FUNDAMENTOS DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD. BREVE.
La regeneración se vive
no solo desde la dimensión escatológica sino también como fuente transformadora
que nos capacita para responder al influjo de la Gracia y transformar a
plenitud nuestra conciencia sobre el amor de Dios en nosotros. De esta forma desarrollamos
una concepción viva de la intimidad con el Dios Viviente. Hoy podemos plasmar
tres claras cosmovisiones sobre el ser y la gracia a partir de la visión
eclesial como institución:
Catolicismo romano.
La
oración de intercesión se constituye en un recurso importante para poner de
manifiesto el carácter mediador de los santos, su énfasis no es bautismal sino
sacramental, entiéndase como expresión de un todo ritual donde el Bautismo es
parte de otros más, y no necesariamente la iniciación totalizante del camino de
fe y gracia. Para significar la integración dialéctica de los demás sacramentos
la pila bautismal se ubica en el presbiterio, lugar donde se confeccionan los
demás sacramentos en esta tradición.
Anglicanismo
(episcopalianismo). La pila bautismal se ubica cerca al
atrio o puerta principal, para significar el acceso a los demás medios de la
gracia. Aquí la integralidad pasa por la vivencia de una relación sin
intermediarios, pero si con ejemplos y analogías de la perfección cristiana
encarnada en los santos. El altar como símbolo Cristo céntrico está ubicado
posteriormente. El presbiterio no pierde importancia o actualidad, sino que en
la visión Paulina el origen de nuestros Usos y Costumbres y Medios de Gracia se
producen precisamente en la integración del bautizado en el ámbito de la
congregación y esta inserta en la vida de la Diocesis…
Ortodoxa. La
centralidad de la Divina Liturgia exalta la Palabra revelada por medio de los
profetas y del verbo de Dios, ultima Palabra al mundo. Deificación es el
termino para designar la asimilación perfecta de la gracia en términos
escatológicos y concreción totalizante de la salvación. Su postura bautismal es
similar a la romana en términos dialecticos y exposición doctrinal salvo la
alusión al Espíritu Santo.
Dimensión bíblica.
1
¿Qué diremos, pues? ¿Qué debemos permanecer en el pecado para que la gracia
se multiplique? ¡De ningún modo!2 Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir
viviendo en él?3 ¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo
Jesús, fuimos bautizados en su muerte?4 Fuimos, pues, con él sepultados por
el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de
entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros
vivamos una vida nueva.5 Porque si hemos hecho una misma cosa con él por una
muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección
semejante;6 sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin
de que fuera destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del
pecado.7 Pues el que está muerto, queda librado del pecado.8 Y si hemos
muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él,9 sabiendo que
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la
muerte no tiene ya señorío sobre él.10 Su muerte fue un morir al pecado, de
una vez para siempre; más su vida, es un vivir para Dios. Romanos
capitulo 6 versículo 1-10. |
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