DIEZ LEPROSOS QUEDAN
LIMPIOS… SE RESTABLECE LA PERFECCIÓN. (Lc 17:11-19).
“Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, al
entrar en una Aldea le salieron al encuentro Diez hombres leprosos…” (11-12).
Lucas quiere iniciar este relato manifestando la “Dinámica de Cristo”,
caminando indica necesariamente la presencia de un “Camino” de una Ruta que
seguir y a donde llegar, encontramos este paralelo con (Lc 18,35)… Tal
introducción nos refiere en Transito, movimiento, experiencia de fe para
reconocer al Salvador pero en Nueve de ellos solo fue transitoria fácil de
adsorber por el “Mundo”.
La Ley aplicada a los leprosos, se relacionaba con el Día de
su “purificación ritual”, encontramos dos rituales posibles para tal fin
(Superados por Jesús), haciendo del último de ellos un “Texto Unitario” en la
composición Escrituristica del A.T. (Para confrontar puedes mirar, Lv 14:1-32 y
Num 19,1ss), retomando la Idea inicial podríamos notar que la Unidad y
Perfección de la respuesta de aquellos Hombres se rompió totalmente al regresar
solo Uno, quedando claro que el Error también se convierte en enfermedad
(agrega San Agustín), y que el romper la Unidad que nos lleva a la Perfección
es Consecuencia directa de la enfermedad Espiritual que limita cualquier tipo
de tratamiento y la necesidad de aceptar el error y trabajar para resarcirlo…
Cristo atiende la Integralidad del Ser Humano y no solo se
detiene en lo Físico, en la Fisiología del organismo como algunos esperan ver
en Movimientos Eclesiales Coyunturales… Fueron Diez los curados los restituidos
en Dignidad y Libertad pero solo Uno articuló perfectamente la Gracia recibida
y la agregó a su vida superando así la mera experiencia de sanación Corporal.
Luego de mostrarse a los Sacerdotes Judíos, regresó el samaritano remarcando
una vez más que los vínculos con Cristo superan la Geografía, la Cultura y por
Antonomasia, se convierten en Universales para cada uno de nosotros…
Concluimos que la Fe entregada a cada uno de ellos solo fue
Sembrada satisfactoriamente por Uno de ellos, los demás la dejaron partir
puesto que sus intereses eran solo “Humanos y no Trascendentes”.
La Unidad es una realidad en la Integralidad del Ser Humano,
la Integralidad es la respuesta plena del ser Humano a la necesaria y vital
relación con el Dios de la Vida… Miremos nuestras vidas en perspectiva de
Unidad y diagnostiquemos a tiempo en que facetas de la misma no permitimos a
Dios entrar perfectamente… Eres verdaderamente Libre en la medida en la que
Cristo te haga libre y tú te afirmes en su Libertad. Somos Atributo por así
decirlo del Amor de Dios y Dios no quiere nada que rompa esa cualidad en
nuestras vidas y mucho menos la Enfermedad es Voluntad de su gran amor, la
dolencia es consecuencia de la misma Existencia y nuestro componente Biológico,
Afectivo y Emocional…
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