristo se muestra preocupado no por el conflicto sino por la capacidad que desplegamos para solucionarlo. También podríamos decir que la Intuición, o perspicacia para interpretar los signos de los tiempos cosa que no basta para aproximarnos a la comprensión de nuestra Intimidad con Él y mucho menos para elevar el “Don Mesiánico de la Paz” a un mero ejercicio de la razón y las estructuras Sociales.

 Cristo no separa a nadie pero si afirma nuestra personalidad Cristiana al vernos avocados a replantear las relaciones Sociales y la forma como nos permean estas estructuras… La Paz es un Don de Dios contenida Intrínsecamente en los Títulos mesiánicos, “Cristo príncipe de paz” es el fundamento de la Paz y no de la ausencia de Conflicto porque siempre estaremos ante la Libertad y paradoja del acierto y el error pero es Cristo mismo la Causa Final de nuestra propia paz y por ente de nuestro bienestar…

Estar unidos a Cristo asegura que tu casa y familia experimenten la Paz dentro de los conflictos propios de la temporalidad terrena, pero a la vez es un faro que guía y fortalece la consecución de la misma… recordemos que las promesas de Cristo son inmanentes a nuestro Bienestar y Seguridad, Cristo propone Orden y Equilibrio, como Santidad en las acciones que asisten nuestro diario vivir, parafraseando a San Agustín, bien podría exclamar Cristo en nuestra propia perspectiva Antropológica y relacionada con el Acto Humano” Nada de lo Humano me es desconocido”, indicando por ende la misma Naturaleza que explicita nuestro actuar… “Busca la Paz y corre tras ella”, un Atributo más de su Reino y Señorío.

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...