domingo, 15 de septiembre de 2019

FORMACIÓN CONTINUADA. SU NECESIDAD...


BREVES COMENTARIOS SOBRE LA NECESIDAD DE LA FORMACIÓN CONTINUADA Y PARTICULARMENTE LA LECTURA DE TEXTOS AFINES.



“El clérigo Episcopal explicita también su Fe desde el proceso del conocimiento y la actualización intelectiva de lo que sabemos y recibimos en la formación, la formación debe ser continuada porque la sed de Dios y el conocimiento lo es, esencialmente permanente” … cristoeseltema.blogspot.com (1)


La realidad intelectiva del ser humano le hace transitar por caminos “adornados” por todo tipo de interrogantes que le hacen parir la verdad como asegura uno de los grandes griegos, nos referimos a Sócrates, la Mayéutica busca en lo más recóndito de la conciencia humana para hacer brotar de esta la congruente respuesta en orden a su realidad percibida como tal… (2) la verdad que se percibe cuando se adelanta la formación permanente que no se deja amilanar por el tiempo y las necesidades o preocupaciones, sin duda producirá un fruto muy apreciado como es la armonía o Ataraxia de los pensadores griegos. La armonía que identificamos como equilibrio es la misma que llega justo cuando el ser humano se interroga sobre sí mismo y sobre su relación con el Dios revelado. El conocimiento académico permanente afirma con creces nuestra vocación hacia el conocimiento y por ende a instrumentalizar lo que podemos y debemos conocer. La formación continuada es una necesidad del espíritu de todos los bautizados. Esto último nos circunscribe al medio eclesial por antonomasia. El conocer es propio de nuestra condición racional y una necesidad de su producir intelectivamente hablando. Estamos en un medio con una necesidad axiológica y epistemológica distintas, pero a la vez marcadas y determinadas. El conocimiento expresa el dominio de la especie humana sobre cuanto existe, pero un dominio racional mediado por el amor y no solo por el quehacer inductivo y deductivo de cualquier investigación o postulado. Creer esta unido intrínsecamente al conocer. (3) No se trata de una experiencia de Fe estática o quietista sino de una continua intelección con el medio somático donde la realidad se edifica paso a paso o momento a momento, donde la sucesión del tiempo es tan dramática como el nacer y el morir, todo ello presente en la vida del ser. (4) La formación continuada nos dispone a actualizar cuanto sucede en nuestro medio relacional, donde la realidad se manifiesta y es percibida.

El clérigo está llamado a mantener en continua formación dando así respuesta al mundo cambiante y afirmante de principios no necesariamente en concordancia con el mensaje de Dios. “Nada de lo humano me es desconocido” (5) afirmará como principio gnoseológico el propio Agustín de Hipona justo en la muerte del mundo antiguo y no por ello deja de ser tan actual como hace ya 1500 años. El pensamiento no entra en decadencia como la vida biológica, vive y expresa una sucesión de eventos que nos facilitan su percepción y la muerte física es uno de esos “mojones” Nuestra Mayéutica (6) desde el punto de vista occidental que corre por nuestras venas nos conduce inevitablemente a revalidar posturas intelectivas ante un mundo en constante transformación. Un ejercicio que se nutre de cuanto conocemos y hemos vivido así mismo como construido. Es pues una realidad que percibimos desde la seguridad de nuestra experiencia de Fe, eso sí, salvaguardando la necesidad del conocer como praxis aun de lo que hemos creído. El conocimiento se une al intelecto y juntos fundamentan formalmente nuestra relación con el mundo creado y el increado amor de Dios. Una relación de eternidad en tiempo y espacio bajo el signo perceptivo de la razón y el amor de nuestra parte. (7) El rastro del mundo antiguo está latente entre nosotros y esa huella de su poder intelectivo llega a la Edad Media y particularmente justo después del oscurantismo, datando una fecha conocida por todos, la Escolástica. La Summa teológica de Anselmo que ocuparía la sede de Canterbury en el siglo XI, y Tomás de Aquino dos siglos después, serán quienes tomarán las banderas de la necesidad de un conocimiento continuo en el ser humano. La expresión latina “Credo ut intelligas” (8) máxima acomodaticia de Anselmo nace precisamente en el Hiponense, pero que al ser retomada por este se centra en la posibilidad de la renovación tacita de todo conocimiento partiendo de la Gracia como aquel factor detonante de la sed tanto de Dios como del conocimiento convirtiendo esta relación en una bella contingencia de los bautizados. El conocimiento posee unas implicancias antropológicas que suscitan posturas transformadoras entre nosotros. El mundo pide respuestas y el conocimiento es una de ellas. El creer es fruto del amor de Dios en nosotros y el conocimiento es la respuesta apenas natural del ser humano creado como persona y todo su contenido formal de racionalidad para percibir su propia existencia tiempo espacial. (9) La línea anselmiana y su similar tomista no distan mucho de una expresión de Fe bajo las categorías de nuestra propia racionalidad. El conocimiento no reemplaza la Fe como experiencia trascendente en el ser humano, por el contrario, es la Fe la que nos permite conocer y el conocer la Fe es una de las categorías propias de la inteligencia de los bautizados. No podemos escaparnos del mundo y mientras vivamos en el debemos dar razón de lo que creemos y lo más importante, los interrogantes existenciales a ser despejados, ¿Por qué y cómo creemos? El bautizado episcopal transformado en cristiano episcopal debe estar a la vanguardia de los procesos mediante los cuales la realidad es abordada y comprendida, no podemos estar al margen de la ciencia y los adelantos de esta. El mundo es asumido bajo las categorías epistemológicas que el ser humano ha construido y no podemos ser distintos o indiferentes al reto del mundo y todo su poder intelectivo. (10)

“La academia es una necesidad y se puede abordar desde la disciplina de la lectura personal con fines”. Cristoeseltema.blogspot.com (11)

La Fe no puede convertirse en la excusa perfecta para no conocer o continuar en la formación personal y continuada, recordemos que “camino a Emaús” el Señor se aparece y al estar los ojos de aquellas personas como retenidos, el Resucitado los abre por medio del conocimiento contenido en las Escrituras inspiradas. Se convirtió también en maestro de lo intelectivo. Tal afirmación la encontramos precisamente en la naturaleza de los diálogos descritos por la visión Lucana de tal episodio pospascual. Conocer implica también La capacidad de amar la naturaleza de los estudiado y conocido, esto último en el plano de lo emocional se entrelaza con la Fe de quien conoce o someta a la razón lo que cree con su corazón, (12) hemos parafraseado a Agustín y con ello vemos su postura epistemológica que es sobre todo una prolongación de su propia Fe como bautizado. Nuestra epistemología se conserva en los parámetros de nuestra curiosidad académica. Aquí la teoría del conocimiento episcopal es el amor de Dios convertido en un medio de lo intelectivo al servicio de nuestra Fe. (13) La capacidad intelectiva es propia de nuestra naturaleza y cumple una función sublimada que supera la percepción del conocimiento material o filosófico de las cosas y las reacciones. Conocer desde esta perspectiva antropológica trascendente es propio de la persona humana redimida y actuando bajo la guía amorosa de la Gracia de Dios. El conocimiento se sacraliza porque es visto como expresión del Dios amoroso que adornó nuestra vida con la capacidad racional, tal capacidad siempre en activo e inmanente condición de nuestra especie. (14) No es un accidente en nosotros el conocer, es con todo y toda expresión un lineamiento casi fronterizo entre la razón y la materia, no es dualidad sino contundente descripción de nuestra propia naturaleza. La cohabitación esencial entre materia y espíritu nos ofrece la posibilidad de conocer bajo la estructura mental que poseemos dando como resultado la aprehensión de los fundamentos de nuestro entorno o medio relacional. (15)

Los medios didácticos que podemos emplear en nuestra formación continuada son muy amplios, hoy existen innumerables recursos que son fáciles de incorporar al proceso de formación continuada, la condición formativa es clave para buscar los medios que se ejecutan en la formación continuada. Las ayudas didácticas son propias de una lectura con fines determinados por la necesidad o el enfoque formativo de los interesados. (16) La connotación antropológica que camina de la mano de la ciencia hace posible que tales recursos entren en el espectro apenas natural de lo social y cultural, desde esta dirección el internet como recurso está latente en los procesos de formación continuada del presente. La dinámica de aproximación a la tecnología está inscrita ya en el Ethos del presente y los recursos se enfocan en el manejo personal de la información por este tipo de medios. La dinámica de lo ciber entra en la elaboración de información de una manera puntual sin barreras tiempo espaciales lo que facilita ser manejada como un recurso puntual. Las posibilidades de no encontrar la información solicitada son caso nulo, esto nos dice claramente que como recurso didáctico es de suprema importancia. (17) La valoración de la información en nuestra formación continuada corresponde a la frecuencia en la que nosotros recolectamos la información y sobre todo a la finalidad de la misma. La asiduidad es vital se pretendemos construir una disciplina de formación continuada y de lectura que se enfoque en dicha cuestión. El amor por la lectura nos conduce a valorar todos los procesos por los cuales recaudamos información y también facilita su discriminación, así como aplicación. La formación continuada responde a las exigencias del tiempo presente. La formación continuada garantiza la constante y progresiva acumulación de información sobre contenidos relacionados con nuestro campo de aplicación. Ver más allá de lo que hemos recibido en la formación inicial es la tarea fundamental de nuestro intelecto. (18)

El deseo por el conocimiento no excluye la espiritualidad, es una manera muy particular de verla y entenderla. Lo volitivo aflora también en lo sobrenatural de una vida llena de contenidos espirituales. Lo volitivo corresponde a la capacidad innata de decidir sobre la aplicación real o praxis de los contenidos sumados en todo proceso de formación continuada. Esta categoría es claramente congruente con el conocimiento asimilado y su utilidad en nosotros y nuestro entorno. Nuevos Ethos aún más evolucionados afloran en la conciencia humana cuando abrimos las puertas del conocimiento formal. No es un tema de estricto reconocimiento del derrotero académico de una persona en una institución determinada, es, por el contrario, la posibilidad de nutrir toda expresión de vida y su dinamismo. Las ayudas didácticas facilitan toda actualización de conocimientos, así como de nuevas posibilidades reflexivas en la elaboración de conceptos afines o de la misma naturaleza de los temas actualizados.

La epistemología lingüística, (19) es consecuencias de tales ejercicios intelectivos de actualización en la formación continuada, debemos hablar empleando los términos apropiados y de fácil comprensión sin olvidar el lenguaje propio de la disciplina que estemos abordando, esta lingüística es nueva en nosotros y la “vieja lingüística” se actualiza enriqueciéndose con la presente expresión de actualización idiomática.

La interpretación de los conceptos nuevos produce tal fenómeno comunicativo, estamos afirmando categóricamente que la renovación idiomática se centra precisamente en el contenido actual de los términos y como estos encajan en el nuevo Ethos de la comunicación a partir de una actualización de nuestros conceptos antes aprendidos”. Cristoeseltema.blogspot.com (20)

Hablar como acción básica de comunicación y expresión de emociones y sentimientos se renueva para entrar de total acuerdo con los tiempos que en la sucesión de eventos son siempre otros, esta contingencia toca dramáticamente el lenguaje que empleamos en nuestra comunicación o ejercicio ministerial. En la docencia sucede igual fenómeno, por esta razón toda actualización es importante y sus aportes son perceptibles dentro del esquema o estructura de nuestra comunicación. (21)

En cuanto a su teoría del conocimiento diremos simplemente y sin tanta semántica, que los términos son nuevos y antiguos y que muchos de ellos permanecen siempre. Aquí nos adentramos en una comprensión metafísica de la comunicación, (22) cuando caminamos intelectivamente hablando más allá de la comprensión inicial de las palabras y los conceptos. La realidad que el clérigo forma en su mente es la misma, pero con herramientas nuevas cuando este se actualiza, tal definición nos ubica en un plano intelectivo que experimenta más allá de la realidad cognoscible inicialmente. “recordemos la expresión popular cuando algo no es claro en la comunicación con alguien-a mí no me hable en chino” (23) pues tal expresión plantea sin saberlo su interlocutor una dificultad intelectiva en la comprensión conceptual. La lógica en la comunicación puede apuntar a generar dinámicas de aproximación en la que fuentes comunes de la comunicación se emplean para dinamizar un dialogo. Podemos citar como ejemplo el lenguaje técnico-científico que emplean los médicos en sus diagnósticos. Puede cambiar la comprensión de los términos nuevos, pero algunos no pasan. La actualización idiomática es necesaria porque las nuevas generaciones así se expresan. No podemos concluir acertadamente una idea sin conocer lo que en si su naturaleza fenomenológica nos quiere expresar de no ser así entonces será difícil elaborar imágenes y conceptos a nivel mental. Esta elaboración se alimenta del entorno y racionaliza los conceptos así comprendidos.

El postmodernismo nos trajo una concepción de la comunicación amplia en cuanto a las imágenes que empleamos en dicho periodo de la cultura humana, los conceptos anteriores fueron revisados positivamente y acuñamos otros. El modelo epistemológico se mantiene lo que cambió fue la elaboración conceptual acorde con los nuevos tiempos.  La percepción del mundo visto en su proceso de crecimiento y también de deterioro se centró en el accionar humano como era de esperase. La raíz idiomática sufrió cambios apenas necesarios según los nuevos Ethos acuñados y conceptualizados. (24) La misma teológica incluyó como su nuevo horizonte el fenómeno ambiental desarrollando ahora una Teología en términos antes nunca vista por la Iglesia. Esta teología se convirtió en el primer fortín a ser abordado y renovado por la teología de la Iglesia. La renovación es un proceso necesario para el teólogo y en general para los bautizados, se planteó con ello la necesidad de una “teología funcional” (25) que respondiera a las necesidades de los creyentes sin ser estos teólogos. El paradigma actual sufre cambios dinamizados por la comprensión de la realidad que siendo mudable se instala en la psique de los creyentes y especialmente de quienes se interrogan por su Fe y quieren entrar en un desarrollo más comprometido de la misma. El paradigma postmodernista no tolera que las instituciones tengan “el control” porque ven en tal acción la pérdida de su propio dinamismo conceptual, nosotros poseemos una concepción estructurada de la realidad a partir de los fenómenos que interpretamos y a tal función racional sumamos para enriquecer la experiencia de nuestra Fe, el mundo material es iluminado por el mundo espiritual. La actualización es vital para responder a los tiempos que llegan propiciados por la concepción de una realidad menos o casi nada dogmática y me refiero al paradigma social y cultural, ya que la autoridad de los dogmas en la Fe de la Iglesia es incuestionable porque es en sí una experiencia de Fe y no un acontecer epistemológico. No es un acontecer al servicio de lo fenomenológico sino de lo trascendente y ve en la existencia de nuestra antropología una manifestación de lo deificado (santos PP. griegos). (26)  No estamos desconociendo la epistemología propia, sino que evitamos incluir maliciosamente la doctrina en un juego de términos que pueden ser categorizados y modificados por la nueva corriente idiomática.
Como Episcopales no vemos la realidad como una simple construcción de eventos y quehaceres sociales, si fuera de esta manera sonaría a una especie de “realismo ontológico” (27) que básicamente afirma que el todo que percibimos como realidad es y será fruto de las acciones sucesivas del ser humano en lo social y cultural, desprovista tal afirmación del enfoque teórico-practico de una sociedad movida como expresión de nuestra Fe y hablo por los Episcopales. El paradigma de nuestra actualización es fundamentalmente el movido por el Espíritu, (28) es decir, un paradigma que nace en el Espíritu Santo como manifestación de Dios Trinidad al mundo sensible. Aquí vemos las huellas de la Trinidad Económica en su bondad salvífica hacia la creación y la humanidad como parte de ella. Un paradigma de esta naturaleza se ajusta a nuestra concepción de Fe centrada en Cristo revelador de la vida Trinitaria. (29) La formulación de conceptos en la formación continuada nos permite elaborar ideas reducidas a lo que en verdad estamos buscando. Esta reducción conceptual se asemeja a lo que encontramos en el siglo anterior y del que figuras como Husserl (30) plantearon desde la concepción de una reducción de las ideas en su contenido teórico, pero tal afirmación sino es llevada a la praxis del concepto entonces se convierte en una afirmación más del idealismo filosófico que nos inunda todavía. La realidad no la percibimos desde la comprensión total de esta sino desde la cosmovisión que nos imprime la Gracia al enfrentar el fenómeno como una manifestación de nuestra Fe en el Resucitado cuyo paradigma rompe cualquier concepto de una idea que interpreta la realidad en la que actuamos. No es solo un mundo sensible el que nos interesa es por demás toda expresión delo sobrenatural que actúa en nosotros y en nuestro entorno somático. La elaboración conceptual bajo el influjo de la Gracia ve más allá de un simple proceso racional en nosotros. (31)  Es una supra expresión de Fe que vivimos desde la perspectiva episcopal. Una dinámica que se afianza en el uso racional de los presupuestos teológicos y su espiritualidad, en una palabra, hace que la praxis espiritual sea contundente en quien se renueva conceptualmente. Estaremos pues capacitados para comprender mejor las situaciones humanas que conocemos o vivimos en nuestras propias congregaciones. La posibilidad se amplía en su espectro teórico y práctico al punto de facilitar que la dimensión ontológica y su similar, la lógica, se unan en un discurso aterrizado de fácil comprensión. (32) Aquí las bases y fundamentos de nuestra metodología para aproximarnos a la teoría y luego convertirla en obra es vital para el aprendizaje como nueva posibilidad real de ampliar nuestro espectro intelectivo. El mundo actual vive otros conceptos de verdad y por ende sus presupuestos axiológicos son distintos a los transmitidos por el Evangelio. Estamos pues llamados a dar respuesta a unos y a otros, tanto a quienes viven su Fe como a quienes no lo hacen en su total expresión. La veracidad se convierte en testimonio y este en lenguaje practico al mundo. Es pues desde toda posibilidad intelectiva un ir más allá de lo que inicialmente creíamos que necesitábamos en nuestra formación continuada. (33)  Los presupuestos gnoseológicos son amigos de la ciencia y esta del empirismo y sus métodos de experimentación, así es como se producen las hipótesis que luego serán trabajadas. Aquí nos detenemos en la consideración de una metafísica cuya dialéctica se argumenta desde la proyección de lo intelectivo para asimilar mejor toda la información de la formación continuada que hemos recibido, no se trata de un título o certificación sino y sobre toda consideración de la praxis supra de lo asimilado en la formación continuada y esta información convertida en respuesta al mundo.


PARADIGMA FORMATIVO.


“La Formación Continuada, esta presente en el espíritu canónico de esta Iglesia, lo que implica la necesidad de su implementación y desarrollo de políticas y entendimientos personales para hacer su inserción pastoral en las congregaciones que los clérigos asumen”. Cristoeseltema.blogspot.com (34)

El modelo que se vive en la formación continuada es una expresión directa del modelo académico que se ha constituido en guía de los procesos anteriores. Lo anterior nos está diciendo claramente que el paradigma no se produce solo por la identidad de conceptos comunes sino y sobre todo por la interacción de un método para convertir los conceptos en argumentos y darles el peso científico de su veracidad. Resumiendo, la cuestión inicial simplemente diremos que el paradigma posee la verdad que dice argumentar desde sus fundamentos teórico-prácticos. (35)  La interpretación busca hoy una postura hermenéutica distinta que pueda responder a las exigencias del presente, una tal postura que aborda el realismo que muchos viven sin tener en cuenta las consecuencias de sus distintos estilos de vida. Este tipo de realismo se arma por medio de la exposición de una lógica muy particular que interpretas según las convicciones personales el mundo como realidad fenomenológica. Tal contenido de la realidad es interpretativo y por ende ese principio de lógica se enfrenta con la intuición que no es reconocida, pero que en cuanto se une a nuestra inmanencia entonces nos plantea un conocimiento-reacción (36) ante el mundo y sus relaciones.  Aquí la Fe tiene mucha dificultad en hacer su trabajo puesto que sobreviene una especie de ateísmo funcional según sea el compromiso que se asume por lo sobrenatural, llámese oración, meditación, vida sobrenatural y en síntesis todo aquello que contenga una realidad distinta a la perceptible por la via sensitiva. (37) La formación busca en su paradigma plantearse los distintos retos por los cuales esta se adelanta. La hermenéutica sufre las consecuencias de una interpretación sensitiva que no reconoce más que la razón como argumento central, no estamos enfocados en una interpelación estrictamente supra de la realidad sino en la capacidad de reconocer la injerencia de lo espiritual en los procesos antropológicos. (38)  Teorizando aportamos la conciencia de lo supra en la construcción de los sentidos como los perceptivos de la realidad material formalmente hablando. El vínculo esencialmente racional de muchos bautizados les dificulta ver más aun, que su propia praxis en lo sensitivo y creen que el mundo es solo una experiencia sensible de aquí se desprende la perdida sustancial de argumentos para sostener una vida cargada de espiritualidad para enfrentar el mundo y sus realidades. El creyente se forma para responder en las categorías paradigmáticas de la razón y la Fe. (39) Una vez más la epistemología Agustiniana tiene la razón en sus criterios teórico-prácticos:” Lo que creas con el corazón, somételo a la razón”. (40) Una lógica que trasforma la forma como vemos el mundo y sus contenidos llevando con nosotros la suficiente esperanza para vivirlo y lograrlo. Interpretar no es una acción superficial, es la congruente identidad de la Fe puesta al servicio de los fundamentos de lo que tenemos por verdad de nuestra Fe. Ser objetivos en la introducción de nuestro paradigma cristiano en la formación es necesariamente una misión epistemológica que revalidar. (41) Una vez más lo intersubjetivo como apreciación de la verdad llega a nosotros los bautizados sin demeritar el sabio uso de la Fe. Una realidad que se convierte en intersubjetiva al evocar en sus procesos la verdad y su interpretación bajo el concepto de nuestra hermenéutica, no se trata de dar solo razones al mundo para creer sino sostener todo aquello que creemos. (42)  Como propuesta para nuestra metodología e investigación de los fundamentos de la formación continuada en nosotros, podemos asegurar estos pasos que todos conocemos cuando hemos investigado:

Análisis de un contenido cualquiera
Este concepto se realiza bajo dos presupuestos, miremos cuales son:
Fundamento no gramatical
Se emplea para abordar la información que nos brinda uno o más términos usados en la lectura de un párrafo o articulo cualquiera y de cualquier naturaleza de contenido disciplinario. Desde teología hasta música, sus aplicaciones son diametralmente relacionadas con la infinidad de contenidos que se pueden citar.
Fundamento gramatical
Corresponde a la elección de todo aquel material que leeremos o asimilaremos según su contenido, no se detiene en termino alguno sino en toda su estructura contenida en el párrafo, libro o articulo citado.
Lo anterior necesita de un análisis que se centra en la objetivad del texto citado sin importar su contenido, desde luego, se escoge el material o insumo según el fundamento de nuestra formación y su actualización. Todos también hemos clasificado la información según su relevancia en la formación o como expresamos antes, en su actualización conceptual. Toda interpretación posee por naturaleza una finalidad y esta la que buscamos en la formación continuada no desconectarnos de sus avances y/o cambios.
El Episteme platónico que este gran griego entendía como la interpretación inmediata de las ideas en la formación continuada es una realidad, pero bajo su propio dinamismo. Aquí citamos el Eidós que cumple la función de la contemplación de la verdad y para lograrlo es necesario cierto contenido de disciplina y responsabilidad en frecuentar la lectura con fines y todo aquello que contribuya a nuestra formación. Aquí en conocimiento asume distintos grados en nosotros y suena acertadamente a una clasificación ontológica y gnoseológica del conocimiento adquirido. Quien ama el estudio lo llevará también como expresión de su Fe al terreno de la praxis supra-natural, es decir, que no se trata de “títulos” sino de interiorización de la verdad revelada también en la academia. (43)  

La formación continuada requiere de los componentes anteriormente descritos en el cuadro. para poder hacer autentico el crecimiento intelectivo en la investigación y/o lectura con fines establecidos. La estructuración personal necesita del conocer el entorno y sus realidades y la gramatical como descriptiva de esta realidad es importante.  El lenguaje responde a los devenires del presente y a plantear una comunicación fácil de asumir. La investigación es el primer fundamento para poder profundizar sobre cualquier disciplina y no siempre tal acción debe ser adelantada en institución alguna, la sed personal de conocimiento no puede ser apagada fácilmente. El clérigo como sujeto movido por una profunda experiencia de Dios, debe responder a esta sed acudiendo a la Gracia que convierte en ejercicio intelectivo nuestra historia dejando en cada acción un contenido de la misma a nivel de nuestro razonamiento. (44)  Los conocimientos son recurso de primera mano en toda la obra de la Iglesia, son la forma como el mundo se convierte en lenguaje cognoscible para nosotros y nuestro entorno. Es una percepción eidética de los eventos y con el conocimiento el concepto se estructura sin la necesidad de mediar recurso distinto a nuestra propia reflexión.

 Nuestra contingencia es vista en una forma tal que puede salir de sí misma para absorber los contenidos de otras realidades. La inmanencia que somos y manifestamos no está lejana de los conocimientos que enriquecen nuestra propia comprensión de la realidad en la que actuamos. La praxis de nuestra Fe permite que la razón sea iluminada por la experiencia con el Dios revelado y tal información nos permita reflexionar más profundamente sobre las causalidades de las cosas, entendiendo estos fenómenos desde la interpretación racional de quien los vive o se informa de ellos. Lo intelectivo no se puede apartar de la praxis y su contenido, somos pues, por definición escolástica “toda inteligencia y razón” (45) un instrumento que define nuestra naturaleza singular. La comprensión del mundo racional es claramente la tendencia de nuestra existencia y hacemos de la razón el recurso más grande para conocer y amar ya que la Fe ilumina esta cualidad de nuestra forma de existir. Antes citábamos a Tomas de Aquino, ahora miramos al pasado y acudimos al último romano para afirmar esta relación racional esencial, nos referimos a Boecio. (46) El que de la cuestión se resume fácilmente con la inclusión discursiva de la razón y la Fe.  El modelo formativo debe cambiar para dar respuesta a los nuevos tiempos donde el acceso a la información es esencial para todos y donde la tecnología contribuye grandemente a masificar los contenidos y dejarlos de una manera tal que todos pueden alcanzarlos.

“El modelo epistemológico se ha transformado en una cadena de eventos interpretados bajo la lupa de la razón, y el absolutismo esta de retirada, los meta relatos cuestionados antes hoy parece que están de regreso ante la necesidad de ir más allá de los simples eventos en su más segura interpretación”. cristoeseltema.blogspot.com (47)


El paradigma formativo se abre a nuevos mundos intelectivos y el saber fluye como nunca antes, los recursos y ayudas didácticas para el aprendizaje son cada vez más populares. No es un privilegio o una cualidad unica exclusiva de algunas personas, es por naturaleza la necesidad de la humanidad en el presente siglo. Los que llamo nuevos mundos no son una manera de existencias independientes en el plano de la misma y unica realidad perceptible, sino que corresponde a los niveles de formación y continuidad en estos procesos. (48)  El pluralismo esta de moda una vez más y se experimenta en los accesos variados a las fuentes de información y líneas de investigación para abordar uno u otro tema. La lógica esta entre nosotros como el nexo que hace posible clarificar el valor esencial de la información o investigación personal al conectarla con un todo investigado.

El QUÉ DE LA CUESTIÓN, como método y metodología nos lleva a suponer que mientras más fuentes y contenidos consulte (El lector y/o investigador) (49) más cerca podrá estar de la veracidad en sus investigaciones, y en este caso de sus juicios personales.  El criterio puede ser influenciado positiva o negativamente según los contenidos a su alcance, los apriorismos son comunes cuando no hay suficiente contenido y recurso reflexivo a nuestro alcance.

El NOUS o la inteligencia (50) actúa dinámicamente en la composición e interpretación de la realidad de quien la somete a sus categorías intelectivas, conocemos y el conocer como función natural es iluminado por la Gracia de Dios. De no ser así entonces nuestra inmanencia no podrá ser superada en el conocimiento de los contenidos tratados y nuestro crecimiento académico y espiritual será en verdad limitado.  Las categorías del conocimiento las abordamos en la praxis de nuestra racionalidad. (51) Aquí encontramos la potencia más especifica en nosotros y no es otra que la inteligencia como aseveraba Tomás de Aquino y Boecio, Los fundamentos de los racionalistas, empiristas, y podemos incluso citar nombres como es el caso de Locke, Descartes y Kant, (52) que trataron sobre la inteligencia más allá de la concepción religiosa. El ser de las cosas y su orden nos toca a cada uno de nosotros y la necesidad de la formación continuada y la lectura con una finalidad. El paradigma en la formación se adapta a los nuevos tiempos y necesidades, pero en su estructura permanente no se modifica porque el concepto doctrinal ya fue establecido y su dialéctica es el dogma, esto último implica que su contenido universal no está sujeto a voluntades particulares fuera del concurso de la Iglesia universal y su catolicidad. (53)  La formación permanente o continuada hace eco de las necesidades del presente pero dialécticamente no se desconecta del pasado donde encuentra la razón de su actualidad o presente. Aquí definimos antes que la dialéctica se expresa en las categorías cognoscibles puede y debe ser adaptada, pero sin perder su esencia universal. Somos expresión particular de racionalidad, pero unidos a un todo donde brota conciencia universal como es el caso de los contenidos doctrinales de la Iglesia. El renacer de la actividad académica es el sustento de todo principio pastoral conocido o implementado. (54)

Nuestro paradigma se afecta positivamente en todos los procesos que emprendemos desde la perspectiva académica y con ello se realizan avances importantes en la asimilación de nuevos espacios para la pastoral de la congregación. El principio que ordena nuestra praxis es un fundamento categóricamente intelectivo lo que implica que la comprensión de lo académico es vital en el ámbito de la vida eclesial. Los carismas necesitan de reflexión para su mejor utilidad y el discernimiento es un ejercicio intelectivo naturalmente expresado. La Iglesia forma a sus clérigos como respuesta al mundo y a sus verdades de Fe. Qui en los distintos escenarios sociales y culturales encontramos Ethos formados en categorías ordenadas y otros en el degrado de las mismas, por esta razón la formación continuada da luz a estos escenarios confusos y poco conocidos. Sino continuamos la formación entonces creeremos que las cosas son como creemos que son y no hay posibilidad de dar espacio en nuestros escenarios a procesos que hoy son nuevos a los que incluso vivimos en nuestro momento. La Fe y la antropología se dan la mano en situaciones como:

·         Niños y niñas transgénero.
·         Modelos socio-políticos.
·         Modelos culturales.
·         Ideología de género.  
·         Situación medio-ambiental.
·         Dignidad de la humanidad y la creación.
·         Libertad de culto e identidad religiosa.
·         Ámbitos sociológicos.
·         Praxis religiosa.
·         Derechos Humanos.
·         Igualdad, equidad, de género. (55)

Los anteriores enunciados son solo algunos de los más tratados por las distintas iglesias en sus pastorales y cosmovisión, la formación continuada encuentra en cada uno de ellos motivos más que valederos para adelantar sus estudios con el animo de generar respuestas ante la inmediatez y actualidad casi mediática de cada uno de sus contenidos. El mundo en su globalización también toca de frente las comunicaciones y ellas impulsan el cambio de mentalidad o cosmovisión, ahora el mundo parece más pequeño de lo que en realidad es, la comunicación hace de las relaciones un todo actual porque no discrimina la distancia con relación al tiempo de la comunicación. La metafísica de la comunicación y el lenguaje permiten a los distintos programas de formación continuada y lectura personal con fines contar con recursos claros y de fácil acceso que en la perspectiva de superar las barreras idiomáticas se adentran en la comprensión tanto del que lee como de quien recibe la interpretación de su contenido. Los distintos logos de la comunicación de actualizan cada que un recurso de los empelados entra en acción, sea un texto escrito o por medio virtual, su contenido no se altera. La metafísica de la comunicación y su énfasis en el contenido estructural de cada recurso o ayuda didáctica se conserva porque el logos que se imprime en las palabras no se altera en lo absoluto. (56)  Las unidades lingüísticas son las mismas solo que en significado puede explicitarse mejor en el medio de la formación que así lo reclama. Es un contenido que llega en sus textos ya fruto de anteriores reflexiones para ser adaptado idiomáticamente y comprensiblemente a nuestras necesidades de formación. La interpretación teológica sigue su cordón que es la Tradición y el Magisterio, (57) la connotación ontológica es similar en sus operaciones, pero afecta al ser más que a sus creencias y formulaciones, por esta razón la metafísica se involucra en la praxis de lo comunicado idiomáticamente y la ontología en la forma como el ser transforma su existencia gracias a los contenidos de su proceso formativo y actualización. No tratamos de alterar la información sino aterrizarla en el contexto de una vida y sus vivencias desde la proyección de la Fe. (58) El panorama se relaciona vitalmente cuando la formación sigue su caminar en nosotros. Es pues para nosotros una realidad que todo proyecto formativo produce sus resultados en una dinámica que no necesariamente sea aplicada en la inmediatez de su término, pero si se manifiesta en el proceso de fortalecimiento de los conceptos y la cosmovisión de quien continua en sus caminos. La interpretación de la historia está presente en la formación continuada porque esta actualiza los avances que se suscitan en ella.

LA FORMACIÓN CONTINUADA Y SU VITALIDAD INTELECTIVA.  

La formación continuada le permite al clérigo desarrollar sus competencias a lo largo de su vida. (59) Dándole los medios necesarios para comprender la dinámica de los tiempos presentes y los por venir. Aquí los recursos corresponden al grado de madurez que este posee siendo sinónimo de interrogante permanente ante el mundo y sus realidades, así como relaciones. El proceder bajo los esquemas de nuestra racionalidad implica que necesitamos de medios para comprender estos procesos en un mundo mudable como el actual. La ciencia y la capacidad de producir a gran escala introdujo en la cultura de consumo el término “desechable” (60)y tal afirmación convierte los artículos en cosas que son de fácil y ya “necesario” reemplazo. Esta postura y mentalidad ataca frontalmente la concepción de un mundo perfecto que requiere de ser conservado no renovado en sus estructuras materiales o perceptibles. Debemos hacer énfasis en una realidad que evoluciona y cuyo proceso es afirmado categóricamente por las necesidades de tales estadios. Las necesidades de la evolución son la adaptabilidad a la vida y su entorno y no precisamente en generar cantidad de elementos para reemplazar a otros perdiendo así su Valía sobrenatural y convirtiendo la obra de Dios en artículos asimilables y desechado como estamos tratando ahora los recursos que provee la naturaleza.  El mundo y su cosmovisión se presenta en todos los escenarios donde actúa dinámicamente la Iglesia, el clérigo bajo esta realidad debe asumir que su interacción con el entorno somático debe ser positiva y por lo general servir de referente a quienes le observan, en esta postura revivimos la moral kantiana cuando este autor alemán afirmaba: “Obra de tal manera que tus acciones sean ejemplo para aquellos que te observan” (61)  lejos de ser absolutista la sentencia nos permite ver una relación personal directa con el Acto Humano y su Intencionalidad… es decir, con la naturaleza de nuestras acciones y la manera de percibirlas. Somos pues, un todo de emociones, sensaciones y sentimientos y todo ello estructurado ante el mundo como escenario de realidades y todas ellas complejas. (62) Al revisar nuestra cosmovisión encontramos que el medio por el cual nos damos al mundo es el mismo por el cual el mundo nos observa detenidamente. Tenemos responsabilidad moral ante el mundo y sus relaciones y no podemos sacar el cuerpo al deber moral de actuar como hijos del Dios vivo.

La relación salvífica se manifiesta también en la ciencia, ya que esta es la voz natural de la creación. cristoeseltema.blogspot.com (63)

La formación continuada obedece a este fundamento epistemológico y no podemos excluirlo de nuestras vidas, la actualización es una necesidad como lo es la interacción con quienes comparten sus vidas junto a la nuestra. El estatuto de nuestra racionalidad y posibilidad espiritual necesita grandemente de su constante alimentación y la formación continuada, al igual que la lectura con fines puede darnos los medios para alimentarles. (64) Nuestra continuada formación es una positiva oportunidad de descubrir el contenido más amplio de un mundo intelectivo proclive al conocimiento. Así es como abrimos el espectro interpretativo de lo fenomenológico en donde actuamos. La posibilidad de conocer al ente y sus contenidos es también un recurso desambiguado de la formación continuada. Un ente que asume la forma de lo social y cultural y con ellos florecen los nuevos Ethos y debemos estar preparados para afrontarlos. La evolución conceptual es otro de los recursos de la formación continuada y la lectura con fines establecidos. La transversal etimológicamente hablando de la formación continuada toca de lleno no solo la raíz de las palabras y términos sino su aplicabilidad real en los escenarios donde nos movemos. (65) Miremos en el siguiente recuadro estos esquemas brevemente citados:

Estatuto racional: Corresponde al contenido intelectual de nuestra naturaleza en su inmanente realidad descrita por nuestro intelecto. En conceptos menos estructurados simplemente diremos que corresponde a la potencia más sobresaliente de la condición humana. Nos referimos a la Inteligencia. Este estatuto se expresa en el conocer y la necesidad de hacerlo como parte también de la revelación de Dios en el medio natural.
Fenomenología: Corresponde al fenómeno y sus causalidades estamos pues hablando del pensamiento introducido por el filósofo alemán Husserl y el francés
Maurice Merleau-Ponty. Percibimos el ser y sus relaciones todas ellas desde nuestro conocimiento racional. Todo ello en relación directa con nuestra conciencia que los percibe como tal.
Ente:
Es lo que existe tanto real como imaginario, y desde nuestra reflexión lo atribuimos a la formación que permite ver con absoluta claridad sus implicancias en la vida del formando y quienes viven a su lado. El ente como tal es percibido por sus cualidades y accidentes y esto nos indica que también es necesario interpretarlo por estar en medio de nuestras relaciones y percepciones frente al mundo. (66).

A manera de conclusión quiero ahora citar apartes de Anselmo de Canterbury en su reflexión sobre la prueba ontológica de la existencia de Dios unida a la necesaria formación de conceptos originados tanto en lo académico como en la Fe de la Iglesia: “Pues si existe, aunque sea sólo en el entendimiento, puede pensarse que exista también en la realidad, lo que es mayor. Por consiguiente, si aquello mayor que lo cual nada puede pensarse existiese sólo en el entendimiento, se podría pensar algo mayor que aquello que es tal que no puede pensarse nada mayor. Luego existe sin duda, en el entendimiento y en la realidad, algo mayor que lo cual nada puede ser pensado” (67).


 CITAS Y RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS. 


1.       Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
2.      Nota del autor.
3.      Nota del autor.
4.      Nota del autor.
6.      Método Socrático.
7.      Nota del autor.
8.      Anselmo de Canterbury.
9.      Nota del autor.
10.  Nota del autor.
11.  Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
12.  Nota del autor.
13.  Nota del autor.
14.  Nota del autor.
15.  Nota del autor.
16.  Nota del autor.
17.  Nota del autor.
18.  Nota del autor.
19.  Nota del autor.
20.  Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
21.  Nota del autor.
22.  Nota del autor.
23.  Nota del autor.
24.  Nota del autor.
25.  Nota del autor.
26.  Santos PP. griegos emplearon el termino Deificación para referirse al estado pleno de Gracia en el bautizado.
27.  Nota del autor.
28.  Nota del autor.
29.  Nota del Autor.
30.  Edmund Husserl, filósofo alemán siglo XIX.
31.  Nota del autor.
32.  Nota del autor.
33.  Nota del autor.
34.  Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
35.  Nota del autor.
36.  Nota del autor.
37.  Nota del autor.
38.  Nota del autor.
39.  Nota del autor.
40.  Agustín de Hipona, África siglo V. PP. de la Iglesia latina.
41.  Nota del autor.
42.  Nota del autor.
43.  Nota del autor.
44.  Nota del autor.
45.  Nota del autor.
46.  Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio, conocido también como San Severino Boecio fue un filósofo y poeta latino romano, actividad que compaginó con su faceta como estadista, traductor de filosofía griega y autor de tratados sobre distintas disciplinas como la música, la aritmética o la astronomía. Conocido como el ultimo romano. https://mercaba.org › Rialp › Boecio
47.  Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
48.  Nota del autor.
49.  Nota del autor.
50.  Nota del autor.
51.  Nota del autor.
52.  Filósofos de las escuelas empirista y racionalista europea. 
53.  Nota del autor.
54.  Nota del autor.
55.  Nota del autor.
56.  Nota del autor.
57.  Nota del autor.
58.  Nota del autor.
59.  Nota del autor.
60.  Nota del autor.
61.  Nota del autor.
62.  Nota del autor.
63.  Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com
64.  Nota del autor.
65.  Nota del autor.
66.  Nota del autor.
67.  Fuente: Proslogio, cap. 2 (en F. Canals Vidal, Textos de los grandes filósofos. Edad Media, Herder, Barcelona 1979, p. 67).

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