miércoles, 5 de marzo de 2025

MIERCOLES DE CENIZA.

 

MIÉRCOLES DE CENIZA. Isaías capítulo 58 versículos 1-12. Salmo 103. 2 corintios capitulo 5:20b-6:10. Mateo capítulo 6 versículos 1-6, 16-21.

Miércoles de Ceniza marca el inicio de una celebración de corte penitencial en la Iglesia cuyos registros llegan al siglo II y posteriormente al siglo IV, gracias a la reflexión por parte de los santos PP. De la Iglesia tanto latina como oriental. Durante este tiempo la oración, meditación de la Palabra de Dios, así como el ayuno y la limosna y ofrenda deben alimentar nuestro espíritu y fortalecer la relación amorosa con el Dios revelado. Gregorio VII en el siglo XI desarrolló la primera liturgia para la bendición de la Ceniza empleada el día de penitencia denominado “Miércoles de Ceniza” en el presente los romanos, griegos, anglicanos lo conservan en su liturgia con algunas modificaciones propias. El profeta Isaías, nos ilustra sobre el auténtico ayuno que debemos observar para concluir en su reflexión con la necesidad de un gesto de amor y misericordia con los demás ya que el ayuno es por definición la sensibilización nuestra con respecto   a quienes nos rodean, bien diría Martín Lutero: Las obras buenas que practicamos no son útiles a Dios, pero si a nuestros hermanos. El profeta del mesianismo nos invita a considerar al otro y dimensionarlo justamente en nuestros corazones. La manera como procedemos debe ser revisada cuidadosamente no sea que por noble que esta sea o se muestre en verdad sea solo manifestación de nuestra autosuficiencia frente a Dios. El ayuno que no repare nuestras relaciones con el prójimo y con la naturaleza será simplemente un acto de disciplina al no consumir alimento alguno, pero poco provechoso en la manera de generar conciencia sobre la vida en todas sus formas.

Hoy se hace un ingente llamado a la Justicia en nuestras vidas y en la forma como edificamos nuestro entorno, el pecado se apoderó hace ya rato de muchas obras y les cambió su esencia. Hoy seguimos creyendo que la guerra puede solucionar los dramas de la vida. Ya la vida vale dependiendo de la óptica política que la vea y defienda, ya no es la vida como obra de Dios sino la connotación política, económica y cultural del ser humano lo que en verdad cuenta y pesa. Vale más un conflicto en Sur América que en el Caribe, ese ayuno de Justicia es en verdad necesario y determinante hoy para construir la paz mundial y regional. Solo Dios levantará las ruinas de nuestra vida y su cultura, solo Dios dejará a salvo la existencia de los seres humanos por sobre las pretensiones del mundo. La libertad, el orden, la justicia, son valores universales que brotan del Evangelio y su auténtica praxis. Isaías nos invita a valorar la relación vital con el otro y ser justos con él, iglesias, clérigos y feligreses que se comportan como hegemónicos desdibujando la Caridad de la Iglesia en sus actuaciones y determinaciones… Ayunemos de odio, ambiciones, dignidades, primeros lugares, de buscar esta o aquella congregación donde se gane un poco más de dinero o simplemente donde se traben relaciones de provecho para la familia. Son solo algunos de los componentes nobles de una praxis contraria al Ayuno cristiano dimensionado en todas las facetas de nuestras vidas…

 El Salmo 103, nos habla sobre el perdón de Dios y todo lo que produce en nosotros. Bendecir a Dios es ser coherentes con lo que decimos creer y por ende vivir. Somos fruto de su amor justiciero y nada de lo opuesto a su Justicia reinará en el bautizado auténticamente comprometido con el Dios vivo. Dios perdona, pero ese perdón solo se manifiesta cuando verdaderamente deseamos ser perdonados. El Episcopal debe vivir como perdonado y amado y darle la espalda al pecado y sus maquinaciones pasadas. Dios es amor y el perdón es fruto de su infinito amor. El Salmista tiene claro que el perdón se vive y no solo se pide, basta de vivir solo categorías cómodas para nosotros, ya es urgente vivir el amor como razón de nuestra existencia. El llamado Paulino es a la reconciliación con Dios.  Pablo nos dice con claridad y contundencia que la reconciliación es necesaria y que llega a nosotros gracias a Cristo Resucitado. Cristo no conoció pecado, prosigue Pablo, y aun así se entregó por nosotros en la Cruz como un gran pecador, solo el amor puede dar el suficiente motivo para morir y vivir por los demás. Hermanos, el amor fue el que levantó al Hijo de Dios de entre los muertos. El amor nos levantará a nosotros de entre los muertos, luego, sin amor no hay vida y mucho menos eternidad. La vida del bautizado se muestra como contradicción al mundo y sus valores, debemos vivir nuestra Teonomia ante Dios, es decir, confiar en su misericordiosa Providencia y no andar tras los esquemas del mundo. Cuantos ricos hoy son pobres ante Dios y cuantos pobres muy ricos ante el Resucitado. Ojo simonía y Nicolaítas que asolan economías eclesiales por vivir como príncipes y herederos de los poderes de este mundo seducidos por el confort y la calidad de vida no cristiana sino mundana.  

 

Como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos… (2 Corintios capítulo 6 versículo 10).

La visión Mateana, camina en la misma dirección en la que Pablo nos confronta con la realidad de nuestra vivencia cristiana. Mateo ve con preocupación los valores no vividos por los creyentes y como el signo de poder universal ($$$) la marca de la Bestia Joanica se viste de ayuno y “buenas obras”. Desde la perspectiva Marcana es posible dibujar una ruta de espiritualidad donde los valores del cristiano alimenten sus expresiones de Fe y piedad…   La Limosna es signo de solidaridad y conciencia con los que sufren privaciones concretas.   Una Limosna no solo se debe medir en cuanto a la cantidad sino también en orden a lo integral que vincula calidad y servicio en su expresión solidaria. Dar no es difícil, pero hacerlo entre iguales es la diferencia y valor intrínseco de toda ofrenda o limosna. Ponernos en los pies del sufriente nos dispone de corazón a ser justos y generosos. Un corazón lleno de bondad será capaz de ver en el otro a Cristo sufriente, nadie debe enterarse de todo el bien que los bautizados pueden hacer, las obras en si son poderosos interlocutores que hablan del amor hecho ofrenda y limosna. Lo secreto de nuestro ayuno solo puede salir a la luz cuando las obras son dignas de ser mostradas como testimonio de vida. Pedir a Dios es un ejercicio natural y compartir con el otro desde su propia dignidad es el ejercicio sobrenatural del amor convertido en justicia y por ende en ofrenda y limosna, en ayuno y oración.

 

miércoles, 19 de febrero de 2025

RITO DE ISNTALACIÓN DE NUESTRO CORO CATEDRALICIO.

 

RITO DE ISNTALACIÓN DE NUESTRO CORO CATEDRALICIO.

 

Nota: El rito inicia directamente en la puerta principal (Atrio, la procesión se conduce en silencio hasta el lugar del coro, una vez allí, el Diocesano procede a bendecir e instalar el coro de la congregación, una vez proceda el Diocesano, el coro comienza a entonar el canto de entrada).

 

Invitatorio.

Diocesano: Canten a Dios con alegría,

habitantes de toda la tierra;

den rienda suelta a su alegría

y cántenle himnos. (Salmo 98,4).

Diocesano: El Señor esté con ustedes.

Asamblea: Y con tu espíritu.

 

Diocesano: Oremos.

 “Dios de todo poder y Señor de la vida y armonía, te suplicamos derrames tus dones y gracias sobre estos tus siervos que vienen a tu Iglesia a ofrecer en amor y compromiso sus dones y talentos, dales armonía en sus vidas y corazones, para que sean parte del anuncio de tu Iglesia, y con sus notas y claves, alegren a tu pueblo santo aquí reunidos en tu Nombre (Asperja con agua bendecida a los integrantes del coro) Estas gracias las imploramos en tu adorado Hijo, que Contigo y el Espíritu Santo, son un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

La procesión continua hasta el presbiterio.

jueves, 13 de febrero de 2025

FUNDAMENTOS DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD.

 

FUNDAMENTOS  DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD. BREVE. 

 

La regeneración se vive no solo desde la dimensión escatológica sino también como fuente transformadora que nos capacita para responder al influjo de la Gracia y transformar a plenitud nuestra conciencia sobre el amor de Dios en nosotros. De esta forma desarrollamos una concepción viva de la intimidad con el Dios Viviente. Hoy podemos plasmar tres claras cosmovisiones sobre el ser y la gracia a partir de la visión eclesial como institución:

Catolicismo romano. La oración de intercesión se constituye en un recurso importante para poner de manifiesto el carácter mediador de los santos, su énfasis no es bautismal sino sacramental, entiéndase como expresión de un todo ritual donde el Bautismo es parte de otros más, y no necesariamente la iniciación totalizante del camino de fe y gracia. Para significar la integración dialéctica de los demás sacramentos la pila bautismal se ubica en el presbiterio, lugar donde se confeccionan los demás sacramentos en esta tradición.  

Anglicanismo (episcopalianismo). La pila bautismal se ubica cerca al atrio o puerta principal, para significar el acceso a los demás medios de la gracia. Aquí la integralidad pasa por la vivencia de una relación sin intermediarios, pero si con ejemplos y analogías de la perfección cristiana encarnada en los santos. El altar como símbolo Cristo céntrico está ubicado posteriormente. El presbiterio no pierde importancia o actualidad, sino que en la visión Paulina el origen de nuestros Usos y Costumbres y Medios de Gracia se producen precisamente en la integración del bautizado en el ámbito de la congregación y esta inserta en la vida de la Diocesis…

Ortodoxa. La centralidad de la Divina Liturgia exalta la Palabra revelada por medio de los profetas y del verbo de Dios, ultima Palabra al mundo. Deificación es el termino para designar la asimilación perfecta de la gracia en términos escatológicos y concreción totalizante de la salvación. Su postura bautismal es similar a la romana en términos dialecticos y exposición doctrinal salvo la alusión al Espíritu Santo.

 

Dimensión bíblica.

1 ¿Qué diremos, pues? ¿Qué debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo!2 Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él?3 ¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte?4 Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.5 Porque si hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante;6 sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado.7 Pues el que está muerto, queda librado del pecado.8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él,9 sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él.10 Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; más su vida, es un vivir para Dios.

 

Romanos capitulo 6 versículo 1-10.

 

ARQUITECTURA ESPIRITUAL ANGLICANA.

 

ARQUITECTURA ESPIRITUAL ANGLICANA.

 

Regla de vida.

 

Una regla de vida es una disciplina devocional en la que ponemos orden en nuestro culto, adoración, trabajo y descanso como un sacrificio agradable a Dios, siempre en la perspectiva del amor antes que del deber o el temor.

 

Desde la perspectiva de una espiritualidad cuya arquitectura es definida en gran medida por la cosmovisión de la Iglesia es importante resaltar que tal estructura obedece al influjo de la gracia y lo que esta determina como experiencia de Dios en el creyente. La gracia se convierte en un nexo de lo eterno con lo temporal, este vinculo se realiza por medio de la praxis del “estatuto creyente” es decir, de todo aquello que compone integralmente nuestra expresión de fe. Un proyecto de interioridad implica una serie de sacrificios por buscar la perfección cristiana. Es importante resaltar que los fines de la militancia eclesial es la búsqueda de la perfección cristiana y a Dios en esta relación vital.

Miremos algunos ejemplos:

Sal

Agua

Semilla

Vino

Mt 5:13-20,

Jn 4:1-42

Mt 13:31-32 

Jn 2:1-12. 

 

  • Texto fuente. Biblia de Jerusalén Bdj Nueva edición revisada y aumentada, 3ra edición, 1998.

 

En estos contenidos queda en pie la propuesta de una constante transformación que se adapta al entorno sin ser absolutamente parte de este. Los elementos señalados son parte de la cotidianidad y como tal están al alcance de todos, la sencillez de sus contenidos contrasta con el poder de su mensaje. Aun lo cotidiano puede ser transformado por la gracia hasta alcanzar su máxima expresión. Las implicancias son grandes al punto de ver en ellos la realidad escatológica de nuestra propia transformación.

El discipulado cristiano es una manifestación del dialogo amoroso de Dios con su criatura, este dialogo es tan profundo que transforma nuestra forma de ver y actuar en el mundo. Y lo que se decía anteriormente sobre sacrificios es la manera de renunciar a todo aquello que impide el ascenso de la gracia en nuestras vidas. Un ascenso determinante y vital para nuestra configuración con Cristo.

 

miércoles, 5 de febrero de 2025

MIEL Y PALABRA. DULCE Y VERAZ.

 

MIEL Y PALABRA. DULCE Y VERAZ.

 

  • Texto fuente. Biblia de Jerusalén Bdj Nueva edición revisada y aumentada, 3ra edición, 1998.

 

 

Usos medicinales de la miel.

 

Heridas: La miel ayuda a prevenir infecciones y acelerar la curación de heridas.

Quemaduras: La miel ayuda a aliviar las quemaduras de sol y a regenerar la piel.

Tos y dolor de garganta: La miel alivia la tos y el dolor de garganta, especialmente si se combina con jugo de limón.

Gastritis y úlcera péptica: La miel inhibe la gastritis y la úlcera péptica.

Corazón: La miel ayuda a dilatar las arterias del corazón, a prevenir coágulos de sangre y a proteger el corazón del estrés oxidativo.

Alergias: La miel puede ayudar a mejorar algunas alergias temporales.

La miel también se puede usar en la medicina tradicional china para corregir el sabor de los medicamentos y eliminar sus efectos secundarios.

 

La Palabra revelada emplea una serie de figuras y símbolos para referirse a su contenido trascendente y una de las comparaciones metafóricas más recurrentes es sin duda la miel cuyas propiedades conocían muy bien en la antigüedad. La miel era empleada en el culto, en la medicina y desde luego en la alimentación como endulzante natural. La miel como recurso era cultivado y defendido siendo una propiedad exclusiva y de continua recolección. En cuanto a la simbología Escrituristica queda claro que esas propiedades antes mencionadas la convirtieron en un recurso aprovechable en la exposición de su simbología. Miremos las palabras del Salmo (19,11) “Sus palabras más dulces que la miel más que el jugo de panales -y continua la exposición- por eso tu servidor se empapa de ellos, gran ganancia es guardarlos. La connotación hace estricta referencia a la palabra y su calidad como cualidades en la vida del creyente.

Los profetas conectaron la simbología de la miel con el mandato de Dios y hacen por medio de estas imágenes una relación sobre los atributos de la Palabra, los mismos que se constituyen en fundamento de la comprensión humana al recibir el mensaje: “palabras suaves, panal de miel, dulce al alma, saludable al cuerpo” (Prov. 16,24). El autor establece una relación de carácter existencial entre las Sagradas Escrituras y el creyente, sin duda este principio nos mueve en la dirección de la espiritualidad que se nutre en la meditación y vivencia de la revelación escrita como fuente de la voluntad salvífica de Dios.   El bienestar del que nos habla no se limita solamente a sumir la vida desde la perspectiva moderna de calidad   sino adentrarnos en la capacidad de producir frutos más allá de la misma realidad que a diario compartimos. La Palabra es transformadora porque hace de cada creyente una nueva criatura con la habilidad de poner en práctica, es decir, de darle cuerpo a sus enseñanzas (encarnar el mensaje). La tradición profética emplea esta simbología para designar tanto la misión como la naturaleza de esta, remarcando que lo anunciado por el profeta escogido no es su palabra sino la Palabra de Dios revelada en sus términos y categorías apreciables claramente. El profeta Ezequiel describe la visión del libro en el capítulo 2 y la delimita en el capítulo 3 versículos 1 al 3 miremos al respecto: “Y me dijo, hijo de hombre, come lo que se te ofrece, come este rollo y ve luego a hablar a la casa de Israel. Yo abrí mi boca y él me hizo comer el rollo, y me dijo, hijo de hombre aliméntate y sáciate de este rollo que te doy.  Lo comí y fue en mi boca dulce como la miel”. La Palabra se manifiesta en el “dulce” apetitoso de la miel, pero al igual que esta posee la capacidad de purificar y luchar contra el mal, o bien la enfermedad infecciosa o bien el pecado persistente entre los habitantes de Israel.  

 El profeta Ezequiel tiene claro que la dulzura se convertirá en amargura gracias a la persistencia y obstinación de sus hermanos en el pecado y especialmente en apartarse de Dios aun conociendo su palabra y mandato. Es también interesante como en la simbología Escrituristica la miel guarda una relación de complementariedad con su cometido de difundir la voluntad revelada de Yahveh: MI-EL, partícula (el) que significa propiedad o pertenencia o sujeción a la voluntad de Dios, luego la miel en el contexto que nos compete se asegura una relación esencial con la forma y modo en la que Dios expresa al mundo su voluntad y como cada palabra de esa revelación es apetecida por el creyente.  Es un apetito que supera cualquier categoría cognoscible y que puede llegar a transformar totalmente la conciencia de quien así lo permite por esta razón el señalamiento de “poner por obra o practica la Palabra de Dios” alimenta tanto la vida como la espiritualidad del bautizado convirtiendo la Palabra de Dios en fuente inagotable de todo tipo de gracias.

Es como miel al paladar porque el sonido emitido se convierte en la fase final de una articulación de nuestra inteligencia y nuestros sentimientos. No solo expresamos bajo las categorías idiomáticas que todos conocemos, sino que estamos manifestando el contenido trascendente que nuestra operación racional así considera. Por esto último los profetas cada uno en su momento vivieron con intensidad la revelación al punto de disfrutar el mensaje como una suculenta preparación agradable a los sentidos. La combinación de emociones y contenido pueden resaltar el “sabor” de la palabra inspirada, pero sobre todo en la forma como llega al creyente. Estamos viviendo tiempos difíciles en los que se hace urgente convertir el mensaje en esperanza y portador de dulzura.

Para cada bautizado la miel simboliza todo lo puro y capaz de purificar en la perspectiva en la que percibamos el contenido de la Palabra anunciada por la Iglesia. La realidad puede ser perturbadora en el entorno en el que nos movemos, pero la Palabra es ese bálsamo dulce que nos brinda su apoyo y conforta nuestro espíritu. La miel purifica nuestros labios y nuestra mente y permite que lo sentido y convertido en tesoro de fe sea para nosotros ese sustento que conforma y anima nuestra praxis cristiana. La tierra prometida al pueblo en el desierto “mana leche y miel” En el (A.T) encontramos dos alusiones (solo para citar dos) Ex 33,3 y Dt 11,9 es claro para nosotros que la promesa es equiparada en categorías de necesidad de la sostenibilidad de la vida en el desierto y ante la escasez de recursos para sustentarla se plantea la inclusión de productos básicos en la dieta del pueblo “nómada” recordemos que incluso hoy muchos pueblos indígenas no poseen otro endulzante que la miel y las frutas.

La preocupación de Dios con relación a su pueblo es grande y define precisamente la forma de su inclusión entre ellos. Dios quiere llevarlos a una tierra para que en ella puedan surgir como nación. Al respecto y dado que la tierra está ocupada ya (filisteos y cananeos) podríamos pensar en una motivación sobrenatural que haga en ellos crecer el deseo de una relación espiritual que los conduzca a establecer el corazón en Dios antes que sus cabañas. Es sin duda el propósito de la experiencia tanto en el desierto como en el lugar en el que desean vivir. El creyente debe asumir una actitud de vida que le conduzca a establecer su existencia en el Dios de la vida antes que en cualquier otro recurso… Yahveh tiene su mirada puesta en esta tierra lo que significa gran abundancia y éxito en todas las empresas iniciadas.  Es la prosperidad que asistirá a quienes “endulzan” sus vidas con la miel que brota de la fe y su praxis.

Si abordamos el concepto desde su estructura (miel) tenemos que referirnos al panal que es sin duda una obra de ingeniería de la naturaleza que refleja como huella o Vestigia la incomparable sabiduría de Dios en la creación. La perfección de la creación es también signo y símbolo de la dulzura como Dios trata a los suyos y como literalmente “coloca” miel en nuestras vidas para contrarrestar las amarguras del mundo y su realidad cambiante.  La inclusión de la gracia de Dios en nuestros proyectos de vida sin duda convierte cada experiencia en una positiva acción cargada de su Misericordia que se torna en más dulce que la Miel cuando así nuestra vida lo necesita. La Gracia es nuestra Miel.

 

·        Sansón comió miel luego de una victoria

·        El Precursor (Bautista) la empleaba en su dieta como señala el evangelio.

·        Citada en los Sapienciales.

·        Empleada en la simbología de la “tierra prometida”

·        Aparece en el Evangelio

·        Los pueblos la empleaban como medicina en la desinfección de heridas y otros males

·        Era un artículo costoso y exclusivo en la canasta familiar primitiva

·        Se usa todavía como endulzante y base para algunos productos de belleza y salud a nivel mundial.

 

·        Significa Pureza

·        Abundancia

·        Salud

·        Bendición

·        Presencia de Dios

·        Palabra de vida

·        Revelación.

 

Entre otras definiciones al respecto.

También es posible relacionar la miel con las frutas de las que se puede sacar cierto “jugo dulce” que en las primicias eran rechazadas por constituirse en la base para la elaboración de bebidas con fuerte presencia de alcohol, para este tipo de “miel” encontramos el termino hebreo desvásch y algunos textos inspirados dan razón de tal práctica y buscan establecer la diferencia con relación a la miel de abeja, solo para nuestras comparaciones citaremos:

 

·        Lv 2,11

·        2 Cro 31,15

·        Ez 27,2

·        Jos 5,6

·        Ex 3,8

 

El recurso empleado posee amplitud en su aplicación al punto de servir para generar conciencia sobre el contenido de las gracias y dones concedidos al creyente desde su perspectiva de vida y acción. Que Dios en su infinita sabiduría conceda a cada uno de nosotros la gracia de ser dulce receptáculo de su Palabra.

 

jueves, 16 de enero de 2025

ESTACIÓN DESPUÉS DE EPIFANÍA. DESDE EL CAMINAR ANGLICANO.

 

ESTACIÓN DESPUÉS DE EPIFANÍA.

 

Gregorio Nacianceno (predicando en la Navidad del año 380) argumentando que la luz de Cristo guía a los bautizados. San Juan Crisóstomo en el año 386 llama a la Epifanía “La madre de los festivales” porque si Cristo no hubiera nacido, no habría sido bautizado y la redención no hubiera sido posible (este era su argumento fundamental o primordial).

 

Nuestro diálogo hacia la Cuaresma.

La Epifanía inicia su caminar en los santos Padres griegos. La celebración sufre como es conocido el rigor de los calendarios y cosmovisión de la cultura occidental y la oriental, algunos cifran su praxis en el siglo IV. El 6 de enero, las fiestas navideñas en Grecia finalizan oficialmente con la “fiesta de la luz” (“ton foton”), también conocida como Epifanía. Se establece desde siempre una relación tripartita de grande significación teológica cuya presencia es la misma integralidad de su naturaleza, nos referimos a la Encarnación, a la Natividad y a la Epifanía y su inmanencia en el Bautismo del Señor. Un caminar del creyente que valora en gran medida este tiempo a pesar de ser asaltado en la praxis religiosa por una creciente y muy poderosa inclusión de la celebrativa mundana, este tiempo es cambiado por una dinámica cuyo eje relacional es una especie de hermenéutica financiera y sensitiva. Nuestra Teofanía no puede ser asaltada en la buena fe por el mundo y sus propias epifanías.

Desde el caminar anglicano.

Las antiguas liturgias anglicanas emparentadas con la tradición más pura romana citan particularmente la celebración de la Epifanía, pero haciendo énfasis en el Bautismo del Señor y coinciden con la fecha del 6 de enero… El mundo latino asumió el 25 de diciembre y el griego   el 6 de enero, y juntos se compaginaron al punto que las expresiones de los unos y los otros son esencialmente vinculantes. Es interesante reconocer que la celebración de la Epifanía en el presente se ha reducido a una expresión cultural relacionada con los niños, el 6 de enero en algunas latitudes, y en otras el 25 de diciembre. La Iglesia de manera axiomática nos dice que el énfasis está en la praxis de nuestra espiritualidad antes que en la significación histórica de este acontecimiento fenomenológico. La razón es superada por la intuición de la fe y el mundo nos ofrece un escenario bien determinado por el movimiento de culturas que desembocan en la realidad económica de los pueblos. La mística de esta celebración entrelaza tanto la Encarnación como la manifestación universal de Dios generando una relación potencialmente bendecida por la Gracia de su acontecimiento histórico (Encarnación- Nacimiento-Bautismo del Señor y ministerio salvífico).  Estamos ante un evento que radicalizó la revelación superando los estadios proféticos de Israel y dibujando una escala cósmica de la revelación solo comparable con la creación, pero superior porque involucra la manifestación de Dios en la carne y materia humana como designamos nuestra propia naturaleza asumida por Jesús.

Desde la praxis idiomática.  

El verbo griego epiphaino tiene el significado activo de mostrar; intransitivamente (es decir, aquellos verbos que no necesitan complemento) se usa para decir mostrarse, de él se deriva el substantivo epiphaneia, es decir aparición. En el griego clásico y helenístico se utiliza este término en diversos contextos, sobre todo de carácter militar. Indica en estos casos la aparición imprevista e inesperada del enemigo, que puede decidir la suerte de la batalla. Relacionado con el uso lingüístico militar, epifanía indica también la aparición de la divinidad para socorrer a alguien. Así, por ejemplo, una inscripción de Cos atribuye a la aparición del dios Apolo la derrota sufrida por los galos en Delfos el año 278 a.C. En la historia de las religiones se conoce una fiesta de la epifanía, o día de la llegada de Apolon, celebrada en muchas ciudades griegas en primavera o al comienzo del verano. La divinidad epifánica   por excelencia, en el ámbito de las experiencias extáticas ligadas a su culto, era Dionisos.

 

Estamos trasegando después de la celebración de Epifanía en un tiempo de preparación clave para la vivencia de la Cuaresma, no es solo esta afirmación sino las implicancias de este caminar espiritual remarcado categóricamente por nuestra liturgia y en síntesis en los ritos públicos de nuestra Iglesia. Estos ritos son en si la naturaleza misma de todo cuanto celebramos. La Estación después de Epifanía, no es un tiempo de transito sino de asimilación de las gracias que brotan de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, la Encarnación se extiende en esta Estación de nuestra liturgia, su contenido salvífico se afirma progresivamente hasta el inicio de la Cuaresma. “Epifanía es conocida también como la Estación de la Luz” La referencia directa de la manifestación de Dios en el corazón del pueblo creyente, una reminiscencia de la Iglesia en todos los momentos de la revelación y por ende de los distintos estadios de madurez espiritual hasta ver y sentir la presencia del Dios Humanado, una presencia que toma forma en la vida y actualidad del bautizado, por ende, la Epifanía es atemporal y tan eterna como la propia Natividad del Señor.  Revelación a la creación y nosotros en ella, pero manifestación al creyente cuya realidad es tocada diariamente por la Gracia, la perspectiva de nuestra propia fe nos debe llevar a vivir esta manifestación como un acontecer de nuestra condición y vocación a la salvación.

La Liturgia de la Palabra, da un salto programático el próximo Miércoles de Ceniza que este año se celebra el 5 de marzo, podemos afirmar que tal definición temporal abarca desde Epifanía hasta el inicio del Santo Triduo Pascual, abriendo un paréntesis especial en Domingo de Palmas o ramos. Dicho salto en la Liturgia de la Palabra se fundamenta en la posibilidad de introducir la motivación de la entrada triunfal del Señor en Jerusalén, pero sin olvidar el drama de la Cruz.  Este tiempo breve de tal aclamación entra en contraste con el inicio del Santo Triduo Pascual, pero regresando al inicio de la Cuaresma, nuestra Iglesia afirma que la celebración del Dia del Señor o celebración dominical prima aun sobre este tiempo fuerte y lo afirma asumiendo que el domingo se celebra también en Cuaresma (primer domingo en Cuaresma) … Los profetas anunciaron el Día de Yahveh, matizaron este anuncio evolucionando la concepción de su inmediatez con la actualidad de la celebración de la Resurrección de Cristo, un Día en especifico como es precisamente el Día del Señor y del que incluso nuestra Cuaresma hace eco en Zacarias capitulo 14 versículos 1-21.

1.He aquí que viene el Día de Yahveh en que serán repartidos tus despojos en medio de ti. 2.Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. 3. Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. 4. Se plantarán sus pies aquel día en el monte de los Olivos que está enfrente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el medio de oriente a occidente haciéndose un enorme valle: la mitad del monte se retirará al norte y la otra mitad al sur. 5.Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Yasol; huiréis como huisteis a causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá. Y vendrá Yahveh mi Dios y todos los santos con él. 6. Aquel día no habrá ya luz, sino frío y hielo. 7. Un día único será - conocido sólo de Yahveh no habrá día y luego noche, sino que a la hora de la tarde habrá luz. 8. Sucederá aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas, mitad hacia el mar oriental, mitad hacia el mar occidental: las habrá tanto en verano como en invierno. 9. Y será Yahveh rey sobre toda la tierra: ¡el día aquel será único Yahveh y único su nombre! 10.Toda esta tierra se tornará llanura, desde Gueba hasta Rimmón, al sur de Jerusalén. Y ésta, encumbrada, será habitada en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta el emplazamiento de la antigua Puerta, es decir, hasta la Puerta de los Angulos, y desde la torre de Jananel hasta los Lagares del rey. 11. Se habitará en ella y no habrá más anatema: ¡Jerusalén será habitada en seguridad! 12. Y ésta será la plaga con que herirá Yahveh a todos los pueblos que hayan hecho la guerra a Jerusalén: pudrirá su carne estando ellos todavía en pie, sus ojos se pudrirán en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca. 13. Y cundirá aquel día entre ellos un inmenso pánico de Yahveh: agarrará cada uno la mano de su prójimo y levantarán la mano unos contra otros. 14. También Judá combatirá en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro, plata y vestidos en cantidad inmensa. 15. Semejante será la plaga de los caballos, mulos, camellos y asnos, y de todo el ganado que haya en aquellos campamentos: ¡una plaga como ésa! 16. Y todos los supervivientes de todas las naciones que hayan venido contra Jerusalén subirán de año en año a postrarse ante el Rey Yahveh Sebaot y a celebrar la fiesta de las Tiendas. 17. Y para aquella familia de la tierra que no suba a Jerusalén a postrarse ante el Rey Yahveh Sebaot no habrá lluvia. 18. Si la familia de Egipto no sube ni viene, caerá sobre ella la plaga con que Yahveh herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las Tiendas. 19. Tal será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las Tiendas. 20. Aquel día se hallará en los cascabeles de los caballos: «Consagrado a Yahveh», y serán las ollas en la Casa de Yahveh como copas de aspersión delante del altar. 21. Y toda olla, en Jerusalén y Judá, estará consagrada a Yahveh Sebaot; todos los que quieran sacrificar vendrán a tomar de ellas, y en ellas cocerán; y no habrá más comerciante en la Casa de Yahveh Sebaot el día aquel.

Aquel Día anunciado más allá de sus estadios o manifestaciones, encuentra su razón de ser en el triunfo de Cristo en la Encarnación y posteriormente en la Epifanía, nos llega una luz transformadora que su misma posibilidad es realizada totalmente, luego, en Epifanía no hay potencia sino total actualidad.  Cristo nos introduce por su drama en la Cruz y Resurrección en un tiempo que los profetas no vieron o mejor aún no vivieron. Las sombras de este tiempo de revelación son transformadas por la gracia en acontecer salvífico y restaurativo cuya bondad la Iglesia hereda convirtiéndose por antonomasia en Sanadora, Reconciliadora, Libertadora, cuya vocación al perdón no conoce limite, cuya formula del “70 veces 7” es llevada la plenitud de la caridad y el amor. Sin amor no hay posibilidad de ver el Día de nuestro Dios, no te preocupes que cada domingo tienes esa maravillosa posibilidad a tu alcance. El texto citado del profeta Zacarias puede sonar apocalíptico por la idea de una restauración cósmica, es decir, total y totalizante, el lenguaje empleado apunta a esclarecer de una manera dinámica y poderosa este acontecer hasta aquí desprovisto de la verdadera restauración de la gracia.

Una celebración cuya fuente es siempre la esperanza cristiana, donde la bondad de nuestro Dios se entrelaza con la necesidad amorosa de los bautizados ante su Dios y Señor. Nuestra expresión de “luz” nos conduce inequívocamente a los pies de Cristo y de esas complacencias del Bautismo del Salvador nos alimentamos durante este tiempo maravilloso. Es posible que las cacofonías descritas en el texto evangélico, unida a manifestaciones de otra índole nos ubica también en la perspectiva de Pentecostés.  

Las fechas no son permanentes más la celebración y su naturaleza teológica si, el espíritu de la Cuaresma como tiempo fuerte de nuestra liturgia está y estará presente en la vida y ministerialidad de la Iglesia y su espíritu se renueva dinámicamente en la vida y obra de los bautizados. El espíritu de nuestra penitencia y sacrificio es la aceptación de la propia temporalidad. Esta manifestación de la debilidad humana se hace fuerte precisamente en la gracia del Dios Humanado.

 

 

Rvdo. Pbro. Diego Sabogal.

Dean Congregación Catedral San Pablo.

 

jueves, 12 de diciembre de 2024

En la noche de una eterna navidad…

 

REFLEXIÓN DE LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

 

En la noche de una eterna navidad…

 

La Iglesia se prepara para vivir en la tranquilidad y seguridad de los hogares de sus hijos los bautizados, pero antes en nuestros templos este maravilloso acontecimiento que antropizó totalmente nuestra relación con el Dios amoroso y por ende salvífico. Proclamó antes el profeta Isaías capítulo 7 versículo 14: “Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel”.  El Mesías anunciado entrará no precedido de un ejército numeroso y poderoso sino con la sencillez de su corazón y viendo como sintiendo a todos sus hermanos y necesitados de su amor. Es la entrada de Dios, del Creador de todo en el reducido recinto de Nazaret, en la ciudad de David o Belén, arrullado por los cantos de cuna cuando había antes sido adorado por los coros celestiales de pléyades angelicales.  (Brillando en su presencia siempre, o como lo expresaría la mitología griega eran hermanas de Calipso y de las Hespéridas. Sus nombres eran Maya, Electra, Taigete, Alcíone, Selene, Estérope y Mérope. En astronomía las Pléyades son un cúmulo abierto en la constelación de Taurus). Las estrellas más brillantes de las Pléyades pueden verse a simple vista incluso desde las grandes ciudades. Imaginándonos simplemente si una estrella brilla hasta nosotros con cuanto más poder cantaban sus ángeles…

 Este era el escenario cósmico del Hijo de Dios, pero a pesar de todo su Poder como Dios se encarna y disfruta de los cantos infantiles que le tributa la Virgen Madre. El dueño del universo reclama una cuna entre nosotros. Es una gran paradoja que el Creador necesite que le creen un espacio para descansar y un hogar para crecer y ser feliz. Es la familia el valor por antonomasia de este acontecimiento histórico-salvífico. Dios ha buscado un hogar para su Hijo hecho hombre, Dios lo confió a una joven esposa y niña en edad y dulce expresión.  La familia conformada por María, José y el Niño Dios, encarna el acontecer salvífico de toda la familia humana. De toda posible esperanza que se cierne sobre la humanidad aquí expectante, aquí materializada en la certeza de un acontecimiento que transformará su razón y fundamento de ser y sentir, la bendición de Dios santificando sus ciclos vitales y momentos de amor. Estos momentos salvíficos en esencia hacen de lo cotidiano oportunidad de adoración cuando nos reconocemos bajo la inspiración de este santo modelo de Nazaret.

Belén no es la ciudad más reconocida por la tradición y los estudiosos, así como por los eruditos judíos, pero no obstante la proximidad de “Dios con nosotros” se revela en lo pequeño y muchas veces ignorado. Porque la cuestión radica no en el lugar sino en la voluntad de Dios y la disposición de nuestra fe… En una necesidad de manifestar su amor a la humanidad y mostrar que el camino que conduce a su Reino no necesita agregar portentos que solo con amar basta cuando este amar se convierte en el combustible que enciende nuestras lámparas vigilantes.  Santa Noche por excelencia en la que se juntan las voces del cielo y la tierra y la luz brilla en ambos espacios. Bendita noche en la que un niño nos ha nacido y porta en su tierna sonrisa la esperanza de toda la humanidad y la creación. Pero cual fue la escena que contemplaron sus padres y quienes les visitaron. Y que dialogo el mortal podría sostener con la Palabra eterna. Como expresarle al Dueño y Señor de todo, los sentimientos que embargaron a aquellas almas devotas. En la simpleza y humildad de los pastores, en el regocijo de una madre inexperta y un esposo maduro conocedor de la vida, pero de corazón henchido de amor y ternura. La expresión común en ángeles, pastores, familia y amigos era una sola, alabanza, alabanza y alabanza, nada distinto podría brotar de estas personas sus primeros amigos y futuros discípulos en la obra del Evangelio. Nada distinto a una Iglesia que como madre aguarda para adorar a su Señor y Salvador… Bendita noche llena de estrellas y astros anunciantes de aquel inenarrable misterio hecho carne. Abraham, Moisés, Jacob, David, Salomón, los profetas, todos ellos quisieron ver lo que los bautizados miramos hoy por los ojos de nuestra madre la Iglesia. Una expresión tanto de amor como de profunda fe maravilla a los pastores y a los coros angélicos. Ha nacido el Verbo en la carne humana, ha nacido el que no tiene principio, pero aun así lo tiene en el corazón de una madre. Quien podría sospechar siquiera que el creador de todo cuanto existe, el que sostiene la creación y la justifica siempre, sea cargado y sostenido por brazos frágiles de mujer que paradójicamente como toda niña, sus brazos, hechos para acariciar y no para sostener pesos, pero aquí se trata del creador que se rinde ante la niña María y su dulzura.  En esta noche maravillosa será posible unir los anhelos y la esperanza de toda la humanidad que sin saberlo por descansar plácidamente en otras latitudes serán bendecidos con la visita de la misericordia reconciliadora de Dios.

Paz a los hombres de buena voluntad, no es un saludo protocolar o la manera de agraciar a las personas de experiencia de fe, es sobre toda expresión posible, el señalamiento de mujeres y hombres que han entendido que la vivencia del amor les hace participes de la misericordia de Dios, no es misericordia aprendida de experiencias de fe sino de la praxis de un Ethos santo reflejado por el Dios amor.   Esta bendita noche nos hace participes y obreros de la misericordia y la bondad por quienes nos rodean, esta bella noche nos invita a trabajar por la extensión del Reino de Dios, de un Dios que aun infante trabaja por nosotros sin cesar.

La Paz que procede de Dios es y será uno de los mayores dones del resucitado, sus discípulos, y nosotros en ellos, y con ellos participamos de los mismos. La paz que brota del corazón de un padre, de Dios nuestro Padre, es la paz que da vida y lo hace en abundancia, es la paz de María y José como de los pastores y sus amigos los ángeles. Es la paz el don de vida que llega a nosotros por el santo Bautismo, es la paz que hace de la tierra por ese dulce momento el hogar de los ángeles de Dios que llegaron a adorarle en la humanidad de su cuerpo frágil y tierno, del Dios antes reverenciado en su trono altísimo, ahora abajado a la carne de un niño lleno de amor y ternura. Tanta expectativa generó a sus padres que todo lo vivido se convertirá en un tesoro en el corazón de la niña María.  Esta bella noche nos recuerda que la paz llegó a la tierra para convertirse en el anhelo de cada bautizado y que todas las naciones de la tierra la podrán tener cuando verdaderamente reconozcan el imperio de Dios en sus corazones. Una paz como la que brinda Dios que no depende de nada que pueda suceder entre nosotros. Que no se rinde ante los imperios de este mundo o los valores arbitrarios impuestos en la sociedad sensualista y temerosa del verdadero amor, del único que trae Paz y esperanza. Es pues la oportunidad de la humanidad para alcanzar los ideales de su existencia, los ideales que respiran a vida eterna en los labios dibujada, por un frágil niño recién nacido. La sonrisa más profunda de la creación que todavía refleja lo divino y lo creado, que todavía ilumina la tierra, aunque de este maravilloso suceso han pasado 2000 años. Suceso que no tiene paradigma entre nosotros, suceso lleno de expectación. La madre del niño Dios guarda en su corazón cuanto acontece con su vida y su fe como experiencia de misericordia de Dios y su gran amor.  Ella ante los sucesos que marcaran su vida recuerda impávida a su niño en los primeros meses de vida y renueva constantemente su amor de madre y su vocación como la futura hija de la Iglesia. La fe de María y de su esposo José, se refleja en todos los cuidados y preocupaciones por la vida del niño recién nacido, lo que hay en sus corazones no se atiene al cuidado de los ángeles visitantes, sino que ellos asumen su rol como padres y familia. Una familia que comprende perfectamente que la vida compartida por el Creador debe ser protegida y promovida y que los valores y virtudes se cosechan también en familia.  Una familia que hace muy bien su trabajo de amar y cuidar, cuidar y amar, como promover y prosperar…

Lucas en su evangelio se cuida de mostrarnos que esta bella familia cumplió con todas las prescripciones de la ley Mosaica, aunque algunas de sus prácticas no eran obligatorias, pero de esta forma desean mostrar al mundo que el compromiso de fe es dulce como la miel y más refréscate que el bálsamo puro.  Familia que ora y permanece unida bajo la guía del Espíritu Santo, son ellos modelos de padres y madres que caminan con nosotros por el mundo. Sin duda que el niño Jesús fue criado como creyente y comprometido con el Dios de la vida, el mismo que por amor y en amor le engendró antes de todo tiempo o principio.  Los bautizados debemos subir de lo material a lo espiritual, de lo visible a lo invisible, es la trascendencia el alimento de nuestra navidad. Para culminar esta breve reflexión los dejo con las palabras de Agustín de Hipona… “Mirad hecho hombre al Creador del hombre para que mamase leche el que gobierna el mundo sideral, para que tuviese hambre el pan, para que tuviera sed la fuente, y durmiese la luz, y el camino se fatigase en el viaje, y la Verdad fuese acusada por falsos testigos, y el juez de vivos y muertos fuera juzgado por juez mortal, y la justicia, condenada por los injustos. Y la disciplina fuera azotada con látigos, y el racimo de uvas fuera coronado de espinas, y el cimiento, colgado en el madero; la virtud se enflaqueciera, la salud fuera herida, y muriese la misma vida (Sermón 191,1: PL 38,1010)”.

Jesús yace en el pesebre, pero lleva las riendas del gobierno del mundo; toma el pecho, y alimenta a los ángeles; está envuelto en pañales, y nos viste a nosotros de inmortalidad; está mamando, y lo adoran; no halló lugar en la posada, y Él fabrica templos suyos en los corazones de los creyentes. Para que se hiciera fuerte la debilidad, se hizo débil la fortaleza... Así encendemos nuestra caridad para que lleguemos a su eternidad…

 

 

MIERCOLES DE CENIZA.

  MIÉRCOLES DE CENIZA. Isaías capítulo 58 versículos 1-12. Salmo 103. 2 corintios capitulo 5:20b-6:10. Mateo capítulo 6 versículos 1-6, 16-2...