TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Año B. 1 Samuel
capítulo 8 versículos 4-11; (12-15), 16-20, (11:14-15) Salmo 138. 2 Corintios capítulo 4 versículo 13 y
5,1. Marcos capítulo 3 versículos 20-35.
Samuel
enfrenta las opiniones del pueblo y se produce un dialogo entre este y los
ancianos o representantes de los judíos, ellos buscan tener una Monarquía como
sucedía con sus vecinos pero se olvidan de su pasado y relación con el Dios
revelado. En la visión del Texto inspirado tal solicitud es una falta total de
consideración con Yahveh y un desconocimiento de su propia condición como
pueblo escogido y gobernado por el propio Dios. El querer parecerse a otros
pueblos conlleva en sí una búsqueda cultural distinta en el mundo y rechazo de
las enseñanzas y valores de Fe. Hoy sucede algo parecido cuando el creyente
rechazando el modelo del Evangelio busca realizarse bajo esquemas distintos y
absolutamente mundanos. Quien vive como quiere el mundo terminará rechazando
las enseñanzas de los valores cristianos porque como sabemos el mundo posee su
propia escala de valores y prioridades.
Samuel ve con justa
preocupación la entrada de este sistema de gobierno y advierte sobre los abusos
que tal autoridad absoluta cometerá contra su pueblo. El bautizado hoy se convierte en cómplice
cuando va a las urnas y vota sin consideración alguna por candidatos
francamente sacados de una novela. La falta de responsabilidad y compromiso de
Israel los lleva a pretender ser
gobernados como lo hace el mundo y no como lo determina el propio Dios.
Lo curioso es que las
prácticas abusivas de la Monarquia en Israel correspondía al modelo asimilado
de los reyes cananeos y filisteos, como quien dice, Israel copió el modelo político cananeo y
filisteo lo que sin duda desencadenó una
serie de injusticias y practicas alejadas de Dios y de la ley dada a Moisés. Samuel
critica fuertemente al orden político exigido por sus compatriotas y ve los abusos que el poder egoístamente
vivido ocasiona a las mayorías, Samuel se constituye en un crítico político de su Nación. Finalmente la opción de reinar
cae sobre Saúl, más adelante en el
capítulo 11 versículos (14-15) Samuel invita al pueblo a Gilgal donde es inaugurada la Monarquía asegurándose que
todo el pueblo comprenda y se adhiera a su deseo ferviente de ser gobernados
por Dios y no por un hombre, sus intentos fracasaron y con ello desaparece la
institución de los Jueces en Israel (inaugurada por el propio Moisés). Saúl
inicia de esta forma su reinado y los conflictos con los pueblos vecinos se mantienen
en el escenario de esta Nación. Elí era también Juez de Israel, a su
muerte las condiciones políticas eran las peores desde la muerte de Moisés. La cuestión del impacto político sin duda
precipita la necesidad del pueblo por tener autoridades con respuesta militar y
no solo desde la percepción de su propia experiencia de Fe. Estas actitudes
fueron una contundente violación de la memoria religiosa de Israel y las causas
están insertas en el contacto con otras culturas como era de esperarse durante
sus repetidas trashumancias. Para la historia queda que cuando una cultura
establecida se encuentra con otra en proceso siempre queda en desventaja la nueva.
Tal situación podemos verificarla en el encuentro de los europeos con los
pueblos nativos de toda América.
Si hoy no defendemos la
cultura religiosa y sus fundamentos ético-morales, el mundo moderno hará lo
propio con nuestros valores cristianos. Los jóvenes son constantemente victimas
de estas injerencias culturales que los hacen perseguir sueños importados de otras latitudes. El Evangelio es la fuerza
que se manifiesta en toda cultura y como tal debemos difundirlo. Todo Episcopal es un defensor de las
Escrituras y un propagador de sus verdades reveladas. Pablo nos enseña, tomemos lo bueno y desechemos lo malo y no todo
está permitido y aun cosas permitidas pueden ser destructivas en la vida del
creyente (1 Tesalonicenses capitulo 5 versículos 21-23).
El
Salmo 138, El
Señorío es de Dios y solo de su Ser, no existe posibilidad de que en el plano
de las relaciones naturales el ser humano pueda ser perfectamente feliz y
realizado, no será sino en Cristo donde el creyente encuentra la plenitud de su
ser y vida. La autoridad cuando es legítima y centrada en su naturaleza y
misión proviene de Dios pero cuando es corrupta y centrada en los intereses
egoístas de la clase gobernante de
turno, es solo expresión del ingenio humano. Los reyes de la tierra representan
esos modelos de justicia estrictamente humanos y por ende susceptibles de ser
manipulados como observamos entre nosotros. El manejo de la autoridad en algunos sectores de la Iglesia puede
sufrir similar connotación y convertirse en un flujo de intereses en detrimento
del sentido de justicia contenido en el Evangelio. Los reyes de la tierra
son también los poderes de este mundo seguros en sus intereses y protegidos por
sus estratagemas, las mismas acusadas por el propio Cristo en la Cruz… El amor
de Dios es eterno para indicar con ello que nuestra esperanza no se consuma
totalmente en esta realidad, que la escatológica es el fin último de todos
nuestros esfuerzos.
Debemos defender los derechos de los
bautizados empezando por casa y por medio del testimonio que debemos dar al
mundo exterior y antes, a las relaciones fraternas al interior de la Iglesia. Esta
expresión de justicia es universal y se particulariza en la vida de cada uno de
los bautizados. Es nuestra misión ser justos y no dejarnos contagiar por los
estereotipos de éxito que nos vende el mundo. Para nosotros no puede ser fuente
de felicidad el manejo económico o de privilegios sino un instrumento para
facilitarnos el anuncio. Clérigo que vive bajo los principios del mundo así
mismo será su madurez en la Fe.
En
el Texto a los Corintios el Apóstol Pablo se muestra
pragmático sobre el valor de la experiencia de Fe del creyente, esta
experiencia lo lleva a ser constituido
en testimonio de los cambios tanto personales como eclesiales y que decir del
ser identitativo de la sociedad donde vivimos nuestra existencia terrena como sobrenatural. El hablar es signo
de un conocimiento previo que sin duda bajo esta primicia se refiere a la
vivencia de la Fe. Sin autentica experiencia con Cristo lo demás será solo
libreto memorizado. Puedes resucitar muertos, desmayar gente, danzar, y todo
ello, pero sin una autentica vivencia del Evangelio solo serás un “lorito” que
repite los sonidos que se aprendió. El conocer es categóricamente la expresión
de una vivencia y en el caso del creyente de la configuración de su existencia
con el ser de su Fe en Cristo resucitado. Solo la criatura verdaderamente nueva
en la Fe puede hablar porque conoce…
Pablo
instruye
sobre la realidad y el propósito de la trascendencia del creyente. Nuestra
realidad no es solo o totalmente mundana sino que hay una concreción que supera esta presentación. Es
uno de los temas favoritos de la predicación Paulina, se refiere a la
connotación de eternidad que acompaña la vivencia de nuestra Fe. La auténtica
vida solo será posible superando esta y haciéndola plena en la presencia de
Dios. Somos pues fruto de una esperanza cierta. Ya el hombre exterior deja
paulatinamente su lugar al hombre interior cambiando así las prioridades y los
valores que vive el bautizado. Estamos hablando del hombre nuevo que es
inhabitado por la Gracia Trinitaria. Pablo ve una nueva condición que se
manifiesta en el creyente y le permite expresar luego de conocer: Nuestra presentación
terrenal es pasajera y definitiva la celestial.
La muerte no limita esta
ascensión del auténtico ser humano imagen del Dios vivo y revelado. La Parusía
está en una fase de consolidación y todavía no es segura su perfecta
apreciación, siendo que algunos
cristianos creían que no verían la muerte antes de la segunda manifestación de
Cristo. Pablo esta un tanto dudoso al respecto. Lo importante es la Fe y
confianza del creyente y lo que ello implica como forma de vivir y creer. Para Pablo no se
trata de manipular la Fe y la creencia sino de vivir auténticamente lo que se
cree siendo así testimonio vivo en el mundo y su realidad.
El
Texto Marcano que se ofrece a consideración de este domingo
en la liturgia de la Palabra, es de gran contenido y sobre todo de una
interpretación que refleja el espíritu de este Evangelio. Marcos lo ubica justo
después de la institución de los Doce queriendo significar la consecuencia del
seguimiento inmediato y como el conocer
al Señor es un proceso incluso asemejado con la relación familiar. Jesús vive
un frenesí dando respuesta a tantas y
tantos que le buscan por su fama y milagros. No tiene tiempo de alimentarse
porque la escena de Marcos dice a
gritos, la necesidad de Dios es tal que los seres humanos no tienen consuelo y
donde acercarse para conocerle y amarle. Esta relación tan cercana es la clara
visión de Marcos sobre la forma y modo en la que sus discípulos y amigos
entraran en contacto y construirán una
relación con el Hijo de Dios manifestado en la Carne. Es grande la necesidad en
el mundo. El frenesí es una demanda inminente de Gracia para el creyente que
sabe que necesita de Dios para ser y existir. Los ataques de las autoridades
religiosas de su pueblo no se hacen esperar, la autenticidad de su ministerio
está fundamentado en la restauración integral de la persona y su dignidad y la
respuesta no es una respuesta de sangre o emociones sino de absoluta confianza
y configuración de la existencia bajo esta relación de intimidad y Gracia.
Estos pecados contra el
Espíritu Santo son en sí variados y contextualizados en la manifestación de la
escatología del Reino de Dios en su Adorado Hijo, estamos afirmando que el no
aceptar el influjo de la Gracia y creer que es el mal que alimenta el bien
simplemente saca de contexto la intervención de Dios. Es como apagar una luz y
creer que la oscuridad alumbrará con mayor fuerza que la propia luz. Un corazón
así no deja a Dios ser Dios en su vida y por lo tanto el rechazo es solo una
consecuencia del des-amor de este ser humano. No todo está perdido ya que la Gracia puede
cambiar esta situación y hacer al ser
humano proclive de salvación. Si el amor no se convierte en experiencia, es
decir, sino es espiritualizado en la vida del bautizado no tiene sentido su
influjo y la salvación no se ve en el horizonte de la conciencia humana.
En este trozo evangélico
Marcos nos quiere enseñar que lo verdaderamente importante no es conocer al
Señor por el milagro de turno o la euforia que produce en el creyente sino en
el Amor que está por sobre cualquier dadiva que recibamos. Llegar a ser
auténticos amigos de Cristo es el cometido Marcano por antonomasia. Aquí queda
abonado el terreno para hablar de la filiación y vínculo con el Señor. El
versículo (31) nos dice que la madre y los hermanos del Señor estaban presente
y la respuesta de Jesús puede sonar contradictoria y chocante para muchas
personas, pero en realidad, está dejando en claro el valor de una relación que
se construye a partir de sus enseñanzas y Gracia. El privilegio de ser
parientes está abierto a todo bautizado que vive de esta forma su Fe, quien cree
en Cristo por una sanación o un estado de ánimo eufórico, ese bautizado ya
recibió su premio y no construyó una autentica relación madura y confiable,
mientras más amigos más respeto y comprensión y menos manías de pedir y pedir…
Porque el amor cambia aun lo más difícil y deja a Dios ser Dios en su absoluta
libertad frente a nosotros.
Para el Señor el
parentesco supera la condición del vínculo sanguíneo, sin despreciarlo, solo
que el Evangelio es universal y no puede ser asunto de un grupo de personas tan
solo. Si el Episcopal quiere ser amigo y hermano del Señor entonces a vivir su
Palabra y respetar su Dignidad de Dios revelado. Cristo resucitado nos dejó en
su mensaje la posibilidad de trascender y construir una relación auténticamente
vital y sincera. Dios es Persona y como tal nos dirigimos así a Él. La familia
del Evangelio es extensa y bien intencionada y toda falta contra ella afecta
directamente la relación con el resucitado. Hermano bautizado, hermano clérigo Diacono, Presbítero, Obispo, con tus
acciones puedes edificar a otros en su Fe y con ellas también puedes
entristecer su corazón sino son las apropiadas, no entristezcas a la Iglesia
nuestra Madre… Tu familia ya es más que
tu núcleo cercano, te debes a todas y todos los bautizados.
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