LA PESCA MILAGROSA… (Lc
5:1-11). MAESTRO TODA LA NOCHE HEMOS TRABAJADO Y NO HEMOS PESCADO NADA.
El Ministerio de Jesús le lleva por caminos que develan las relaciones cotidianas
de los Seres Humanos y el momento justo en el que Dios interviene, cosa similar
encontramos en la escena acaecida en el lago de Genesaret, y es perentorio el
aglutinamiento de las Gentes al escuchar la Palabra de Dios… Jesús irradia con
su Mensaje el futuro desarrollo Pastoral de sus Discípulos, es imperativo convertir aquella faena de pesca en un
episodio grande de Evangelización, donde la palabra estructure las experiencias
personales y colectivas de los Hombres y Mujeres que escuchan y escucharan este
Pasaje Evangélico.
Funge la Iglesia (Vida Diocesana) como interlocutora de estas
experiencias que reclaman dinamismo en la comunicación del Mensaje Salvífico, y
donde cada Clérigo asume con responsabilidad el papel fundamental de Transmitir
Evangelio no solo en la Liturgia sino también, en la misma Cotidianidad donde
vive de lo que en la fe celebra como prolongación de la magnitud Litúrgica por así
decirlo… Jesús no invita inicialmente a contribuir con el Reino, pero si tomas
el Pasaje de Mateo (4,19),””Venid en pos
de mi y os haré Pescadores de Hombres””, fácilmente conectaras la abundante obra con el
Mensaje de Esperanza, figura de la posterior “Pesca de Hombres para su “Reino”,
concluimos la gran Promesa que el Señor nos hace, esta Promesa esta unida indisolublemente
con el ejercicio del Ministerio y sus variantes o complejidades. La Dignidad
del Ministerio Ordenado es tan grande que necesitamos como indica el texto “hacer
Señas” para que otras y otros se sumen a esta maravillosa Misión, (6-7).
Aunque Pedro de rodillas tiene puestos sus ojos en su
Historia personal, Cristo mismo, mira la Historia Humana y su necesaria Redención,
muy posiblemente aquellos Pescadores, ignoraban la connotación del “Llamado” y
por aquella idea el ”Llamado” no es inmediato hasta que ellos y nosotros
comprendamos y vivamos perfectamente el Ministerio recibido en esta Iglesia o Pleroma de Cristo.
La vida Diocesana hace de las Congregaciones redes de pesca
atentas y dispuestas para “Capturar” en nombre de Cristo su botín precioso, por
encargo expreso de su Señor… Cuando estas dudan entra ella como Madre y Maestra
a transmitir Seguridad, Confianza, y Guía, siendo esta misma la barca de la cual Cristo
calma constantemente los vientos de la
vida y el quehacer de sus tripulantes, de sus fieles…
El reclamo a manera de Información de Pedro nos deja la sensación
de asegurar la intervención Divina en
nuestro trajinar como Familia de Fe y vida en el Espíritu. Esta intervención es
prospera y fundamenta nuestra razón de ser y Existir como “Institución al
servicio del Evangelio”, la vida Diocesana Espiritualiza,
en gran medida la misma riqueza del Evangelio y la vida Sacramental, y las
sirve a los Fieles que se congregan en torno de la misma…
Es aquí donde la Identidad aflora en las practicas de una
verdadera “Religión Interior”, que
no solo estructura el “Acto Humano” desde una postura Ética y Moral, sino que
lo redefine en la percepción de una Conciencia guiada y regida por la única norma
posible “el Amor”, sin excluir la
Disciplina de sus cánones.
Aquellos Hombres, dice el Texto Sagrado que “Trajeron a Tierra las barcas y dejándolo todo
lo siguieron”, Ellos dejaron en Manos de Cristo sus herramientas y le
siguieron atentamente confirmando así la Universalidad del Evangelio. Este Domingo
viviremos en Comunión Eclesial las efemérides Diocesanas, en compañía del
Obispo, Clero y Feligreses, en Cristo Señor y Maestro de su Iglesia…
podemos decir del capítulo que recoge la ética en todas las formas como son: sofistas. Ley del más fuerte, la parte comercial griega, y la evoluciona del hombre a lo que todavía no se puede decir a ciencia cierta que teoría es válida para su origen en el mundo.
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