COMPARAR SIEMPRE ES INAPROPIADO… (Lc 11:14-22). JESÚS Y BEELZEBUL.
El Entorno
Socio-religioso en el que se movía Jesús era bien complicado porque su postura
siempre chocaba con la Tradición Judía, porque la forma en la que Jesús observa
a las personas se desprendía del fuerte contenido identitativo del común de su
Época… la caridad por el Próximo es esgrimida como antídoto contra las
prácticas Judías desprovistas de Conciencia y Humanidad “Estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió qué, cuando salió
el demonio, rompió a hablar el mudo… Algunos dijeron, por Belcebú, Príncipe de
los demonios expulsa demonios… Para ponerle a prueba le pedían una señal” (14-17).
Tal actitud obedece a la imposibilidad de disfrutar la Gracia que aquel Hombre
recibió como Signo y Símbolo de liberación; En nuestra experiencia de Fe cuenta
dejar actuar a Cristo sin agobiarlo con nuestras inseguridades o “dudas de Fe”,
el accionar de Dios se remite a la Intimidad de nuestra aceptación y
reconocimiento, aquel Hombre recuperó el habla pero antes sin duda, recuperó la
capacidad de hablar desde su Alma (Lenguaje de la Oración).
Hay muchas
personas que esperan ver señales pero desconocen la necesidad de Amar las
señales de la cotidianidad donde se construye los verdaderos procesos de
Liberación del Alma y la Conciencia del Cristiano… Mover el Intelecto hacia la
contemplación del paso de Dios por nuestras vidas nos permitirá escudriñar cada
Día el Qué y el Cómo, o mejor aun (Qué crees y cómo vives lo que crees),
quienes se detienen en el análisis de la influencia del mal o demonio en la
vida del ser Humano, muchas veces dejan pasar lo maravilloso de la Persona y
los atributos que dios le concede para ser Libre y Edificar su Reino, buscando
“Señales” y en lenguaje popular “Milagros” anulando grandemente la “Responsabilidad personal en la propia
Salvación” San Juan María. Recordemos que somos en palabras de Pablo, el
“Pueblo Mesiánico” comparar a Jesús no es aceptable, vivirlo como Señor y
Salvador es nuestro ideal.
Regresando a
nuestro punto de partida es bueno clarificar el término Belcebú, sobre el cual
encontramos algunas Hipótesis que nos pueden contextualizar en esta reflexión…
Nombre de un dios Filisteo cuyo posible culto se remonta a la Ciudad de Ecron a
unas 25 Millas al Oeste de Jerusalén, y sobre el mismo citamos a (2Re 1,2)
durante el reinado de Ocozias, miremos el Texto de Tradición “Envió mensajeros a los que dijo: Id a
consultar a Baal Zebub, dios de Ecron, si sobreviviré a esta desgracia…” Su
nombre traduce “señor de las moscas” mas relacionado con las condiciones
Climáticas y geográficas de su entorno que una aproximación sobrenatural, este
concepto coge “cuerpo” teológico en ( Mc 3:22-27), y su paralelo (Lc 11:14-23),
Satanás nombre empleado por (Mt 12: 24-29 y Mc), es en la posterior reflexión
todo lo contrario a Cristo y sus acciones liberadoras, ellos hacen
diferenciación entre el autor de nuestra libertad verdadera y Satanás siempre
contrario al Pueblo Mesiánico y su nuevo y definitivo orden Cristo, pero la
fortaleza del Hombre ante el mal es también figura en Isaías de nuevos tiempos,
miremos”… Sí, al valiente se le quitará
el prisionero, y la presa del guerrero se escapará…Y a tus Hijos Yo salvaré…” (49:24-25).
En el profeta
es claro que la acción Divina estará acompañada de Alegría y Liberación y que
estas expresiones son Figura del definitivo orden que derrotará al pecado y sus
consecuencias, el ser Ontológico está llamado a reescribir su Historia personal
y transformación Escatológica… Parafraseando a San Pablo, “Nuevas creaturas en
Cristo”, la lucha espiritual asume distintas formas y figuras desde el
Intelecto hasta la acción.
Cristo nos
invita a vivir este “nuevo orden”, nos invita asumiendo lo anterior a ser
“Creaturas Nuevas”, que es para nosotros la “Intimación de la Voluntad Salvífica de Dios sobre el Hombre” Ya
Santo Tomás De Aquino lo expresaría “Dios
no espera a que seamos Inocentes, sino que nos limpia y nos ama”.
Venid, catemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca que nos Salva…
vayamos ante Él, aclamémosle con Salmos. (Salmo 95).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario