PROLOGO DE JUAN… SÍNTESIS TEOLOGICA SOBRE LA PERSONA DE JESÚS Y ANTESALA AL EVANGELIO DE LOS
SIGNOS.
Juan sintetiza maravillosamente en su prólogo, la teología de
la Persona de Jesús, (1:1-18), siendo una perfecta obertura del Evangelio de
los Signos y de fuerte tendencia marcada por los Diálogos que nos aproximan
paulatinamente a la visión reveladora de la Naturaleza de Jesús, (1,19 a 12, 50), podemos manifestar que como
Juan ninguno, a la hora de instrumentalizar el Dialogo que se convierte en un
poderoso vehículo literario que revela a Jesús en su Misión y Carisma… Es
precisamente esta disposición de sus ideas y discurso en su Unidad literaria
que amparada en la repetición de su comienzo por así decirlo, nos deja conocer
el desarrollo de lo que será el armazón de su Teología, miremos como ejemplo
(1,3), cuya secuencia nos induce a recordar en su discurso la misma
intencionalidad, mostrar la Naturaleza del Verbo como Principio e igual al Padre “Por medio de la Palabra se hizo todo y sin ella no se hizo nada… El
Mundo se hizo por medio de ella…” (Vers 3 al 10), para Juan la Revelación
de Jesucristo se transforma en Auto Revelación en su discurso, pero esta Auto
Revelación dependerá en gran medida de la disposición del Cristiano de acogerle
en el Mundo, es decir, en su personal Realidad la manifestación de la Palabra
hecha carne, de lo anterior se desprende la urgencia de Juan por darnos a
conocer a Jesús como Hijo de Dios y en Comunión con el Padre (Vers 2) afirmando
así su Naturaleza Divina, miremos “ La
Palabra estaba junto a Dios…La Palabra era Dios…(Vers 1,2).
Aquí el Mundo es antagónico, y la figura de la Luz, es
anterior y posterior en su discurso en la misma dinámica de la aparición de la
“Palabra” como Atributos que describen la misma Identidad, pero introduce el
testimonio valido de Juan, “Hubo un
Hombre enviado por Dios, el cual se llamaba Juan a dar Testimonio de la Luz”
(Vers 6,7). El Bautista representa a
aquellos y aquellas que hacen de su Fe una experiencia reveladora de la
presencia del Verbo en el Mundo y particularmente en sus vidas, para luego
definir su inclusión en la totalidad de la Creación. Al respecto ya los PP. De la
Iglesia dejaron constancia sobre la relación en la “doble composición” de
Cristo, Dios y Hombre, así lo leemos en San
Ireneo de Lyon, y también podríamos citar a Orígenes en su argumento sobre la Relación
del Verbo y el Alma de Jesús,
miremos, “El Alma Humana de Jesucristo es
el punto de unión de la Humanidad del Verbo. Atraves del Alma el Verbo se une
al Cuerpo y ambos son Divinizados por la Unión Cuerpo y Alma a dicho Verbo” Sin duda orígenes busca el punto de relación
esencial entre el Jesús histórico y el Cristo de la Fe, trasladando la argumentación
al terreno de la Conciencia en Jesús sobre su origen Divino (Naturaleza y Persona)
para este ultimo término los PP. Griegos acuden a Prosopon o Persona. Fue el Concilio de Nicea en su Formula de la fe
o credo, donde queda ratificada la “Unión Esencial” del Padre y el Hijo, definiendo
que en Cristo el Verbo Encarnado y anunciado por Juan en su prólogo, (1:1-18),
hay una sola Persona (Divina).
Quiero recordar las palabras de San Atanasio de Alejandría, (Siglo
IV) sobre el prólogo de Juan “El Verbo, pues, se ha hecho Hombre para
que el Hombre al volver a ser la Imagen del Verbo, pudiésemos ser Divinizados y Salvados”.
En el pensamiento Agustiniano queda manifiesto la irrupción Salvífica
de la Persona Divina de Jesucristo Hijo de Dios, que en el Verbo entra en la
historia de la Humanidad con la fuerza de Dios en su Hijo y manifestado en el Espíritu
Santo, a diferencia de los anteriores PP. San Agustín redefine esta relación salvífica
argumentando que el Amor es el hilo conductor de la Gracia y esta como Don u Opción
Gratuita no condiciona la Libertad del Ser Humano, Dios actúa por Amor,
palabras que hicieron eco en el Concilio de Cartago el 418.
En lo más recóndito del alma podemos hallar un ser trascendente por eso en los monasterios se contempla a Cristo entre luchas y vaivenes del pecado, los cuales el ser humano se debate diariamente en el mundo que se muestra en su condición, tal como se trata es la forma cristiana de llegar a una trascendencia espiritual, los cursos que se buscan son temas de misticismo y espiritualidad.
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