jueves, 18 de junio de 2015

SALMO 42... FUNDAMENTO DE LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL DEL CREYENTE.. EL HIPONENSE.

SALMO 42… FUNDAMENTO DE LA BÚSQUEDA ESPIRITUAL DEL CREYENTE (San Agustín de Hipona).

Nuestra Espiritualidad es un continuo “Caminar” a lo largo de este desplazamiento se Ilumina nuestro Ser, se produce en el Creyente en aquel que optó por el Salvador una Sed de carácter Espiritual, un necesitar continuamente de Dios y darle la relevancia y espacio en nosotros para que su Amor se pueda manifestar paulatinamente en el Bautizado, es pues, una relación absolutamente necesaria y vital, esta relación pasa por sobre los problemas y dificultades propias de este “Caminar” Como jadea la sierva, tras las corrientes de agua, así jadea mi alma, en pos de ti, mi Dios… Inicio del Salmo 42.

Es una Sed existencial que nada en este Mundo por atractivo y llamativo puede saciar es más la Interioridad que clama por su constante Huésped, por disfrutar de su pleno conocimiento y al nivel que solo el Bautizado puede trascender, Sed de Dios de su Amor y de su Gracia, Sed de ser transformados en la Dignidad de los Hijos de Dios… Ver tu Rostro, es sinónimo de Trascendencia e Inmanencia,   de Gracia y Liberación,  de perdón personal y Divino, de Encuentro y Amistad, de Amor y Sanación Integral, una palabra es suficiente para decirlo a plenitud Solo nos afirmamos en el Amor de Dios, por extensión en el Hijo y en el Espíritu Santo, el Amor Divino por Antonomasia.

Las Lagrimas del Salmista, son su confrontación con la Realidad que su Fe transforma paulatinamente, constante y vivamente en una relación de Pureza espiritual, se hace sensible y capaz de rechazar el pecado que como es natural se manifiesta aun en las intenciones más santas, también llora de Alegría al saberse cerca de su Señor, al dirigirse a la Tienda del Encuentro, lugar por excelencia de la Presencia de Dios entre su Pueblo,  anhela vivir una vez más el encuentro festivo con su Dios y Señor (5).
Esperar en Dios es su consigna de vida y mueve todo su ser a esta noble causa, la que sin duda le produce todas sus alegrías, al respecto de esta afirmación que hizo suya el Hiponense: Muchas personas se maravillan de los Paisajes y Monumentos y hacen grandes viajes para admirarlos y pasan de largo ante la Belleza de su Interior donde reside la Verdad. La Sed es Interior y solo la Fuente de la Gracia podrá Saciar totalmente, aun superando estos enamoramientos Sensibles aquel Hombre y Mujer viviendo su Espiritualidad encuentran las dificultades propias de la Vida y su Intríngulis,   pero la consigna es una y solo una, Lucha y Luchar por vivir sus convicciones y opción de vida en el Espíritu,  el Mundo no lo entiende y busca tan solo satisfacer pasajeramente sus deseos y paradigmas materialistas, pero aun así se siente y sabe que es bendecido con la Gracia y la Oración como Contemplación de Dios (9).

Este sufrimiento espiritual se asemeja a Cristo y su Pasión figura desde siempre contemplada por los PP. De la Iglesia: Con quebranto en mis huesos, mis adversarios me insultan, todo el día repitiéndome, En donde esta tu Dios? (11)… es pues una experiencia que taladra las bases de la Fe pero pasado el sufrimiento las alegrías son infinitamente superiores y nos llenan de Certeza de Dios cada vez más presente en nosotros, bien expresó Platón: Amar Duele  o el Hiponense en la misma dirección: Nadie Ama lo que no conoce aun en el dolor o la enfermedad conocemos y somos conocidos por el Amor reparador de Dios, el Compromiso del Creyente es uno vivir en dirección del Amor de Dios así cada prueba se convierte en Camino revelador de este Amor, una Revelación que anida en el Ser y sus Emociones al punto de contagiar de esta Alegría Espiritual nuestra Cotidianidad, Ya no estamos solos como el Levita Inspirador de esta Bella Suplica, estamos en Comunión de Afectos y Emociones y Juntos unidos en esta continua búsqueda con la Madre Iglesia podremos manifestar que esta Gran Sed es saciada desde y para siempre por el Amor de Dios.

La confrontación del Levita (Sacerdote) con su propio ser en una bella Introspección de su Espiritualidad le lleva como es de esperar a ratificar su Fe y constancia en la misma,  nada podrá hacerle perder de vista la realidad de su Fe y la fuerza de la Gracia, dirá con absoluto convencimiento: Espera en Dios, aun le alabaré, Salvación de mi rostro y mi Dios (12)…   Dios en su Misericordia nos ha concedido beber de sus fuentes que se abren gracias a las aguas del Santo Bautismo, nada será lo suficientemente poderoso para alejarnos de su Amor, nada podrá derrotar un Corazón dispuesto para el Amor y la entrega de Fe. Es una Sed que al ser satisfecha salta por toda la Eternidad, que puede desplazar todo lo que no provenga de Dios, un Agua de una característica bien especial que solo podemos beber en la Oración y Meditación, dejemos de pensar como la Samaritana, dejemos de creer en Aguas pasajeras” bebámosla desde los campos y Arroyos de la Iglesia, de ella su depositaria y guardiana, permitámosle a la Gracia adentrase profundamente en nuestra existencia, que en contraposición con la Sierva la Gracia de Dios nos sacia y transforma de  Adentro hacia fuera con la fuerza de su Amor, esta Inhabitacion de la SS. Trinidad en el Creyente llamada así  afirmar categóricamente: No saben ustedes que son Templos del Espíritu Santo (1Cor 6,19). Nuestra Oración debe ser abrazada por la Confianza y Constancia necesarias para trascender, así lo entiende el Hiponense al indicar que Cristo era Maestro Interior portador  y potenciador de nuestras Suplicas al Padre Dios bajo la Gracia y Luz del Espíritu de Dios, entrando asi en la Comunión Trinitaria. Un solo corazón y una sola Plegaria capaz de llegar a su Presencia por al insondable presencia de dios en la misma Interioridad del Ser Humano… Orar y Orar es confiar y confiar en ser escuchados y sobre todo arropados por la Misericordia de Dios… Solo la constancia en la Oración nos llena de Confianza para continuar unidos de esta forma a Dios, no desmayes nunca, insiste a tiempo y destiempo, diría el Hiponense.  


  

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