martes, 29 de abril de 2014

LOS AMIGOS DE JESÚS... CAMINO A EMAUS.

LOS AMIGOS DE JESÚS CAMINO A EMAUS. (Lc 24:13-35).

Nos aproximamos en perspectiva de nuestra Espiritualidad donde esta la raíz de la Revelación del Resucitado a sus amigos, y destacamos la dinámica de Lucas al definir este proceso con el termino Camino que más que una cuestión de “Ruta” indica el “Movimiento del Alma” que busca al Salvador en las circunstancias de vida… “ Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acerco y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran” (15-16).

Sus ojos “Retenidos” bello termino para definir el estado espiritual de estos Hombres de cara a una realidad, pero a la vez desligados de la trascendencia de la misma, es como generar solo una “Muy Humana interpretación de lo acontecido con Jesús” su estado Emocional, es reflejo de su fe y experiencia traumática en la escena de la Cruz (17) donde la comprensión se resiste a dar paso a la fuerza Sublime de la Experiencia con el Resucitado o síndrome de Tomas, donde la naturaleza de la acción Salvífica es abocada a una simple interpretación Humana, robándole por así decirlo, su Misterio y trascendencia (Contenido)(18)… Los Tres días señalan la figura cierta de la Resurrección (Ireneo) (21).

Según estos personajes la noticia fue dada a conocer por algunas Mujeres, pero en ellos no se dio la constatación espiritual de aquella manifestación de Dios en la Persona Adorable de su Hijo; tal aseveración determina para nosotros Estadios o Momentos de Espiritualidad, donde prima la vivencia y conciencia sobre la Comprobación fenomenológica de la Resurrección, aun aterrizada en la historia como Única,  Trascendente, e Inmanente a la vida del Creyente. El Sepulcro vacío hace referencia directa a la primera prueba de la Iglesia Primitiva sobre la Resurrección de Cristo (24). La Postura de Lucas en Emaús es ante todo la Postura del Creyente que siente en su corazón que el Señor esta vivo y conectado de una manera muy Especial a su existencia, que gracias a la participación en los signos del cristiano puede sentirle vivo (Eucaristía, Oración, Fraternidad) estableciendo un vinculo Sobrenatural que modifica su propia Percepción y la de su Entorno (30), para este Evangelista el Signo de la Fracción del Pan y el Pescado son el Centro de la vida Resucitada del Creyente, lo que nos lleva a sus propias palabras “Entonces se les abrieron los ojos  y le reconocieron, pero Él desapareció de su lado, se dijeron uno al otro: No estaba ardiéndonos el corazón? (32) aquí en corazón es el centro de la experiencia y con ella, los sentimientos hablan de la emotividad  de este encuentro Intimo y fraterno a la vez… Es pues Emaús, el Signo vivo de la Espiritualidad Cristiana”…
    

                        

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