ANTROPOLOGÍA DE LA
DENUNCIA CRISTIANA… PRESENTE EN EL HOY DE NUESTRA HISTORIA.
APORTE
SOCIOLÓGICO.
La elaboración social
implica la participación amplia de los sectores que la constituyen. La
representatividad es igualmente un recurso moderno de nuestros estados y/o gobiernos
(1). Toda actividad humana requiere ser dirigida y organizada para los fines
que dicta su naturaleza. Moisés por consejo de su suegro Jetró y con la
anuencia de Yahveh instituyó los Jueces (Éxodo capítulo 18
versículo 13 y ss) (2) El objetivo era la generación eficiente de espacios para
tratar asuntos que afectaban la convivencia y sanas costumbres de su pueblo. Pues
esta iniciativa lograba sincronizar a los israelitas en orden a la exigencia de
un modelo de justicia inmediato y eficiente que no retrasaba la defensa y
restauración de derechos (3). Este modelo funcionó en principio y cumplió
así con su objetivo. Nosotros debemos analizar si nuestro sistema de justicia
cumple con los fines establecidos o consagrados en la Carta Magna (4).
Israel en su peregrinar estaba rodeado de una infinidad de pueblos y culturas y
este principio interiorizaba y encarnaba también las experiencias de sus
vecinos. Es pues fundamental reconocer que la Justicia es también tributo al
Dios Justo en el que no existe pecado o injusticia alguna. El orden social
vivido por el pueblo en el desierto se asemeja a los gitanos que iban buscando
donde establecerse para edificar sus estructuras duraderas. Pues los Jueces
eran el símbolo de la Norma aplicada por el bienestar de todos y no solo un
asunto de individualidades ya que la conciencia de ser un pueblo bajo unos
mismos principios es logro de Moisés y su inquebrantable Fe (5). La
Justicia se convierte paulatinamente en un derecho y una necesidad de la
existencia del colectivo social. El ser humano busca en la justicia asegurar
sus propios derechos como intereses, pero también se compromete a cuidar los de
su hermano en las mismas circunstancias de vida. La realidad de Israel en el
desierto era sin duda una Justicia de Transito (6) que
necesitaba unos principios inamovibles como tal para su existencia y utilidad.
La conciencia religiosa lleva al pueblo a confiar en los hombres movidos por la
Fe y el compromiso relacional con Yahveh. El orden de esa justicia era
eficiente por el tamaño del pueblo, pero al crecer las bases logradas
soportaron el edificio y su cosmovisión legal. La pedagogía de Dios busca crear
en ellos la identidad de un todo que se integra y donde uno era lo mismo que
muchos y muchos eran como uno.
La relación de los Derechos y los Deberes
estaba cimentada bajo el precepto de Dios como el Señor de su pueblo. Esta
afirmación es comprobable desde las prohibiciones en boca de Yahveh y su
acomodo literario en la tradición de Israel. El pecado como prohibición
atenta contra uno y contra todos (7). La misma relación esencial la hacemos
cuando un corrupto roba el dinero de la Salud o la Educación, es
intrínsecamente un asunto de todos y no solo el rublo o destinación
primera. Los Jueces nos enseñan que la administración de justicia es
también una poderosa fuerza que educa y motiva las buenas costumbres de
cualquier sociedad. Está demostrado que el aumento de corrupción y por
consiguiente de impunidad se convierte en un seudo-modelo
(8) imitado especialmente por nuestros jóvenes. Que no creen en el
trabajo duradero sino en fórmulas para conseguir dinero y vivir sin esfuerzo
alguno como los referentes culturales que desafortunadamente están observando
como exitosos en la calle.
DENUNCIA
CRISTIANA…
El contexto social actual
no dista mucho de los esquemas vividos en siglos pasados. Basta con decir que
la actividad humana es la misma en todas las épocas, así como los intereses que
la mueven. La denuncia cristiana es una consecuencia de la
necesidad de imperar bajo la forma de la verdad revelada (9). La denuncia
se aborda desde la percepción de un orden o institución contaminada. La denuncia
nos ubica en la sintonía de las relaciones con nuestro medio o entorno
somático. El lenguaje que empleamos debe dar Fe de nuestras buenas intenciones
como de la debida formación para discernir en el plano antropológico el valor
de cuanto está sucediendo. Es cierto que nuestro momento es precisamente lo que
está pasado en nosotros y con el concurso nuestro. Es sorprendente como
la indiferencia que genera actitud indiferentista bloquea toda
reflexión valida o valedera. Es sorprendente como las personas viven de espalda
a la realidad política de sus países particularmente en América Latina y el
Caribe (10) y como el ente ideal llamado estado se administra así mismo en la
voluntad de sus funcionarios que todos los días comprometen la vida y riqueza
de sus naciones y que deterioran los imaginarios que juraron defender en sus
respectivas posesiones o nombramientos… Algunos juran sobre la Biblia cumplir
con el deber patrio y se les olvida lo que opina Dios al respecto: No
tuerzas el derecho de tu pobre en su pleito. Aléjate de las causas mentirosas,
no quites la vida al inocente y al justo y no absuelvas al malvado. No recibas
regalos; porque el regalo ciego a los perspicaces y pervierte las causas
justas… No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque forasteros
fuisteis vosotros en Egipto (Éxodo capítulo 23 versículo 6-9).
La denuncia cristiana es
la actitud de vida que el bautizado lleva siempre denunciando con el ejemplo y
el compromiso las estructuras de pecado que atentan contra la vida en todas sus
formas. Dios es justo y misericordioso lento a la ira y rico en clemencia y no
nos trata como merecen nuestros pecados. Sabias palabras que describen los nominales
del nombre de Dios y que se convierten en realidad solo en la medida en la que
nos adentramos verdaderamente en una relación de profunda espiritualidad con su
amor revelado. Funcionario y ciudadano que no cumpla sus compromisos ante su
prójimo ciertamente está negando el amor y presencia de Dios en su vida y
entorno. Dios no tolera la mentira y abuso de poder y como dice su Palabra en
el Génesis “La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra” (Génesis
capítulo 4 versículo 10) La sangre ya no solo corre por las venas también se
llama oportunidad de estudiar, trabajar, tener servicio de salud digno y confiable,
vivienda, recreación, reconocimiento socio-político y más derechos esenciales
para sostener la integridad de la vida humana y natural. No solo es la sangre
arrebatada por la violencia efectiva sino también por la humillante y
degradante castración intelectual (11) de nuestros niños y
jóvenes. Es la sangre que el colectivo lleva en las venas y que le hace
parte de todos y de todas. Es la vulneración de los DD-HH que crea en
nuestras ciudades y países latinoamericanos y africanos como asiáticos y
orientales, hombres y mujeres, niños y ancianos de 1-2-3-4-5-6—7- categorías
(12). La Justicia que es mandato de Dios a su pueblo solo se aplica según la
“cara” del implicado: Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios
ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda, que, acudiendo a
él, le dijo. Hazme justicia contra mi adversario. Durante mucho tiempo no
quiso, pero después se dijo a sí mismo: Aunque no temo a Dios, ni respeto a los
hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que
no venga continuamente a importunarme… (Lucas capítulo 18 versículo 1
y ss). Jesús consciente de la realidad social y cultural de su época y como
enseñanza atemporal para su Iglesia nos pide ser justos y propagar su semilla
desde el ejercicio democrático responsable y denunciar sacando de nosotros esos
principios de injusticia o ausencia de Gracia. La
denuncia es clara y enfática no somos ni podremos ser cómplices legales de
tales acciones. El ejercicio democrático implica el conocer y juzgar la
realidad de las promesas de campaña como conocer los antecedentes y eficiencia
de los funcionarios que se postulan. Aquel juez no era consciente del valor de
la justicia puesta en sus manos y no nos explicamos como cada año encontramos
los mismos y las mismas negligencias y nadie se hace responsable. Nos han
quitado tanto que su espacio está siendo colmado por la indiferencia (13).
Según estudios en
nuestros países la corrupción como fenómeno social se lleva a sus arcas cerca
del 50% de los presupuestos nacionales. No existe un solo exmandatario
que no se retire literalmente “tapado” o forrado en dinero y nada sucede como
que el derecho y la justicia no alcanza a esta casta de exfuncionarios
plenipotenciarios aun en su retiro. Los mecanismos de justicia no dictan
jurisprudencia sobre ellos y sus bienes… Y los más denigrantes de las
multitudes “conservan su patrimonio político y plena injerencia en los asuntos
del estado y la cosa política”. La conciencia colectiva es una de las
especies en vía de extinción, seguida muy de cerca por el amor a la Patria y la
tierra que cubrirá a unos y otros (14). Los vicios de la cosa política
enseñan que permanecer vigentes es la seguridad real de no ser juzgados porque
se tiene a mano las herramientas para evadir la justicia y su mano. Aquella
viuda puso todo en oración y es el recurso vital que hay en nuestras manos para
abonar esfuerzos junto con nuestra toma de conciencia. Sin pecar de idealismos políticos
estamos seguros que está en manos nuestras educar a los futuros electores y
funcionarios por el bien de nuestras naciones y de la Iglesia que ve con
absoluta preocupación como los valores se invierten y generan más formas de
violencia y pecado como de alienación (15) …
Las Estructuras sociales
deben ser políticamente redimidas dando paso a la elaboración de un aterrizado
discurso de derechos lo que implicará la fidelidad a la Palabra de Dios
y a los valores cristianos (16). La elección deberá recaer sobre
servidores del estado que administren la riqueza de todos y no simplemente se
administren a sí mismos. Aquel juez injusto solo pensó en su “zona de
bienestar” y se despreocupó de las implicaciones de sus responsabilidades como agente
de justicia. La Iglesia es testiga del triunfo de Cristo y por ende denuncia
las estructuras que hacen que la humanidad pierda la esperanza en el resucitado
y resucitador. La denuncia del bautizado es expresión viva de su esperanza ya
que confía enteramente en su Señor y sabe que el pecado no perdurará en la sociedad.
La soberanía de Cristo es incuestionable y es nuestro deber difundir por
medio de una vida comprometida y de cara a la realidad y sus necesidades. Somos
Imagen del Dios vivo y en Dios no hay ni podrá haber injusticias (17). Es
el mismo Dios que se puso de lado de la víctima Abel y de la viuda pobre. Es el
mismo Señor que alimentó a muchas personas, liberó, sanó y curó a tantas otras.
Es para nosotros un reto grande el rechazar las estructuras de pecado
que sobreviven en la cotidianidad redimida (18). Sus implicaciones son
muy elevadas, pero no imposibles de superar. Cristo es un triunfador y de su
mano todos los bautizados. El Reino de Dios en la tierra es la novedad de
caminar coherentemente conforme a los valores y creencias que anuncian el
triunfo de Cristo y su gobierno. Un gobierno que supera los convencionalismos
sociales y culturales. Es una constante en nuestras vidas el oponernos a las
obras de la obscuridad (19) que retrasan la manifestación de
Dios y su Señorío. Las estructuras contaminadas con el pecado de la humanidad
reclaman verse libres. La realidad política y axiológica de nuestra sociedad es
hoy más que nunca el reflejo de la superficialidad y frivolidad que envuelven
millones de vidas.
Es la realidad de
un mundo víctima de la humanidad y contaminado por el desprecio de las cosas
santas y valiosas. Estamos asistiendo a una constante de decadencia que se
siente con toda su fuerza en la institución de la Familia (20).
Nuestros gobiernos no son parangón para nadie y la percepción que se maneja en
la calle es de total y absoluta corrupción… El pecado social es el
nuevo ingrediente del Siglo XX y XXI (21) que se vistió de clases
sociales y desigualdad de oportunidades. Cada niño que nace en nuestros países
es un deudor de la deuda externa de su País. Si estuviera
presente Agustín de Hipona diría: nacer es empezar a deber y si
no es suficiente también aportamos que en la actualidad la política de
seguridad social y pensiones en esta parte del mundo es dictada por el Fondo
Monetario Internacional y la Banca Mundial. El objetivo es conocido
por todos, cada día será imposible que una persona se pensione y el estado
abandonó al anciano e ignoró dramáticamente al niño… Las estructuras que
denunciamos nosotros los bautizados son todas aquellas que alienan a la persona
redimida y le cercenan su esperanza y roban tanto la paz como la bondad dada
por el Dios de la vida en la resurrección de su adorado Hijo. La coyuntura
actual reclama de nosotros un compromiso real y latente en todas nuestras
actuaciones, somos el referente obligado de los más jóvenes y nuestra
cotidianidad se convierte en ejemplo y testimonio vivo para ellas y ellos en la
construcción de su propia vida (22).
LA CULTURA CRISTIANA
Y SUS APORTES A LA SOCIEDAD ACTUAL.
La cultura cristiana es
sin duda un ejemplo vivo de la antropización e instrumentalización en el tiempo
de los valores y enseñanzas del Evangelio. Es por demás una manera dinámica de
vivir en un mundo que no reviste mucha preocupación por la trascendencia y que
a diario nos lo hace saber (23). Los escenarios de crianza y educación de los
más pequeños están enajenados por la propuesta consumista de sus padres y
padrinos (en el mejor de los casos) como del resto de la familia. El uso
indiscriminado de la tecnología en los pequeños que solo piden un abrazo y
tiempo de calidad a sus padres y/o adultos responsables. La pérdida de
privacidad por parte de la inclusión de la vida en las redes sociales como es
el caso de Facebook donde se publican todos los aspectos de la cotidianidad y
donde se ora según la respuesta de los interesados. Esta cultura electrónica
da más vida a la máquina que a la persona redimida (24). Es un
círculo vicioso del que es muy difícil salir, en este panorama la vida se
relativizó al punto de cuestionar la actualidad según dictan las redes sociales
y no el ingenio y necesidad afectiva, emocional, espiritual, intelectual de la
persona. La individualización del pecado se retrajo sobre sí misma y se
convirtió en una interpretación amañada de la vida de Fe y sus contenidos de obligatoriedad,
aunque suene crudo de amar los unos a los otros. La cultura de la vida
(25) que nace en la Cruz se desarrolla en el bautizado que debe antropizar
al resucitado e introducirlo en su historia personal como vinculo salvífico
cierto y seguro. La cultura de la vida es el complemento ideal de la cultura
del amor como el motor que nos mueve en la existencia a ser y
construir la realidad desde la perspectiva del amor y respeto por el otro y su
circunstancia. El anterior señalamiento se constituye en un principio
relevante de la antropología anglicana (26)que a diferencia de otras
definiciones también históricas vincula activamente a todo ser humano en la salvación,
y considera que los bautizados sin distingo alguno son la verdad y realidad por
la cual Cristo se Encarnó, Nació, Murió y Resucitó bajo el dominio amoroso de
la Voluntad de Dios Padre, su Voluntad no se considera una injerencia sino una
prueba histórica del amor de Dios. Es decir, en palabras del Hiponense: “El
Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti.” (Mateo capítulo 10
versículo 30) Aquí la Salvación y su contenido individual se vinculan
poderosamente al ser eclesial del bautizado Imagen del Dios vivo y
trascendente. Nuestra realidad antropocéntrica es potenciada por el Dios de la
vida que planta en cada persona de todas las épocas su Gracia y bondad, la
misma que impulsa nuestra natural condición de caminar en pos de su amor y
nuestra total como totalizante realización.
Los valores del Evangelio
son necesarios para la configuración de la persona en su condición de hijo de
Dios y por lo tanto es la iniciativa para la sólida construcción de la
humanidad redimida y siempre presente en la historia de la creación. No
somos cómplices sino denunciantes activos del pecado y sus estructuras en la sociedad
y en el estado (27). La anterior afirmación implica una actitud
testimonial permanente y congruente con la Fe expresada y vivida desde el
Evangelio y su misión. La teología política que
se remonta al menos a la mitológica al siglo de Pericles (siglo VI a C) y que
pasó por la pluma Agustiniana (año 354) hasta Tomás de Aquino y Buenaventura (escolástica
siglo XIII) dan cuenta de la necesaria organización del estado y como el
poder económico desplaza las buenas costumbres y convierte la cosa social en
una franquicia al mejor postor… Un ejemplo valido podría ser la
definición a lugar de riqueza: Si una persona se hace rica esto implica
que millones se convirtieron en más pobres todavía. Solo así se
explica que unos consigan donde la mayoría no pudo. Moralmente hablando es casi
imposible asumir que la riqueza de una persona no se contaminó en algunos de
sus pasos con la injusticia o manejo de información privilegiada que hace la
diferencia en la competitividad de la sociedad (funcionarios). En palabras de
Tomás de Aquino: No existe riqueza moralmente incontaminada de
injusticia. El mundo Contemporáneo se ideo la formula descrita y
denunciada por Marx cuando afirma el principio de la Plusvalía. (28) Este
principio se convierte no en fundamento de la discusión histórica del dinero o
su variante materialista sino como lo recibido estará siempre por debajo de lo
producido ya que el efecto de la Plusvalía beneficia solo al dueño del capital
no al obrero que lo actualiza con su trabajo diario. No es el objeto del
presente ensayo o reflexión mostrar la connotación política del dinero y el
capital sino mostrar la necesaria equivalencia de justicia aun en la economía
que hoy define el quehacer de la humanidad (29). El bautizado vive también esta
realidad y sale a su encuentro desde la percepción de Solidaridad con
el necesitado. El ser humano actúa motivado por la percepción de sus
sentidos en una total disposición intelectiva que permite conocer y transformar
sus experiencias a todo momento. La memoria funciona en el colectivo
precisamente cuando este conserva las acciones y comportamientos tanto imitados
como reflexivos. Esta percepción no dista mucho de otras especies animales solo
que nosotros las Sublimamos en la dinámica de la razón aún más plena que nos
define como civilizados (30). El hombre primitivo que habita nuestro
cerebelo aflora en muchas situaciones de vida que incluso en algunas personas
son de matices cotidianos, me refiero a la violencia y toda forma de autodestrucción
de la especie humana. Para ilustrar la afirmación anterior sólo citaremos
algunos ejemplos:
·
Guerras
·
Hambrunas
por mal manejo de los recursos naturales como la
·
Vicios
como el licor, la ludopatía, el consumo de sustancias o fármacos
·
Infringirse
dolor
·
Concepciones
equivocadas de estética
·
Bulimia
·
Anorexia
·
Auto-mutilación
·
Narco-dependencia
(31).
Solo citando algunos de
los ejemplos que la In-civilidad (32) genera entre nosotros.
La cuestión radica en la ausencia liberadora de la Fe y su metafísica que es la
Gracia o materia de la cual somos hechos verdaderamente libres, eso sí espiritualizando
la presencia de Dios por referencia en nosotros como sus criaturas. Pues la cultura
es el reflejo de tamaña situación de esclavitud la misma que muta hasta
convertirse en imperceptible. Nosotros desde la oportunidad que nos brinda la Gracia
podemos transformar esta realidad y sublimar con el amor de Dios cuánto hacemos
por vocación y mandato socio-cultural. El “colectivo de los civilizados”
(33) sería un nombre apropiado para establecer diferencias tanto de
comportamiento como de relación entre los seres humanos. La verdad misma
preconizada desde el Evangelio puede ser alterada por actitudes aun dentro de
la misma Iglesia de necesidad casi existencial de adaptabilidad a los tiempos. La verdad
como tal está intrínsecamente relacionada con la propuesta salvífica del Señor
a su Iglesia o nuevo pueblo (34). Somos elementos recurrentes en la
Voluntad Salvífica de Dios sin que ello deshumanice nuestra propia humanidad,
por el contrario, solo Dios puede sublimar la naturaleza redimida de la especie
humana si tenemos en cuenta que su amor se constituye en fuente de redención
segura desde el fenómeno de la Cruz. Cristo mismo resucita en la
Cruz indicando con ello que la Cruz es el nexo materialmente
cognoscible de la salvación de la creación. La cultura de la vida se manifiesta
desde la dinámica relacional que Cristo establece con los suyos y con nosotros
una vez resucita y se manifiesta de cuerpo presente y no solo en la intuición
de los discípulos. Es pues una constatación material de lo invisible e inmaterial,
pero Cristo lo deseó de esta manera para fortalecer la voluntad de la humanidad
y su actividad sensorial (35). Toda prueba intelectiva nace en el amor
de Dios por nosotros, quiere que palpemos conforme nos dicta el
corazón (Cónfer: discípulos camino a Emaús, Lucas capitulo 24). Somos testigos
tanto de su pasado como de su presente esto en términos estrictamente
cognoscibles. La cultura del Evangelio materializa la cultura de la vida y la
bendice con toda la fuerza de su intención por ser la sociedad cristiana donde
sus valores se manifiestan o son sacados de su dinámica ideal para ser
aterrizados en acciones concretas o fenomenológicas. La Cruz es pues para
nosotros el pararrayos entre Dios y la humanidad (36) el
vínculo del amor, pero también del dolor del que sufre clavado en ella. Hoy
hermanos debemos tener claro que somos sus testigos y estamos dispuestos a
encarnar su Voluntad en las acciones de la Iglesia como la denuncia
profética (37). El profetismo implica conocer la realidad del país y
su entorno teniendo presente que la Globalización de la Economía acortó
distancias también en el acople de modelos culturales foráneos que
desafortunadamente dañan la perspectiva histórica de los países en vía de
desarrollo como es nuestro caso particular. Debemos conocer y analizar cuanto sucede
para ilustrar como lo hacían los profetas de A.T que denunciaban alianzas y
acuerdos fallidos para el pueblo con las naciones vecinas, solo para citar la
vida y obra de Ezequiel y Jeremías. El profeta actual es también un
consumado analista político como social y cultural donde se mueve la humanidad.
El Evangelio nos ilumina al respecto haciendo prevalecer al ser por sobre
cualquier consideración por justa o valedera que se presente en nuestro
panorama (38).
El pecado no dañó totalmente
nuestra integralidad y es en ella donde la Gracia presente nos justifica
estableciendo un orden absolutamente distinto. Es nuestro Dios el gran potenciador
de todo lo bueno que hay en nosotros, es la forma como la Gracia entra en la
historia para convertirse en un fenómeno totalmente necesario en la praxis de
nuestro “estar vivos”. Estamos pues ante la categoría misma de la vida y sus
marcas potenciadas por el Creador que nunca abandono a su obra, a pesar de la rebeldía
de esta. Un acontecer en el quehacer del colectivo humano que redireccionó la
vida y sus formas hasta alcanzar la relación vital con el Dios amoroso que se
declara Padre de todos los vivientes (39). La sociedad ve en si misma el
modelo de su existencia y si su visión esta comprometida con el pecado entonces
la percepción también lo estará. Dios no obra la salvación para que nosotros simplemente
esperemos desde la comunidad de nuestra vida sensorial, sino que establece un
acuerde de cooperación con cada uno de los bautizados para haceros justos. La
sociedad en el modelo y sus contenidos están a la orden del día y la Gracia actúa
en ellos desde una misteriosa relación de vida que nos evoca al amor como
nuestra mayor contingencia (40). Las injusticias reniegan de la elección de
Dios por hacernos parte de esta historia salvífica concretada en la Cruz por el
Señor y Salvador Jesucristo. Estamos pues ante la necesidad de encarnar literalmente
los ideales cristianos para lograr insertar la Gracia personal en nuestro
entorno que sin duda lo requiere mucho como quiera que el pecado personal esta
desbordado y llegando a colmar todo nuestro entorno. La solidaridad que
expresamos en una vida-denuncia, (41) hace década uno de nuestros actos
un modelo de ser y existir libre de las contaminaciones del pecado estructural
tan presente en la sociedad. Puedes hacer parte del estado o la empresa
privada lo único que no podrás olvidar es que tus manos y mente son un instrumento
de Dios para llegar a estos lugares de trabajo y quehacer de sus hijos los bautizados
(42).
ARTÍCULOS/INSUMOS/FUENTES
APUNTES PERSONALES.
1-
Nota del autor.
2-
Biblia de Jerusalén on line. https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Biblia-de-Jerusalen.
3-
Nota del autor.
4-
Este concepto presenta dos acepciones. Por un
lado, se habla de Carta Magna como sinónimo de Constitución. Por otro, hace
referencia a la Carta Magna proclamada en Inglaterra en la Edad Media. El texto
constitucional de una nación. Una Carta Magna o Constitución es un texto
normativo en el que se presentan las disposiciones generales para organizar la
vida en sociedad y el funcionamiento del estado. Así, se trata de un marco
jurídico general que debe orientar al conjunto de leyes de una nación. Al mismo
tiempo, este tipo de documento debe ser el resultado del consenso, pues el
propósito del mismo es cohesionar a una nación. https://www.definicionabc.com/politica/carta-magna.php.
5-
Nota del autor.
6-
Nota del autor.
7-
Nota del autor.
8-
Nota del autor.
9-
Nota del autor.
10-
Nota del autor.
11-
Nota del autor.
12-
Nota del autor.
13-
Nota del autor.
14-
Nota del autor.
15-
Nota del autor.
16-
Nota del autor.
17-
Nota del autor.
18-
Nota del autor.
19-
Nota del autor.
20-
Nota del autor.
21-
Nota del autor.
22-
Nota del autor.
23-
Nota del autor.
24-
Nota del autor.
25-
Nota del autor.
26-
Nota del autor.
27-
Nota del autor.
28-
La Plusvalía,
también conocida como plusvalor, apareció definido por Marx en su obra ‘El
Capital’ y es básicamente, el valor no pagado del trabajo del obrero que crea
un plus producto del cual se hace propietario el empresario. Originando así la
esencia de la explotación o acumulación capitalista. Es decir, según la teoría
desarrollada por Karl Marx, al trabajador se le paga menos de lo que realmente
produce. Así pues, la diferencia entre lo que realmente produce y su salario es
lo que se conoce como plusvalía. Esta plusvalía constituye la ganancia extra
del empresario. https://economipedia.com/definiciones/plusvalia-economia.html.
29-
Nota del autor.
30-
Nota del autor.
31-
Nota del autor.
32-
Nota del autor.
33-
Nota del autor.
34-
Nota del autor.
35-
Nota del autor.
36-
Nota del autor.
37-
Nota del autor.
38-
Nota del autor.
39-
Nota del autor.
40-
Nota del autor.
41-
Nota del autor.
42-
Nota del autor.
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