DOMINGO DE RAMOS…
ESPIRITUALIDAD DEL ENCUENTRO CON CRISTO.
La Tradición de la Iglesia nos indica que la celebración de
las Palmas o Ramos esta revestida de un fuerte componente emotivo y que hoy es precisamente
nuestro interés, más allá de la Teología y enseñanza al respecto. Miremos la
fuente Escrituristica: Cuando se
aproximaron a Jerusalén, al llegar a Betfage, junto al Monte de los Olivos,
entonces envió Jesús a dos de sus Discípulos, diciéndoles: Id al Pueblo que
esta enfrente de vosotros, y enseguida encontrareis un asna atada y un pollino
con ella; desatadlos y traédmelos. Y si alguien os dice algo, diréis: El Señor
los necesita, pero enseguida los devolverá… Esto sucedió para que se cumpliera
el Oráculo del Profeta: Decid a la hija de Sion: He aquí que viene tu Rey, manso
y montado en un asna y un pollino , de hijo de animal de yugo… (Mt 21:1-5),
Jesús quiere indicarnos con esta acción el
cumplimiento de una profecía pero sobre todo, esta dispuesto a desmontar los
esquemas alienantes en la vida del Cristiano que sin reconocerle en su aproximación
vive preso de las vicisitudes y las estructuras de pecado que le rodean, aquel
animalito -recalca Mateo- es de yugo lo que nos indica su nobleza y entrega a
favor de sus amos, indispensable en aquella época para los Cultivos y
transporte de los frutos…
Es Cristo quien sale a nuestro Encuentro y espera ser
reconocido no de forma superficial como aconteció en su Entrada a Jerusalén,
sino desde la Intimidad cierta que nos brinda la Experiencia genuina de nuestra
Fe, y por consiguiente la Espiritualidad… Es similar la Intención de los Textos
Sagrados al mostrar en la escena de Lázaro
(Su muerte y vuelta a la vida) la forma como se conjuga en Jesús el Verbo Apropincuar o aproximarse es clara indicación
del movimiento del Alma creyente que aborda su vida en la dinámica del Evangelio
siempre activo, reflexivo y productivo…
Atentos al llamado del Maestro, asunto
recurrente en la vida de Lázaro y sus hermanas, Marta y María, recordemos la
forma como abordan a María y le indican que Jesús la busca: Magister allec et vocat,(Jn 11,28)
estas situaciones bien concretas nos hablan de una Espiritualidad que
trasciende y enfrenta los problemas más complejos pero que al hacerlo ratifican
en el cristiano la presencia de Cristo que sale al Encuentro del Alma y sus “calamidades”
o también sus triunfos… Sin duda, podemos afirmar que Jesús se entristeció al
ver solo el movimiento de la curiosidad y no de la convicción entorno a su arribo a Jerusalén. La aclamación Mesiánica
se convirtió luego en sentencia de muerte, (Gran Paradoja) es aquí cuando la
obra de Cristo se torna dramática y muy a pesar del algarabío de la gente
vecina a este acontecimiento (Experimenta la soledad)…
Nosotros debemos tener
presente que estamos abocados a tomar posiciones serias y maduras en la Fe y
recibir a Jesús con la plena disposición del Alma y el Corazón… Que aclame tu
vida y obra al señor que viene a ti con los brazos abiertos a “robarte algo de
ti y los tuyos” pareciera que pensamos de esa manera cuando no tenemos tiempo
para Él… Pasa de la novedad de tu Fe a
la maravillosa espiritualidad de la intimidad con el Dios de la vida.
Bien diría al respecto San Agustín, que Jesús no entró a Jerusalén
en la pompa de un Monarca sino en la Humildad de quien vive la Voluntad de Dios y se recrea en su intimidad…
Esta familiaridad es importante en la madurez de nuestra Fe, aclamamos al Dios
de la vida desde la vida misma y sus Dones la enriquecen grandemente…
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