VENDED VUESTROS BIENES Y DAD LIMOSNA...

VENDED VUESTROS BIENES Y DAD LIMOSNA… (Lc 12:32-40)

Lucas no solo está hablando de la Limosna como tal sino el proceso por el cual el Bautizado reconoce el valor de los Medios Económicos y aun así logra darles el lugar que corresponde sin perder de vista la Trascendencia última del Ser Humano, el recurso material es fundamental en la construcción de la Familia y la Sociedad, sería una gran UTOPÍA suponer lo contrario, Lucas está más interesado en delimitar la Riqueza e instrumentalizarla evitando con ello señalarla como esencial para el Proyecto Salvífico como tal, si bien el Dinero es importante no menos lo es el valor de la Persona como Imagen del Dios vivo, debemos tener claro que la Riqueza no es “mala” si cabe a ella juicio Moral, lo que sin duda es contradictorio para el Bautizado será “Colocar” el Dinero en lugar de Dios y contaminar de esta forma su Corazón… Los Pobres para Lucas hay que ubicarlos en una dimensión ESCATOLÓGICA es decir, que a pesar de sus valores Materiales confían plenamente en Dios y hacen de su Espiritualidad la CENTRALIDAD  de sus vidas y no le conceden al Dinero este sitial de honor y relevancia…

NO TEMAS PEQUEÑO REBAÑO, PORQUE A VUESTRO PADRE LE HA PARECIDO BIEN DAROS A VOSOTROS EL  REINO… (32) este versículo viene justo después de la PROVIDENCIA DIVINA es ubicado de esta forma para iniciar la proclamación de la Justicia mediante la Limosna o Solidaridad, es solo el comienzo de todo aquello que debe acompañar la vida personal del Bautizado que necesita  entender con absoluta claridad que la  vida es un DON PRESTADO y que tarde que temprano regresa a su Creador para alcanzar la Felicidad Total y Totalizante, el Corazón es aquí el sinónimo de dicha Vivencia asumida de forma Coherente por el Creyente, la escena está construida sobre una serie de Simbologías propias del DISCURSO ESCATOLÓGICO que ya era empleado en el año 200 antes del Salvador, sin duda debemos estar preparados viviendo un componente de nuestra Fe Cristiana como es la ACTITUD VIGILANTE superando así la única concepción aceptada por los Judíos en aquella época sobre la RETRIBUCIÓN DIVINA,  la Plenitud solo será alcanzada en la presencia de Dios superando la condición inicial de nuestra existencia, estamos ante una amonestación para que pensemos en qué tipo de Bienes estamos acumulando y para quien lo estamos haciendo… TESORO Y CORAZÓN marchan de la mano tanto en esta vida como en la Eternidad… En palabras del Hiponense: SEÑOR NOS HICISTE PARA TI Y NUESTRO CORAZÓN ESTARÁ INQUIETO HASTA DESCANSAR EN TI… O en términos de Riqueza qué tanto estamos educando para vivir la Justicia que brota del Evangelio o solo de nuestros intereses personales, al respecto meditemos con tranquilidad y profundidad el Versículo (34).