TEOLOGÍA DEL SALMO 69… SALVUM ME FAC.
La Salmodia nos ofrece su gran riqueza e
ilustración sobre todo tipo de experiencias de Fe que los Creyentes vivieron y
viven en el presente, los Salmos retratan con precisión Psicológica la
vida y obra de sus autores, al punto de
manifestar que cada Línea o Versículo obedece a una muy particular forma de ver
la Espiritualidad y sus manifestaciones… El Cristiano Ora con los Salmos, el
Creyente se siente identificado con ellos y su contenido tan variado como la Fe
del Bautizado… La Teología presente en el Salmo 69 puede generar polémica bien
entendida al vincular tanto las añoranzas como la Imprecación que corresponde a
un estado de Moral Imperfecta vivido por el Pueblo de Israel, esta especie de
mezcla genera por demás una posición bien particular en el Orante, miremos
apartes del mismo:
Sálvame, oh Dios, porque me llegan las aguas al cuello (1)… Las aguas
son aquí sinónimo de crisis y confrontación donde esta en dificultad la Fe del
Salmista y de los que por intermedio de su experiencia Espiritual viven en
circunstancias similares o idénticas, es un grito desgarrador pero a la vez
confiado que nos recuerda la experiencia y actitud de Pedro cuando Jesús le
invita a “Caminar sobre las aguas” la
falta de Fe puede convertirse en una maravillosa oportunidad de Creer en la
perspectiva de la Salvación y auxilio divinos, el relato hecho Oración
cuestiona las bases de la seguridad terrena, la misma seguridad de la que
se carece dentro del Agua, las aguas profundas son sin duda, la crisis que se produce en la vida y en sus relaciones
que en la obra de los Creyentes se reviste de cuestionamientos apenas
naturales, estos son fruto de la poca profundidad en el Amar y Creer en Dios
Revelado en su Hijo y el Santo Espíritu de su Amor.
Los enemigos de los que hablan los
versículos subsecuentes son consecuencia de la opción por Dios en nuestras
vidas, con razón los PP. De la Iglesia los remiten a Cristo y su Pasión… Solo
una autentica Fe nos permite soportar en los términos Cristianos de esta
expresión cuanto sucede con nosotros, la dificultad es el Crisol que prueba
nuestra entrega a Dios en cada faceta de nuestras vidas, una entrega que
reviste características propias de la Gracia, cuyo Inmanente es el Amor
experiencia y vehículo de Fe, es una bella analogía que mueve al ser en su
Plenitud Cristiana: Ciertamente por Amor
a ti he sufrido afrenta, la vergüenza ha cubierto mi rostro en una decisión
de Fe que le puede apartar de los suyos en cuanto a relaciones meramente
carnales y afectivas, la consecuencia de esta afirmación la transparenta el
Versículo (10) Me consumió el celo por
tu casa, las afrentas de los que te insultaban cayeron sobre mi… La opción por Cristo significa una muy
especial predilección por su Evangelio y disposición de seguirle radicalmente y
ser fiel a su Iglesia, muestra una Eclesiología bien interesante como respuesta
a la crisis y el conflicto que se genera en la vivencia del Mensaje Cristiano.
Los Versículos (11 y 12) son la
respuesta de un Judío practicante desde su propia experiencia de Fe donde la
Oración es determinante para afrontar esta crisis y el rechazo que el Modelo
Socio-religioso le genera, la respuesta es Interior: Pero yo oro a ti Señor, en el Tiempo que has fijado, la Oración
alcanza Misericordia pero también cuestiona nuestra entrega y respuesta a
Cristo, el Socorro es visto como respuesta amorosa e
inmediata de Dios que sabe el sufrimiento de sus Hijos y acude antes de que sea
demasiado tarde toda suplica confiada recibe una respuesta segura sin
importar la figura usada para describir la fatalidad del que Ora
incesantemente, al respecto dice el Hiponense:
Ora e insiste a Tiempo y a
destiempo, no permitas que la tribulación sea más fuerte que la Esperanza
en tu Corazón.
El Salmista invoca la Misericordia
de Dios que no es otra cosa que la materialización de su Corazón y este como
figura referente de su grande Amor por la Humanidad, que asume la manifestación
triple de Amor Creador, Redentor y Santificador… El Rostro de Dios (19) es
figura de Dios que atento acoge en su corazón las Oraciones y suplicas de sus
Hijos, es pues su Rostro figura cierta de su Voluntad Salvífica e Identidad
para el Bautizado que sabe ser visto por
Dios con ojos amorosos.
La Mirada de ese “Rostro” encarna
la Justicia de Dios sobre nosotros y todas nuestras circunstancias de vida
donde Opera Santamente la Gracia Divina, es el Modo de decirnos que nos Ama y
nos asiste siempre (21).
La secuencia que sigue es sin duda
alguna Cristológica, así lo ven los PP. De la Iglesia, al señalar: Me pusieron hiel por comida, y
en mi sed me dieron a beber vinagre (23) pasaje citado a propósito de la Pasión
del Salvador, y que esta presente en la forma como los romanos condenaban a
proscritos a muerte y aliviaban su dolor mediante una preparación similar al
vinagre, la secuencia inmediatamente posterior en el Texto se refiere a la noción
Judía de la Retribución en una perspectiva que supera a la idea de la Retribución
terrena que no trasciende ni espera
literalmente Socorro mayor al recibido, la visión del Salmista rompe con esa
idea al suponer y esperar confiado en la trascendencia como consecuencia de su
esperanza en Yahve.
Esta posibilidad genera en el
Creyente un orden de Justicia distinto al preconizado por las Instituciones Judías:
Porque el Señor escucha a los menesterosos,
y no desprecia a los prisioneros (35)
Jesús enmarca su propuesta del Reino de los Cielos bajo el Signo de la Justicia
que retribuye desde la integralidad del Ser Humano en todas sus facetas o
dimensiones, en la actualidad empleamos el termino Promoción Humana para
referirnos a estas bendiciones y necesidades en la Persona Humana y su Dignidad…
La Promoción es causa y motivo de la Liberación de Dios que se manifiesta en el
Orden Justo al respecto diría el Hiponense: En las leyes injustas no esta presente el Pueblo. Dios escucha a
quienes son víctimas de la injusticia y se ven obligados a renunciar a su
Dignidad siendo alienados tanto por las privaciones como por las estructuras de
pecado que hace de sus vidas presa favorita, la Confianza y reclamo del
Salmista busca conciliar en su vida tanto Social como Espiritual un orden Justo
donde la violencia y sus manifestaciones no lastimen su Propósito de vida.
El Nombre de Dios en la concepción de
esta Espiritualidad se convierte en el depositario de todo Tributo y Liturgia,
recordemos que el Nombre expresa la Naturaleza de su portador y también habla
de sus atributos o componentes. Nuestra Espiritualidad Adora el Santo Nombre de
Dios como referencia de la Naturaleza y Persona Divina (Dios Trino y Uno)… Siempre
sobresale la plena Confianza en la intervención de Dios y la Totalizante implantación
de su Reino y Justicia: Porque Dios salvará
a Sion, y reconstruirá las ciudades de Judá ; los desterrados volverán allí y
la poseerán (37) se hace referencia por parte del Autor a la Diáspora
(Siglo VII a.C) que fue asumido como consecuencia de las
infidelidades del Pueblo que vuelto la espalda a Dios niega su Señorío y se
abandona a Alianzas meramente humanas alejándose
de quien le podría Salvar o Liberar.
Culmina con la Promesa de su
absoluta reivindicación a la luz de su Fe y Esperanza, no es de otra forma como
Dios actúa en el Ser Humano y en la Sociedad, solo quien espera y confía recibir
podrá disfrutar el Fruto u Objeto de su espera (38) nosotros no perdemos de
vista que la Integralidad de nuestra Fe supone una irrestricta Confianza que se
transforma dialécticamente en Esperanza cierta tal y como queda designada en la
Resurrección del Salvador, no desmayar en nuestra Oración y propósito es vital
para la maduración de nuestro Proyecto de Vida en el Espíritu. Esta por demás afirmar
que la Solidaridad de Dios no tiene comparación alguna en nosotros pero si
disfrutamos de su Amor transformador de vida y propósito…
Rev. Diego Sabogal.
C.E.T Bogotá en San Pablo.
Catequesis sobre la Salmodia.
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